La Secre­ta­ria y su Escritor

LONG SHOT. Esta­dos Uni­dos, 2019. Un film de Jonathan Levine

El impro­ba­ble encuen­tro de una alta fun­cio­na­ria de Gobierno con un perio­dis­ta sui gene­ris y las con­se­cuen­cias del mis­mo cons­ti­tu­ye el tema cen­tral de Long Shot, una come­dia polí­ti­ca­men­te román­ti­ca del rea­li­za­dor Jonathan Levine.

Para apre­ciar este film es nece­sa­rio dejar de lado la resis­ten­cia a la cre­di­bi­li­dad que ofre­ce su tra­ma; de este modo, el espec­ta­dor que se deje lle­var sin racio­na­li­zar dema­sia­do sobre lo que está vien­do es muy pro­ba­ble que dis­fru­te con las ocu­rren­cias gra­cio­sas con­ce­bi­das en el guión de Dan Ster­ling y Liz Hannah.

Char­li­ze The­ron y Set Rogen

Fred Flarsky (Seth Rogen) es un aven­tu­ra­do y des­en­fa­da­do perio­dis­ta de ideas libe­ra­les que no tie­ne empa­cho alguno en infil­trar­se en una orga­ni­za­ción de neo-nazis para hacer­se pasar por uno de sus inte­gran­tes con el pro­pó­si­to de tener la nota sen­sa­cio­na­lis­ta para su publi­ca­ción en el dia­rio en el cual tra­ba­ja. Cuan­do el perió­di­co es ven­di­do a un acé­rri­mo con­ser­va­dor (Andy Ser­kis), pre­fie­re renun­ciar aun­que que­de des­em­plea­do antes que doble­gar sus prin­ci­pios ideológicos.

Con­so­la­do y apo­ya­do por su gran ami­go Lan­ce (O’Shea Jack­son Jr.) por lo acon­te­ci­do, éste lo con­du­ce a una fies­ta de Manhat­tan don­de Fred avi­zo­ra la pre­sen­cia de Char­lot­te Field (Char­li­ze The­ron), la Secre­ta­ria de Esta­do de Esta­dos Uni­dos; en ese momen­to Fred recuer­da que a los 13 años ella, tres años mayor que él, fue su niñe­ra que lo cui­da­ba; al mis­mo tiem­po no se olvi­da que Char­lot­te le pro­du­jo una de sus pri­me­ras exci­ta­cio­nes sexua­les de pre­ma­tu­ro ado­les­cen­te cuan­do le dio un beso. Ese acon­te­ci­mien­to del pasa­do le per­mi­te al rea­li­za­dor ofre­cer una de las esce­nas más joco­sas del film.

Como Char­lot­te es invi­ta­da por el actual Pre­si­den­te (Bob Oden­kirk) a que se pre­sen­te como can­di­da­ta para las pró­xi­mas elec­cio­nes dado que él no desea pos­tu­lar­se, ella acep­ta la pro­pues­ta y deci­de uti­li­zar como estra­te­gia de lan­za­mien­to su cam­pa­ña de pro­tec­ción del medio ambien­te; pero para eso nece­si­ta a alguien que pue­da pre­pa­rar­le con­vin­cen­tes dis­cur­sos. ¿Quién mejor que Fred, para que le escri­ba los tex­tos, tenien­do en cuen­ta que ella que­dó gra­ta­men­te impre­sio­na­da al leer sus notas periodísticas?

De allí en más ambos comien­zan a tra­ba­jar con­jun­ta­men­te fren­te a la cons­ter­na­ción de los dos asis­ten­tes de la Secre­ta­ria (June Dia­ne Raphael y Ravi Patel), que no pue­den con­ce­bir que su jefa haya opta­do por una per­so­na de ves­ti­men­ta dema­sia­do infor­mal y des­co­me­di­da en la for­ma en que se expre­sa. Con el pro­pó­si­to de difun­dir sus ideas a nivel inter­na­cio­nal, Char­lot­te y su redac­tor visi­tan Esto­col­mo, Hanói, Bar­ce­lo­na, Bue­nos Aires, París y otros pun­tos del mun­do. El dia­rio y per­ma­nen­te víncu­lo pro­fe­sio­nal entre Char­lot­te y Fred gene­ra, como era pre­vi­si­ble, un acer­ca­mien­to romántico.

Levi­ne ha logra­do que la sáti­ra polí­ti­ca con refe­ren­cia a cier­tos pro­ta­go­nis­tas de la hora actual resul­te efi­caz; sin embar­go, la tran­si­ción hacia el terreno román­ti­co pue­de ser más cues­tio­na­ble en la medi­da que no se logra el com­ple­to equi­li­brio entre ambas historias.

De no haber media­do algu­nas situa­cio­nes sexua­les gro­tes­cas caren­tes de suti­li­dad, esta implau­si­ble his­to­ria habría resul­ta­do en una bri­llan­te come­dia. Con todo, sus hila­ran­tes gags, jugo­sos diá­lo­gos y un rit­mo diná­mi­co impre­so por Levi­ne en su narra­ción ate­núan la obje­ción apun­ta­da. Estos fac­to­res posi­ti­vos se refuer­zan por su cali­fi­ca­do elen­co, don­de se des­ta­can la ver­sa­ti­li­dad de Rogen y The­ron quie­nes carac­te­ri­zan­do a la sin­gu­lar pare­ja des­pa­re­ja per­mi­ten que el públi­co dis­fru­te con la muy bue­na com­po­si­ción logra­da de sus res­pec­ti­vos per­so­na­jes. Jor­ge Gutman