Crónica de Jorge Gutman
SEIZE PRINTEMPS (Francia)
Una de las más agradables sorpresas de un festival es cuando se descubre nuevos valores capaces de revitalizar la cinematografía. Esto es lo que acontece con Suzanne Lindon, de apenas 20 años que es toda una revelación como directora, guionista y protagonista en su primer largometraje
Lindon da vida a su alter ego Suzanne, una adolescente de 16 años un tanto tímida y retraída proveniente de una familia de clase media que vive en París. Bien querida por sus padres (Frédéric Pierrot y Florence Viala) y su hermana mayor, no hay nada que en ese ámbito pueda afectarla. Apartándose de los clásicos problemas que surgen durante la transición adolescente, en este caso la joven directora no los considera aquí sino que el factor que motoriza a su relato es la casual atracción que despierta en ella Raphaél (Arnaud Valois), un actor de 35 años a quien llegó a divisar en su camino de la escuela hacia su hogar al pasar por la puerta del teatro donde actúa. Inducida por ella, prontamente se establece una aproximación entre ambos donde sus encuentros se producen en algunos cafés y caminatas. A través de gestos y de no muchas palabras entre los dos se establece una especial comunicación donde la diferencia de 19 años de edad que los separa parecería no existir. Para Suzanne ese acercamiento produce el primer sentimiento amoroso que brota de su cuerpo; en cuanto a él, que igualmente se enamora de ella, prefiere guardar la distancia necesaria, respetándola en todo momento y evitando que la pasión irrumpa en ese amor platónico.
Con poco diálogo, a través de observaciones precisas Lindon transmite elocuentemente la turbulencia, confusión, emoción y hasta cierto temor de Suzanne hacia una persona que más que la dobla en edad pero que la hace feliz aunque el vínculo romántico no llegue a consumarse. Con un final abierto, la inteligente realizadora demostrando una inusual madurez entrega una pequeña joya plena de ternura y poesía capaz de conformar enteramente al espectador. Siendo Lindon la hija de dos excelentes actores como lo son Vincent Llndon y Sandrine Kiberlain aquí podría aplicarse el refrán “De tal palo, tal astilla”.
ANOTHER ROUND (Dinamarca)
La cultura de la bebida alcohólica en Dinamarca es abordada por el conocido director danés Thomas Vinterberg en una historia que pretende divertir aunque el balance final resulte discutible.
El protagonista es Martin (Mads Mikkelsen), un profesor de historia de mediana edad en una escuela de enseñanza media de Copenhague; él ha llegado a una etapa de su vida donde se siente un tanto apagado, de escaso aliciente y sin la vitalidad necesaria de antaño; eso se refleja tanto en su actividad docente como también en su vida personal dado que como marido y padre de familia no demuestra mayor interés sobre lo que acontece en su hogar.
Su vida social se centra en la amistad que mantiene con Tommy (Bo Larsen), Peter (Lars Ranthe) y Nikolaj (Magnus Millang) quienes también son profesores de diferentes cátedras en el mismo establecimiento escolar. La rutina de Martin cambia a partir de una comida con sus amigos celebrando los 40 años de Nikolaj donde el festejado les hace saber que, según la teoría sustentada por el filósofo y psicólogo noruego Finn Skårderud, los seres humanos nacen con una deficiencia de alcohol en la sangre; por lo tanto él propone al grupo realizar un experimento consistente en no restringirse en el consumo de bebidas alcohólicas, para comprobar si realmente les habrá de suministrar mayor energía y vigor en lo que emprenden. Aunque reluctante al principio, Martín acepta la propuesta y comprueba que la bebida le permite mayor frescura y entusiasmo en la relación con sus alumnos, como así también revitalizar su matrimonio con su mujer Trine (María Bonnevie).
Hasta aquí el guión de Tobías Lindholm y de Vinterberg tiene la intención de amenizar con las andanzas de 4 inmaduros sujetos que tanto en el lugar de trabajo como fuera del mismo aprovechan sus encuentros para dar rienda suelta a la bebida con excesivas dosis de vino, whisky, vodka y champán, terminando a la postre borrachos. A partir de allí el desarrollo de la trama adquiere un carácter más serio; así, las consecuencias del desorbitado consumo de alcohol repercute negativamente en Martin produciendo la separación de su cónyuge y sus dos hijos adolescentes, como al propio tiempo esa peligrosa adicción adquiere connotaciones similares para los restantes amigos donde uno de ellos sufre un dramático percance.
La objeción que merece esta historia reside en su mensaje decididamente contradictorio. Por un lado ilustra claramente los efectos perniciosos de la drogadicción alcohólica; pero por el otro pareciera ofrecer una oda a la vida donde en la escena final los estudiantes del curso celebran su graduación escolar bailando y consumiendo alcohol. En todo caso, más allá de ignorar hacia dónde Vinterberg apunta con este film ‑que sin mayor profundidad fluctúa entre la comedia y el drama‑, cabe destacar la correcta realización y su buen elenco en donde Mikkelsen asumiendo el rol protagónico reafirma una vez más que es uno de los mejores actores de Europa.
MLK/FBI (Estados Unidos)
He aquí otro de los remarcables documentales presentados en esta edición del TIFF. El realizador Sam Pollard pasa revista a una de las etapas más oscuras de la historia americana del siglo pasado ilustrando cómo el gobierno trató de desprestigiar a Martin Luther King Jr.
A partir de la desclasificación de documentos del FBI el film reconstruye magníficamente el enfrentamiento de J. Edgar Hoover, quien durante 48 años ha sido el director de dicha agencia federal de investigación, con su enemigo más temible MLK. Esa animosidad comienza en 1956 cuando Luther King, el afroamericano ministro de la fe cristiana, como decidido activista persigue de manera pacífica que sus compatriotas de color adquieran los mismos derechos civiles que los blancos sin sufrir la inhumana discriminación existente de la época.
Dada la gravitación que MLK va adquiriendo en la medida que sus prédicas alcanzan amplia resonancia en Estados Unidos, Hoover considera que Luther King es una persona peligrosa para la nación, fundamentándose en el hecho de que él está apoyado por influyentes personas de ideología comunista. A través de importante material de archivo, entrevistas con algunas personalidades académicas como el historiador Beverly Gage y en especial Clarence Jones que fuera amigo personal de King, se demuestran los métodos nefastos de espionaje empleados por el FBI para desacreditar a su adversario. Sin embargo las maniobras de la agencia no logran disminuir la popularidad de MLK que alcanza su pico máximo con su más famoso discurso “I have a dream” de agosto de 1963 en el cual expresa su deseo de que la gente blanca y negra pueda coexistir armoniosamente; ese hito unido al Premio Nobel de la Paz obtenido en 1964 motiva a que un decepcionado y alarmado Hoover tuviera que recurrir a la extorsión denunciando su infidelidad conyugal. Como es bien sabido, la vida del apóstol del pacifismo llega a su fin a los 39 años al ser asesinado en abril de 1968 por un segregacionista blanco.
Este cautivante y bien construido documental puede que para muchos no agregue mucho a lo ya conocido; sin embargo su mensaje es importante para las nuevas generaciones. Teniendo en cuenta que hoy día la violencia racial hacia el afroamericano aún perdura ‑basta recordar el crimen de George Floyd de mayo pasado‑, este film es más que bienvenido a la vez que constituye un indirecto apoyo a la causa del loable movimiento “Black lives matter”.