Arman­do el Rompecabezas

PUZZ­LE. Esta­dos Uni­dos, 2018. Un film de Marc Turtletaub

El muy buen film Rom­pe­ca­be­zas (2009) escri­to y diri­gi­do por Nata­lia Smir­noff cobra nue­va vida en la actual ver­sión del direc­tor Marc Turtle­taub con la adap­ta­ción rea­li­za­da por Oren Mover­man y Polly Mann. Para quie­nes pudie­ran obje­tar la nece­si­dad de una rema­ke se pue­de anti­ci­par que la logra­da pues­ta escé­ni­ca del rea­li­za­dor, la mag­ní­fi­ca inter­pre­ta­ción de Kelly Mac­do­nald y un tema de vali­dez uni­ver­sal muy bien apro­ve­cha­do, jus­ti­fi­can amplia­men­te la pre­sen­ta­ción de Puzz­le.

Kelly Mac­do­nald

En lugar de Bue­nos Aires, el esce­na­rio es aho­ra Brid­ge­port, Con­nec­ti­cut don­de vive Agnes (Mac­do­nald) con su mari­do Louie (David Den­man), due­ño de un taller mecá­ni­co, y sus dos hijos uni­ver­si­ta­rios, Gabe (Aus­tin Abrams) y Ziggy (Bub­ba Weiler).

La pro­ta­go­nis­ta de esta his­to­ria es una mujer apa­ci­ble, tími­da y ceñi­da a su rol de exce­len­te ama de casa don­de cui­da los míni­mos deta­lles para que todo esté en orden y que a su fami­lia nada le fal­te; sin otra ocu­pa­ción espe­cí­fi­ca, se nutre espi­ri­tual­men­te pro­fe­san­do el cato­li­cis­mo y asis­tien­do a la iglesia.

La pri­me­ra esce­na del film pre­sen­ta a la pro­ta­go­nis­ta en el día de su cum­plea­ños; en un momen­to de la reu­nión fami­liar con sus ami­gos cer­ca­nos, Agnes apa­re­ce con una tor­ta que en lugar de haber sido pre­pa­ra­da por quie­nes la aga­sa­jan ha sido ella quien se encar­gó de hacer­la; acto segui­do la aplau­den tras haber sopla­do las veli­tas. Cuan­do las visi­tas se reti­ran, el lím­pi­do ros­tro de esta mujer deja entre­ver un sen­ti­mien­to de insa­tis­fac­ción que ella mis­ma no alcan­za a definir.

Su vida ruti­na­ria cobra un gran vuel­co cuan­do al haber reci­bi­do, entre varios rega­los de cum­plea­ños, un rom­pe­ca­be­zas, ella des­cu­bre una veta des­co­no­ci­da al com­pro­bar la faci­li­dad con que arma las dife­ren­tes pie­zas que lo com­po­nen. De inme­dia­to com­pra dos nue­vos jue­gos aún más com­pli­ca­dos y al seguir armán­do­los fácil­men­te encuen­tra en los mis­mos una pasión capaz de ilu­mi­nar su exis­ten­cia. Eso aún se hace más paten­te cuan­do res­pon­dien­do a un avi­so, ella cono­ce a Robert (Irrfan Khan), un cam­peón en la mate­ria que bus­ca a un com­pa­ñe­ro o una aso­cia­da de jue­go para par­ti­ci­par en un tor­neo nacio­nal de rom­pe­ca­be­zas. Ocul­tan­do a su fami­lia lo que está hacien­do, dos veces por sema­na se des­pla­za en tren a Manhat­tan don­de vive este afa­ble caba­lle­ro; aunan­do sus esfuer­zos en el jue­go ambos con­for­man un dúo per­fec­to. Gra­dual­men­te, la admi­ra­ción que Agnes des­pier­ta en Robert y la noble­za que ella des­cu­bre en él con­du­cen a un tibio víncu­lo romántico.

Es a par­tir de allí que esta mujer expe­ri­men­ta un cre­ci­mien­to emo­cio­nal al comen­zar a libe­rar­se de su repre­sión inter­na a expen­sas de tener que aban­do­nar su rol tra­di­cio­nal; eso obvia­men­te cau­sa gran sor­pre­sa en los suyos al encon­trar que el orden domés­ti­co has­ta enton­ces exis­ten­te en el hogar se ha alterado.

Mac­do­nald des­lum­bra trans­mi­tien­do con inten­si­dad la trans­for­ma­ción de Agnes apor­tan­do gran huma­ni­dad a su rol. El méri­to de la actriz no ensom­bre­ce la efi­caz actua­ción de Den­man como un mari­do que a pesar de que­rer entra­ña­ble­men­te a su espo­sa, su pater­na­lis­mo e incons­cien­te egoís­mo no le per­mi­ten detec­tar que “algo” le fal­ta a ella para sen­tir­se rea­li­za­da. Final­men­te Irrfan Kan insu­fla a su per­so­na­je una natu­ral seduc­ción y encan­to ayu­dan­do deli­ca­da­men­te a aumen­tar la auto­es­ti­ma de Agnes.

En esen­cia, Puzz­le per­mi­te que el públi­co empa­ti­ce ple­na­men­te con una his­to­ria que es un fiel refle­jo de la vida real. Jor­ge Gutman