MES PROVINCIALES. Francia, 2018. Un film escrito y dirigido por Jean Paul Civeyrac
El amor que un joven cinéfilo siente por el séptimo arte y que lo lleva a dejar su ciudad donde vive para intentar suerte en París es lo que el director y guionista Jean Paul Civeyrac ilustra en Mes Provinciales.
Su protagonista es Étienne (Andranic Manet), un joven ambicioso que apasionado por el cine desea triunfar en el séptimo arte; por esa razón decide dejar una vida tranquila en su ciudad natal de Lyon, como así también a su enamorada (Diane Rouxel) que mucho lo quiere para tentar su suerte en estudiar cine en la Universidad Paris 8. Ahí en la gran ciudad se topará con sus compañeros estudiantes, donde se destacan el agradable aunque reservado Jean-Noël (Gonzague Van Bervesseles) y fundamentalmente el carismático Mathías (Corentin Fila); es éste último quien llegará a impresionarlo con su vasto conocimiento del cine, sus quejas sobre los gustos del gran público, así como por su severidad al juzgar los trabajos realizados por sus amigos.
Simultáneamente Étienne distrae su tiempo con algunas compañías femeninas; entre ellas se encuentra Valentina (Jenna Thiam) su primera compañera del lugar donde habita y posteriormente Annabelle (Sophie Verbeeck), una temperamental militante de quien obtendrá una educación política.
El primer año académico de Étienne es narrado en forma episódica y su contenido se nutre en gran medida de las conversaciones que mantiene con sus colegas en torno a grandes autores del cine cuyos nombres despistarán al público que no haya visto sus obras o bien no sepa a quiénes se están refiriendo. Igualmente, el relato incluye discusiones vinculadas con el arte, referencias literarias (Novalis, Flaubert), la mejor forma de efectuar un film, la redacción de guiones, la lectura de los mismos, como así también proyecciones de algunos de los cortos realizados por los estudiantes.
No cabe duda la motivación intelectual del realizador tratando de transmitir la lucha de su protagonista para convertirse en un cineasta importante y su desilusión al no lograrlo; con todo, el film adopta un extremado academicismo que se vuelve monótono a través de su excesiva duración de dos horas y cuarto sin que existan conflictos dramáticos de gran relevancia, con la excepción de un lamentable suicidio. Con todo, la buena interpretación de su joven elenco, una logarada fotografía en blanco y negro y la bella música de Bach y Mahler que emerge de su banda sonora son factores que obran a su favor.
Jorge Gutman