STAR WARS: THE LAST JEDI. Estados Unidos, 2017. Un film escrito y dirigido por Rian Johnson
Así como hace dos años se creó una enorme expectativa por el séptimo capítulo de Star Wars, esta vez Star Wars: The Last Jedi la ha superado al haberse convertido en el film más esperado de 2017. A pesar de que el personaje de Harrison Ford ya no existe, no hay duda alguna que el presente capítulo obtendrá un gran éxito de boletería.
El film comienza donde el precedente finaliza manteniéndose en constante enfrentamiento las fuerzas opositoras de la galaxia. La General Leia Organa (Carrie Fisher) liderando a la Resistencia, necesita desesperadamente de la ayuda de su ausente hermano Jedi Luke Skywalker (Mark Hamill) para combatir al maléfico opresor del Primer Orden. En las primeras escenas la aspirante Jedi Rey (Daisy Ridley) logra ubicar al desaparecido Luke quien se ha exiliado en una isla de un remoto planeta; ella trata de convencerlo para que retorne a la Resistencia a fin de combatir al enemigo opresor; ese encuentro servirá para que se sepa las razones que motivaron su autoexilio. Simultáneamente se ve a Kylo Ren (Adam Driver) quien dependiendo de Snoke (Andy Serkis), el líder supremo del Primer Orden, tratará de arrasar y aplastar definitivamente a la Resistencia.
Una vez más esta saga continúa enfrentando las fuerzas del bien y del mal en una aventura a la que el realizador Rian Johnson brinda un adecuado entretenimiento salpicado con momentos de humor que ciertamente deleitarán a los innumerables fieles de esta franquicia. El guión del realizador introduce al relato algunas sorpresas que no se habrán de develar aunque también incluye digresiones con incidentes intrascendentes que en parte tienden a aminorar su ritmo.
A nivel interpretativo se destacan favorablemente Hamill, Ridley, Driver y especialmente Oscar Isaac como Poe Dameron, un aguerrido piloto capaz de asumir riesgos extremos con tal de defender a la Resistencia. Otros actores ya conocidos como John Boyega y Lupita Nyong actúan decorosamente y entre los nuevos rostros asoman los de Laura Dern y Benicio del Toro quienes en papeles menores se acomodan a lo que el relato les demanda. Ciertamente el ánimo del espectador se entristece contemplando a la querida y popular Carrie Fisher en su logrado trabajo póstumo de la Princesa Leia; en tal sentido, cabe mencionar una escena muy emotiva que ella comparte con Luke.
Como espectáculo, el film no se queda corto al ofrecer algunas secuencias de acción magníficamente logradas a través de batallas espaciales grandilocuentes. La buena fotografía de Steve Yedlin y los diseños de producción de Rick Heinrichs enriquecen visualmente a esta producción, como así también la estupenda banda de sonido de John Williams.
La conclusión de este segmento deja abierta la puerta para el próximo capítulo. Así intriga saber, entre otros aspectos, cómo será resuelta la telepática conexión física y emocional de Rey y Kilo Ren; para satisfacer la curiosidad no existe otra opción que la de esperar hasta 2019 cuando se dé a conocer el noveno episodio de esta célebre serie.
Jorge Gutman