CHAMBRE 212. Francia-Bélgica-Luxemburgo, 2019. Un film escrito y dirigido por Christophe Honoré. 88 minutos
Aunque Chambre 212 es una ficción que en sus primeras escenas adopta un enfoque realista lo más apropiado es catalogarlo como una fantasía. Dentro de ese marco el guionista y realizador Christophe Honoré se ha sentido motivado para narrar una historia sentimental en donde su principal personaje se sumerge en un mundo mágico donde todo parece posible aunque no lo sea.
El relato se centra en María (Chiara Mastroianni), una mujer de poco más de 40 años que se desempeña como profesora universitaria. Aunque casada por espacio de dos décadas con Richard (Benjamin Biolay), no tiene reparo alguno en mantener relaciones con sus alumnos. Así cuando comprueba que Asdrúbal (Harrison Arévalo), uno de ellos, la engaña con una joven chica, retorna frustrada a su hogar donde Richard la aguarda; cuando él descubre a través de los mensajes de texto del celular de su esposa el adulterio que mantiene con Asdrúbal, María no atina a excusarse de la transgresión cometida puesto que en su apreciación un matrimonio honesto no sobrevive sin affaires extraconyugales. En consecuencia pocas horas después, mientras su marido duerme, ella se traslada a un hotel que se encuentra al frente del edificio donde reside ocupando la habitación 212 que da título al film. De allí en más la faceta realista del relato cede lugar a la imaginación con el encantamiento de María quien a través de su memoria avizora su pasado sentimental con sus diversos amantes a la vez que cavila sobre lo que el futuro podrá ofrecerle. Queda por ver qué es lo que ella habrá aprendido de la experiencia vivida en esa mágica noche con su posterior retorno a la inexorable realidad.
Como en varias de sus películas precedentes Honoré enfoca las relaciones de pareja tratando de considerar las variantes que puede asumir el amor. Pero el realizador de ningún modo pretende analizar seriamente la crisis de un matrimonio como lo enfocara Ingmar Bergman en Escenas de la Vida Conyugal (1973), Noah Baumbach en Marriage Story (2019) o bien en algunas de las comedias dramáticas de Woody Allen. Lo que aquí se aprecia es un vaudeville tendiente a entretener a la audiencia mediante una combinación escasamente coherente de realidad con fantasía. En última instancia las vicisitudes de una mujer libertina dispuesta a gratificarse sexualmente a despecho de mantener una relación conyugal, origina un relato nostálgico a la francesa que presentado bajo una pátina intelectual no es más que trivial.
A su favor, Honoré ha convocado a un elenco actoral de muy buen nivel comenzando por Mastroianni a quien le ha valido el premio a la mejor intérprete en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes de 2019; a su lado, además de Biolay se destacan, entre otros, Vincent Lacoste como el joven Richard y Camille Cottin animando a su profesora de piano.
En suma, he aquí un opus menor en la filmografía de este provocativo realizador.
Jorge Gutman