LETO. Rusia-Francia, 2018. Un film de Kirill Serebrennikov
Después de haber realizado The Student (2016), un drama basado en un fanático adolescente religioso, el realizador ruso Kirill Serebrennikov retorna con una película de naturaleza completamente diferente en Leto, una comedia con música de rock ambientada en la última década de la Unión Soviética.
La acción transcurre en Leningrado en el verano de 1981 en un marco donde la juventud rusa se contagia de la música rock y punk de Occidente, un género considerado de ideología capitalista para los que apoyan al régimen represivo de Brezhnev. Es allí donde se sale al encuentro de Mike Naumenco (Roma Zver), la gran estrella del rock liderando su banda Zoopark, quien está felizmente casado con Natasha (Irina Starshenbaum) y es padre de una bebita.
Un día en la playa, Mike se topa con dos aspirantes músicos de rock, donde uno de ellos es el joven Viktor Tsoi (Teo Yoo). Si bien Natasha se encuentra platónicamente interesada en la enigmática personalidad de Viktor sin que realmente exista un triángulo romántico, el relato se preocupa más de resaltar la relación existente entre el músico consagrado y su discípulo.
El film transmite con energía y entusiasmo el clima imperante en el escenario musical con los ajetreos propios que implican las grabaciones y conciertos que se van realizando como así también los altibajos personales y artísticos de los personajes en los momentos de alegría eufórica y en otros de frustración. Musicalmente, se asiste a las versiones de famosas tonadas como The Passenger de Iggy Pop y Psycho Killer de Talking Heads y otros hits con clara influencia de David Bowie, Lou Reed y Sex Pistols.
Con excepción de la música, no es mucho lo que realmente acontece en el relato y si hay algo objetable es que su contenido se vuelve repetitivo en una narración que se extiende más de lo debido. Con todo, el clima de época está muy bien captado y la rebeldía juvenil que anima a sus personajes está bien lograda.
Globalmente considerada, esta película de sabor nostálgico y muy bien filmada en blanco y negro constituye un tributo a una nueva generación de músicos que cambiaría el rumbo del rock n’ roll de la URSS.
Quiso el destino que Viktor Tsoi convertido en un famoso cantautor y cofundador del renombrado grupo musical Kino haya muerto en 1998 a los 28 años de edad como consecuencia de un accidente de automóvil. Jorge Gutman