LE FILS DE JEAN. Francia-Canadá, 2016. Un film de Pierre Lioret
Libremente adaptado de la novela de Jean-Paul Dubois Si ce libre me rapprochait de toi, el realizador francés Philippe Lioret enfoca el tema de la identidad ya considerado por el cine en otras ocasiones. En este caso, a pesar de un guión un tanto desigual el relato mantiene interés por la intriga generada permitiendo que el espectador siga atentamente su desarrollo.
La historia enfoca a Mathieu (Pierre Deladonchamps), de 33 años de edad que creció en Francia junto con su madre ya desaparecida pero que nunca llegó a conocer ni saber quién fue su padre. El film comienza con un llamado que en París Mathieu recibe de Montreal donde se le comunica que Jean, su desconocido progenitor canadiense acaba de morir. Dispuesto a asistir a sus funerales, viaja de inmediato a Canadá. En el aeropuerto es recibido por Pierre (Gabriel Arcand), un médico de Quebec que fue gran amigo de Jean, que le pide al recién llegado que no revele su filiación a sus dos hermanastros Sam (Pierre-Yves Cardinal) y Ben (Patrick Hivon). Debido a que su padre murió ahogado en el lago y el cuerpo de Jean aún no ha sido localizado, la trama sigue los pasos del joven tratando de mantener una aproximación con sus hermanastros, aunque ocultando su identidad, tal como se lo pidió Pierre; simplemente se limita a decirles que fue amigo del desaparecido y que se encuentra allí para tratar de ayudar a encontrar el cadáver.
Este es el típico film donde avanzar más en detalles sería demasiado indiscreto para quienes deseen verlo. No obstante, puede anticiparse que la curiosidad radica en saber quién ha sido Jean, porqué en vida nunca trató de ubicar a su hijo, la razón por la que sus hermanastros ignoran la existencia de Mathieu y que a su vez él no pueda revelar quién verdaderamente es; a todo eso, no menos importante es conocer cuál ha sido el papel que durante todo ese lapso jugó Pierre.
Aunque todos los interrogantes planteados tendrán su explicación, los secretos de familia muy bien guardados resultan un tanto discutibles. Lo que valoriza al film es que las explicaciones dadas no se materializan en palabras; así, la identidad de Mathieu y la relación existente con su padre biológico quedan expresadas en gestos sutiles que en última instancia es lo que el cinéfilo aprecia y agradece al realizador.
Como es habitual queda resaltada la óptima interpretación del veterano actor quebequense Arcand; igualmente es muy convincente Deladonchamps en el rol protagónico así como el resto del reparto incluyendo a Cardinal, Hivon, Marie-Thérèse Fortin como la cálida mujer de Pierre y Catherine de Léan animando a la hija del médico que mantiene una comunicación especial con Mathieu.
En esencia, Le fils de Jean es un delicado drama psicológico intimista sobre la búsqueda de un padre desconocido que destila gran humanidad y que merece ser visto. Jorge Gutman