Demen­cia Senil

THE FATHER. Gran Bre­ta­ña-Fran­cia, 2020. Un film de Flo­rian Zeller. 97 minutos.

Habien­do sido elo­gia­do como escri­tor, Flo­rian Zeller tam­bién ha logra­do gran éxi­to como dra­ma­tur­go; así su obra The Truth (2017) obtu­vo el pre­mio Oli­vier como mejor come­dia, pero pre­via­men­te The Father (2012) ha sido aplau­di­da al expo­ner con gran luci­dez un dra­ma psi­co­ló­gi­co sobre la demen­cia senil. Es pre­ci­sa­men­te esta pie­za la que su autor deci­dió tras­la­dar­la al cine. Ubi­cán­do­se por pri­me­ra vez detrás de la cáma­ra, Zeller obtie­ne un ópti­mo resul­ta­do; eso es debi­do a su habi­li­dad de haber logra­do que el film ocul­te par­cial­men­te su ori­gen tea­tral y ade­más por­que con­tó con las excep­cio­na­les actua­cio­nes de Anthony Hop­kins y Oli­via Colman.

Anthony Hop­kins

El muy buen guión pre­pa­ra­do por el rea­li­za­dor jun­ta­men­te con el renom­bra­do dra­ma­tur­go bri­tá­ni­co Chris­topher Ham­pton, intro­du­ce en las pri­me­ras imá­ge­nes al octo­ge­na­rio Anthony (Hop­kins) en su piso lon­di­nen­se; a tra­vés de su ros­tro y mira­da deno­ta haber per­di­do la memo­ria por lo que nece­si­ta del cui­da­do de alguien que lo atien­da. Al ser visi­ta­do por su devo­ta hija Anne (Col­man), ella se mues­tra frus­tra­da por­que las per­so­nas emplea­das para cui­dar­lo deja­ron de hacer­lo debi­do a su difí­cil carác­ter como enfer­mo. De allí que a pesar de su insis­ten­cia de que él pue­de mane­jar­se por sí mis­mo, su hija ha con­tra­ta­do a Lau­ra (Imo­gen Poots) una nue­va enfer­me­ra, don­de en prin­ci­pio pare­ce que todo podrá mar­char bien. Asi­mis­mo, Anne le hace saber que ella se muda­rá a París con su pare­ja y que ven­drá a visi­tar­lo duran­te los fines de sema­na; de allí la impor­tan­cia de que en su ausen­cia, él sea debi­da­men­te super­vi­sa­do por Laura.

Este dra­ma se dis­tin­gue de otros que el cine ha tra­ta­do sobre el mis­mo tópi­co en la medi­da que en su mayor par­te enfo­ca la visión de lo que acon­te­ce en la men­te del anciano. Tenien­do en cuen­ta los pro­ble­mas de Anthony en su per­cep­ción del tiem­po y del espa­cio así como en su pér­di­da par­cial de las habi­li­da­des cog­ni­ti­vas, la tra­ma cede espa­cio a un ver­da­de­ro cru­ci­gra­ma psi­co­ló­gi­co ya que no se pue­de afir­mar si lo que él avi­zo­ra es real o pro­duc­to de su ima­gi­na­ción. Pre­ci­sa­men­te en esa ambi­güe­dad resi­de uno de los aspec­tos más cau­ti­van­tes de esta his­to­ria a fin de que el espec­ta­dor lo dilu­ci­de por sí mismo.

Lo impor­tan­te de este film es el de per­mi­tir que uno se sumer­ja en la psi­quis del afec­ta­do y pue­da cabal­men­te cap­tar su des­orien­ta­ción así como la deso­la­ción que lo inva­de. La carac­te­ri­za­ción que Hop­kins efec­túa de Anthony es abso­lu­ta­men­te fas­ci­nan­te; si bien a lo lar­go de su fruc­tí­fe­ra carre­ra él ha logra­do mara­vi­llar al públi­co, aquí se supera a sí mis­mo como el ati­bo­rra­do y vul­ne­ra­ble padre que con inusi­ta­do rea­lis­mo va atra­ve­san­do por dife­ren­tes esta­dos emo­cio­na­les has­ta cul­mi­nar en una anto­ló­gi­ca esce­na final.

Aun­que Col­man ya ha dado sobra­das mues­tras de su cali­dad de intér­pre­te, aquí nue­va­men­te reafir­ma sus con­di­cio­nes como la que­ri­da hija que a tra­vés de su expre­sión facial no pue­de ocul­tar su pena al com­pro­bar cómo su pro­ge­ni­tor va per­dien­do sus facul­ta­des men­ta­les; la total auten­ti­ci­dad con que ella se apro­pia de su per­so­na­je moti­va a que la audien­cia olvi­de que está con­tem­plan­do a una actriz. En pape­les de apo­yo ade­más de Poots igual­men­te se des­ta­can Rufus Sewell, Oli­via Williams y Mark Gatiss

Como un per­so­na­je invi­si­ble del film es la acer­ta­da músi­ca del com­po­si­tor ita­liano Ludo­vi­co Einau­di quien a tra­vés de la ban­da sono­ra inclu­ye dos her­mo­sos temas del arte líri­co; uno de los mis­mos es el aria Cas­ta Diva de la ópe­ra Nor­ma de Belli­ni y el otro es Je crois enten­dre enco­re de la ópe­ra Les Pécheurs de Per­les de Geor­ges Bizet.

Sin recu­rrir a gol­pes bajos, Zeller ofre­ce un impe­ca­ble a la vez que angus­tio­so cua­dro expo­nien­do cómo un ser humano pue­de desin­te­grar­se cuan­do su luci­dez va des­apa­re­cien­do. Con su impe­ca­ble pues­ta escé­ni­ca, este film cons­ti­tu­ye un exce­len­te ante­ce­den­te para el novel cineasta.

Por sus indis­cu­ti­bles méri­tos, The Father ha sido nomi­na­do por la Aca­de­mia de Holly­wood para los pre­mios Oscar 2021 en varias cate­go­rías: mejor film, mejor actor (Hop­kins), mejor actriz de repar­to (Col­man), mejor guión adap­ta­do (Zeller y Ham­pton), mejor edi­ción (Yor­gos Lam­pri­nos) y mejor dise­ño de pro­duc­ción (Peter Fran­cis y Cathy Feathers­to­ne). Jor­ge Gutman