El TIFF en una Edi­ción Especial

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Como ya se ha anti­ci­pa­do, las cir­cuns­tan­cias espe­cia­les que actual­men­te se están vivien­do ha moti­va­do a que Came­ron Bai­ley y Joa­na Vicen­te ‑los co-direc­to­res del TIFF- hayan deci­di­do que esta 45ª edi­ción revis­ta carac­te­rís­ti­cas dife­ren­tes. Ade­más de haber redu­ci­do la pro­gra­ma­ción a poco más de 50 lar­go­me­tra­jes y 36 cor­tos, igual­men­te el núme­ro de espec­ta­do­res admi­si­bles en las salas está suje­to a las limi­ta­cio­nes impues­tas por las auto­ri­da­des de salud públi­ca de la pro­vin­cia de Ontario.

El fes­ti­val que comien­za el pró­xi­mo jue­ves con el film de Spi­ke Lee David Byr­ne’s Ame­ri­can Uto­pia y con­clu­ye el 20 de Sep­tiem­bre con A Sui­ta­ble Boy de Mira Nair, inclu­ye títu­los de impor­tan­tes rea­li­za­do­res que han sido selec­cio­na­dos por el can­ce­la­do Fes­ti­val de Can­nes así como otros que en estos días se están exhi­bien­do en el Fes­ti­val de Venecia.

Las pelí­cu­las serán exhi­bi­das en tres salas del TIFF Bell Light­box y en el Isa­bel Bader Thea­tre. Igual­men­te habrá exhi­bi­cio­nes en el Visa Sky­li­ne Dri­ve-In en City View el RBC Lake­si­de Dri­ve-In y en el West Island Open Air Cine­ma de Onta­rio Place.

Es impor­tan­te des­ta­car que en la pre­sen­te edi­ción habrá fil­mes que serán pre­sen­ta­dos en línea; eso per­mi­ti­rá que el públi­co pue­da pre­sen­ciar­los en la tele­vi­sión de sus hoga­res emplean­do Chro­me­cast o median­te la apli­ca­ción de un nue­vo meca­nis­mo digi­tal crea­do espe­cial­men­te para el Festival.

Al no haber habi­do has­ta la fecha exhi­bi­cio­nes para la pren­sa, a con­ti­nua­ción se ade­lan­ta el tema de 10 de las pelí­cu­las que se pre­sen­ta­rán en los pri­me­ros días del Fes­ti­val y que según el con­te­ni­do del catá­lo­go vir­tual des­pier­tan con­si­de­ra­ble expectativa.

180 Degree Rule (Irán)

Un con­flic­to fami­liar es el cen­tro de aten­ción de la novel rea­li­za­do­ra ira­ní Far­noosh Sama­di. En un guión que le per­te­ne­ce Sama­di ubi­ca la acción en Tehe­rán cen­tran­do la aten­ción en Sara (Sahar Dolatshahi) una muy que­ri­da maes­tra de escue­la que se apres­ta a con­cu­rrir con su mari­do Hamed (Pej­man Jamshi­di) y su peque­ña hija a una boda en el nor­te de Irán. Cuan­do por una obli­ga­ción labo­ral Hamed se ve impo­si­bi­li­ta­do de asis­tir, a pesar de que Sarah desea hacer­lo él no le otor­ga el con­sen­ti­mien­to para que reali­ce el via­je con la niña. Como con­se­cuen­cia de esa prohi­bi­ción ella con­ci­be un plan a fin de con­tra­rres­tar la auto­ri­dad de su cónyuge.

A tra­vés de su rela­to Sama­di con­si­de­ra entre otros aspec­tos la con­di­ción de la mujer ira­ní, las res­tric­cio­nes impues­tas por la tra­di­ción en el mar­co de la fami­lia y los con­flic­tos mora­les que pue­den pro­du­cir­se por las reglas esta­ble­ci­das que pue­den ser juz­ga­dos des­de opues­tos pun­tos de vista.

Beans (Cana­dá)

Duran­te 78 días del verano de 1990 un inusi­ta­do y dra­má­ti­co epi­so­dio cono­ci­do como “La Cri­sis de Oka” tuvo lugar en la pro­vin­cia de Que­bec. La raíz del gra­ve con­flic­to tuvo su ori­gen en el des­po­jo de tie­rras del que fue­ron obje­to dos comu­ni­da­des Mohawk; ese hecho pro­du­jo un enfren­ta­mien­to de la pobla­ción autóc­to­na con el Ser­vi­cio de Poli­cía Pro­vin­cial de Que­bec y el ejér­ci­to cana­dien­se con el lamen­ta­ble resul­ta­do de dos víctimas.

Ése es el telón de fon­do uti­li­za­do por la direc­to­ra nati­va Tra­cey Deer para narrar el pro­ce­so de madu­rez de Beans (Kia­wen­tiio), una niña Mohawk de 12 años que como exce­len­te estu­dian­te tra­ta de encon­trar su lugar en su comu­ni­dad; ade­más de atra­ve­sar las situa­cio­nes pro­pias de la ado­les­cen­cia ella sien­te el impac­to del racis­mo exis­ten­te impues­to por la cul­tu­ra blanca.

Begin­ning (Geor­gia-Fran­cia)

Para su pri­mer lar­go­me­tra­je la direc­to­ra Dea Kulum­be­gash­vi­li ha enfo­ca­do un tema que se desa­rro­lla en una leja­na aldea de Geor­gia don­de resi­den Yana (Iam­ze Sukhi­tash­vi­li), su espo­so David (Rati One­li) jun­to con su hijo. Ella es una misio­ne­ra de la agru­pa­ción Tes­ti­gos de Jeho­vá, cuyos miem­bros se des­en­vuel­ven en un medio hos­til, mayo­ri­ta­ria­men­te cris­tiano orto­do­xo. El con­flic­to se pro­du­ce cuan­do un gru­po extre­mis­ta ata­ca el tem­plo de la comu­ni­dad en medio de un ser­vi­cio reli­gio­so que­dan­do el modes­to lugar en rui­nas. Como resul­ta­do del aten­ta­do, Yana está obs­ti­na­da en lograr que se haga jus­ti­cia y para ello debe con­fron­tar al ofi­cial de poli­cía local (Kakha Kin­tsu­rash­vi­li), cuya acción gene­ra­rá dra­má­ti­cos even­tos. A tra­vés de esta estoi­ca mujer, la rea­li­za­do­ra ilus­tra las mise­rias que gen­te ino­cen­te debe sufrir fren­te a la into­le­ran­cia y supre­ma­cía de los due­ños del poder.

Good Joe Bell (Esta­dos Unidos)

El direc­tor neo­yor­kino Rei­nal­do Mar­cus Green narra la rela­ción exis­ten­te entre un padre y su hijo bajo espe­cia­les cir­cuns­tan­cias. Mark Wahl­berg carac­te­ri­za a Joe Bell, un típi­co machis­ta cuyo hijo ado­les­cen­te Jadin (Reid Miller) es gay; esa dife­ren­te orien­ta­ción sexual moti­va que le guar­de un resig­na­do ren­cor. La situa­ción se agra­va para Jadin al ser des­pia­da­da­men­te aco­sa­do por sus homo­fó­bi­cos com­pa­ñe­ros de escue­la. Cuan­do a la pos­tre Joe logra reco­no­cer los valo­res huma­nos de su hijo, él empren­de un via­je a tra­vés del país para crear con­cien­cia sobre los efec­tos noci­vos del bullying.

En su rela­to el rea­li­za­dor se ha vali­do del guión pre­pa­ra­do por Larry McMurtry y Dia­na Ossa­na quie­nes tam­bién fue­ron los guio­nis­tas del exce­len­te film Bro­ke­back Moun­tain (2005); con­se­cuen­te­men­te todo hace supo­ner que este dra­ma logra­rá cun­dir en el áni­mo del espectador.

I Care a Lot (Gran Bretaña)

El direc­tor y guio­nis­ta J Bla­ke­son ofre­ce un thri­ller abor­dan­do el abu­so de per­so­nas de edad avan­za­da por quie­nes tie­nen la res­pon­sa­bi­li­dad de pro­te­ger­las. Así se siguen las andan­zas de la fría y des­pia­da­da Mar­la Gray­son (Rosa­mund Pike) quien en su car­go de con­ser­va­do­ra legal jun­to con su cole­ga Fran (Eiza Gon­zá­lez) se dedi­can a esta­far a sus ancia­nos pacien­tes; pero las cosas adop­tan un giro ines­pe­ra­do cuan­do se las tie­nen que ver con Jen­ni­fer Jones (Dian­ne Wiest), la pró­xi­ma ancia­na a ser embau­ca­da cuya apa­rien­cia des­mien­te lo que en reali­dad es. A pesar de la serie­dad del tema, el rea­li­za­dor ha adop­ta­do un tono oscu­ra­men­te satí­ri­co para rela­tar esta amo­ral historia.

One Night in Mia­mi (Esta­dos Unidos)

En su debut como rea­li­za­do­ra en el lar­go metra­je, la actriz Regi­na King narra el encuen­tro fic­cio­nal man­te­ni­do en la habi­ta­ción de un hotel en Mia­mi en febre­ro de 1964 de Mal­com X (Kings­ley Ben-Adir), la estre­lla del fút­bol ame­ri­cano Jim Brown (Aldis Hod­ge), el can­tan­te y pia­nis­ta Sam Cooke (Les­lie Odom Jr.) y el boxea­dor Cas­sius Klay (Eli Goree) para cele­brar el triun­fo de este últi­mo como cam­peón mun­dial de peso pesa­do al derro­tar a Sonny Lis­ton en una tre­men­da pelea. Esta reu­nión dará lugar a que el gru­po afro­ame­ri­cano abor­de temas vin­cu­la­dos con los dere­chos civi­les y has­ta qué pun­to la fama adqui­ri­da por sus inte­gran­tes pue­de com­pen­sar la humi­lla­ción sufri­da por la raza negra.

Pen­guin Bloom (Aus­tra­lia)

El direc­tor aus­tra­liano Glendyn Ivin con­si­de­ra una emo­ti­va his­to­ria ori­gi­nal basa­da en un hecho real­men­te acon­te­ci­do. La talen­to­sa actriz Nao­mi Watts inter­pre­ta a Sam Bloom, una mujer que dis­fru­ta unas vaca­cio­nes con su fami­lia en Tai­lan­dia, has­ta el momen­to en que un dra­má­ti­co acci­den­te que casi le pro­vo­ca la muer­te la deja para­li­za­da. Al regre­sar a su hogar la vida cam­bia drás­ti­ca­men­te no solo para ella tra­tan­do de ajus­tar­se a su con­di­ción físi­ca sino tam­bién para su mari­do fotó­gra­fo (Andrew Lin­coln) y sus tres hijos.

La cri­sis fami­liar encuen­tra un solaz cuan­do los hijos res­ca­tan a un mal­tre­cho y des­am­pa­ra­do pája­ro tra­yén­do­lo al hogar y lla­mán­do­lo Pen­guin por el color de su plu­ma­je. El cui­da­do espe­cial que Sam le pro­di­ga al ave para recu­pe­rar­lo de su heri­da le sir­ve a ella como un impor­tan­te estí­mu­lo para encon­trar un nue­vo sen­ti­do a su existencia.

Pre­pa­ra­tions to be Together for an Unk­nown Period of Time (Hun­gría)

La escri­to­ra y direc­to­ra Lili Hor­vát en su segun­do lar­go­me­tra­je crea una intri­ga que en prin­ci­pio remi­te a Ver­ti­go (1958) de Alfred Hitch­cock. El rela­to se cen­tra en Már­ta (Nata­sa Stork), una neu­ro­ci­ru­ja­na hún­ga­ra de 39 años de edad que per­ma­ne­ció en Esta­dos Uni­dos duran­te dos déca­das. Al regre­sar a Buda­pest tra­ta de ubi­car a János (Vik­tor Bodó), un cole­ga médi­co al que ama y que lo había cono­ci­do en New Jer­sey; al pro­du­cir­se el reen­cuen­tro él insis­te en hacer­le ver que no sabe quién es ella. Sur­ge así la intri­ga por saber si efec­ti­va­men­te János está equi­vo­ca­do o si aca­so se tra­ta de una reac­ción neu­ro­ló­gi­ca de Már­ta ima­gi­nan­do algo inexistente.

The Dis­ci­ple (India)

Con el buen ante­ce­den­te de que Alfre­do Cua­rón es el eje­cu­ti­vo pro­duc­tor, este film de Chai­tan­ya Tam­ba­ne abor­da el arte de la músi­ca clá­si­ca de India. El argu­men­to gira en torno de Sha­rad Nerul­kar (Adit­ya Modak) quien se ha pro­pues­to lle­gar a ser un voca­lis­ta clá­si­co indio. Ini­cia­do a tra­vés de su padre en la músi­ca de su país, vuel­ca su devo­ción a tra­vés del tute­la­je de su exi­gen­te pro­fe­sor Guru­ji (Dr. Arun Dra­vid). Pero a medi­da que el tiem­po trans­cu­rre habrá que ver si Sha­rad posee la habi­li­dad nece­sa­ria para lograr la per­fec­ción musi­cal reque­ri­da por la com­ple­ja reali­dad del mun­do moderno..

The Father (Gran Bre­ta­ña)

Varios son los ele­men­tos que con­cu­rren a sus­ci­tar gran inte­rés en este film del direc­tor Flo­rian Zeller. En pri­mer lugar, aun­que se tra­te de su pri­mer lar­go­me­tra­je él ha sido elo­gia­do como escri­tor habien­do publi­ca­do varios libros, como así tam­bién en su con­di­ción de dra­ma­tur­go don­de su obra The Truth (2017) obtu­vo el pre­mio Oli­vier como mejor come­dia; pre­ci­sa­men­te su pie­za The Father (2012) es la que ha sido adap­ta­da para el cine. La segun­da impor­tan­te razón es que este film ha inte­gra­do la selec­ción ofi­cial del Fes­ti­val de Can­nes. No menos impor­tan­te es que el repar­to está enca­be­za­do por dos pres­ti­gio­sos acto­res del cine bri­tá­ni­co, don­de Sir Anthony Hop­kins ani­ma a un anciano que está per­dien­do sus facul­ta­des men­ta­les en tan­to que Oli­via Col­man inter­pre­ta a su hija que no pue­de seguir ocu­pán­do­se de él.

Todo pare­ce indi­car que se asis­ti­rá a un buen dra­ma psi­co­ló­gi­co sobre la demen­cia senil.

Para infor­ma­ción de los fil­mes a exhi­bir­se y la pro­gra­ma­ción hora­ria pre­sio­ne aquí

Nota: Todas las fotos han sido obte­ni­das por cor­te­sía del TIFF