LATE NIGHT. Estados Unidos, 2018. Un film de Nisha Ganatra
Resaltando la condición femenina en Late Night la directora Nisha Ganatra se interna en los entretelones de un programa televisivo de entretenimiento transmitido en horas nocturnas y animado por una mujer.
Emma Thompson anima con vehemencia a Katherine Newbury de 56 años de edad quien es la primera mujer de Estados Unidos que durante más de una década es la presentadora de un talk shaw (programa de entrevistas) difundido en la televisión en las últimas horas de la noche. De presencia carismática ante su audiencia, dueña de un fuerte temperamento, autoritaria y decididamente egocéntrica, ella ha sabido cómo conducir con mano firme a un grupo de jóvenes varones guionistas que siempre han obedecido sumisamente sus instrucciones.
El disparador del conflicto se produce cuando la presidenta del canal de televisión (Amy Ryan) le comunica a Katherine que a partir de la próxima temporada habrá otra persona que animará la audición debido a que últimamente se ha producido una sustancial caída del rating. Al dramático anuncio se une la circunstancia de que la anfitriona del programa es criticada por ser misógina y es por esa razón que para demostrar lo contrario Katherine decide tomar el toro por las astas solicitando a su productor (Denis O’Hare) que se ocupe de contratar a una mujer como libretista adicional a su equipo para tratar de dar nuevos bríos a su show.
La persona conchabada es Molly Patel (Mindy Kaling), una agradable joven de origen indio que hasta el presente trabajó en una planta química pero sin experiencia alguna en su nuevo cargo; como si se tratara de un sapo de otro pozo Molly se incorpora a la sala de redacción enfrentando a sus colegas masculinos donde debe ingeniárselas para demostrar que es lo suficientemente inteligente e imaginativa para competir con ellos.
La temática central de este film es interesante en cuanto intenta ilustrar la condición femenina vigente en el mercado de trabajo; sin embargo, después de la primera media hora de metraje, el relato comienza a diluirse, en gran parte debido al guión desnivelado de Mindy Kaling. Ciertamente hay tópicos importantes que se dejan entrever como sutiles prejuicios raciales existentes, la sombría perspectiva de perder el empleo a una edad madura así como el doble standard sexista prevaleciente en la era del #Me too; pero eso es presentado de manera desenfocada restando solidez al relato y sin lograr un significativo impacto A estas observaciones, cabe agregar que la historia resulta altamente predecible con un desenlace a todas luces complaciente.
Las muy buenas caracterizaciones de Thompson y Kaling en los roles protagónicos realzan el film así como también se destaca en un papel de apoyo John Lithgow como el marido enfermo de Katherine, aunque su personaje resulta un poco forzado dentro del marco de la narración.
Queda como resultado, una comedia con algunos momentos logrados pero sin ser suficientemente chispeante ni muy trascendente. Jorge Gutman