El Maes­tro del Dopaje

ICA­RUS. EE.UU., 2017. Un film de Bryan Fogel

Bryan Fogel, rea­li­za­dor de este docu­men­tal que es uno de los cin­co can­di­da­tos nomi­na­dos al Oscar de este año, abor­da un tema que a pesar de ser muy cono­ci­do resul­ta atrac­ti­vo por la for­ma en que está rela­ta­do y por­que ade­más se tie­ne la opor­tu­ni­dad de cono­cer más ínti­ma­men­te a la per­so­na que por sus tes­ti­mo­nios estre­me­ció al mun­do deportivo.

Bryan Fogel

Fogel que ade­más de novel cineas­ta es un ciclis­ta ama­teur, fue uno de los muchos que admi­ra­ron las proezas depor­ti­vas de Lan­ce Arms­trong quien había logra­do un récord mun­dial al haber gana­do sie­te veces el Tour de Fran­ce. Como es sabi­do, ter­mi­nó defrau­dan­do la con­fian­za del públi­co cuan­do des­pués de haber nega­do con­sis­ten­te­men­te el empleo de estu­pe­fa­cien­tes para aumen­tar su ven­ta­ja depor­ti­va como ciclis­ta, ter­mi­nó con­fe­san­do la ver­dad. Eso moti­vó el inte­rés del rea­li­za­dor para expe­ri­men­tar per­so­nal­men­te cómo el dopa­je pue­de pasar des­aper­ci­bi­do por par­te de quien lo uti­li­za. Para ello resol­vió entrar en con­tac­to con el cien­tí­fi­co ruso Gri­gory Rod­chen­kov quien ocu­pó el car­go de direc­tor del Cen­tro Anti­do­pa­je de Rusia; sus decla­ra­cio­nes efec­tua­das fren­te a la cáma­ra del docu­men­ta­lis­ta son sen­ci­lla­men­te sorprendentes.

Des­pués de la par­ti­ci­pa­ción poco satis­fac­to­ria que le cupo al equi­po ruso en las Olim­pía­das de Bei­jing de 2008, algo había que hacer para mejo­rar la actua­ción de los depor­tis­tas rusos en expe­rien­cias futu­ras. Es así que Rod­chen­kov mani­pu­lan­do la ori­na de los atle­tas al sus­ti­tuir astu­ta­men­te mues­tras “sucias” por “lim­pias” logra que ellos pudie­ran salir airo­sos de los exá­me­nes a que fue­ron some­ti­dos. No es extra­ño enton­ces de que el 50% de los atle­tas rusos que com­pi­tie­ron en las Olim­pía­das de Lon­dres en 2012 uti­li­za­ran este­roi­des sin haber sido des­cu­bier­tos; con­duc­tas simi­la­res fue­ron emplea­das por los depor­tis­tas que par­ti­ci­pa­ron en los Jue­gos Olím­pi­cos de Invierno de Sochi en 2014 quie­nes fue­ron recom­pen­sa­dos con 13 meda­llas de oro. Obvia­men­te, todo ello fue dene­ga­do por el Minis­tro de Depor­tes Vitaly Mut­ko de Rusia y por el Pre­si­den­te Vla­di­mir Putin. La ver­dad sale a relu­cir con las mani­fes­ta­cio­nes que Rod­chen­kov efec­túa al dia­rio New York Times en mayo de 2016 expli­can­do cómo logró que los depor­tis­tas rusos ape­lan­do al empleo de dro­gas pudie­ran salir indem­nes de las prue­bas realizadas.

Las reve­la­cio­nes de este amo­ral doc­tor, con­fir­ma­ban las sos­pe­chas que pre­via­men­te habían sido difun­di­das por repor­te­ros de la tele­vi­sión ale­ma­na que fue la pri­me­ra en abrir la caja de Pan­do­ra. ¿Que es lo que indu­jo a Rod­chen­kov a con­fe­sar de haber sido la emi­nen­cia gris del “dopa­je des­aper­ci­bi­do”?; aun­que no se ten­ga una res­pues­ta espe­cí­fi­ca al res­pec­to se podría infe­rir que esa acti­tud pudie­se haber debi­do a que el ex fun­cio­na­rio se sin­tie­ra remor­di­do por su actua­ción y para tran­qui­li­zar su con­cien­cia haya bus­ca­do redi­mir­se denun­cian­do el nivel de corrup­ción exis­ten­te. Lo con­cre­to es que vien­do peli­gra­da su vida a cau­sa de las infor­ma­cio­nes sumi­nis­tra­das, gra­cias a la ayu­da pro­por­cio­na­da por Fogel, el infor­man­te ha hui­do de Rusia para vivir en Esta­dos Uni­dos bajo pro­tec­ción judicial.

Como resul­ta­do de este impac­tan­te docu­men­tal resul­ta tris­te com­pro­bar que las Olim­pia­das, que fue­ron crea­das como home­na­je al sano depor­te y des­pro­vis­tas de intere­ses polí­ti­cos o mone­ta­rios, se vean suje­tas a esta cla­se de vejá­me­nes que des­na­tu­ra­li­zan su razón de ser. Así el rol desem­pe­ña­do por Rod­chen­kov deja mar­gen para refle­xio­nar sobre la com­pe­ti­ti­vi­dad del depor­te y lo que se ocul­ta detrás del mis­mo don­de pare­ce­ría que la fina­li­dad es ganar a toda cos­ta sin impor­tar los medios uti­li­za­dos para lograrlo.
Jor­ge Gutman

Un Vete­ri­na­rio Políglota

DOC­TOR DOLITTLE 

En la pró­xi­ma entre­ga de Clas­sic Films, Cine­plex pro­yec­ta­rá Doc­tor Dolittle, pro­duc­ción ame­ri­ca­na diri­gi­da por Richard Fleisher (1916 – 2006).

Este rea­li­za­dor que a lo lar­go de su carre­ra pro­fe­sio­nal abor­dó diver­sos géne­ros, aun­que pre­fe­ren­te­men­te rela­cio­na­dos con thri­llers y dra­mas de acción, incur­sio­nó en 1967 con este extra­va­gan­te film musi­cal. Doc­tor Dolittle, basa­do en el libro de Hugh Lof­ting y adap­ta­do para el cine por Les­lie Bri­cus­se, está pro­ta­go­ni­za­do por Rex Harri­son, quien ha sido uno de los acto­res de mayor repu­tación tan­to del cine como de la esce­na británica..

En este rela­to Harri­son ani­ma a John Dolittle; él es, un renom­bra­do doc­tor vete­ri­na­rio espe­cia­li­za­do en las enfer­me­da­des que aque­jan a los ani­ma­les; sien­do due­ño del par­ti­cu­lar don de poder hablar en diver­sos idio­mas de ani­ma­les, logra enta­blar con ellos una comu­ni­ca­ción direc­ta. Sin­tién­do­se esti­mu­la­do por lo que rea­li­za, deci­de empren­der una exó­ti­ca aven­tu­ra en pos de cier­to ani­mal míti­co; ese via­je sin­gu­lar no exen­to de peli­gros gene­ra un sin­nú­me­ro de situa­cio­nes excén­tri­cas a la vez que joco­sa­men­te divertidas.

Sin otra pre­ten­sión que entre­te­ner sana­men­te a la fami­lia, en esta come­dia musi­cal inte­gra­da por 16 can­cio­nes, Harri­son está acom­pa­ña­do por Anthony New­ley, Samantha Eggers, Peter Bull y Richard Attenborough.

Esta fan­ta­sía musi­cal será pre­sen­ta­da en las salas de Cine­plex el 18 y 21 de febre­ro de 2018. Para infor­ma­ción sobre los hora­rios de los cines que exhi­bi­rán este film pre­sio­ne aquí.

Un ballet basa­do en una clá­si­ca novela

THE LADY OF THE CAMELLIAS

Des­pués de haber sido difun­di­do en diciem­bre de 2015 direc­ta­men­te des­de el Tea­tro Bolshoi a los cines de Cana­dá, el públi­co aman­te de la dan­za ten­drá la opor­tu­ni­dad de vol­ver a apre­ciar The Lady of the Came­llias, una mag­ní­fi­ca pro­duc­ción del Ballet Bolshoi que cuen­ta con la coreo­gra­fía, direc­ción escé­ni­ca e ilu­mi­na­ción a car­go de John Neu­meier.

Este dis­tin­gui­do bai­la­rín y coreó­gra­fo naci­do en Esta­dos Uni­dos, es des­de 1973 el direc­tor del Ballet de Ham­bur­go. Su excep­cio­nal talen­to artís­ti­co es reco­no­ci­do inter­na­cio­nal­men­te y es así que es invi­ta­do fre­cuen­te­men­te por con­sa­gra­das com­pa­ñías como ocu­rre en este caso con el Bolshoi, don­de esta crea­ción cons­ti­tu­ye uno de los tra­ba­jos más impor­tan­tes de su carre­ra profesional.

Basa­do en La Dama de las Came­lias, la cono­ci­da nove­la de Ale­jan­dro Dumas, el ballet se desa­rro­lla en tres actos con un pró­lo­go que se dife­ren­cia de la obra ori­gi­nal. La acción trans­cu­rre en un rema­te don­de se liqui­dan las per­te­nen­cias de Mar­gue­ri­te Gau­tier, la más desea­da cor­te­sa­na de París, que aca­ba de morir. Ins­pec­cio­nan­do los ítems en ven­ta se encuen­tran su leal ama de lla­ves Nani­na, el Sr. Duval, y su hijo Armand quien lle­ga a des­va­ne­cer­se. Lo que sigue pos­te­rior­men­te se des­en­vuel­ve a tra­vés de los recuer­dos que flu­yen de la men­te de Armand leyen­do el dia­rio escri­to por la mujer que amó apa­sio­na­da­men­te; al igual que en la nove­la ori­gi­nal que­da expues­to el amor impo­si­ble del joven bur­gués y la bella e indul­gen­te cortesana.THE LADY OF THE CAMELLIAS (2)

En los pape­les pro­ta­gó­ni­cos la bai­la­ri­na Svetla­na Zakha­ro­va asu­me el rol de Mar­gue­ri­te Gau­tier, Edvin Reva­zov el de Arman­do, Andrei Mer­ku­riev el del Sr. Duval y Anna Antro­po­va inter­pre­ta a Nani­na. El direc­tor musi­cal es el maes­tro Pavel Soro­kin con la par­ti­ci­pa­ción del pia­nis­ta Pyotr Chukh­nov; la músi­ca selec­cio­na­da es de Fré­dé­ric Cho­pin don­de se inclu­ye varias de sus com­po­si­cio­nes, entre otras, el Con­cier­to para Piano N° 2, el segun­do movi­mien­to del Con­cier­to para Piano N° 1 y la Gran Polo­ne­sa Bri­llan­te. La esce­no­gra­fía y ves­tua­rio corres­pon­den a Jür­gen Rose.

Gra­cias a la fil­ma­ción cap­ta­da en vivo en opor­tu­ni­dad de su estreno, este excep­cio­nal espec­tácu­lo será difun­di­do el domin­go 11 de febre­ro de 2018.

Para infor­ma­ción adi­cio­nal sobre hora­rios y salas par­ti­ci­pan­tes de CINE­PLEX pre­sio­ne aquí 

El Neo­na­zis­mo en Acción

IN THE FADE. Ale­ma­nia, 2017. Un film de Fatih Akin.

El rea­li­za­dor ale­mán Fatih Akin per­mi­te apre­ciar en In the Fade un cau­ti­van­te thri­ller que explo­ra la reac­ción de una per­so­na que ha per­di­do a su fami­lia ase­si­na­da por cri­mi­na­les cuan­do la jus­ti­cia demues­tra su inca­pa­ci­dad en con­de­nar a los malhechores.

Dia­ne Kruger

Estruc­tu­ra­do en tres capí­tu­los, el pri­me­ro de los mis­mos inti­tu­la­do “La Fami­lia” mues­tra en su pró­lo­go el casa­mien­to de Katia (Dia­ne Kru­ger), una joven ale­ma­na, con Nuri (Numan Acar), un hom­bre tur­co que aca­ba de salir de la cár­cel por haber tra­fi­ca­do en dro­gas. Inme­dia­ta­men­te la acción se des­pla­za varios años des­pués don­de se con­tem­pla a esta mujer, muy ena­mo­ra­da de su mari­do, quien dejó por com­ple­to sus irre­gu­la­res acti­vi­da­des y aho­ra está al fren­te de una ofi­ci­na don­de rea­li­za tareas de tra­duc­ción ade­más de ser un con­sul­tor impo­si­ti­vo para la comu­ni­dad tur­ca que vive en Ale­ma­nia. Ambos son los padres de Roc­co (Rafael San­ta­na), un ado­ra­ble niño de 6 años, y todo hace supo­ner que no hay obs­tácu­lo alguno que pudie­ra inter­fe­rir en esa per­fec­ta uni­dad fami­liar. Sin embar­go, el des­tino dis­po­ne de otro modo el día en que Katia deja a su hiji­to en el des­pa­cho de su espo­so ubi­ca­do en el sec­tor tur­co de Ham­bur­go; a su retorno que­da com­ple­ta­men­te devas­ta­da al com­pro­bar que el local ha que­da­do des­tro­za­do debi­do a la explo­sión de una bom­ba colo­ca­da por terro­ris­tas neo­na­zis don­de su mari­do y Roc­co han pere­ci­do en el incruen­to atentado.

La segun­da par­te deno­mi­na­da “Jus­ti­cia” se cen­tra en el jui­cio que tie­ne lugar don­de habién­do­se iden­ti­fi­ca­do a los cri­mi­na­les, el abo­ga­do y ami­go de Katia (Denis Mos­chit­to) no logra con­ven­cer al juez de la cau­sa para con­de­nar­los; para el magis­tra­do no exis­te evi­den­cia con­cre­ta capaz de cul­pa­bi­li­zar­los, a pesar de que el públi­co no tie­ne duda algu­na al res­pec­to. El resul­ta­do del jui­cio con­du­ce al seg­men­to final, “El Mar”, don­de Katia se tras­la­da a un bal­nea­rio de Gre­cia para tra­tar de imple­men­tar la ven­gan­za que tie­ne in men­te; es aquí don­de el guión del direc­tor escri­to en cola­bo­ra­ción con Hark Bohm se tor­na un tan­to rebuscado.

A pesar de la obje­ción que mere­ce el des­en­la­ce poco plau­si­ble, el film arro­ja un resul­ta­do posi­ti­vo en la medi­da que el rea­li­za­dor logra trans­mi­tir el men­sa­je sobre la vio­len­cia que gru­pos extre­mis­tas de dere­cha infli­gen en Euro­pa, don­de en este caso las víc­ti­mas son los tur­cos vivien­do en Ale­ma­nia; es esa into­le­ran­cia que impac­ta al espec­ta­dor y se encuen­tra muy bien expre­sa­da en los dos pri­me­ros seg­men­tos del rela­to. Ade­más, el film se valo­ri­za con la exce­len­te inter­pre­ta­ción de Kru­ger, quien obtu­vo el pre­mio a la mejor actriz en el últi­mo fes­ti­val de Can­nes; su desem­pe­ño es real­men­te enco­mia­ble por­que su per­so­na­je expre­sa con remar­ca­ble inten­si­dad, más en ges­tos que en pala­bras, el derro­te­ro emo­cio­nal de una per­so­na cuya vida ha que­da­do des­tro­za­da. Jor­ge Gutman

Atra­ve­san­do la Jun­gla Colombiana

ALIAS MARÍA. Colom­bia-Argen­ti­na-Fran­cia, 2015. Un film de José Luis Rugeles

Den­tro del vio­len­to espec­tro polí­ti­co que pola­ri­zó a la socie­dad colom­bia­na a lo lar­go de varias déca­das, Alias María abor­da inci­den­tal­men­te este tema don­de hay algu­nos aspec­tos intere­san­tes para des­ta­car aun­que el rela­to no resul­te muy satisfactorio.

Karen Torres

Sin una pre­ci­sión geo­grá­fi­ca del lugar don­de exac­ta­men­te trans­cu­rre, el direc­tor José Luis Ruge­les valién­do­se del guión de Die­go Vivan­co intro­du­ce a María (Karen Torres), una pre­ado­les­cen­te de 13 años que for­ma par­te de un gru­po de gue­rri­lle­ros izquier­dis­tas de Colom­bia que luchan con­tra los para­mi­li­ta­res de dere­cha. Obe­dien­te, sin cues­tio­nar nin­gu­na de las órde­nes que se le impar­ten, ella tra­ta de camu­flar su esta­do de emba­ra­zo de 4 meses don­de el padre es uno de los coman­dan­tes (Car­los Cla­vi­jo) de la uni­dad; ese ocul­ta­mien­to se debe al hecho de que las muje­res gue­rri­lle­ras se encuen­tran obli­ga­das a abor­tar si se hallan en tales con­di­cio­nes y María desea a toda cos­ta con­ser­var al hiji­to que lle­va en sus entrañas.

La intri­ga del rela­to se pro­du­ce cuan­do María es asig­na­da jun­to con otros tres gue­rri­lle­ros, de los cua­les uno de ellos es un niño (Erik Ruiz), la misión de trans­por­tar a un bebé recién naci­do; el mis­mo que per­te­ne­ce a otro coman­dan­te y una mujer gue­rri­lle­ra, debe­rá ser deja­do en el hogar de una pare­ja de ancia­nos para que se ocu­pe del mis­mo. En esa tra­ve­sía a tra­vés de la jun­gla colom­bia­na es don­de se gene­ra el sen­ti­mien­to de angus­tia y desa­zón del peque­ño fren­te a un ambien­te extre­ma­da­men­te hos­til en don­de per­ma­nen­te­men­te ace­chan los sinies­tros para­mi­li­ta­res que ron­dan la zona. Esa ten­sión pro­duc­to del temor fren­te a lo ines­pe­ra­do uni­do a la cir­cuns­tan­cia de que el emba­ra­zo de María se lle­gue a des­cu­brir es lo más des­ta­ca­ble del relato.

La mayor obje­ción al film es que los per­so­na­jes están míni­ma­men­te carac­te­ri­za­dos; así tan­to María como los res­tan­tes de esta his­to­ria cons­ti­tu­yen una incóg­ni­ta para el espec­ta­dor al no haber refe­ren­cia algu­na a sus vidas per­so­na­les, cómo tam­bién se des­co­no­ce cómo han sido reclu­ta­dos y sus moti­va­cio­nes. A lo ante­rior, se agre­ga la exis­ten­cia de algu­nos flo­jos diá­lo­gos den­tro del mar­co de un rela­to cuya narra­ción no muy con­vin­cen­te le res­ta soli­dez dra­má­ti­ca, a pesar de su tema.

La bue­na par­ti­ci­pa­ción de la mayo­ría de los acto­res no pro­fe­sio­na­les, así como la inquie­ta cáma­ra móvil de Ser­gio Iván Cas­ta­ño son ele­men­tos que ele­van el nivel de esta his­to­ria dan­do como resul­ta­do un film que pue­de ver­se aun­que sin lle­gar a reper­cu­tir dema­sia­do. Jor­ge Gutman