QUEEN & SLIM. Estados Unidos, 2019. Un film de Melina Matsoukas
En su debut cinematográfico la realizadora Melina Matsoukas considera el tema de la discriminación racial de Estados Unidos exponiendo el drama de dos afroamericanos que debido a una desafortunada situación se transforman en marginados de la ley.
La historia se centra en los dos personajes que dan título al film y comienza en Cleveland introduciendo a Queen (Jodie Turner-Smith) y Slim (Daniel Kaluuya), dos jóvenes que se han conocido a través de Tinder y que celebran su primer encuentro físico en un restaurante local. Cuando después de cenar él la conduce a su domicilio, un error menor de tránsito cometido en la ruta motiva a que un oficial de policía blanco (Sturgill Simpson) los detenga obligando a Slim a tener que bajarse del auto y ser revisado minuciosamente. El trato decididamente agresivo y brutal del policía hacia la pareja motiva a que en un momento dado por defensa propia Slim lo mate con su propia arma. Convencidos de que nunca recibirán un tratamiento justo por ser negros, Slim y Queen apresuradamente abandonan el lugar del crimen y a partir de allí comienza una huida que en cierta manera se asocia a la emprendida por Bonnie y Clyde.
El primero de los encuentros de la pareja se produce cuando el vehículo carece de combustible y un sheriif (Benito Martínez) trata de ayudarlos pero al ver que finalmente desconfía de ellos eso los obliga a proseguir la escapada. Posteriormente llegan a la casa del tío de Queen (Bokeem Woodbine), un veterano militar convertido en proxeneta y rodeado de su harem, quien les facilita el dinero necesario así como el coche para proseguir la fuga. En ese recorrido con destino hacia el sur para abordar la frontera, los fugitivos logran que algunos se solidaricen con su suerte como es el caso de un matrimonio blanco (Flea, Chloe Sevigny) tratando de protegerlos.
Valiéndose del guión de Lena Waithe, la realizadora resalta la división existente de la división de la sociedad americana; mientras que la población blanca a través de los medios de difusión considera a los prófugos como viles criminales, la comunidad afroamericana los ve como víctimas y los celebra como héroes. Si bien el tema central interesa, a medida que la narración avanza va tornándose desigual al nutrirse de ciertos episodios poco estructurados; en tal sentido el relato no siempre acierta con el tono apropiado al entremezclar el drama con romance y cierta dosis de suspenso de manera no muy cohesionada.
Sin agregar nuevas luces al tema de la violencia policial y al tratamiento diferente recibido por el color de la piel, cabe no obstante apreciar el esfuerzo de Matsoukas de reflejar la injusticia racial. Si bien el relato no alcanza a satisfacer plenamente, a su favor se destaca la buena actuación de su elenco, sobre todo el eficaz desempeño de Kaluuya y Turner-Smith en los roles protagónicos. Asimismo cabe distinguir la muy buena fotografía de Tat Radcliffe creando la ambientación atmosférica que esta historia requiere..Jorge Gutman