Inde­sea­dos Invitados

TABLE 19. Esta­dos Unil­dos, 2017. Un film escri­to y diri­gi­do por Jef­frey Blitz

Al juz­gar esta pelí­cu­la resul­ta difí­cil no aso­ciar­lo con la fina come­dia A Wed­ding diri­gi­da por Robert Alt­man en 1978. Si bien es una boda su tema en común, Table 19, es un film deci­di­da­men­te medio­cre. Mien­tras que Alt­man supo estruc­tu­rar muy bien una his­to­ria con casi una cin­cuen­te­na de per­so­na­jes bien deli­nea­dos, en este caso Jef­frey Blitz ofre­ce un rela­to de esca­sa ima­gi­na­ción y sin foco pre­ci­so que ape­la a una comi­ci­dad barata.

 Anna Kendrick

Anna Ken­drick

Basán­do­se en una his­to­ria de los her­ma­nos Mark y Jay Duplass, esta pelí­cu­la va empeo­ran­do a medi­da que el metra­je pro­gre­sa. El pun­to de par­ti­da es ana­li­zar qué es lo que suce­de en una mesa de invi­ta­dos- la 19- en oca­sión de una fies­ta de casa­mien­to don­de sus seis inte­gran­tes son inde­sea­dos por sus anfi­trio­nes. Entre los comen­sa­les se encuen­tra Eloi­se (Anna Ken­drick) quien debía haber sido la dama de honor de la novia si Teddy (Wyatt Rus­sell), su ex pare­ja que es her­mano del novio, no hubie­se cor­ta­do la rela­ción poco tiem­po atrás; com­par­tien­do la mesa se hallan Jerry y Bina (Craig Robin­son y Lisa Kudrow) que con­for­man un matri­mo­nio que no se lle­va muy bien; otro par­ti­ci­pan­te inclu­ye a Wal­ter (Stephen Mer­chant), un ex pre­si­dia­rio que ocul­ta haber esta­do en la cár­cel por haber roba­do 125.00 dóla­res del padre de la novia y se hace pasar por un exi­to­so empre­sa­rio; el gru­po se com­ple­ta con Jo (June Squibb), una anti­gua niñe­ra que la novia tuvo en su infan­cia, y Ren­zo (Toni Revo­lo­ri), un ansio­so joven espe­ran­do encon­trar una chi­ca en la fies­ta con quien pue­da per­der su virginidad.

De allí en más, lo que acon­te­ce es una suce­sión de situa­cio­nes ridí­cu­las don­de sus per­so­na­jes adop­tan acti­tu­des cari­ca­tu­res­cas care­cien­do de sem­blan­za huma­na. El libre­to pare­cie­ra haber sido ela­bo­ra­do para un sit­com tele­vi­si­vo de ende­ble cali­dad, don­de los momen­tos gra­cio­sos ‑con excep­ción de alguno que otro- bri­llan por su ausencia.

El pro­ble­ma del film no resi­de en los acto­res sino en los pape­les que deben repre­sen­tar al tener que lidiar con per­so­na­jes sin gra­vi­ta­ción algu­na debi­do al lamen­ta­ble guión de Blitz quien tam­po­co logra dis­tin­guir­se como rea­li­za­dor. No hay más que ana­li­zar ni agre­gar sobre este frus­tran­te film. Jor­ge Gutman