La Rei­na y su Súbdito

VIC­TO­RIA & ABDUL. Gran Bre­ta­ña, 2017. Un film de Stephen Frears

Un capí­tu­lo de la vida de la Rei­na Vic­to­ria es abor­da­do por el direc­tor Stephen Frears en la rela­ción man­te­ni­da con uno de sus súb­di­tos en los últi­mos años de su reinado.

La acción comien­za en 1887 cuan­do Abdul Karim (Ali Fazal), un fun­cio­na­rio indio y musul­mán, es ele­gi­do por el gober­na­dor de la India para que remi­ta per­so­nal­men­te una pie­za con­me­mo­ra­ti­va a la rei­na Vic­to­ria de Ingla­te­rra y Empe­ra­do­ra de la India (Judi Dench), cele­bran­do su jubi­leo de oro. A pesar de haber sido adver­ti­do que de nin­gún modo debe man­te­ner con­tac­to visual con la sobe­ra­na al ser pre­sen­ta­do, Abdul invo­lun­ta­ria­men­te igno­ra las reglas del pro­to­co­lo real; sor­pre­si­va­men­te su pre­sen­cia y su ino­cen­te mira­da cau­san en la sobe­ra­na una gra­tí­si­ma impre­sión. Cuan­do él cree que pron­ta­men­te retor­na­rá a la India, se sor­pren­de al saber que la rei­na dis­pu­so que se que­de en Lon­dres para con­ver­tir­se en su valet; a tra­vés del dia­rio encuen­tro, ella apren­de de su súb­di­to aspec­tos cul­tu­ra­les de la India y dada la gran empa­tía exis­ten­te, Abdul es pro­mo­vi­do a ser su maes­tro (Munshi) ense­ñán­do­le el hin­di urdu.

Judi Dench y Ali Fazal

Con­tem­plan­do este film no es difí­cil recor­dar que Frears y Dench han teni­do oca­sión de tra­ba­jar con­jun­ta­men­te en Mrs. Brown (1997) en don­de la extra­or­di­na­ria actriz le tocó encar­nar el mis­mo rol. En el actual rela­to, nue­va­men­te Vic­to­ria mani­fies­ta el enor­me pesar por haber per­di­do a su que­ri­do mari­do y com­pa­ñe­ro que ha sido Albert y que a pesar del tiem­po trans­cu­rri­do le resul­ta impo­si­ble olvi­dar­lo; de allí que pue­da com­pren­der­se que la ino­cen­cia, hones­ti­dad y sapien­cia de Abdul cons­ti­tu­yan para ella un soplo de aire fres­co que le ayu­da a com­ba­tir su sole­dad den­tro de un ambien­te esnob y pre­jui­cio­so en el que se desenvuelve.

Dada la devo­ción pla­tó­ni­ca que Vic­to­ria sien­te por su ami­go y con­se­je­ro espi­ri­tual es extra­ño que su con­duc­ta tien­da a des­con­cer­tar y alar­mar al séqui­to que la rodea inclu­yen­do, entre otros, a su hijo Ber­tie (Eddie Izzard) ‑el prín­ci­pe de Gales– y a su Pri­mer Minis­tro Lord Salis­bury (Michael Gamon). El entorno pala­cie­go, pleno de pre­jui­cios y no exen­to de racis­mo, hará todo lo posi­ble para des­pres­ti­giar a Abdul, aun­que la deci­di­da y enér­gi­ca acti­tud de la monar­ca habrá de impedirlo.

En líneas gene­ra­les, el film basa­do en el guión de Lee Hall no es pro­fun­do en la des­crip­ción de sus per­so­na­jes ni tam­po­co abar­ca aspec­tos de gran com­ple­ji­dad moral; con todo, ofre­ce momen­tos gra­tos y algu­nas ins­tan­cias de risue­ño humor como cuan­do la rei­na lle­ga a cono­cer a la espo­sa y sue­gra de Abdul ata­via­das con la burka.

Esen­cial­men­te esta come­dia de épo­ca se deja ver como un liviano entre­te­ni­mien­to sus­ten­ta­do por la pre­sen­cia de Dench quien con su nota­ble talen­to ele­va el nivel del rela­to, como así tam­bién por la sim­pa­tía y huma­ni­dad que Fazal apor­ta a su rol.
Jor­ge Gutman