Con­clu­sión de una Bella Trilogía

HOW TO TRAIN YOUR DRA­GON: THE HID­DEN WORLD. Esta­dos Uni­dos, 2018. Un film escri­to y diri­gi­do por Dean DeBlois

La fran­qui­cia de Cómo entre­nar a tu dra­gón que comen­zó exi­to­sa­men­te en 2010 y pro­si­guió con una bue­na secue­la en 2014 que­da aho­ra mag­ní­fi­ca­men­te com­ple­ta­da con este film de ani­ma­ción escri­to y diri­gi­do por Dean DeBois.

De los capí­tu­los ante­rio­res que­dó cla­ro el loa­ble men­sa­je de que espe­cies dife­ren­tes pue­den lle­gar a com­pren­der­se y coha­bi­tar siem­pre y cuan­do se cuen­te con la bue­na volun­tad de las par­tes; así es que huma­nos y dra­go­nes pue­den con­vi­vir armo­nio­sa­men­te en la ima­gi­na­ria super­po­bla­da isla nór­di­ca de Berk.

En The Hid­den World el vikin­go Hic­cup (voz de Jay Baru­chel) a la muer­te de su padre se ha con­ver­ti­do en el here­de­ro y líder de Berk don­de su mejor ami­go es Tooth­less, el dra­gón negro de buen cora­zón. El con­flic­to dra­má­ti­co se pro­du­ce cuan­do la tran­qui­li­dad se ve alte­ra­da por la ame­na­za del impla­ca­ble caza­dor Grim­mel (F. Murray Abraham) quien pro­vis­to de naves a su dis­po­si­ción está dis­pues­to a cap­tu­rar a los dra­go­nes y sobre­to­do matar a Tooth­less. He aquí que para pro­te­ger a su ami­go como tam­bién a todos los inte­gran­tes de su espe­cie, Hic­cup recu­rre a una estra­te­gia para que todos estén a salvo.

Aun­que la tra­ma es muy sen­ci­lla, la mis­ma per­mi­te man­te­ner el encan­to y la ter­nu­ra que pre­va­le­cie­ron en los fil­mes pre­ce­den­tes, don­de en este caso se adi­cio­na la nota román­ti­ca, así en tan­to que el vikin­go se sien­te feliz al lado de su ama­da Astrid (Amé­ri­ca Ferra­ra), su gran ami­go ha encon­tra­do el amor de su vida en Light Fury, la silen­cio­sa y vir­gi­nal dra­go­na blanca.

Esta entra­ña­ble fábu­la gana la empa­tía tan­to del públi­co menu­do como del adul­to por sus nobles sen­ti­mien­tos y la sim­pa­tía de sus per­so­na­jes. A ello se agre­ga un muy emo­ti­vo y melan­có­li­co des­en­la­ce cuan­do en la lucha por sobre­vi­vir los dra­go­nes se des­pi­den de los vikin­gos empren­dien­do un via­je que los con­du­ci­rá al últi­mo y remo­to rin­cón del mun­do don­de ellos esta­rán sal­va­guar­da­dos para siempre.

Ade­más de las efi­cien­tes voces que dan vida a sus per­so­na­jes, esta fan­ta­sía cuen­ta con una extra­or­di­na­ria rique­za visual gra­cias al apor­te brin­da­do por el con­sul­tor Roger Dea­kins quien es uno de los más renom­bra­dos direc­to­res de foto­gra­fía de Gran Bre­ta­ña; así uno con­tem­pla admi­ra­do foto­gra­mas nota­ble­men­te rea­lis­tas, vis­tas pano­rá­mi­cas, asom­bro­sos vue­los de los dra­go­nes, todo ello reves­ti­do de vibran­tes y radian­tes colores.

En suma, he aquí la gra­ta con­clu­sión de esta bella tri­lo­gía ani­ma­da. Jor­ge Gutman

Una Remar­ca­ble Lucha­do­ra Profesional

FIGH­TING WITH MY FAMILY. Esta­dos Uni­dos, Gran Bre­ta­ña, 2017. Un film escri­to y diri­gi­do por Stephen Merchant

Con todos los ele­men­tos pro­pios de las pelí­cu­las depor­ti­vas, Figh­ting With My Family es una agra­cia­ble come­dia, en gran par­te debi­do al tra­ta­mien­to impre­so por Stephen Mer­chant. El tema está basa­do en una his­to­ria ver­da­de­ra que enfo­ca a la ex lucha­do­ra pro­fe­sio­nal de Gran Bre­ta­ña Sara­ya-Jade Bevis aun­que el guión del rea­li­za­dor adop­ta cier­tas licen­cias en este rela­to de ficción.

Flo­ren­ce Pugh

En líneas gene­ra­les la lucha libre es un depor­te muy espe­cial don­de cada juga­dor tra­ta de derro­tar a su adver­sa­rio hacién­do­lo caer al sue­lo y man­te­nien­do sus dos hom­bros fijos sobre el piso del ring de mane­ra que le impo­si­bi­li­te mover­se. Es pre­ci­sa­men­te esta acti­vi­dad depor­ti­va la que cons­ti­tu­ye la pasión de la fami­lia Knight inte­gra­da por Ricky (Nick Frost), quien diri­ge la World Asso­cia­tion of Wrestling (WAW) de Nor­wich (Ingla­te­rra), su espo­sa Julia (Lena Hea­dey) y sus hijos adul­tos Sara­ya (Flo­ren­ce Pugh) y Zak (Jack Low­den), ade­más de un ter­ce­ro que se encuen­tra en pri­sión.. Los ingre­sos de Ricky se com­ple­men­tan rea­li­zan­do actos de lucha en peque­ños tor­neos para la gen­te local en tan­to que Zak se encar­ga de efec­tuar cla­ses de lucha y al igual que su her­ma­na, su com­pa­ñe­ra de tor­neos, su sue­ño es poder algún día for­mar par­te de la WWE (World Wrestling Enter­tain­ment), la impor­tan­te empre­sa de lucha libre cuyos espec­tácu­los de gran popu­la­ri­dad están basa­dos en el entretenimiento.

Una gran oca­sión se pre­sen­ta para estos her­ma­nos con la lle­ga­da de Hutch (Vin­ce Vaughn), un pro­mo­tor y entre­na­dor de la WWE que pro­ce­den­te de Esta­dos Uni­dos lle­ga a Nor­wich para detec­tar nue­vos talen­tos.. De los pos­tu­lan­tes que par­ti­ci­pan la úni­ca per­so­na en que­dar selec­cio­na­da es Sara­ya que debe­rá via­jar a Mia­mi a fin de some­ter­se a un inten­so entre­na­mien­to con la com­pa­ñía. Sin embar­go, el hecho de que su que­ri­do her­mano no haya sido tam­bién ele­gi­do hace que la joven dude en acep­tar el ofre­ci­mien­to; final­men­te deci­di­rá hacer­lo con­si­de­ran­do de que si lle­ga a triun­far como lucha­do­ra eso ayu­da­rá a pres­ti­giar al clan familiar.

El film que adop­ta el tono de come­dia des­cri­be muy bien la tra­yec­to­ria sepa­ra­da de estos dos her­ma­nos tan uni­dos. Así que­da cla­ro que Zak debe­rá dejar de lado sus aspi­ra­cio­nes para seguir hacien­do lo que rea­li­za­ba has­ta ese enton­ces, dedi­can­do par­te de su vida a Court­ney (Han­nah Rae), su pare­ja, y al bebé recién naci­do. Por su par­te, el guión se cen­tra más en Sara­ya (que como lucha­do­ra adop­ta el nom­bre de Pai­ge) rela­tan­do sus difi­cul­ta­des en adap­tar­se al seve­ro entre­na­mien­to de Hutch como así tam­bién enfren­tar­se con otras com­pe­ti­do­ras que sin haber sido adies­tra­das en el depor­te, son jóve­nes mode­los de muy bue­na pre­sen­cia que guar­dan dis­tan­cia con Pai­ge deján­do­la aislada.

Pro­vis­to de algu­nos insal­va­bles cli­sés, el film con­quis­ta por el indu­da­ble afec­to que Mer­chant sien­te por sus per­so­na­jes muy bien deli­nea­dos y mejor aún inter­pre­ta­dos. Pugh trans­mi­te el brío y entu­sias­mo de una joven que pro­ve­nien­te de una humil­de y uni­da fami­lia está dis­pues­ta a ven­cer su inse­gu­ri­dad y los esco­llos que encuen­tra para lle­gar a ser una super estre­lla de lucha libre. Low­den impre­sio­na favo­ra­ble­men­te como el joven que sin que­rer­lo resien­te a su her­ma­na al no haber podi­do seguir su camino aun­que esa incons­cien­te envi­dia es supe­ra­da por el gran cari­ño que sien­te por ella. Vaughn da en la tecla como el duro aun­que hone­to entre­na­dor que des­con­fian­do al prin­ci­pio de Pai­ge reco­no­ce en últi­ma ins­tan­cia su cua­li­dad de exce­len­te lucha­do­ra. Final­men­te, el cele­bra­do lucha­dor pro­fe­sio­nal Dway­ne John­son inter­pre­tán­do­se a sí mis­mo apor­ta en un cameo su pre­sen­cia y sim­pa­tía brin­dán­do­le a Pai­ge la gran opor­tu­ni­dad en el tor­neo que deci­di­rá su destino.

En suma, esta come­dia de nobles sen­ti­mien­tos que a tra­vés del depor­te trans­por­ta al espec­ta­dor en un via­je más emo­cio­nal que físi­co, es sufi­cien­te­men­te entre­te­ni­da para atraer al gran públi­co, ya sea que guar­de o no afi­ni­dad con la lucha libre. Jor­ge Gutman

La Últi­ma Espo­sa del Rey

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

THE LAST WIFE. Autor: Kate Hen­nig – Direc­ción: Eda Hol­mes — Elen­co: Mikae­la Davies, Dia­na Don­nelly, Ales­san­dro Gabrie­lli, Robert Per­si­chi­ni, Anne-Marie Saheb y Antoi­ne Yared —  Musi­ca de los Com­po­si­to­res: Anna Atkin­son y Ale­xan­der MacS­ween Esce­no­gra­fía y Ves­tua­rio: Michael Gian­fran­ces­co – Ilu­mi­na­ción: Andrea Lundy Dura­ción: 2 horas 30 minu­tos (inclu­yen­do entre­ac­to) — Repre­sen­ta­cio­nes: has­ta el 3 de Mar­zo de 2019 en el Cen­taur Theatre

Robert Per­si­chi­ni y Dia­na Don­nelly (Foto: Andrée Lanthier)

Esta obra de la dra­ma­tur­ga y actriz cana­dien­se Kate Hen­nig no pue­de resul­tar más opor­tu­na; así, en la épo­ca actual en que el empo­de­ra­mien­to feme­nino adquie­re con­si­de­ra­ble vigor al demos­trar cómo la mujer pue­de y está a la altu­ra de su con­tra­par­te mas­cu­li­na, Hen­nig abor­da a Kathe­ri­ne Parr, la últi­ma espo­sa del monar­ca Henry VIII, des­ta­can­do sus logros como rei­na con­sor­te de Ingla­te­rra median­te su deci­di­da deter­mi­na­ción, inte­li­gen­cia y prag­ma­tis­mo en su con­vi­ven­cia con el sobe­rano. El méri­to de la auto­ra es no haber con­ce­bi­do la pie­za como un dra­ma his­tó­ri­co al haber sus­traí­do a los per­so­na­jes de la reale­za del siglo 16 de su torre de mar­fil para ilus­trar en cam­bio su dimen­sión huma­na en la diná­mi­ca fami­liar establecida.

La acción que comien­za en Ingla­te­rra en 1543 duran­te el perío­do en que rei­na Henry VIII (1509- 1547), intro­du­ce en su comien­zo a Kathe­ri­ne, cuyo segun­do espo­so John Nevi­lle, se encuen­tra a pun­to de morir; en su hogar reci­be la visi­ta de su aman­te Tho­mas Sey­mour ‑cuña­do del monar­ca ya que su her­ma­na Jane Sey­mour había sido su ter­ce­ra cón­yu­ge y murió a los pocos días de haber naci­do Edward (Eddie)- quien está apa­sio­na­da­men­te ena­mo­ra­do de ella. De inme­dia­to irrum­pe el rey quien intere­sa­do en unir­se sen­ti­men­tal­men­te a Kathe­ri­ne, al ver a Tho­mas e intu­yen­do que es su rival le asig­na un pues­to en Holan­da don­de podrá retor­nar a Ingla­te­rra cada 3 meses.

Sor­pren­di­da por el inte­rés que le demues­tra el monar­ca, Kathe­ri­ne que siem­pre ha sido una mujer inde­pen­dien­te y segu­ra de sí mis­ma, no tie­ne nin­gún res­que­mor de impo­ner­le con­di­cio­nes para acep­tar­lo como espo­so, entre las mis­mas se encuen­tran aspec­tos vin­cu­la­dos a cuán­do y cómo man­ten­drán sus ínti­mas rela­cio­nes con­yu­ga­les. Igual­men­te en esta gra­cio­sa esce­na ella lle­ga a per­sua­dir­lo para que ade­más de que su hijo menor Edward sea su here­de­ro, sus otras dos hijas Mary ‑de su unión con su pri­me­ra mujer Cathe­ri­ne de Ara­gón- y Eli­za­beth ‑del matri­mo­nio con su segun­da espo­sa Anne Boleyn- no estén ausen­tes en la suce­sión del trono.

El elen­co com­ple­to (Foto: Andrée Lanthier)

Olvi­dan­do el con­tex­to his­tó­ri­co de fon­do, Hen­nig con­di­men­ta su rela­to con 6 per­so­na­jes que per­fec­ta­men­te podrían estar vivien­do en el pre­sen­te siglo. Así, ya sea por los atuen­dos uti­li­za­dos, y el len­gua­je emplea­do, todo hace supo­ner que el víncu­lo fami­liar de Henry, Kate, sus tres hijos y Tho­mas adquie­ren un toque abso­lu­ta­men­te moderno don­de los tópi­cos con­si­de­ra­dos son total­men­te rele­van­tes en la épo­ca actual.

Lo intere­san­te es apre­ciar cómo Kathe­ri­ne es capaz de mane­jar las rela­cio­nes de poder, con un mari­do que como sobe­rano se ha com­por­ta­do en for­ma tirá­ni­ca y cruel, sin adop­tar el papel de mujer sumi­sa o sub­yu­ga­da. Pero sobre todo es intere­san­te apre­ciar cómo la auto­ra ha resal­ta­do la per­so­na­li­dad de esta mujer ilus­tran­do el modo en que su actua­ción per­mi­te la recon­ci­lia­ción del rey con sus hijas y la mane­ra en que ella ha sabi­do fomen­tar una muy bue­na rela­ción con sus hijas­tros ganan­do su afec­to y cari­ño; al pro­pio tiem­po des­ta­ca óomo su inquie­tud inte­lec­tual le per­mi­te vol­car su voca­ción en la escri­tu­ra sien­do la pri­me­ra mujer en haber publi­ca­do en Ingla­te­rra un libro con su nombre.

Eda Hol­mes ha sabi­do apro­ve­char el inte­li­gen­te tex­to de Han­nig equi­li­bran­do sabia­men­te el dra­ma, humor, sar­cas­mo e iro­nía que emer­ge de su con­te­ni­do a tra­vés de una diná­mi­ca pues­ta escé­ni­ca y con la cola­bo­ra­ción de un entu­sias­ta elenco.

En el papel pro­ta­gó­ni­co Dia­na Don­nelly logra una exce­len­te carac­te­ri­za­ción de Kate demos­tran­do su fuer­te carác­ter y deter­mi­na­ción tra­tan­do de domar al tirá­ni­co monar­ca. A su lado Robert Per­si­chi­ni brin­da total con­vic­ción como Henry ofre­cien­do una de las esce­nas más gra­cio­sas de la pie­za cuan­do de rodi­llas le pro­po­ne matri­mo­nio a quien será su futu­ra espo­sa; el actor per­so­ni­fi­ca muy bien al enve­je­ci­do dés­po­ta que se encuen­tra con la hor­ma de su zapa­to fren­te a la mujer que resol­vió des­po­sar. Con una bri­llan­te carre­ra rea­li­za­da has­ta la fecha, el joven actor Ales­san­dro Gabrie­lli demues­tra que es uno de los más impor­tan­tes de su gene­ra­ción en la inter­ac­tua­ción de Eddie con los res­tan­tes per­so­na­jes y sobre todo con Kathe­ri­ne. Igual­men­te, tan­to Antoi­ne Yared como Tho­mas, Mikae­la Davies como Eli­za­beth y Anne-Marie Saheb como Mary ofre­cen satis­fac­to­rias prestaciones.

En esen­cia, Hen­nig con esta pie­za cele­bra inte­li­gen­te e inge­nio­sa­men­te el espí­ri­tu feme­nino a tra­vés de Kathe­ri­ne Parr quien abrió el camino para que futu­ras muje­res pudie­sen ser las for­ja­do­ras de su pro­pio des­tino sin tener que humi­llar­se o doble­gar su volun­tad ante nadie.

Los Pri­me­ros Años de un Genio

YOUNG PICAS­SO

El direc­tor bri­tá­ni­co Phil Grabsky ha veni­do ofre­cien­do en el trans­cur­so de los últi­mos años docu­men­ta­les que en impor­tan­tes expo­si­cio­nes refle­jan las obras de gran­des artis­tas jun­to con los tes­ti­mo­nios de cura­do­res, crí­ti­cos e his­to­ria­do­res del arte. En esta oca­sión, vuel­ve a hacer­lo con el docu­men­tal Young Picas­so don­de explo­ra los pri­me­ros años de Pablo Picas­so, con­si­de­ra­do como uno de los más gran­des y revo­lu­cio­na­rios pin­to­res de todos los tiem­pos. El pro­pó­si­to de Grabsky ha sido el de ilus­trar de que modo Picas­so lle­gó a for­mar­se como pin­tor; es así que brin­da un retra­to del artis­ta duran­te su pri­me­ra eta­pa de crea­dor para que cono­cien­do sus ini­cios, el públi­co atraí­do por el arte esté en mejo­res con­di­cio­nes de com­pren­der los tra­ba­jos rea­li­za­dos en el res­to de su extra­or­di­na­ria carre­ra profesional.

El film efec­túa la tra­yec­to­ria del artis­ta por Espa­ña duran­te sus años juve­ni­les siguien­do sus pasos en Mála­ga ‑don­de nació‑, Bar­ce­lo­na y París, luga­res que gra­vi­ta­ron fuer­te­men­te en su crea­ción artís­ti­ca. En lo con­cer­nien­te a la her­mo­sa ciu­dad cata­la­na don­de el pin­tor vivió gran par­te de su juven­tud, el docu­men­tal des­ta­ca la pre­sen­cia del famo­so Museo Picas­so que cobi­ja la mayor can­ti­dad de tra­ba­jos de su perío­do juve­nil como tam­bién el film per­mi­te efec­tuar un reco­rri­do por algu­nos luga­res de la ciu­dad vin­cu­la­dos con Picas­so; en ese sen­ti­do se enfo­ca el céle­bre res­tau­ran­te Els Qua­tre Gats don­de se reali­zó su pri­me­ra expo­si­ción indi­vi­dual, la Esco­la de la Llot­ja don­de estu­dió y la calle Avin­yó que en París le sir­vió de ins­pi­ra­ción para crear Les Demoi­se­lles d’ Avig­non (Las Seño­ri­tas de Avig­non), obra maes­tra en la his­to­ria del arte uni­ver­sal que reali­zó en 1907 a la tem­pra­na edad de 25 años.

Les Demoi­se­lles d’Avignon.(Foto: Brid­ge­man Images)

Ade­más de visi­tar tam­bién los Museos Picas­so de Mála­ga y París, el film ana­li­za deta­lla­da­men­te el Perío­do Azul, que se exten­dió des­de 1901 has­ta 1904 don­de ese color domi­na la varie­dad cro­má­ti­ca de sus pin­tu­ras, como así tam­bién el Perío­do Rosa que comen­zó en 1904 y se pro­lon­gó has­ta 1907 para de allí en más ini­ciar su expe­ri­men­ta­ción con el cubis­mo. Asi­mis­mo, el docu­men­tal refle­ja algu­nos aspec­tos de la vida tumul­tuo­sa del artista.

Fil­ma­do con meticu­losa pre­ci­sión, hay mucho para dis­fru­tar, apre­ciar y cono­cer en este docu­men­tal ilus­tran­do las razo­nes que con­du­je­ron a que este excep­cio­nal maes­tro de la pin­tu­ra logra­ra con­ver­tir­se en una de las figu­ras del arte más des­ta­ca­das, res­pe­ta­das, admi­ra­das y posi­ble­men­te la más popu­lar del siglo pasado.

Young Picas­so será pre­sen­ta­do en Cana­dá a tra­vés de las salas del cir­cui­to Cine­plex los días 24 y 27 de febre­ro, así como el 5, 7, 10, 15, 18 y 27 de mar­zo de 2019. Para infor­ma­ción adi­cio­nal sobre los cines que exhi­bi­rán el film y los hora­rios res­pec­ti­vos pre­sio­ne aquí  

Mis­te­rio­sos Visitantes

RÉPER­TOI­RE DES VILLES DIS­PA­RUES. Cana­dá, 2018. Un film escri­to y rea­li­za­do por Dénis Cȏté.

Con Réper­toi­re des villes dis­pa­rues, su oncea­va pelí­cu­la, Dénis Cȏté.se aden­tra en una his­to­ria fan­tás­ti­ca con la adap­ta­ción que efec­tuó de la nove­la homó­ni­ma de Lau­ren­ce Oli­vier. El atrac­ti­vo del film radi­ca en la ambi­güe­dad crea­da por el rea­li­za­dor que se pres­ta a diver­sas lecturas.

Robert Nay­lor

El esce­na­rio don­de la acción se desa­rro­lla es Iré­née-les-Nei­ges, un muy peque­ño pue­blo rural ubi­ca­do en la zona nór­di­ca de la pro­vin­cia de Que­bec; allí, en el mar­co de un ári­do invierno Simon Dubé, un joven de 21 años, mue­re en un acci­den­te auto­mo­vi­lís­ti­co. Aun­que no se sabe si la des­gra­cia acon­te­ci­da fue pre­me­di­ta­da o no, lo que tras­cien­de es la for­ma en que el lamen­ta­ble suce­so impac­ta a la pobla­ción que no supera las 215 almas. Entre las per­so­nas más afec­ta­das se encuen­tran su her­mano Jimmy (Robert Nay­lor), su padre (Jean-Michel Anctil) y su madre (Josée Des­chê­nes). Para apa­ci­guar el due­lo de los aldea­nos, su alcal­de­sa (Dia­ne Lava­llée) actúa como si fue­se una tera­peu­ta tra­tan­do de ate­nuar su trau­ma y mirar hacia ade­lan­te ya que la vida pro­si­gue su marcha.

Des­pués de algu­nos días, van sur­gien­do apa­ri­cio­nes mis­te­rio­sas que crean una atmós­fe­ra intri­gan­te a la vez que som­bría per­tur­ban­do a sus habi­tan­tes. ¿Se tra­ta de muer­tos resu­ci­ta­dos, espec­tros, silue­tas fan­tas­ma­gó­ri­cas o zom­bies que sutil­men­te desean apo­de­rar­se de la aldea?

De allí en más, la tra­ma cobra una dimen­sión fan­tás­ti­ca don­de los luga­re­ños tra­tan de pro­te­ger­se fren­te a extra­ños que pue­dan lle­gar a alte­rar el orden exis­ten­te e inclu­so diez­mar la esca­sa pobla­ción de la aldea has­ta hacer­la des­apa­re­cer. Ese com­por­ta­mien­to pue­de ser inter­pre­ta­do como una metá­fo­ra de la situa­ción actual rei­nan­te en don­de nume­ro­sos gobier­nos recha­zan la inmi­gra­ción resal­tan­do sus efec­tos nega­ti­vos. Una dife­ren­te inter­pre­ta­ción sería la de que fren­te a una ame­na­za o agre­sión poten­cial que afec­te a una comu­ni­dad, la mis­ma tra­ta de defen­der­se adop­tan­do una acti­tud solidaria.

Como resul­ta­do de lo expues­to Cȏté logra un dra­ma coral super­na­tu­ral de natu­ra­le­za inti­mis­ta que ade­más de estar muy bien cons­trui­do y actua­do se dis­tin­gue por su belle­za atmos­fé­ri­ca mer­ced a la remar­ca­ble foto­gra­fía de Fra­nçois Mes­sier-Rheault cap­tan­do el inmen­so pai­sa­je neva­do. Con un final deli­be­ra­da­men­te abier­to este logra­do film se pres­ta para que cada espec­ta­dor extrai­ga sus pro­pias con­clu­sio­nes. Jor­ge Gutman