Crónica de Jorge Gutman
LA BONNE AME DE SE-TCHOUAN. Autor: Bertold Brecht – Texto Francés: Normand Canac-Marquis — Colaboración al Texto Original: Margarete Steffin, Ruth Berlau — Dirección: Lorraine Pintal – Elenco: Isabelle Blais, France Castel, Vincent Fafard, Louise Forestier, Benoît Landry, Jean Maheux, Jean Marchand, Bruno Marcil, Pascale Montreuil, Daniel Parent, Marie-Ėve Pelletier, Émile Proulx-Cloutier, Sylvain Scott, Linda Sorgini, Marie Tifo: — Escenografía: Danièle Lévesque. — Vestuario: Marc Senécal – Iluminación: Erwann Bernard – Coreografía: Jocelyne Montpetit – Maquillaje: Jacques-Lee Pelletier — Música Original y Dirección Musical: Philippe Brault — Músicos: Philippe Brault, Guido del Fabbro, Josianne Hébert, Benoît Rocheleau – Duración: 2 horas y 10 minutos (sin entreacto). Representaciones: Hasta el 15 de febrero de 2017 en el Théâtre du Nouveau Monde (www.tnm.qc.ca)
Abordar las obras de Bertold Brecht no es tarea sencilla; como es bien sabido este icónico autor alemán buscó en todas sus creaciones producir un distanciamiento entre su contenido y el público para que éste tratase de razonar por sí mismo sin necesidad de tener que identificarse con sus personajes. Con todo, la directora Lorraine Pintal al acometer Der gute Mensch von Sezuan (“La buena persona de Se-Tchouan”) ha logrado salir airosa del gran desafío que se ha propuesto permitiendo que el espectador penetre por completo en el universo del autor; así al finalizar la representación ninguno de los asistentes permanece indiferente al tratar de reflexionar sobre lo que ha visto e independientemente de que coincida o no lo que intelectualmente Brecht quiso transmitir.
A modo de fábula, el gran dramaturgo ubica la acción en una China imaginaria, más precisamente en la capital de la provincia de Se-Tchouan, que atraviesa una gran pesadumbre moral y económica. Allí llega un dios en procura de un alma buena y eso lo encontrará en Shen Té, una de las pobres prostitutas con quien acuerda de brindarle el dinero necesario para instalar una pequeña actividad comercial y no tener que seguir vendiendo su cuerpo para sobrevivir. Sin embargo todas las acciones caritativas de esta mujer se ven empañadas frente a la presencia de un medio social que termina explotándola. Es así que surge el planteo moral de la obra sobre si vale la pena el ejercicio de la nobleza y generosidad hacia el prójimo a costa del sacrificio personal, o si por el contario es preferible dejar de lado la premisa altruista actuando despiadadamente para adaptarse al cruel mundo en que se está viviendo
Hay varios elementos que concurren para que esta producción del TNM resulte inolvidable. Uno de ellos está vinculado con la traducción y adaptación del texto original realizada por Normand Canac-Marquis dotándolo de un lenguaje moderno que de ningún modo altera el espíritu de la versión original alemana; más aún, a pesar de que la pieza fue escrita entre 1938 y 1943, pareciera como si Brecht la hubiera concebido en la era actual. El otro factor esencial de esta producción es la excelente música creada por el compositor Philippe Brault y ejecutada por una banda de cuatro eficientes músicos; las hermosas y animadas canciones ‑con reminiscencia de Kurt Weill combinadas con melodías tradicionales chinas- crean la atmósfera adecuada del típico cabaret brechtiano, todo ello realzado por las magníficas aptitudes vocales de los artistas que las interpretan.
A propósito de interpretación, Pintal ha seleccionado un conjunto de 15 renombrados actores de la escena de Quebec. Como protagonista de esta historia, Isabelle Blais asume la responsabilidad de un papel que requiere un gran esfuerzo de composición; caracterizando tanto a la prostituta Shen Té como a Shui Ta, su jactancioso y calculador primo que trata de deshacer sus actos generosos, la actriz deslumbra en ese doble rol logrando la total expresividad en el cambio corporal, gestual, vocal y emocional al pasar con total naturalidad de una personalidad a otra completamente diferente. Mención especial merece Émile Proulx-Cloutier imponiendo vitalidad y entusiasmo a Yang Sun, el aviador sin empleo de quien Shen Té se enamora perdidamente.
Entre otros actores del calificado elenco se encuentran Daniel Parent como el maestro de ceremonia ‑típico personaje de los espectáculos de cabaret de Alemania‑, Benoît Landry como el aguatero Wang que guía al espectador durante el transcurso de la obra, Linda Sorgini animando a la propietaria Mit-za, Bruno Marcil como el peluquero suspirante del amor de Shen Té, France Castel personificando a la madre del aviador y Marie Tifo como la viuda Shin. En un breve rol, Jean Marchand asume el personaje de Dios; provisto de una capa blanca y envuelto en una nube de humo el actor impone la presencia solemne del personaje divino que acciona el desarrollo del relato.
En los aspectos visuales, igualmente el espectáculo logra destacarse a través de una excelente escenografía que tiene como telón de fondo una inmensa pantalla donde a través del video se aprecian diferentes imágenes de la ciudad en que transcurre la acción. A ello habrá que agregar el acertado vestuario donde predominan vívidos colores rojos y la buena labor de maquillaje de los actores.
Con una excelente puesta escénica Pintal brinda una producción de gran nivel artístico exponiendo la visión nihilista de Brecht; así, al expresar dialécticamente las fuerzas que oponen al bien del mal, para el autor no existe salida en un mundo deshumanizado y sin bondad. Más allá de lo que cada espectador concluya por sí mismo, muchas de las preocupaciones volcadas en esta obra hoy en día tienen plena vigencia.
Por lo que antecede La bonne âme de Se-Tchouan ratifica una vez más la excelente calidad artística que el TNM acostumbra a ofrecer al público de Montreal.