Cor­to­me­tra­jes Nomi­na­dos Para el Oscar

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Aun­que los lar­go­me­tra­jes nomi­na­dos para el Oscar con­ci­tan la aten­ción del públi­co en vís­pe­ras de la cere­mo­nia que ten­drá lugar el 26 de febre­ro, impor­ta des­ta­car que los cor­to­me­tra­jes selec­cio­na­dos este año por la Aca­de­mia de Holly­wood no debe­rían ser sub­es­ti­ma­dos dado su des­ta­ca­ble nivel de calidad.

He aquí un bre­ve comen­ta­rio de los cin­co fil­mes nomi­na­dos en la cate­go­ría de Fic­ción en Vivo que actual­men­te se exhi­be en los cines de Canadá.

Time­co­de, Espa­ña

Lali Ayguadé en TIMECODE

Lali Aygua­dé en TIMECODE

Habien­do obte­ni­do la Pal­ma de Oro al mejor cor­to­me­tra­je en el Fes­ti­val de Can­nes de 2016 así como el Pre­mio Goya de Espa­ña por el mis­mo con­cep­to, este film de Juan­jo Gimé­nez Peña es real­men­te inge­nio­so al ana­li­zar con gra­cia y suti­le­za la rela­ción que se esta­ble­ce entre dos guar­dias de segu­ri­dad de un gara­je. Ellos son Luna (Lali Aygua­dé) y Die­go (Nico­las Ric­chi­ni) quie­nes tra­ba­jan en tur­nos dife­ren­tes y por lo tan­to no dis­po­nen de tiem­po para que exis­ta un víncu­lo de com­pa­ñe­ris­mo labo­ral. Con todo, el mis­mo se esta­ble­ce vir­tual­men­te cuan­do la joven des­cu­bre que en su tiem­po libre su cole­ga bai­la en el sótano del esta­cio­na­mien­to pre­su­mien­do que nadie lo está vien­do. A par­tir de allí los dos comien­zan a inter­cam­biar videos por­que Luna tam­bién sien­te idén­ti­ca pasión por la dan­za. La impor­tan­cia del film radi­ca en el modo ori­gi­nal que el rea­li­za­dor narra esta his­to­ria expre­sán­do­la visual­men­te a tra­vés del empleo de las cáma­ras de segu­ri­dad y de los códi­gos de tiem­po. Es un pla­cer con­tem­plar esta bre­ve his­to­ria con final abier­to don­de a tra­vés del gus­to común por el bai­le dos per­so­nas pue­den expre­sar sus sen­ti­mien­tos ocul­tos y lograr conec­tar­se humanamente.

La Fem­me et la TGV, Sui­za

Jane Birkin en LA FEMME ET LA TGV

Jane Bir­kin en LA FEM­ME ET LA TGV

El direc­tor y escri­tor Timo von Guten narra una tier­na his­to­ria sobre una mujer de edad madu­ra que lle­va una vida ais­la­da y soli­ta­ria. Eli­se vive fren­te a las vías férreas en una peque­ña loca­li­dad sui­za; para ate­nuar su sole­dad, dia­ria­men­te adop­ta como ruti­na salu­dar con una ban­de­ri­ta de su país el paso de un tren de alta velo­ci­dad (TGV) que tie­ne como des­tino la ciu­dad de París. Un buen día, reci­be en el jar­dín de su casa una car­ta que el con­duc­tor del tren la ha lan­za­do des­de el mis­mo; a par­tir de allí sur­ge ines­pe­ra­da­men­te una cáli­da rela­ción epis­to­lar con con­no­ta­cio­nes poé­ti­cas que la alien­tan a vivir espe­ran­za­da y que per­mi­te que su ros­tro se ilu­mi­ne. Con todo, ese soplo de dicha es de cor­to alcan­ce cuan­do ines­pe­ra­da­men­te el tren cam­bia de ruta y ya no pasa por su casa. Es allí que ella via­ja a Zurich para tra­tar de con­tac­tar al con­duc­tor. Deja­mos para que el lec­tor des­cu­bra el des­en­la­ce de esta emo­ti­va come­dia mag­ní­fi­ca­men­te inter­pre­ta­da por la vete­ra­na actriz y can­tan­te bri­tá­ni­ca Jane Birkin.

Silent Nights, Dina­mar­ca

Prince Yaw Appiah y Malene Beltoft en SILENT NIGHTS

Prin­ce Yaw Appiah y Male­ne Bel­toft en SILENT NIGHTS

Un rela­to que abor­da el tema de los inmi­gran­tes ile­ga­les con con­no­ta­cio­nes román­ti­cas es lo que ofre­ce el rea­li­za­dor Aske Bang en Noches Silen­cio­sas. Inger (Male­ne Bel­toft), una joven de gran cora­zón, tra­ba­ja como volun­ta­ria en un refu­gio para per­so­nas sin hogar de Copenha­gue. Allí sale al cru­ce de Kwa­me (Prin­ce Yaw Appiah), un inmi­gran­te no docu­men­ta­do pro­ve­nien­te de Gha­na que logra ganar su sim­pa­tía. Con su gran gene­ro­si­dad, Inger ade­más de sumi­nis­trar­le comi­da le ofre­ce igual­men­te alo­ja­mien­to en su casa y al poco tiem­po, a pesar de las dife­ren­cias cul­tu­ra­les exis­ten­tes, sur­ge un inten­so víncu­lo sen­ti­men­tal que satis­fa­ce ple­na­men­te a ambas par­tes, todo ello real­za­do por el espí­ri­tu navi­de­ño que rei­na en la épo­ca del año en que trans­cu­rre. El con­flic­to dra­má­ti­co se pro­du­ce cuan­do ella des­cu­bre un secre­to sobre el pasa­do de Kwa­me que le era des­co­no­ci­do, pro­du­cien­do el dete­rio­ro de la rela­ción. Si bien la tra­ma adop­ta giros que con­du­cen a una reso­lu­ción no del todo creí­ble, el cor­to arro­ja un sal­do posi­ti­vo; así, a tra­vés del per­so­na­je afri­cano el rela­to des­cri­be muy bien las vici­si­tu­des con que tro­pie­zan los inmi­gran­tes lle­ga­dos a Euro­pa en pro­cu­ra de un futu­ro mejor y que en oca­sio­nes ape­lan a recur­sos des­ho­nes­tos para sobre­vi­vir y poder enviar dine­ro a sus fami­lia­res que han deja­do atrás. La remar­ca­ble inter­pre­ta­ción de Bel­toft y Appiah ade­más de la quí­mi­ca ema­na­da de sus res­pec­ti­vos per­so­na­jes per­mi­ten que esta tier­na come­dia sen­ti­men­tal resul­te placentera.

Enne­mis Inter­ieurs, Fran­cia

Najib Oudghin y Hassam Ghancy en ENNEMIS INTERIEURS

Najib Oudghin y Has­sam Ghancy en ENNE­MIS INTERIEURS

Este cor­to­me­tra­je demues­tra cómo es posi­ble narrar una his­to­ria atra­pan­te que man­ten­ga la per­ma­nen­te aten­ción siguien­do un diá­lo­go entre dos per­so­nas por espa­cio de casi media hora en el mar­co de un redu­ci­do y úni­co esce­na­rio. El direc­tor y guio­nis­ta Sélim Azza­zi ubi­ca la acción en 1998 en una ofi­ci­na de inmi­gra­ción de Fran­cia don­de un fun­cio­na­rio de gobierno está inte­rro­gan­do a un resi­den­te de ascen­den­cia ára­be que pro­cu­ra obte­ner la ciu­da­da­nía. El inte­rro­ga­to­rio va cre­cien­do en ten­sión cuan­do a medi­da que las pre­gun­tas se suce­den las mis­mas inco­mo­dan al soli­ci­tan­te que es un ex con­vic­to. Uno de los aspec­tos intere­san­tes que ofre­ce el rela­to es que quien pide ser ciu­da­dano es real­men­te fran­cés por­que si bien nació en Arge­lia lo fue en la épo­ca en que este país aún per­te­ne­cía a Fran­cia; ese hecho más otros ele­men­tos que dis­cu­rren duran­te la inter­pe­la­ción, inclu­yen­do la reli­gión y el terro­ris­mo, con­tri­bu­yen a que este rela­to apa­sio­ne. Comen­ta­rio apar­te mere­ce la inter­pre­ta­ción rea­li­za­da por los dos acto­res que ani­man al film; tan­to Has­sam Ghancy como el aspi­ran­te a la ciu­da­da­nía que mani­fies­ta una sen­sa­ción de cre­cien­te males­tar enfren­tan­do a su inter­lo­cu­tor al igual que Najib Oudghi­ri carac­te­ri­zan­do al joven ofi­cial quien en el cum­pli­mien­to de sus fun­cio­nes su exce­si­vo celo lo con­vier­te poco menos que en vir­tual agre­sor, ofre­cen una impe­ca­ble pres­ta­ción. En sín­te­sis, éste es un estu­pen­do drama.

Sing, Hun­gría

Dóra Gáspárvalvi y Dorottya Hais en SING

Dóra Gás­pár­val­vi y Dorott­ya Hais en SING

Des­pués de haber obte­ni­do el año pasa­do el Oscar a la mejor pelí­cu­la extran­je­ra con Son of Saul, Hun­gría a tra­vés del rea­li­za­dor Kris­tof Deák aho­ra inten­ta lograr­lo con este cor­to­me­tra­je de fic­ción. La tra­ma trans­cu­rre en Buda­pest en 1991, don­de Zso­fi (Dóra Gás­pár­val­vi), una niña que lle­ga a una nue­va escue­la que se carac­te­ri­za por su pres­ti­gio­so coro infan­til, desea for­mar par­te del mis­mo. Sin embar­go su pro­fe­so­ra (Zsó­fia Sza­mo­si), cre­yen­do que su voz no es apta para el can­to, la exclu­ye per­mi­tién­do­le úni­ca­men­te que inte­gre el gru­po pero sin can­tar aun­que apa­ren­te hacer­lo. Cuan­do se está ave­ci­nan­do la fecha en que el coro habrá de par­ti­ci­par en una com­pe­ten­cia inter­na­cio­nal, la niña jun­to a Lisa (Dorott­ya Hais), una com­pa­ñe­ra de cla­se ami­ga, urden un plan don­de que­da­rá reve­la­do el secre­to que per­mi­tió al con­jun­to infan­til haber con­quis­ta­do nume­ro­sos lau­ros. Según se infor­ma esta his­to­ria se basa en un caso real, pero más allá de esa cir­cuns­tan­cia lo con­cre­to es que Deák ha logra­do un peque­ño film encan­ta­dor real­za­do por la natu­ral y con­vin­cen­te actua­ción de Gás­pár­val­vi y Hais.