El Mun­do de los Insectos

CIR­QUE DU SOLEIL PRE­SEN­TA OVO

El cir­co más famo­so del mun­do retor­na a Mon­treal para pre­sen­tar la pro­duc­ción Ovo que en 2009 tuvo lugar en car­pa en carác­ter de estreno mun­dial. Elo­gia­do calu­ro­sa­men­te por la crí­ti­ca en su momen­to, este gran espec­tácu­lo es tan sóli­do y cau­ti­van­te que que­da sella­do en la memo­ria de quien lo ha vis­to. En todo caso, ya sea para repe­tir la expe­rien­cia o bien para apre­ciar la belle­za del espec­tácu­lo por quie­nes no han teni­do la opor­tu­ni­dad de apre­ciar­lo en su momen­to, ésta es la opor­tu­ni­dad de asis­tir a las úni­cas 10 repre­sen­ta­cio­nes que ten­drán lugar des­de el 29 de Noviem­bre has­ta el 4 de Diciem­bre en el Cen­tro Bell como par­te de una gira glo­bal rea­li­za­da en las are­nas a tra­vés de Amé­ri­ca del Norte.

ovoOvo, que en por­tu­gués y en espa­ñol sig­ni­fi­ca “hue­vo”, cons­ti­tu­ye una pro­pues­ta ple­na de esplen­dor, efer­ves­cen­cia, colo­ri­do y fan­ta­sía cuyo hilo cen­tral gira en torno al mun­do de los insec­tos. A tra­vés de la incur­sión de un nue­vo eco­sis­te­ma pleno de vita­li­dad, se apre­cian los bichos cuan­do repen­ti­na­men­te se les apa­re­ce un hue­vo mis­te­rio­so que les indi­ca el camino de los orí­ge­nes y que meta­fó­ri­ca­men­te repre­sen­ta el enor­me mis­te­rio y los ciclos de sus cor­tas vidas. Así, con gran vita­li­dad se los ve tra­ba­jan­do, jugan­do, pelean­do y bus­can­do afa­no­sa­men­te el afec­to y amor en un con­ti­nuo des­plie­gue de ener­gía y movi­mien­to; todo ello per­mi­te que el públi­co pue­da admi­rar, den­tro de la dife­ren­te gama de insec­tos, a pul­gas fle­xi­bles, gri­llos excén­tri­cos, sor­pren­den­tes hor­mi­gas y mara­vi­llo­sas ara­ñas de seda. Des­pués de juz­gar este espec­tácu­lo, el públi­co cam­bia la impre­sión que tie­ne de los insec­tos pues­to que el ins­tin­to natu­ral de matar­los cede lugar a un debi­do res­pe­to al pene­trar en su mun­do deli­ran­te y desconocido.

ovo-1La pro­duc­ción cuen­ta con un elen­co de 50 artis­tas espe­cia­li­za­dos en actos acro­bá­ti­cos pro­ve­nien­tes de 12 paí­ses. La direc­ción está a car­go de Debo­rah Col­ker y en tal sen­ti­do cabe seña­lar que ésta es la pri­me­ra vez en que una mujer asu­me ese car­go en el Cir­que du Soleil; Entre otros miem­bros del equi­po crea­ti­vo que tie­ne como guía artís­ti­ca a Guy Lali­ber­té y Gilles Ste-Croix, se encuen­tran Chan­tal Trem­blay (direc­to­ra de crea­ción), Grin­go Car­dia (dise­ños de esce­no­gra­fía y uti­le­ría), Liz Van­dal (dise­ño de ves­tua­rio), Éric Cham­poux (ilu­mi­na­ción) y Ber­na Cep­pas (com­po­si­tor y direc­tor musical).

Para infor­ma­ción adi­cio­nal acer­ca de esta pre­sen­ta­ción así como para los hora­rios de pre­sen­ta­ción y la adqui­si­ción de entra­das pre­sio­ne aquí 

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La Cul­tu­ra Afro­ame­ri­ca­na en un Exce­len­te Drama

MOON­LIGHT. Esta­dos Uni­dos, 2016. Un film escri­to y diri­gi­do por Barry Jenkins

Sin duda algu­na Moon­light es una de las gran­des pelí­cu­las de 2016. A pesar de haber­se vis­to varios fil­mes del géne­ro que aquí se abor­da, este dra­ma de Barry Jen­kins es el que con mayor elo­cuen­cia, pre­ci­sión y pro­fun­di­dad ilus­tra la cul­tu­ra afro­ame­ri­ca­na. Adap­ta­do por el direc­tor Barry Jen­kins de la obra “In Moon­light Black Boys Look Blue” de Tarell Alvin McCra­ney, el film tra­ta de mos­trar al espec­ta­dor qué es lo que sig­ni­fi­ca ser negro en los Esta­dos Uni­dos, cómo se des­en­vuel­ve la per­so­na­li­dad de una per­so­na de raza negra en un ambien­te deci­di­da­men­te machis­ta e inhós­pi­to y de qué modo se afron­tan los obs­tácu­los exter­nos que emer­gen de ese entorno..

Alex Hibbert

Alex Hib­bert

El pro­ta­go­nis­ta de esta con­mo­ve­do­ra his­to­ria es Chi­ron a quien se le sigue los pasos duran­te un perío­do de 16 años. Divi­di­do en tres capí­tu­los en el pri­me­ro de los mis­mos se lo cono­ce como “Little” (Alex Hib­bert); se tra­ta de un niño que con ape­nas nue­ve años de edad ya sabe lo que sig­ni­fi­ca ser negro y pobre vivien­do en 1980 en un ambien­te des­fa­vo­re­ci­do de Mia­mi como lo es el de la comu­ni­dad negra del vecin­da­rio de Liberty City. La con­fu­sión se mani­fies­ta en su per­so­na fren­te a una orien­ta­ción sexual incier­ta para él a pesar de que se sien­te atraí­do por Kevin (Jaden Piner), uno de los com­pa­ñe­ros de cla­se de su mis­ma edad; ade­más, su carác­ter intro­ver­ti­do y silen­cio­so lo con­vier­te en la víc­ti­ma ideal del bull­ying. Habi­tan­do con Pau­la (Nao­mie Harris), su madre sol­te­ra que es enfer­me­ra y adic­ta a las dro­gas, su humil­de vivien­da no es pre­ci­sa­men­te un buen refu­gio para sus penas. Con todo, un encuen­tro con Juan (Mahersha­la Ali), un tra­fi­can­te de dro­gas, hace que éste se con­mi­se­re con él brin­dán­do­le pro­tec­ción y pro­fun­do afec­to que has­ta enton­ces des­co­no­cía, lle­ván­do­lo a su hogar com­par­ti­do con su com­pa­ñe­ra Tere­sa (Jane­lle Monáe); es así que en cier­ta for­ma Little encuen­tra en Juan al padre que nun­ca tuvo.

En el segun­do capí­tu­lo don­de Chi­ron (Ash­ton San­ders) ya es un ado­les­cen­te de 16 años, Juan se encuen­tra ausen­te del rela­to y él se halla nue­va­men­te sólo al pro­pio tiem­po que el hos­ti­ga­mien­to esco­lar sigue per­sis­tien­do. Por pri­me­ra vez y a pesar de que su homo­se­xua­li­dad es poco cla­ra para él por no haber des­cu­bier­to aún su ver­da­de­ra natu­ra­le­za, el mucha­cho expe­ri­men­ta cier­to solaz en la inti­mi­dad sexual que por pri­me­ra vez man­tie­ne con Kevin (Jha­rrel Jero­me). Si bien podría aguar­dar­se que esa rela­ción pudie­ra con­ti­nuar, Kevin se ve obli­ga­do a tener que doble­gar­se a la volun­tad machis­ta de los per­se­gui­do­res de Cha­ron come­tien­do un acto nefasto.

En el últi­mo seg­men­to que tie­ne lugar una déca­da pos­te­rior se ve a Chi­ron (Tre­van­te Rho­des), aho­ra con el sobre­nom­bre de “Negro”, con una per­so­na­li­dad total­men­te dife­ren­te. Su expe­rien­cia de vida lo ha trans­for­ma­do y final­men­te ha lle­ga­do a deter­mi­nar su ver­da­de­ra iden­ti­dad. Sin que nece­sa­ria­men­te esta his­to­ria ten­ga un final feliz, al menos se vis­lum­bra cier­ta espe­ran­za de que su futu­ro pue­da adop­tar un rum­bo posi­ti­vo; eso se mani­fies­ta tan­to en el con­mo­ve­dor reen­cuen­tro con su reha­bi­li­ta­da madre así como con Kevin (Andre Holland), quien drás­ti­ca­men­te cam­bia­do tra­ta de lograr el per­dón de Chi­ron y res­ta­ble­cer el con­tac­to habi­do en el pasa­do. En últi­ma ins­tan­cia el rela­to mues­tra cómo aho­ra el adul­to joven, cuyos mie­dos han des­apa­re­ci­do por com­ple­to logra­rá ser due­ño de sus pro­pios actos.

Dejan­do de lado los cli­sés que gene­ral­men­te se pro­du­cen en los rela­tos refe­ri­dos al pro­ce­so de madu­ra­ción de una per­so­na, Jen­kins no esca­ti­ma esfuer­zo alguno para mos­trar­nos un mun­do no muy fre­cuen­ta­do; así, sin que exis­tan per­so­na­jes blan­cos, uno pue­de que­dar­se asom­bra­do de des­cu­brir que no es pre­ci­sa­men­te la divi­sión racial la que pue­de gene­rar el odio y la inti­mi­da­ción, sino que den­tro de la mis­ma raza negra tam­bién es posi­ble que se siem­bre vio­len­cia ata­can­do a los más inde­fen­sos y vulnerables.

Las inter­pre­ta­cio­nes son real­men­te excep­cio­na­les y es así que a tra­vés de tres acto­res dife­ren­tes repre­sen­tan­do al per­so­na­je prin­ci­pal es muy difí­cil de deter­mi­nar quién es el mejor. El res­to del elen­co es igual­men­te irreprochable.

En los ren­glo­nes téc­ni­cos, la atmos­fé­ri­ca foto­gra­fía de James Lax­ton con sus lumi­no­sos colo­res otor­gan una belle­za poé­ti­ca que la con­vier­ten en un pro­ta­go­nis­ta más de esta historia.

Para con­cluir pue­de afir­mar­se que Jen­kins ha logra­do un rela­to dra­má­ti­co impe­ca­ble por el cual es muy pro­ba­ble que sea nomi­na­do por la Aca­de­mia de Holly­wood como mejor direc­tor así como tam­bién que el film sea uno de los can­di­da­tos al mejor del año.
Jor­ge Gutman

Una Con­ven­cio­nal His­to­ria Romántica

MAL DE PIE­RRES. Fran­cia, 2015. Un film de Nico­le Garcia

Un melo­dra­ma en torno a un amor trian­gu­lar es lo que enfo­ca la direc­to­ra Nico­le Gar­cia en este film ins­pi­ra­do en la nove­la “Mal di Pie­tre” de la escri­to­ra ita­lia­na Mile­na Agus. Si bien el tono dema­sia­do aca­ra­me­la­do dis­mi­nu­ye en par­te la efi­ca­cia del film, los espec­ta­do­res aman­tes de las his­to­rias román­ti­cas de otros tiem­pos podrán que­dar satisfechos.

Marion Cotillard

Marion Coti­llard

El guión de la direc­to­ra, Jac­ques Fies­chi y Nata­lie Car­ter pre­sen­ta a Gabrie­lle (Marion Coti­llard) quien jun­to con su mari­do José (Alex Bren­de­mühl) y su hijo ado­les­cen­te (Vic­tor Qui­li­chi­nie) se diri­gen a Lyon don­de el mucha­cho par­ti­ci­pa­rá en una com­pe­ten­cia de piano. En un deter­mi­na­do momen­to, al lle­gar a cier­ta calle de la ciu­dad ella tra­ta de obte­ner noti­cias de un aman­te que tiem­po atrás tuvo en ese lugar y a par­tir de allí el rela­to se efec­túa a tra­vés de flashbacks.

Retro­ce­dien­do en el tiem­po se ve a Gabrie­lle, una joven cam­pe­si­na vivien­do en los años 50 en un área rural del sur de Fran­cia y que infa­tua­da con el amor es una apa­sio­na­da joven sedien­ta de deseo sexual. Su natu­ra­le­za rebel­de y una con­duc­ta juz­ga­da escan­da­lo­sa para la moral de la épo­ca, sobre todo del medio social que la cir­cun­da, moti­va a que ella ten­ga que acep­tar la pro­po­si­ción de su madre de casar­se con José, un obre­ro de la cons­truc­ción cata­lán exi­lia­do de la gue­rra civil de Espa­ña. En este casa­mien­to arre­gla­do y sin amor Gabrie­lle ve trans­cu­rrir su vida sin emo­ción algu­na. Cuan­do des­pués de cier­to tiem­po ella es diag­nos­ti­ca­da con una enfer­me­dad de los riño­nes, su mari­do la envía a un sana­to­rio sui­zo don­de lle­ga a cono­cer a André (Louis Garrel), un tenien­te que fue heri­do duran­te el con­flic­to béli­co de Indo­chi­na y que sufre de tubercu­losis. De bue­na pre­sen­cia, André cons­ti­tu­ye para Gabrie­lle el prín­ci­pe azul con el que siem­pre soñó; en con­se­cuen­cia, nada impi­de que duran­te el perío­do de recu­pe­ra­ción que ambos atra­vie­san, sur­ja un roman­ce en don­de ella encon­tra­rá la vía de esca­pe nece­sa­ria para aca­llar su irre­fre­na­ble ardor sexual. El úni­co incon­ve­nien­te que sur­ge para una unión dura­de­ra son las con­vic­cio­nes mora­les de André y la cir­cuns­tan­cia de que ella es una mujer casada.

Para no estro­pear la expec­ta­ti­va de quie­nes quie­ran ver el film se evi­ta­rá comen­tar qué es lo que se va desa­rro­llan­do a tra­vés del tiem­po y sobre todo lo que acon­te­ce cuan­do des­pués de 17 años la acción se tras­la­da nue­va­men­te al momen­to en que comen­zó y allí se pro­du­cen cier­tas ines­pe­ra­das revelaciones.

Fil­ma­do de mane­ra clá­si­ca y con una exqui­si­ta belle­za for­mal, el film se deja ver fun­da­men­tal­men­te por las bue­nas inter­pre­ta­cio­nes de Coti­llard, como la sen­sual e inde­pen­dien­te mujer que ha vis­to trans­cu­rrir su vida con un hom­bre que no amó, así como por la sutil carac­te­ri­za­ción de Bren­de­mühl ani­man­do al devo­to y pacien­te mari­do que debe con­vi­vir con la indi­fe­ren­cia de su espo­sa. Jor­ge Gutman

El Bai­le de la Graduación

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

PROM QUEEN. THE MUSI­CAL Autor: Kent Stai­nes.  Músi­ca: Colleen Daun­cey. Letra: Aki­va Romer-Segal. Direc­ción Escé­ni­ca: Mar­cia Kash. Direc­ción Musi­cal: Mark Cami­lle­ri. Coreó­gra­fo: Sean Chees­man. Esce­no­gra­fía y Dise­ño del Ves­tua­rio: John C. Din­ning. Ilu­mi­na­ción: Luc Prai­rie. Dise­ño del Soni­do: Peter Balov. Elen­co. Ales­san­dro Cos­tan­ti­ni, Jonathan Cullen, Katee Julien, Syl­vain Scott, Syd­ney Sco­tia, Kol­ton Ste­wart, David Sil­ves­tri, Zach Coun­sil, Stuart Dow­ling, Gabi Eps­tein, Ale­xia Gourd, Hai­ley Lewis, Jamie Mayers, Lucas Meeu­se, Mike Melino, Patrick Park, Stepha­nie Sy, Jonathan Whit­ta­ker. Dura­ción: 2 horas 30 minu­tos (inclu­yen­do un entre­ac­to de 20 minu­tos.) Repre­sen­ta­cio­nes: Has­ta el 23 de Noviem­bre de 2016 en la sala prin­ci­pal del Segal Cen­tre (www.segalcentre.org)

El tér­mino “Prom Night” está refe­ri­do a la vela­da del bai­le gra­dua­ción de los estu­dian­tes que fina­li­zan la ense­ñan­za media; sin duda, se tra­ta de uno de los acon­te­ci­mien­tos más tras­cen­den­tes en la vida de todo ado­les­cen­te. Uno de los aspec­tos que carac­te­ri­zan a este even­to es que los egre­sa­dos deben encon­trar una pare­ja con la cual asistir.

Lo que ante­ce­de ha ser­vi­do al dra­ma­tur­go Kent Stai­nes para dra­ma­ti­zar un caso real acon­te­ci­do a Marc Hall en Cana­dá, más pre­ci­sa­men­te en la ciu­dad de Osha­wa de la pro­vin­cia de Onta­rio. En 2002, Marc de 17 años de edad habien­do ter­mi­na­do sus estu­dios secun­da­rios se apres­ta­ba a cele­brar la fies­ta de gra­dua­ción; debi­do a su orien­ta­ción sexual dife­ren­te resol­vió que el mucha­cho con quien esta­ba vin­cu­la­do sen­ti­men­tal­men­te lo acom­pa­ña­ra para tal oca­sión. Esa deci­sión cau­só estu­por en las auto­ri­da­des del cole­gio cató­li­co don­de Marc estu­dia­ba y de nin­gún modo esta­ban dis­pues­tos a tole­rar que uno de sus alum­nos eli­gie­se como pare­ja a alguien del mis­mo sexo.

Fote de Andrée Lanthier

Fote de Andrée Lanthier

A pesar de todo, el joven no se inmu­tó y con­tra vien­to y marea luchó legal­men­te para que la deci­sión fue­se rever­ti­da para poder asis­tir a la cele­bra­ción con la per­so­na que había elegido.

Lo que el públi­co apre­cia en Prom Queen, the Musi­cal no es sola­men­te el recuen­to de los acon­te­ci­mien­tos vivi­dos por Hall sino que asis­te a tra­vés de una obra musi­cal. La pre­gun­ta que le cabe al lec­tor de estas líneas es si el espec­tácu­lo fun­cio­na como tal; la res­pues­ta es un rotun­do SI.

Trans­for­mar un dra­ma real al len­gua­je musi­cal es posi­ble cuan­do exis­te ima­gi­na­ción y talen­to como lo que acon­te­ce en este caso. En pri­mer lugar cabe des­ta­car que el tex­to ha sabi­do recrear mag­ní­fi­ca­men­te el con­flic­to dra­má­ti­co a tra­vés de esce­nas bien orques­ta­das, des­de la pri­me­ra en que los alum­nos son invi­ta­dos a regis­trar los nom­bres de sus acom­pa­ñan­tes para el bai­le de gra­dua­ción has­ta la últi­ma en que Marc ape­la su caso ante la jus­ti­cia y logra que la mis­ma se expi­da a su favor al acep­tar a su pare­ja del mis­mo sexo.

Foto de Andrée Lanthier

Foto de Andrée Lanthier

Otro aspec­to a seña­lar es la ade­cua­da inser­ción de los núme­ros musi­ca­les que se aso­cian muy bien a cada una de las face­tas que va ofre­cien­do el rela­to a tra­vés de su desa­rro­llo. Aun­que las can­cio­nes no son fáci­les de tara­rear e inclu­so de recor­dar, las mis­mas son sufi­cien­te­men­te agra­da­bles para dejar una bue­na impre­sión. Todo ello se com­ple­men­ta con una exce­len­te coreo­gra­fía de Sean Chees­man que otor­ga gran vita­li­dad al espectáculo.

Resal­tan­do los méri­tos de la obra se encuen­tra la acer­ta­da pues­ta escé­ni­ca de Mar­cia Kash quien ha per­mi­ti­do que la narra­ción man­ten­ga per­ma­nen­te­men­te un rit­mo flui­do a la vez que que obtu­vo lo máxi­mo posi­ble de su entu­sias­ta elen­co. Den­tro del mis­mo ha sido afor­tu­na­do con­tar con la par­ti­ci­pa­ción de Ales­san­dro Cos­tan­ti­ni para ani­mar al per­so­na­je prin­ci­pal; este joven actor se sumer­ge por com­ple­to en la piel de Marc per­mi­tien­do que su caris­ma, sim­pa­tía y dina­mis­mo así como su apor­te vocal en casi todos los núme­ros musi­ca­les que le toca par­ti­ci­par, con­quis­te de inme­dia­to al públi­co que lo observa.

Entre otros nom­bres que mere­cen des­ta­car­se del repar­to se encuen­tran Jonathan Cullen como Jason, la pare­ja de Marc, Katee Julien, carac­te­ri­zan­do a la abne­ga­da madre que ofre­ce su máxi­mo apo­yo y com­pren­sión a Marc, Stuart Dow­ling como el direc­tor del cole­gio, Jonathan Whit­ta­ker dan­do vida a la auto­ri­dad cató­li­ca de la escue­la que con­si­de­ra “abo­mi­na­ble” a cual­quier mani­fes­ta­ción homo­se­xual, David Sil­ves­tri ani­man­do al abo­ga­do Lon­nie Wynn que defien­de el caso de Marc en el estra­do judi­cial, Syd­ney Sco­tia y Kol­ton Ste­wart como dos de los com­pa­ñe­ros de escue­la de Marc y Gabi Eps­tein como una de las pro­fe­so­res del colegio..

A los méri­tos apun­ta­dos es impor­tan­te des­ta­car que esta obra cons­ti­tu­ye una cele­bra­ción del cora­je de un joven y de toda una comu­ni­dad que se agru­pa para apo­yar­lo a la vez que resal­ta la impor­tan­cia de la tole­ran­cia y la no dis­cri­mi­na­ción en una socie­dad civi­li­za­da. Si bien a tra­vés de los años, ha habi­do una nota­ble trans­for­ma­ción y acep­ta­ción social de que a todos los seres huma­nos les corres­pon­de los mis­mos dere­chos inde­pen­dien­te­men­te de su orien­ta­ción sexual, lamen­ta­ble­men­te la homo­fo­bia aún per­ma­ne­ce laten­te; de allí la tras­cen­den­cia que adquie­re este espectáculo.

Por su esti­lo, dis­tin­ción, emo­ti­vo con­te­ni­do humano y noble men­sa­je ins­pi­ra­dor Prom Queen, the Musi­cal es alta­men­te reco­men­da­ble.

CINE­MA­NIA 2016

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Cine­ma­nia, el clá­si­co fes­ti­val de fil­mes de habla fran­ce­sa con sub­tí­tu­los en inglés, lle­ga nue­va­men­te a Mon­treal en su vigé­si­ma segun­da edi­ción. Esta mues­tra es una de las más espe­ra­das de esta ciu­dad por cuan­to con­gre­ga gran par­te de des­ta­ca­dos fil­mes pre­sen­ta­dos en Ber­lín, Can­nes, Vene­cia y Toron­to. En total serán pro­yec­ta­das 50 pelí­cu­las de las cua­les 40 son pre­sen­ta­das en cali­dad de pri­mi­cias para Que­bec, Cana­dá y/o Esta­dos Unidos.

El fes­ti­val comien­za hoy jue­ves 3 de noviem­bre con la pre­sen­ta­ción de Mal de Pie­rres (Fran­cia) de la rea­li­za­do­ra Nico­le Gar­cía. Se tra­ta de un melo­dra­ma sen­ti­men­tal que ana­li­za un trián­gu­lo amo­ro­so duran­te el lap­so de dos déca­das, don­de la popu­lar actriz Marion Coti­llard ani­ma el rol pro­ta­gó­ni­co. La direc­to­ra es la invi­ta­da de honor y será home­na­jea­da a tra­vés de una retros­pec­ti­va que inclu­ye 8 fil­mes de su fil­mo­gra­fía. El film de clau­su­ra que ten­drá lugar el 13 de noviem­bre es Vic­to­ria, una come­dia de Jus­ti­ne Triet inter­pre­ta­da por Vir­gi­nie Efi­ra; tan­to la rea­li­za­do­ra como la actriz esta­rán en Mon­treal para su presentación.

Entre algu­nos de los fil­mes ya vis­tos se des­ta­ca Répa­rer les vivants (Fran­cia-Bél­gi­ca) de Katell Qui­llé­vé­ré, quien adap­tó jun­to con Gilles Tau­rand la nove­la epó­ni­ma de May­lis de Keran­gai. Este pro­fun­do dra­ma pre­sen­ta a Marian­ne (Emma­nue­lle Seig­ner), una mujer que se ente­ra que Simon (Gabin Ver­det), su hijo ado­les­cen­te, ha sufri­do un gra­ve acci­den­te. Cuan­do jun­to con su dis­tan­cia­do mari­do (Kool Shen) se infor­man por par­te del médi­co (Bou­li Lan­ners) don­de Simon está hos­pi­ta­li­za­do que él no lle­ga­rá a recu­pe­rar­se, sur­ge la inevi­ta­ble angus­tia de estar per­dien­do a un hijo; con todo, se aguar­da ner­vio­sa­men­te el mila­gro de que pue­da recuperarse.

Emmanuelle Seigner y Kool Shen en RÉPARER LES VIVANTS

Emma­nue­lle Seig­ner y Kool Shen en RÉPA­RER LES VIVANTS

En la medi­da que la muer­te es inmi­nen­te el rela­to adquie­re su cli­max al saber que el cora­zón de su hijo que se encuen­tra en esta­do de coma pue­de lle­gar a sal­var la vida de una mujer que aguar­da con urgen­cia un tras­plan­te. ¿Cuál será la acti­tud de los padres? El deli­ca­do tema de la dona­ción de órga­nos vita­les reci­be un sobrio tra­ta­mien­to por par­te de la rea­li­za­do­ra quien a su vez logró insu­flar al rela­to una gran emo­ción y con­tó con muy bue­nas inter­pre­ta­cio­nes de Seig­ner, Sheen, Tahar Rahim, Anne Dor­val y Domi­ni­que Blanc, entre otros.

Un film muy bueno es Wùlu (Fran­cia-Sene­gal) don­de Daou­da Couli­baly impre­sio­na con su pri­mer lar­go metra­je. El guión del cineas­ta intro­du­ce a Lad­ji (Ibrahim Koma), un mucha­cho de buen cora­zón que vive en con­di­cio­nes de con­si­de­ra­ble pobre­za en Bama­ko, la capi­tal de Malí. Su tra­ba­jo con­sis­te en ven­der pasa­jes y trans­por­tar pasa­je­ros para una com­pa­ñía de ómni­bus local; sin embar­go se encuen­tra insa­tis­fe­cho por­que el magro sala­rio per­ci­bi­do no le alcan­za para evi­tar que su her­ma­na Ami (Inna Mod­ji) se siga pros­ti­tu­yen­do para ganar­se el sus­ten­to. Ines­pe­ra­da­men­te una opor­tu­ni­dad se le pre­sen­ta cuan­do un tra­fi­can­te de dro­gas le pro­po­ne trans­por­tar en un camión que con­tie­ne car­ne, una bue­na can­ti­dad de marihua­na y cocaí­na a Sene­gal. Al fina­li­zar dicha ope­ra­ción que le rin­de un muy buen ingre­so, comien­za para él una nue­va acti­vi­dad labo­ral como tra­fi­can­te don­de por los ries­gos cre­cien­tes asu­mi­dos reci­be exce­len­tes remu­ne­ra­cio­nes que le per­mi­ten mejo­rar con­si­de­ra­ble­men­te su nivel de vida como así tam­bién el de su hermana.

Ibrahim Koma en WULU

Ibrahim Koma en WULU

La apro­xi­ma­ción rea­li­za­da por Lad­ji a un mun­do sedi­cio­so con peli­gro­sas cone­xio­nes y víncu­los con corrup­tos mili­ta­res de Malí alcan­za­rá ribe­tes dra­má­ti­cos cuan­do par­te del trá­fi­co de dro­gas se rea­li­za en terri­to­rio domi­na­do por Al-Qae­da y ade­más se pro­du­ce el gol­pe de esta­do de Mali en 2012 que com­pli­ca la situa­ción. El novel direc­tor logra un rela­to de acción impreg­na­do de sus­pen­so lo que narra­do con un rit­mo ágil per­mi­te ser dis­fru­ta­do por su tema así como por­que ofre­ce una intere­san­te apro­xi­ma­ción cul­tu­ral de los dife­ren­tes esce­na­rios de Áfri­ca Occi­den­tal; entre otra de las vir­tu­des del film se dis­tin­gue la muy bue­na actua­ción de Koma que logra que su per­so­na­je resul­te agra­da­ble y atra­yen­te a pesar de los sen­de­ros inapro­pia­dos por los que transita.

Otro enco­mia­ble pri­mer film es Kee­per (Fran­cia-Sui­za) don­de el rea­li­za­dor Gui­llau­me Senez abor­da con gran sen­si­bi­li­dad el emba­ra­zo juve­nil. Los dos per­so­na­jes pro­ta­gó­ni­cos son Maxi­me (Kacey Mot­tet-Klein) y Méla­nie (Gala­téa Bellu­gi), ambos de 15 años de edad y sol­te­ros, quie­nes ena­mo­ra­dos viven apa­sio­na­da­men­te su sexua­li­dad. Ines­pe­ra­da­men­te la rela­ción se ve alte­ra­da cuan­do ella des­cu­bre que está emba­ra­za­da y el mucha­cho, sor­pren­di­do y teme­ro­so en un prin­ci­pio duda si aca­so él es real­men­te el futu­ro padre. Con una actua­ción real­men­te sor­pren­den­te, ambos acto­res trans­mi­ten a sus per­so­na­jes la gran duda que los envuel­ve sobre si per­mi­tir que el emba­ra­zo siga su cur­so nor­mal o bien pro­ce­der al abor­to. Fren­te a ese dile­ma y dado el deseo de Méla­nie de man­te­ner al ser que va ger­mi­nán­do en sus entra­ñas, el mucha­cho comien­za a sen­tir­se más dis­pues­to a enfren­tar la pater­ni­dad, hecho que se evi­den­cia aún más cuan­do la par­te­ra que exa­mi­na a su pare­ja detec­ta que todo mar­cha bien y que es un varón lo que se está gestando.

Kacey Mottet-Klein y Mélanie Galatéa Bellugi en KEEPER

Kacey Mot­tet-Klein y Méla­nie Gala­téa Bellu­gi en KEEPER

Cuan­do los pro­ge­ni­to­res de los ado­les­cen­tes lle­gan a ente­rar­se de la situa­ción, la reac­ción es total­men­te dife­ren­te; mien­tras que Patri­cia (Lae­ti­tia Dosch), la madre sol­te­ra de Méla­nie, se opo­ne fir­me­men­te al emba­ra­zo por­que ella pasó por una expe­rien­cia seme­jan­te y supo muy bien el duro camino que debió reco­rrer en su juven­tud hacién­do­se res­pon­sa­ble de su hija, Nathalie,(Catherine Salee) la divor­cia­da madre de Maxi­me, mani­fies­ta su total apo­yo sobre la deci­sión toma­da por los jóvenes.

Las dife­ren­tes vici­si­tu­des que se suce­den duran­te el emba­ra­zo, sobre todo aten­dien­do a la vul­ne­ra­bi­li­dad de Méla­nie en los esta­dios fina­les así como lo que sobre­ven­drá con el naci­mien­to del bebé están ilus­tra­dos de mane­ra impe­ca­ble por el rea­li­za­dor. De una expre­si­vi­dad inusual el talen­to­so Senez trans­mi­te este com­ple­jo dra­ma con inusi­ta­do rea­lis­mo; así va expo­nien­do los con­flic­ti­vos sen­ti­mien­tos y emo­cio­nes que ani­dan en sus per­so­na­jes logran­do esce­nas de hon­da inten­si­dad. Otro de sus méri­tos es haber reu­ni­do a un par de jóve­nes artis­tas que con sus mag­ní­fi­cas actua­cio­nes per­mi­ten que los espec­ta­do­res logren una total empa­tía con las viven­cias de Maxi­me y Mélanie.

Un pro­frun­do des­ga­rro emo­cio­nal pro­du­ce la visón de La Rou­te d’Is­tan­bul (Bél­gi­ca-Arge­lia-Fran­cia) del cineas­ta Rachid Bocha­reb tra­tan­do un fenó­meno que lamen­ta­ble­men­te acon­te­ce en la actua­li­dad. ¿Cómo se pue­de expli­car que jóve­nes de fami­lias bien cons­ti­tui­das empren­dan un camino equi­vo­ca­do al que­rer invo­lu­crar­se con el Esta­do Islá­mi­co? Eso se apre­cia en este film que narra la odi­sea vivi­da por Eli­sa­beth (Astrid Whett­nall) cuan­do su hija ado­les­cen­te deja el hogar fami­liar de la cam­pi­ña bel­ga .sin que exis­tie­se pau­ta o razón algu­na para adop­tar tal con­duc­ta. El esta­do de inquie­tud se con­vier­te en angus­tia a par­tir del momen­to en que la madre se impo­ne que su hija esca­pó con su ami­go a Tur­quía con el pro­pó­si­to de unir­se al Esta­do Islá­mi­co en Siria, en un esta­do de deses­pe­ra­ci­lón ella des­plie­ga todas sus ener­gías y esfuer­zos para bus­car­la. La tra­ve­sía que Eli­za­beth rea­li­za a Tur­quía y pos­te­rior­men­te sus inten­tos de cru­zar la fron­te­ra con Siria ori­gi­na una muy bue­na intri­ga que man­tie­ne en vilo al espec­ta­dor. Pero lo más impor­tan­te es com­pro­bar cómo los lava­dos de cere­bros pue­den radi­ca­li­zar a jóve­nes quie­nes en nom­bre de una fe reli­gio­sa encuen­tran la paz inte­rior a tra­vés de la extre­ma violencia.

Bou­cha­reb ana­li­za este tema con máxi­ma sobrie­dad evi­tan­do que el rela­to des­bor­de en un bara­to pan­fle­to sen­sa­cio­na­lis­ta. Así, resul­ta Impo­si­ble de per­ma­ne­cer indi­fe­ren­te fren­te a este dra­ma extra­or­di­na­ria­men­te humano y con­mo­ve­dor que deja una sen­sa­ción de amar­gu­ra y tris­te­za al fina­li­zar la proyección.

Astrid Whettnall en LA ROUTE D'ISTANBUL

Astrid Whett­nall en LA ROU­TE D’ISTANBUL

A pesar de que Sou­ve­nir (Bél­gi­ca-Luxem­bur­go-Fran­cia) es una come­dia livia­na, la pre­sen­cia de Isa­be­lle Hup­pert le otor­ga tras­cen­den­cia. Aquí ella inter­pre­ta a Lilia­ne, una mujer de media­na edad que tra­ba­ja en una fábri­ca de paté y en don­de se evi­den­cia que su tarea no le cau­sa mayor exci­ta­ción; a todo ello su vida per­so­nal trans­cu­rre de mane­ra soli­ta­ria don­de des­pués de una jor­na­da de tra­ba­jo su tiem­po libre lo des­ti­na a mirar la tele­vi­sión. La tra­ma adquie­re impul­so cuan­do Jean (Kévin Azais), un joven de 21 años que ingre­sa a la fábri­ca, se da cuen­ta que Lilia­ne había com­pe­ti­do tiem­po atrás en el Con­cur­so de la Can­ción Euro­pea. Aun­que al prin­ci­pio ella nie­ga ser la per­so­na que Jean está con­ven­ci­do que es, final­men­te ter­mi­na por admi­tir­lo. Entu­sias­ma­do por haber­la des­cu­bier­to, el mucha­cho que en su tiem­po libre lo dedi­ca al boxeo, des­ple­ga­rá todas sus ener­gías para lograr que Lilia­ne pue­da retor­nar al mun­do de la can­ción. Como es de aguar­dar, la amis­to­sa rela­ción pla­tó­ni­ca de un comien­zo se inten­si­fi­ca, en gran par­te por­que ella encuen­tra en el mucha­cho la fres­cu­ra y dina­mis­mo nece­sa­rio para ani­mar gra­ta­men­te su exis­ten­cia. Para ofre­cer un leve dra­ma­tis­mo al rela­to, el víncu­lo sen­ti­men­tal atra­ve­sa­rá algu­nos con­tra­tiem­pos pero la san­gre no habrá de lle­gar al río. Si bien el pun­to de par­ti­da es ori­gi­nal y lo que pos­te­rior­men­te acon­te­ce tran­si­ta por un terreno dema­sia­do fami­liar, este film es tra­ta­do con deli­ca­de­za y sim­pa­tía por el direc­tor Bavo Defur­ne con­fi­gu­ran­do un rela­to que se deja ver con agra­do, sobre todo por­que la actua­ción de Hup­pert ilu­mi­na la pan­ta­lla y ésa es una bue­na razón que jus­ti­fi­ca su visión.

Isabelle Huppert en SOUVENIR

Isa­be­lle Hup­pert en SOUVENIR

Una extra­ña his­to­ria es la que el espec­ta­dor con­tem­pla en Fleur de ton­ne­rre (Fran­cia-Bél­gi­ca) de la rea­li­za­do­ra Stépha­nie Pillon­ca, cuyo foco cen­tral es la con­vul­sio­na­da exis­ten­cia de Hélè­ne Del­ga­do. quien fue gui­llo­ti­na­da el 26 de febre­ro de 1852 por haber sido con­si­de­ra­da la peor ase­si­na serial de la his­to­ria. Habien­do naci­do en 1803 cer­ca de Bre­ta­ña ‑al noroes­te de Fran­cia- cuan­do niña sufrió los agra­vios de una insen­si­ble madre, sin que el film deje cla­ro si eso pudo haber influi­do en su com­por­ta­mien­to de mujer adul­ta. En base a la adap­ta­ción de Gus­ta­ve Ker­vern de la nóve­la homó­ni­ma de Jean Teu­lé, el rela­to pre­sen­ta a Hélè­ne quien encon­trán­do­se en pri­sión por los crí­me­nes come­ti­dos es inte­rro­ga­da por el juez de ins­truc­ción (Jonathan Zac­cai) con­tán­do­le su vida; así, ella le va expli­can­do cómo valién­do­se de su habi­li­dad de coci­ne­ra logra ser emplea­da en dife­ren­tes luga­res don­de ter­mi­na ase­si­nan­do a dife­ren­tes per­so­nas uti­li­zan­do un fras­qui­to de arsé­ni­co que ella guar­da­ba con­si­go y que vol­ca­ba en sus pre­pa­ra­cio­nes culinarias.

El film que en par­te ado­le­ce de cier­ta len­ti­tud está bien rea­li­za­do y está exce­len­te­men­te inter­pre­ta­do por Débo­rah Fra­nçois quien se sumer­ge de lleno en la piel de Hélè­ne; en otros pape­les de apo­yo se des­ta­ca Ben­ja­min Bio­lay como el hom­bre a quien ella logró sedu­cir y que tra­ta de sal­var­la de la pena de muer­te. En sus aspec­tos for­ma­les, la pelí­cu­la se dis­tin­gue por la bue­na recons­truc­ción de épo­ca. En esen­cia, al final de la pro­yec­ción que­da como enig­ma la per­so­na­li­dad de esta mujer de apa­rien­cia apa­ci­ble y sen­ci­lla que se sien­te impul­sa­da a enve­ne­nar a quie­nes con­vi­ven con sus res­pec­ti­vos empleadores.

Cine­ma­nia ofre­ce algu­nos fil­mes remar­ca­bles como Quand on a 17 ans de André Téchi­ne, Méde­cin de Cam­pag­ne de Tho­mas Litt, La fille incon­nue de Jean Pie­rre y Luc Dar­den­ne, L’A­ve­nir de Mia Han­sen-Love y Elle de Paul Verhoe­ven, entre otros, que debi­do a su estreno comer­cial en las pró­xi­mas sema­nas serán ana­li­za­dos en dicha oportunidad.

En cuan­to a los invi­ta­dos, ade­más de los ya anti­ci­pa­dos, la lis­ta con­tem­pla, entre otros, al direc­tor Tho­mas Lit­ti, el actor Raphaël Per­son­naz que pro­ta­go­ni­za Dans les forêts de Sibé­rie, la actriz bel­ga Asg­trid Whett­nall ‚que pro­ta­go­ni­za La rou­te d’Is­tan­bul y Phi­lip­pe Lio­ret, rea­li­za­dor de Le fils de Jean, quien esta­rá acom­pa­ña­do por todo el equi­po de esta copro­duc­ción de Cana­dá y Fran­cia que Cine­ma­nia pre­sen­ta como pri­mi­cia norteamericana..

La pro­yec­ción de las pelí­cu­las ten­drá lugar en el cine Impe­rial, Ciné­ma du Parc y la Cine­ma­te­ca de Que­bec de Mon­treal. Para infor­ma­ción adi­cio­nal sobre la com­ple­ta pro­gra­ma­ción y hora­rios pre­sio­ne aquí