Revi­vien­do a Buñuel

BUÑUEL EN EL LABE­RIN­TO DE LAS TOR­TU­GAS. Espa­ña-Holan­da-Ale­ma­nia, 2018. Un film de Sal­va­dor Simó

Basa­do en la nove­la grá­fi­ca de Fer­nín Solis publi­ca­da en 2011, el novel direc­tor espa­ñol Sal­va­dor Simó recrea la géne­sis del docu­men­tal Las Hur­des, Tie­rra sin Pan que Luis Buñuel reali­zó en Espa­ña en 1933. A tra­vés de un tra­ba­jo de ani­ma­ción sen­ci­llo pero muy efec­ti­vo, Buñuel en el Labe­rin­to de las Tor­tu­gas es un film que fas­ci­na­rá a los ciné­fi­los admi­ra­do­res del gran cineasta.

BUÑUEL EN EL LABE­RIN­TO DE LAS TORTUGAS

Habien­do leí­do un tra­ba­jo escri­to en 1927 por Mau­ri­ce Legen­dre, Buñuel se sin­tió impul­sa­do en fil­mar un docu­men­tal en Las Hur­des, ubi­ca­da en la región de Extre­ma­du­ra de Espa­ña y con­si­de­ra­da en ese enton­ces la zona más depri­men­te y mise­ra­ble del país. Sin embar­go, des­pués del estreno de L’­ge d’Or (1930), su segun­do pro­vo­ca­ti­vo film surrea­lis­ta que sus­ci­tó un gran escán­da­lo en Fran­cia por par­te de las auto­ri­da­des reli­gio­sas, él no pudo lograr el finan­cia­mien­to nece­sa­rio para con­cre­tar su anhe­la­do pro­yec­to; feliz­men­te, el pin­tor y escul­tor anar­quis­ta Ramón Acín ‑que fue su gran ami­go- deci­dió sumi­nis­trar­le el dine­ro que había gana­do en un bille­te de lote­ría para que con­cre­ta­ra su propósito.

En con­se­cuen­cia, con el equi­po inte­gra­do por Buñuel (voz de Jor­ge Usón), Acín (voz de Fer­nan­do Ramos), el fotó­gra­fo Eli Lotar (voz de Cyril Corral) y el actor Pie­rre Unik (voz de Luis Enri­que de Tomás) comien­za el roda­je del film; median­te el mis­mo el direc­tor se pro­pu­so tes­ti­mo­niar las con­di­cio­nes des­hu­ma­ni­za­das de vida de los hur­da­nos ‑muchos de ellos sin siquie­ra tener la posi­bi­li­dad de lograr una roda­ja de pan‑, a fin de lograr un docu­men­to social que pudie­ra con­cien­ti­zar a la vez que impac­tar en la opi­nión pública.

El efi­caz guión de Simón y Eli­gio Mon­te­ro no solo per­mi­te que el públi­co par­ti­ci­pe de dife­ren­tes viñe­tas acae­ci­das duran­te el pro­ce­so de fil­ma­ción, sino tam­bién ilus­tra los demo­nios inter­nos del cineas­ta mani­fes­ta­dos en sus recuer­dos de infan­cia con su padre repro­ban­do sus actos y la mane­ra en que con­for­mó su per­so­na­li­dad. Ade­más de ilus­trar la gran amis­tad con Acín, el film refle­ja las esce­nas con­tem­pla­das por Buñuel en un esta­ble­ci­mien­to esco­lar pobla­do de niños huér­fa­nos, la mise­ria de los habi­tan­tes de la región uni­da a las enfer­me­da­des que allí pro­li­fe­ran y en gene­ral el pro­fun­do sen­ti­mien­to de pena que afli­ge al rea­li­za­dor fil­man­do esa tris­te reali­dad; sin duda Les Hur­des ha sido el tra­ba­jo pre­cur­sor de lo que sería años des­pués Los Olvi­da­dos (1950), una de sus obras maes­tras rea­li­za­das en México.

A pesar de su con­te­ni­do social no todo lo que se apre­cia en dicho docu­men­tal ha sido com­ple­ta­men­te real; así el des­ca­be­za­mien­to de un gallo y el fusi­la­mien­to de una cabra han sido efec­tua­dos para satis­fa­cer las exi­gen­cias de Buñuel. En últi­ma ins­tan­cia, el lamen­ta­ble mal­tra­to ani­mal no alte­ra el valor de Las Hur­des que con el tiem­po ha sido alta­men­te elo­gia­do por crí­ti­cos y renom­bra­dos direc­to­res de cine.

En el film de Simó cabe apre­ciar la inter­ca­la­ción de extrac­tos del cor­to­me­tra­je ori­gi­nal que se entre­mez­clan en la ani­ma­ción rea­li­za­da, sobre todo por­que al hacer­lo el direc­tor incor­po­ra mate­rial iné­di­to que Buñuel des­car­tó en el momen­to de efec­tuar su edición.

Ade­más de su nota­ble flui­dez, este bello docu­men­tal enri­que­ci­do con la exce­len­te músi­ca de Artu­ro Car­de­lús, cons­ti­tu­ye un mere­ci­do tri­bu­to a quien ha sido uno de los gran­des genios del cine como así tam­bién a Acín quien murió fusi­la­do por el fran­quis­mo en agos­to de 1936, pocas sema­nas des­pués del ini­cio de la gue­rra civil y un año antes de que Las Hur­des se estre­na­ra en París. Jor­ge Gutman