CITY HALL. Estados Unidos, 2020. Un film de Frederick Wiseman. 274 minutos. Visto en en línea en el Festival de Cine Documental que se está realizando en Montreal hasta el 2 de diciembre.(ridm.ca)
Con sus 90 primaveras, el extraordinario documentalista Frederick Wiseman ofrece en su último trabajo un magnífico retrato de la población de Boston, su querida ciudad natal.
Aunque el documental fue realizado entre los últimos meses de 2018 y 2019, lo que aquí se aprecia no puede resultar más oportuno. Eso viene al caso al considerar la inusitada polarización existente en Estados Unidos donde pareciera que la democracia ha quedado desnaturalizada; sin embargo, un flujo de aire fresco se asoma cuando Wiseman demuestra cómo la convivencia en Boston, más allá de las diferencias que pueden existir entre su gente, funciona muy bien a través de la férrea determinación de que la voluntad de la mayoría predomine.
Dentro del riguroso estilo que lo caracteriza, el cineasta se abstiene de efectuar entrevistas para lo que desea exponer; en cambio y contando con la valiosa ayuda de su camarógrafo John Davey adopta un tono observacional, tal como lo ha venido haciendo en la mayoría de su filmografía.
Como el título lo adelanta, el foco primario de atención es el ayuntamiento de la ciudad, aunque en las cuatro horas y media de metraje se aprecia mucho más que eso. Desde 2014 el progresista demócrata Martin J. Walsh de 53 años de edad lidera la alcaldía de la ciudad; así, durante los primeros 25 minutos se asiste a los diferentes problemas que él a diario debe encarar interactuando con su equipo colaborador donde su gran virtud es saber transmitir las ideas y su sapiencia en escuchar. Además de actuar en su despacho, Walsh entra en contacto con sus conciudadanos estableciendo con ellos una gran empatía a través de sus alocuciones, prestando atención a las inquietudes planteadas y tratando de buscar medidas para solucionarlas de la mejor manera posible. Al considerar el tema de las perniciosas adicciones, el alcalde remarca la importancia de la comunicación humana como medio de atenuarlas, transmitiendo su propia experiencia de alcohólico recuperado.
En otros aspectos del documental es importante destacar la manera en que Wiseman va reflejando el pulso de la ciudad a través de diferentes secuencias en las que se asiste a debates, asambleas y reuniones de diferente naturaleza. Entre las mismas, se aprecia a veteranos de guerra relatando sus experiencias, un encuentro de agentes policiales, un inspector municipal visitando un edificio en plena construcción, conductores tratando de clarificar y evitar el pago de multas en la oficina de reclamos por indebido estacionamiento, una boda entre mujeres, un comité escolar discutiendo sobre la conveniencia de ampliar una escuela de enseñanza media para incrementar el número de alumnos discapacitados, el desfile citadino festejando la victoria del célebre equipo de béisbol Boston Red Sox, o bien una comida de Thanksgiving para los necesitados. Uno de los momentos de mayor impacto tiene lugar durante una reunión en la que los residentes de un humilde distrito de la ciudad se oponen con firmeza a los dueños de una franquicia de cannabis dispuestos a solicitar un permiso para operar en ese medio.
El propósito de Wiseman no es el de ofrecer una visión rosada de la capital de Massachusetts; dentro de un cambio demográfico registrado en las últimas décadas donde la población latina y de otras minorías étnicas adquiere mayor preponderancia, persisten algunos de los males que afectan igualmente al resto del país en materia de tensión racial, desigualdad en la distribución del ingreso así como la diferencia de genero existente en la remuneración salarial. Por todo ello, la gestión del popularísimo alcalde es la de predicar y tomar acción para mejorar esos problemas a fin de que su ciudad llegue a ser un modelo de integración racial, igualdad en materia socio-económica y equiparación sexual.
Esencialmente, Wiseman demuestra cómo se consolida una legítima democracia tomando como ejemplo la actuación de Walsh; al hacerlo, el eminente documentalista ofrece al público una clase magistral de educación cívica. Jorge Gutman