Crónica de Jorge Gutman
He aquí el comentario de otros títulos adicionales de la selección
Deux (Francia-Luxemburgo-Bélgica)
En su primer trabajo de ficción el joven director italiano Filippo Meneghetti ofrece un melodrama cautivante sobre el amor oculto de dos mujeres que durante décadas se han amado y a pesar de haber querido permanecer unidas por diversos motivos no pudieron concretarlo.
En la hora actual Madeleine (Martine Chevalier) es una mujer viuda con dos hijos adultos quienes ignoran la larga relación mantenida por ella con Nina (Barbara Sukowa) que habita en París en un departamento frente al suyo. Las dos mujeres maduras están realizando planes para mudarse a Roma y vivir plenamente el resto de sus vidas pero un inesperado accidente cardiovascular de Madeleine la deja parcialmente inmóvil y sin habla. Es allí que surgirán las dificultades por parte de Nina quien queriendo cuidar de su amada se encuentra obstaculizada por la presencia de la hija (Léa Drucker) quien naturalmente asiste a su progenitora y solamente considera a esta mujer como una buena vecina.
Mediante el excelente guión de Meneghetti escrito con Malysone Bovorasmy, el realizador narra con profunda ternura el lazo que une a estas dos ancianas dispuestas a superar los prejuicios sociales como así también las limitaciones físicas para que el amor perdure en el crepúsculo de sus vidas.
Esta delicada así como audaz historia de secretos y mentiras se plasma en un bello poema romántico realzado por las maravillosas caracterizaciones brindadas por la veterana actriz alemana Sukowa y la estupenda intérprete del teatro francés que es Chevalier. Ciertamente, este es uno de los mejores filmes programados por el festival.
Police (Francia)
La rutina policial de tres agentes del orden trabajando en una comisaría de París es lo que se aprecia en este trabajo de la directora Anne Fontaine, sin que agregue algo diferente a lo ya tratado por el cine en otras oportunidades. Estructurada de manera curiosa, en su primera parte las escenas van repitiéndose según los puntos de vista de cada policía. Así se sabe que Virginie (Virginie Efira) es madre de un bebé y que a pesar de estar casada guarda muy buena relación con su colega Aristide (Omar Sy) no solamente profesional sino también de carácter íntimo; estando de él embarazada, se la ve gestionando el trámite para abortar. Por su parte Aristide es el prototipo del individuo machista aunque es sensible con su amante. El último del equipo es Erik (Grégory Gadebois), un hombre de mediana edad un tanto iracundo y con cierta inclinación a la bebida, quien no disimula su frustración por problemas conyugales.
Adaptado de la novela homónima de Hugo Boris, el guión de la directora y Claire Barré introduce tardíamente el factor que motoriza la esencia del film. Así, los tres agentes tienen como misión de transportar hasta el aeropuerto a Tohirov (Payman Maadi), un refugiado que será reportado a Tayikistán, su país de origen, donde ha sido torturado antes de llegar a Francia y en donde nada bueno le espera a su regreso. He aquí el conflicto moral que surge en el trío sobre si cumplir con la misión encomendada o tratar de liberarlo para evitar su repatriación. Aunque esta disyuntiva ofrece suficiente campo para el suspenso y la emoción, su irrealista resolución afecta la credibilidad del relato.
La directora ofrece un drama que encuentra su mayor aliento en el muy buen desempeño de Efira, Sy y Gadebois y en los satisfactorios diseños de producción.
La face cachée du baklava (Canadá)
Esta comedia tiene como propósito describir el comportamiento de la comunidad libanesa a través de la descripción de una familia de clase media, sus parientes y amigos que viven en Montreal. No obstante que su directora y guionista Maryanne Zéhil nacida en Beirut sienta afecto por sus compatriotas, el retrato que efectúa de los mismos deja que desear.
El principal personaje es Houwayda (Claudia Ferri) una mujer libanesa casada con Pierre (Jean Nicolas Verreault), oriundo de Quebec. Ambos llevan una armoniosa vida conyugal y están a cinco días de distancia para viajar a París con la intención de residir un año. Los planes se ven alterados con la aparición de Joélle (Raia Jaidar), la excéntrica y alocada hermana de Houwayda, quien descaradamente se entromete en su vida. A todo ello, Houwayda está preparando un desayuno-almuerzo (brunch) para los suyos a realizarse un día antes de la programada partida.
Lo que podía haber sido una agradable comedia multicultural reseñando las costumbres y valores de libaneses canadienses y los contrastes entre ambas culturas, la directora recurre al empleo de trazos gruesos en una narración sin mayor sutileza que la desmerece. Lo que agrava el panorama es la manera caricaturesca en que presenta a sus personajes con el propósito de generar hilaridad. Con situaciones forzadas nutridas de diálogos insulsos, el resultado es un film muy mediocre que poco favor le hace a la noble colectividad libanesa de Montreal.
Le miracle de saint inconnu (Marruecos-Francia-Qatar)
Mediante un lenguaje sencillo y sin mayor pretensión, el joven director marroquí Alaa Eddine Aljem propone una historia en la que se entremezcla la religión, la espiritualidad y la codicia personal.
En un desértico lugar pleno de arenas y dunas en el sur de Marruecos, el ladrón Amine (Younes Bouab) antes de ser capturado por la policía, trepa una colina para enterrar una cuantiosa suma de dinero. Cuando años más tarde sale de la prisión encuentra que en ese escondite se ha construido un mausoleo que es concurrido por los habitantes de la aldea. El problema consiste en cómo recuperar el botín sepultado; para ello Amine recurre a la ayuda de Ahmed (Salah Bensalah) recién salido de la prisión.
Además del tema central, el satisfactorio guión del cineasta echa una mirada a algunos de los pintorescos aldeanos incluyendo el guardián nocturno del santuario (Abdelghani Kitab) acompañado de su fiel perro, el barbero que también es dentista (Ahmed Yarziz), el recién llegado médico (Anas El Baz) y su enfermero (Hassan Ben Bdida).
Haciendo gala de un efectivo humor seco, Aljem considera un tópico serio que adoptando un tono liviano va reflejando cómo la ciega fe juega un rol importante en una sociedad tradicional hasta llegar a la veneración de un santo desconocido. Bien articulada e impecablemente narrada, el director ha logrado una encantadora fábula.