Una Come­dia Social de Oscar Wilde

LADY WIN­DER­ME­RE’S FAN 

Des­pués de la trans­mi­sión rea­li­za­da en enero de este año de A Woman without Impor­tan­ce, la com­pa­ñía tea­tral Clas­sic Spring de Lon­dres de Domi­nic Drom­go­lle difun­di­rá otra obra de Oscar Wil­de des­de el Tea­tro Vau­de­vi­lle a las salas cana­dien­ses del cír­cui­to Cine­plex. Se tra­ta de Lady Win­der­me­re’s Fan, una inge­nio­sa come­dia social cuyo estreno mun­dial tuvo lugar en1892 en el Tea­tro St. James de la capi­tal inglesa.

Gra­ce Molony y Samantha Spi­ro (Foto de Marc Brenner)

La acción de esta pie­za trans­cu­rre hacia fines de la épo­ca vic­to­ria­na y comien­za con los pre­pa­ra­ti­vos de la fies­ta de cum­plea­ños de Lady Win­der­me­re. La his­to­ria cobra impul­so cuan­do su ami­go Lord Dar­ling­ton siem­bra en ella la semi­lla de la sos­pe­cha al insi­nuar que su mari­do Lord Win­der­me­re podría estar envuel­to en un affai­re amo­ro­so al estar fre­cuen­tan­do la casa de Mrs. Erlyn­ne. Como en la mayo­ría de sus obras, adop­tan­do el tono de fina come­dia cáus­ti­ca Wil­de explo­ra el com­por­ta­mien­to ambi­guo de la alta cla­se social y la posi­ción frá­gil en que su ubi­ca el sec­tor femenino.

Kevin Bishop y Gra­ce Molony.(Foto de Marc Brenner)

La nue­va pro­duc­ción a car­go de la galar­do­na­da escri­to­ra, actriz y direc­to­ra Katty Bur­ke reúne a un cali­fi­ca­do elen­co de la esce­na bri­tá­ni­ca. En el mis­mo se des­ta­can Gra­ce Molony en el rol de Lady Win­der­me­re, Samantha Spi­ro como la mis­te­rio­sa Mrs. Erlyn­ne y Jen­ni­fer Saun­ders carac­te­ri­zan­do a la Duque­sa de Ber­wick regre­sa al West End lon­di­nen­se des­pués de una ausen­cia de 20 años. El repar­to tam­bién inclu­ye a Kevin Bishop, el cele­bra­do come­dian­te de la BBC, como Lord Dar­ling­ton, Joshua James es Lord Win­der­me­re y Joseph Mar­cell inter­pre­ta a Lord Norton.

Jan­ni­fer Saun­ders y Gra­ce Molony.(Foto de Marc Brenner)

Lady Win­der­me­re’s Fan que dura dos horas y media será difun­di­da el 26 y 28 de abril como tam­bién el 1 de mayo de 2018. Para infor­ma­ción sobre los cines que trans­mi­ti­rán la pie­za y los hora­rios res­pec­ti­vos pre­sio­ne aquí.

Ulti­ma Trans­mi­sión de la Temporada

CEN­DRI­LLON,  DES­DE EL MET

Con­clu­yen­do la duo­dé­ci­ma tem­po­ra­da de trans­mi­sio­nes des­de el MET, el públi­co aman­te de la ópe­ra podrá ver Cen­dri­llon en la visión del com­po­si­tor Mas­se­net. Aun­que la pro­duc­ción de Lau­rent Pelly fue dada a cono­cer en Esta­dos Uni­dos en agos­to de 2006, para el MET cons­ti­tu­ye una pre­miè­re por­que es repre­sen­ta­da por pri­me­ra vez en su historia.

Ali­ce Coote y Joy­ce DiDo­na­to. (Foto de Ken Howard)

Si bien el céle­bre cuen­to de Char­les Perrault de 1698 ya había sido trans­por­ta­do a la ópe­ra por Ros­si­ni en 1817; ocho déca­das des­pués Jules Mas­se­net deci­dió crear su pro­pia ver­sión musi­cal basán­do­se en el libre­to fran­cés de Hen­ri Cain. Habien­do teni­do su estreno mun­dial en París en mayo de 1899. don­de obtu­vo una muy bue­na aco­gi­da, pos­te­rior­men­te esta crea­ción líri­ca fue deja­da de lado has­ta que la famo­sa mez­zo soprano Fre­de­ri­ca von Sta­de logró revivirla.

El elen­co. (Foto de Ken Howard)

En esta opor­tu­ni­dad es la soprano Joy­ce DiDo­na­to quien infun­de todo el brío y entu­sias­mo al clá­si­co per­so­na­je por­que ade­más de haber inter­pre­ta­do la Angelina/Cinderella de Ros­si­ni con rotun­do éxi­to, fue muy elo­gia­da cuan­do se intro­du­jo en la piel de Lucette/Cendrillon de Mas­se­net en la pro­duc­ción ori­gi­nal de 2006, así como igual­men­te fue ova­cio­na­da su actua­ción en 2011 en la Royal Ope­ra Hou­se de Lon­dres. La céle­bre can­tan­te está rodea­da entre otros intér­pre­tes por la mez­zo soprano Ali­ce Coote  dan­do vida al Prín­ci­pe Encan­ta­do; Mada­me de la Hal­tiè­re, la odio­sa madras­tra, es inter­pre­ta­da por la mez­zo soprano Stepha­nie Blythe en tan­to que la vete­ra­na soprano Kath­leen Kim da vida a La Fée, el hada madri­na. En otros roles par­ti­ci­pan la soprano Ying Fang como Noé­mie y la mez­zo soprano Maya Lah­ya­ni en el rol de Dorothée, carac­te­ri­zan­do a las crue­les her­ma­nas­tras de Cen­dri­llon. El elen­co se com­ple­ta con el barí­tono Brad­ley Gar­vin inter­pre­tan­do al Rey y el bajo barí­tono Lau­rent Naou­ri como Pan­dol­fe, el padre de Cendrillon.

La sun­tuo­sa esce­no­gra­fía de esta pro­duc­ción ha sido dise­ña­da por Bar­ba­ra de Lim­burg, el esplen­do­ro­so ves­tua­rio ha sido dise­ña­do por la direc­to­ra Lau­rent Pelly, la ilu­mi­na­ción es de Dua­ne Schu­ler y la coreo­gra­fía de Lau­ra Scoz­zi. El maes­tro Ber­trand de Billy con­du­ce la orques­ta del MET.

Esta deli­cio­sa ópe­ra, can­ta­da en su ver­sión ori­gi­nal fran­ce­sa con sub­tí­tu­los en inglés, será pre­sen­ta­da en direc­to y en alta defi­ni­ción en las salas de Cine­plex el 28 de abril de 2018. Exhi­bi­cio­nes en dife­ri­do serán rea­li­za­das los días, 9, 11, 13, 17 y 23 de junio de 2018. Para infor­ma­ción adi­cio­nal sobre los cines y hora­rios res­pec­ti­vos pre­sio­ne aquí

El Ami­go de Charlie

LEAN ON PETE. Esta­dos Uni­dos-Gran Bre­ta­ña, 2017. Un film escri­to y diri­gi­do por Andrew Haigh

El sóli­do lazo que muchas veces sue­le esta­ble­cer­se entre seres huma­nos y ani­ma­les es abor­da­do por el direc­tor bri­tá­ni­co Andrew Haigh en Lean On Pete quien se basó en la nove­la homó­ni­ma de Willy Vlau­tin para rela­tar la amis­tad de un ado­les­cen­te con un caballo.

Char­lie Plummer

La tra­ma gira en torno de Char­lie (Char­lie Plum­mer), de 15 años de edad, quien vive en Portland con su padre (Tra­vis Fim­mel) en con­di­cio­nes de con­si­de­ra­ble pobre­za. Sin la pre­sen­cia de una madre que lo aban­do­nó duran­te su infan­cia, no encuen­tra en su hogar la figu­ra de un padre pro­tec­tor en quien pue­da apo­yar­se emo­cio­nal­men­te; adep­to al alcohol su pro­ge­ni­tor se ufa­na de sus amo­ríos que trae a la casa don­de habi­tan. Sin muchos estí­mu­los a la vis­ta, Char­lie lle­ga a cono­cer a Dell (Ste­ve Bus­ce­mi), un entre­na­dor de caba­llos de carre­ra, quien le ofre­ce un tra­ba­jo cir­cuns­tan­cial; si bien encuen­tra en este hom­bre una suer­te de padre sus­ti­tu­to, lo más impor­tan­te para él es el apre­cio que sien­te por Lean on Pete, nom­bre de uno de los equi­nos del lugar.

La ruti­na de Char­lie se quie­bra al que­dar des­am­pa­ra­do como con­se­cuen­cia de la muer­te de su don­jua­nes­co padre por una seve­ra pali­za pro­pi­na­da por el mari­do enga­ña­do de una de sus con­quis­tas amo­ro­sas. Ade­más, como su ami­go Pete ya no rin­de como es debi­do en el cir­cui­to hípi­co y está a pun­to de ser ven­di­do enfren­tan­do un des­tino incier­to, deci­de robar al ani­mal y rum­bear des­de Portland a Wyo­ming a tra­vés de una carre­te­ra desér­ti­ca. A tra­vés de ese peri­plo, en don­de el joven atra­ve­sa­rá expe­rien­cias de dife­ren­te índo­le, se va inten­si­fi­can­do el cari­ño que sien­te hacia el ani­mal con­tán­do­le deta­lles de su vida pasa­da. En un momen­to dado, el rela­to cam­bia radi­cal­men­te de tono cuan­do fren­te a un hecho dra­má­ti­co ines­pe­ra­do, Char­lie se pro­po­ne loca­li­zar a una leja­na tía (Rachel Perrell Fos­ker), a fin de encon­trar en su hogar el calor afec­ti­vo que pue­da ven­cer su soledad.

Si bien el direc­tor evi­ta que el rela­to des­bor­de en un arti­fi­cial sen­ti­men­ta­lis­mo lo cier­to es que dra­má­ti­ca­men­te no logra impac­tar. Por una par­te, el pro­fun­do afec­to de Char­lie hacia su ami­go no pare­ce que fue­ra corres­pon­di­do del mis­mo modo dado que Pete per­ma­ne­ce indi­fe­ren­te a sus sen­ti­mien­tos. Ade­más, y no obs­tan­te una muy bue­na actua­ción pro­ta­gó­ni­ca de Char­lie Plum­mer, la per­so­na­li­dad del mucha­cho resul­ta enig­má­ti­ca para el espec­ta­dor por cuan­to poco se sabe de lo que acon­te­ce en su inte­rior; así resul­ta difí­cil escla­re­cer si los even­tos atra­ve­sa­dos que mar­ca­ron su exis­ten­cia le han deja­do o no una hue­lla nega­ti­va, como igual­men­te se igno­ra qué es lo que ambi­cio­na o anhe­la para su vida futura.

Aun­que no haya sido el prin­ci­pal obje­ti­vo de esta his­to­ria, lo más impor­tan­te de la mis­ma es la bue­na pin­tu­ra que Haigh efec­túa sobre los per­so­na­jes des­fa­vo­re­ci­dos que Char­lie va encon­tran­do a lo lar­go del camino, como mues­tra de lo que ocu­rre en el cora­zón de los Esta­dos Uni­dos de la épo­ca actual. Jor­ge Gutman

El Pro­lon­ga­do Retra­to de Giacometti

FINAL POR­TRAIT. Gran Bre­ta­ña, 2017. Un film de Stan­ley Tucci

En su quin­to tra­ba­jo como direc­tor, el popu­lar actor Stan­ley Tuc­ci abor­da en Final Potrait la per­so­na­li­dad de Alber­to Gia­co­met­ti (1901 – 1966) en un momen­to espe­cial de su vida. Basa­do en el libro A Gia­co­met­ti Por­trait de James Lord (1922 – 2009), Tuc­ci rela­ta el encuen­tro que acon­te­ció en 1964 del escri­tor ame­ri­cano ‑quien se encon­tra­ba de paso en París- con el renom­bra­do escul­tor y pin­tor con quien des­de tiem­po atrás había enta­bla­do una sóli­da amistad.

Geof­frey Rush y Armie Hammer

Intere­sa­do en bos­que­jar un retra­to pic­tó­ri­co de Lord (Armie Ham­mer), Gia­co­met­ti (Geof­frey Rush) lo invi­ta a posar como mode­lo antes de regre­sar a Nue­va York. Ubi­cán­do­se en su vie­jo y des­tar­ta­la­do taller de Mont­par­nas­se, la cáma­ra de Tuc­ci refle­ja meticu­losa­men­te los movi­mien­tos del pin­tor fren­te al lien­zo así como enfo­ca con pri­me­ros pla­nos a Lord quien tra­ta de seguir con pre­ci­sión las ins­truc­cio­nes que reci­be del maestro.

Habien­do pre­su­mi­do que el tra­ba­jo no deman­da­rá más que uno o dos días como máxi­mo, el afán per­fec­cio­nis­ta del pin­tor es cau­san­te de que la labor se pro­lon­gue por casi tres inter­mi­na­bles sema­nas; en con­se­cuen­cia, día tras día el escri­tor debe modi­fi­car la reser­va de su vue­lo trans­atlán­ti­co y seguir posan­do para su amigo.

Si bien el film tra­ta de refle­jar el pro­ce­so crea­ti­vo del artis­ta, el resul­ta­do es ago­ta­dor en la medi­da que el rela­to se tor­na extre­ma­da­men­te repe­ti­ti­vo en tér­mino de situa­cio­nes y por el redu­ci­do espa­cio ‑la mayor par­te en el taller- en que se des­en­vuel­ve la acción.

Tuc­ci qui­so ofre­cer una pie­za de cáma­ra esta­ble­cien­do la rela­ción entre estos dos per­so­na­jes y aun­que obvia­men­te esto suce­de, la natu­ra­le­za claus­tro­fó­bi­ca del rela­to se inten­si­fi­ca debi­do al modo poco com­pla­cien­te en que él o qui­zá el libro de Lord des­cri­be al escul­tor. Como un ser ego­cén­tri­co, gru­ñón, des­me­di­do en sus reac­cio­nes, impre­vi­si­ble y real­men­te des­agra­da­ble de con­tem­plar, el espec­ta­dor se sien­te exte­nua­do cada vez que en las dife­ren­tes sesio­nes Gia­co­met­ti esta­lla con des­agra­da­bles exabrup­tos. Así, per­ma­nen­te­men­te insa­tis­fe­cho con el tra­ba­jo que rea­li­za, a tra­vés de las dife­ren­tes jor­na­das el artis­ta eli­mi­na con su bro­cha lo que has­ta ese momen­to ha veni­do efectuando.

Para mati­zar esta his­to­ria, el guión del rea­li­za­dor intro­du­ce en algu­nos momen­tos la pre­sen­cia de su tole­ran­te her­mano Die­go Gia­co­met­ti (Tony Shalhoub), la de su estoi­ca mujer Annet­te (Syl­vie Tes­tud) que en cier­tas oca­sio­nes sufre por el sal­va­je tra­to que reci­be de él, y la pros­ti­tu­ta Caro­li­ne (Clé­men­ce Poésy) que ade­más de ser la musa del escul­tor es tam­bién su mima­da amante.

Rush ofre­ce una inter­pre­ta­ción mag­ní­fi­ca del excén­tri­co Gia­co­met­ti trans­mi­tien­do inten­sa­men­te los ras­gos per­ver­sos de su per­so­na don­de en cier­tos momen­tos se trans­for­ma en un ser cruel y detes­ta­ble. Por su par­te, Armie Ham­mer en una sobria inter­pre­ta­ción adop­ta la cal­ma y pasi­vi­dad de un indi­vi­duo que dada las cir­cuns­tan­cias no tie­ne otra opción que poner a prue­ba su pacien­cia tole­ran­do los capri­chos y acti­tu­des de a ratos con­tra­dic­to­rias e impre­vi­si­bles de su camarada.

Las obje­cio­nes seña­la­das con res­pec­to a la narra­ción del film no afec­tan sus cua­li­da­des téc­ni­cas refle­ja­das en la muy bue­na foto­gra­fía de Danny Cohen y el exce­len­te dise­ño de pro­duc­ción de James Meri­field. Jor­ge Gutman

Un Peli­gro­so Rescate

BEI­RUT. Esta­dos Uni­dos, 2018. Un film de Brad Anderson

Nue­va­men­te es Bei­rut el esce­na­rio cen­tral de un dra­ma polí­ti­co duran­te la con­vul­sio­na­da épo­ca que vivió El Líbano en la déca­da del 70 y los años 80. El direc­tor Brad Ander­son se valió de un guión pre­pa­ra­do por Tony Gil­roy para ofre­cer una pelí­cu­la entretenida.

Jon Hamm

En las pri­me­ras esce­nas del film que trans­cu­rren en 1972, el rela­to pre­sen­ta a Mason Ski­les (Jon Hamm), un diplo­má­ti­co ame­ri­cano apos­ta­do en Bei­rut, quen con su espo­sa Nadia (Lei­la Bekh­ti) ofre­cen una recep­ción en su casa. Aun­que sin hijos, el matri­mo­nio se ha hecho car­go de Karim (Yoav Sadian Rosem­berg), un refu­gia­do pales­tino de 13 años. La pri­me­ra sor­pre­sa se pro­du­ce cuan­do en la gra­ta reu­nión apa­re­ce Carl (Mark Pelle­grino), un cole­ga y ami­go de Ski­les; él le hace saber que Karim es el her­mano de Abu Rajal (Hicham Oura­qa), un peli­gro­so terro­ris­ta que recien­te­men­te ha par­ti­ci­pa­do en la trá­gi­ca Olim­pía­da de Munich y que todo hace pre­su­mir que este ase­sino se encuen­tra en la ciu­dad. Las sos­pe­chas son más que fun­da­das cuan­do se pro­du­ce la irrup­ción de Abu con sus secua­ces pro­du­cien­do un buen núme­ro de víc­ti­mas don­de una de ellas es Nadia.

Diez años han trans­cu­rri­do y aho­ra Mason se encuen­tra vivien­do en Bos­ton vol­ca­do a la bebi­da aun­que lo sufi­cien­te­men­te sobrio para desem­pe­ñar­se pri­va­da­men­te como nego­cia­dor de dispu­tas labo­ra­les. En for­ma mis­te­rio­sa alguien le ofre­ce una impor­tan­te suma de dine­ro para que regre­se a Bei­rut a dic­tar una con­fe­ren­cia sobre su espe­cia­li­dad. Al hacer­lo, se encuen­tra con que ese via­je tie­ne como obje­to cola­bo­rar con la CIA para res­ca­tar a Carl quien ha sido secues­tra­do por un gru­po de terro­ris­tas pales­ti­nos lide­ra­dos por el adul­to Karim (Idir Chen­der). Para que Carl sea libe­ra­do es pre­ci­so que el her­mano de Karim que se encuen­tra pri­sio­ne­ro en una cár­cel israe­lí sea pues­to en liber­tad. De este modo, Ski­les se con­vier­te en el invo­lun­ta­rio media­dor de la CIA y del gru­po radi­cal autor del secuestro.

Como todo trans­cu­rre en 1982, Bei­rut se encuen­tra con­ver­ti­da en un barril de pól­vo­ra don­de dife­ren­tes intere­ses polí­ti­cos entran en jue­go con la par­ti­ci­pa­ción de Esta­dos Uni­dos, la mili­cia cris­tia­na, los musul­ma­nes, israe­líes, el PLO y el Mos­sad, en medio de un pano­ra­ma cada vez más tur­bio e infernal.

Aun­que la his­to­ria des­crip­ta se pres­ta a crear un cli­ma de intri­ga, los acon­te­ci­mien­tos se suce­den en for­ma dema­sia­do apre­su­ra­da como para cap­tar por com­ple­to lo que está ocu­rrien­do, al mar­gen del con­flic­to cen­tral. La actua­ción es correc­ta don­de ade­más de Jon Hamm par­ti­ci­pan Shea Whigham como un fun­cio­na­rio de la emba­ja­da ame­ri­ca­na y Dean Norris y Rosa­mund Pike carac­te­ri­zan­do a agen­tes de la CIA.

El film podría haber resul­ta­do más intere­san­te de lo que es pero la des­crip­ción de los per­so­na­jes impi­de cono­cer­los mejor; la mayor par­te de los mis­mos están super­fi­cial­men­te desa­rro­lla­dos de modo tal que no se per­ci­be cla­ra­men­te la agen­da per­so­nal que cada uno de ellos tie­ne en men­te. En suma, este thri­ller aun­que emo­cio­nal­men­te tibio se deja ver gra­cias a la diná­mi­ca direc­ción de Ander­son. Jor­ge Gutman