ON THE MILKY ROAD. Serbia-Gran Bretaña-Estados Unidos, 2016. Un film escrito y dirigido por Emir Kusturica.
En su triple condición de director, guionista y actor, Emir Kusturica brinda en On the Milky Road un relato folclórico teñido de mágico realismo que tiene como escenario la Guerra de los Balcanes que azotó a la región en la década del 90. A pesar del trasfondo dramático, el film no puede ser considerado como tal sino como una mera fantasía dislocada.
El relato del director se ubica en 1995 en un pueblo rural de Serbia, donde las manifestaciones del conflicto bélico con el estallido de bombas y cruces de fuego por parte de bandos opuestos no parecen afectar la rutina de sus moradores. El principal personaje es Kosta (Emir Kusturica), un lechero bonachón que montado en su burro y a veces acompañado por un fiel halcón posado en su hombro va distribuyendo la leche a las tropas afincadas en la zona. Su vida experimenta un cambio cuando arriba al villorrio una hermosa refugiada italiana (Monica Bellucci) que ha venido huyendo de su ex pareja, un general británico que mató a su mujer. Si bien Kosta encuentra en la recién llegada al amor de su vida y ella retribuye sus afectos conquistada por su ternura, lo cierto es que esta dama ya ha sido comprometida para casarse con Zaga (Predrag Manojlović), un héroe de guerra local. Para peor, Milena (Sloboda Mićalović), una campeona de gimnasia rítmica y hermana de Zaga, está a su vez enamorada de Kosta. ¿Habrá doble boda de dos parejas no correspondidas o Kosta y su bella amada terminarán unidos?
Aquí poco importa la resolución del intríngulis planteado por el director sino lo que interesa puntualizar es que su relato sazonado con tintes grotescos no guarda en su mayor parte la necesaria consistencia que permita un análisis riguroso; a todo ello, resulta difícil conjeturar sobre la racionalidad de sus excéntricos personajes humanos y de la fauna animal que puebla la aldea.
Como se ha comprobado en sus últimos trabajos, aquí se hace presente un Kusturica desmedido donde los desbordes a los que apela no se adentran adecuadamente en el contexto relatado. En tal sentido basta contemplar ciertas escenas donde se contemplan a gansos salvajes sumergiéndose en una bañera de sangre proveniente de cerdos recién carneados, cabras mutiladas al atravesar un campo de minas, un águila con una culebra en su boca chocando con un helicóptero, etc. Si acaso el propósito del realizador es que lo expuesto sea juzgado como metáfora de una sangrienta guerra, en este caso dista de cumplir su cometido; todo queda resumido en un cuento de hadas con caracteres que desafían la ley de gravedad en donde el telón de fondo bélico es más bien decorativo y sin contundencia dramática.
Visualmente el film resulta interesante así como la vivaz música compuesta por Stribor Kusturica ‑el hijo del cineasta- donde en algunas escenas del relato Emir aprovecha la oportunidad para mostrar sus buenas condiciones pianísticas.
En líneas generales queda como saldo una caricaturesca fantasía frenética y muy afectada que los cinéfilos fieles a este realizador podrán apreciar a pesar de no mantener un ritmo fluido.
Por lo que antecede, On the Milky Road no es un film desechable pero se encuentra a muy lejana distancia de los inolvidables trabajos de Kusturica como lo fueron, When Father was away for Business (1985) y Underground (1995), ambos ganadores de la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Es de desear que el veterano cineasta aborde en el futuro proyectos de mayor envergadura. Jorge Gutman