Car­men

UNA AMBI­CIO­SA PRO­DUC­CION DE LA ODM 

La com­pa­ñía líri­ca Ope­ra de Mon­tréal (ODM) pre­sen­ta en línea la céle­bre ópe­ra Car­men de Geor­ges Bizet que fue repre­sen­ta­da en la sala Wil­frid-Pelle­tier en mayo de 2019.

Esta ópe­ra que tuvo su estreno mun­dial el 3 de mar­zo de 1875 en la Ópe­ra Cómi­ca de París reci­bió casi en su tota­li­dad crí­ti­cas adver­sas; para­dó­ji­ca­men­te, al poco tiem­po se con­vir­tió en una de las más acla­ma­das y popu­la­res del mundo.

El libre­to de Hen­ri Meilhac y Ludo­vic Halevy está basa­do en la nove­la homó­ni­ma de Pros­per Meri­mée aun­que en su trans­po­si­ción líri­ca, Car­men apa­re­ce mucho más idea­li­za­da. La acción que trans­cu­rre en Sevi­lla en 1820, se cen­tra en el per­so­na­je titu­lar, una sen­sual gita­na de fuer­te tem­pe­ra­men­to que cau­ti­va al bri­ga­dier Don José; la infa­tua­ción que él sien­te por ella moti­va a que deje a su novia Micae­la, para de este modo seguir los pasos de la bella seduc­to­ra, deser­tan­do del ejér­ci­to y unién­do­se a un gru­po de con­tra­ban­dis­tas. El espí­ri­tu libre de Car­men hará que el vibran­te roman­ce no dure mucho debi­do a que ella deci­de dejar­lo para unir­se al tore­ro Esca­mi­llo; los celos de don José y la pasión que le con­su­me lo impul­sa­rán a matarla.

La ins­tru­men­ta­ción de Bizet se carac­te­ri­za por su soli­dez, bri­llo y fun­da­men­tal­men­te por su mar­ca­da intui­ción musi­cal. Ade­más de la mara­vi­llo­sa orques­ta­ción de ober­tu­ra, su brio­so pre­lu­dio, el coro de las ciga­rre­ras, la haba­ne­ra, la músi­ca inclu­ye arias tan meló­di­cas y famo­sas como L’a­mour est un oiseau rebe­lle, La fleur que tu m’a­vais jetée y la popu­la­rí­si­ma can­ción Torea­dor en gar­de. La cul­mi­na­ción dra­má­ti­ca de la par­ti­tu­ra de Bizet se con­den­sa en el inten­so dúo C’est toi, c’est moi, como pre­lu­dio del dra­ma final.

La ambi­cio­sa pro­duc­ción de la ODM ha sido calu­ro­sa­men­te aplau­di­da cuan­do fue repre­sen­ta­da como cie­rre de la exi­to­sa tem­po­ra­da 2018 – 2019. Casi 400 per­so­nas han esta­do impli­ca­das en su rea­li­za­ción, tan­to los arte­sa­nos ubi­ca­dos detrás del esce­na­rio como solis­tas, coris­tas, músi­cos, bai­la­ri­nes, extras y téc­ni­cos. Para extraer la máxi­ma rique­za con­te­ni­da en esta ópe­ra, Michel Beau­lac, direc­tor artís­ti­co de la ODM, y Patrick Corri­gan, direc­tor gene­ral de la ODM, han con­ta­do con la par­ti­ci­pa­ción de Char­les Bina­mé para que se encar­ga­ra de la pues­ta escé­ni­ca; al pro­pio tiem­po, ha adap­ta­do algu­nos de los diá­lo­gos de la obra. El pres­ti­gio­so cineas­ta de Que­bec en su pri­me­ra incur­sión en el cam­po líri­co ha efec­tua­do duran­te más de un año un minu­cio­so tra­ba­jo de explo­ra­ción de los per­so­na­jes con los solis­tas que habrían de carac­te­ri­zar­los logran­do de este modo una total com­pe­ne­tra­ción de los mismos.

Den­tro de un elen­co inte­gra­do com­ple­ta­men­te por can­tan­tes cana­dien­ses, la mez­zo-soprano Kris­ta de Sil­va inter­pre­ta el rol titu­lar, en tan­to que el tenor Antoi­ne Bélan­ger, carac­te­ri­za al bri­ga­dier Don José.  En los prin­ci­pa­les pape­les de repar­to el barí­tono Chris­topher Dunham encar­na al tore­ro Esca­mi­llo y la soprano Fran­ce Belle­ma­re, des­pués de su exio­so debut en el Metro­po­li­tan Ope­ra de Nue­va York, can­ta el papel de la dul­ce e ino­cen­te Micae­la. El repar­to se com­ple­ta con las actua­cio­nes de los barí­to­nos bajos César Naasy y Ale­xan­dre Syl­ves­tre, el tenor Éric Thé­riault,

El maes­tro Alain Tru­del, tuvo a su car­go la direc­ción de la Orques­ta Metro­po­li­ta­na en esta ver­sión total­men­te iné­di­ta y que­be­quen­se de Car­men. Así, ade­más de par­ti­ci­par como direc­tor musi­cal de esta pro­duc­ción ha com­pues­to inter­lu­dios musi­ca­les para apo­yar los diá­lo­gos de la obra. El Coro de la Ope­ra de Mon­treal, y los coris­tas de los Petits chan­te­ur du Mont-Royal, así como nume­ro­sos bai­la­ri­nes y extras, par­ti­ci­pan igual­men­te en esta espec­ta­cu­lar producción.

Car­men es can­ta­da en su ver­sión ori­gi­nal fran­ce­sa con sobre­tí­tu­los en fran­cés e inglés y será difun­di­da a tra­vés de la fil­ma­ción rea­li­za­da por Pie­rre y Fran­co­is Lamou­reux.  Se podrá ver a par­tir del 19 de mar­zo de 2021 (19h), al pre­cio de 19,99 $ (más impues­tos) y per­ma­ne­ce­rá en línea por espa­cio de un año has­ta el 19 de mar­zo de 2022 (23h59). Para infor­ma­ción adi­cio­nal pre­sio­ne aquí.

Una Inma­cu­la­da Voz

THE HUMAN VOI­CE / LA VOZ HUMA­NA  Espa­ña, 2020. Un film escri­to y diri­gi­do por Pedro Almo­dó­var. 30 minutos

Des­pués de su triun­fo con Dolor y Glo­ria (2019), Almo­dó­var retor­na con otro gran logro en la adap­ta­ción muy per­so­nal que reali­zó de la pie­za La voix humai­ne con­ce­bi­da en 1930 por el inol­vi­da­ble poe­ta Jean Cocteau.

No obs­tan­te tra­tar­se de un cor­to­me­tra­je que es el pri­me­ro que rea­li­za en inglés, Almo­dó­var ofre­ce en su media hora de dura­ción una peque­ña gran joya. Como bien es sabi­do, la mayor par­te de su fil­mo­gra­fía está con­sa­gra­da a la mujer y en este caso nue­va­men­te uti­li­za el con­te­ni­do del tex­to para bucear en el alma feme­ni­na, per­mi­tien­do que el espec­ta­dor que­de deslumbrado.

Til­da Swinton

Ambien­tan­do la acción en la ciu­dad de Madrid a la hora actual, el rea­li­za­dor intro­du­ce un pró­lo­go deci­di­da­men­te inno­va­dor don­de se obser­va a la mujer (Til­da Swin­ton) entrar a una ferre­te­ría para com­prar un hacha y un bidón de gaso­li­na, sien­do aten­di­da por su ven­de­dor (Agus­tín Almo­dó­var). Pos­te­rior­men­te ella es cap­ta­da en su bien amo­bla­do depar­ta­men­to don­de se la nota impa­cien­te, ner­vio­sa y expre­san­do el sen­ti­mien­to de sole­dad e incer­ti­dum­bre por­que su aman­te con quien ha com­par­ti­do su vida duran­te cua­tro años ha deci­di­do dejar­la; en tan­to, ella obser­va las male­tas con su ropa que él debe pasar a reco­ger, habien­do trans­cu­rri­do tres días sin que él se hicie­ra pre­sen­te, oca­sión en que ten­dría lugar la des­pe­di­da. Acom­pa­ña­da por su perro ‑sin duda mag­ní­fi­ca­men­te amaestrado‑, la expre­sión del ani­mal pare­ce cap­tar lo que a ella le está aconteciendo.

Cuan­do final­men­te su celu­lar sue­na, allí comien­za su dra­má­ti­co diá­lo­go que en reali­dad se tra­ta de un monó­lo­go por­que sola­men­te se per­ci­be la voz de ella dado que no se escu­cha lo que su invi­si­ble inter­lo­cu­tor le res­pon­de del otro lado de la línea. Es allí que ella abre deses­pe­ra­da­men­te su cora­zón tra­tan­do de recu­pe­rar vana­men­te el amor de su amante.

El tra­ba­jo de Til­da Swin­ton es nada menos que hip­nó­ti­co y pue­de muy bien ser com­pa­ra­do con las gran­des inter­pre­ta­cio­nes brin­da­das por la inol­vi­da­ble Anna Mag­na­ni en uno de los epi­so­dios del film de Rober­to Rose­lli­ni L’A­mo­re (1948) y la de Ingrid Berg­man rea­li­za­da para la tele­vi­sión por Ted Kot­cheff (1966). Con sus mira­das, ges­tos y movi­mien­tos Swin­ton mara­vi­llo­sa­men­te tra­du­ce las dife­ren­tes sen­sa­cio­nes que expe­ri­men­ta su per­so­na­je inclu­yen­do su melan­co­lía, ais­la­mien­to, silen­cios, cal­ma, deso­la­ción, impo­ten­cia, ira, locu­ra, has­ta desem­bo­car en un esta­do de catarsis.

Almo­dó­var disi­mu­la el ori­gen tea­tral de la obra para con­ver­tir­la en una inge­nio­sa crea­ción cine­ma­to­grá­fi­ca. Con su mag­ní­fi­ca pues­ta escé­ni­ca per­mi­te que el desa­rro­llo del rela­to cobre dina­mis­mo a tra­vés de los con­ti­nua­dos des­pla­za­mien­tos que la mujer rea­li­za en su depar­ta­men­to. Para ello ha con­ta­do con la inva­lo­ra­ble con­tri­bu­ción del fotó­gra­fo José Luis Alcai­ne quien median­te vívi­dos colo­res sigue los pasos de la pro­ta­go­nis­ta al pro­pio tiem­po que sos­la­ya­da­men­te su cáma­ra deja entre­ver algu­nos DVDs de Quen­tin Taran­tino y Dou­glas Sirk, así como cua­dros ado­sa­dos a la pared con las répli­cas de las pin­tu­ras de Arte­mi­sia Gen­ti­les­chi (Venus y Cupi­do), José de Madra­zo y Agu­do (Ale­go­ría del Invierno) y Alber­to Var­gas (Memoirs of Oli­ve).

Nue­va­men­te, el inte­li­gen­te man­che­go ha con­ta­do con la remar­ca­ble par­ti­ci­pa­ción del lau­rea­do com­po­si­tor Alber­to Igle­sias quien con­ci­bió una ban­da sono­ra que sir­ve de valio­so apo­yo a los vai­ve­nes aní­mi­cos y reac­cio­nes de la mujer.

Como pala­bras fina­les de este comen­ta­rio cabe agre­gar “Esti­ma­do Pedro, gra­cias por haber­nos pro­por­cio­na­do esta obra de arte”. Jor­ge Gutman

La Lucha por la Libertad

THE MAU­RI­TA­NIAN. Gran Bre­ta­ña-Esta­dos Uni­dos, 2020. Un film de Kevin Mac­Do­nald. 129 minutos.

Un tris­te epi­so­dio basa­do en un acon­te­ci­mien­to veraz acon­te­ci­do en la pri­sión de Guan­tá­na­mo es el que el rea­li­za­dor Kevin Mac Donald repro­du­ce en The Mau­ri­ta­nian basa­do en el dra­ma vivi­do por Moha­me­dou Ould Slahi que lo narra en su libro “Guan­ta­na­mo Diary”. A decir ver­dad, lamen­ta­ble­men­te hoy día no cau­sa mayor sor­pre­sa, la situa­ción que a tra­vés de los años innu­me­ra­bles pri­sio­ne­ros polí­ti­cos hayan sido alo­ja­dos en ese recin­to sin haber exis­ti­do evi­den­cias con­cre­tas de lo que se les acu­sa­ba; con todo, el ver refle­ja­do en la pan­ta­lla el caso de Slahi resul­ta suma­men­te patético.

Tahar Rahim

Si bien en sus pri­me­ros minu­tos la narra­ción ofre­ce cier­ta con­fu­sión, a medi­da que trans­cu­rre el rela­to va adqui­rien­do la soli­dez nece­sa­ria para com­pren­der cómo los hechos se han ido con­ca­de­nan­do. La acción comien­za en Mau­ri­ta­nia, país ubi­ca­do al este de Áfri­ca, dos meses des­pués del trá­gi­co 11 de sep­tiem­bre de 2001, cuan­do fun­cio­na­rios de la poli­cía local lle­gan al hogar de Slahi (Tahar Rahim) indi­cán­do­le que debe acom­pa­ñar­los a fin de ser inte­rro­ga­do por las auto­ri­da­des de Esta­dos Uni­dos; lo que pare­ce­ría impli­car una bre­ve ausen­cia, tal como se lo expre­sa a su madre, resul­ta el comien­zo de su cal­va­rio en el cen­tro de deten­ción de Guan­tá­na­mo a par­tir de sep­tiem­bre de 2002, pre­via pri­sión de 8 meses en Jor­da­nia. El arres­to es debi­do por­que el FBI supo­ne que él ha esta­do impli­ca­do en el acto terro­ris­ta neo­yor­kino. Los ele­men­tos en que se fun­dan es haber man­te­ni­do con­tac­to tele­fó­ni­co con su pri­mo per­te­ne­cien­te a al-Qae­da, y que ade­más duran­te sus estu­dios rea­li­za­dos en Ale­ma­nia, años antes al del ata­que de Nue­va York, man­tu­vo con­tac­to con un yiha­dis­ta de Yemen.

Valién­do­se del guión de M.B. Traen, Rory Hai­nes y Soh­rab Noshir­va­ni, el rea­li­za­dor enfo­ca su rela­to ilus­tran­do las deni­gran­tes téc­ni­cas de inte­rro­ga­ción apli­ca­das por el per­so­nal mili­tar de la infa­me cár­cel. A su vez, des­ta­ca los esfuer­zos rea­li­za­dos por la abo­ga­da Nancy Hollan­der (Jodie Fos­ter) quien, tra­ba­jan­do jun­to con su joven aso­cia­da Teri Dun­can (Shai­le­ne Wood­ley) en un gabi­ne­te jurí­di­co de New Mexi­co, está suma­men­te intere­sa­da en asu­mir la defen­sa de Slahi para lograr que le sea con­ce­di­do el habeas cor­pus; este es un méto­do emplea­do para pro­te­ger a una per­so­na acu­sa­da que ha sido pri­va­da de su liber­tad sin haber sido juz­ga­da y sin evi­den­cia legal incriminatoria.

Es dra­má­ti­co com­pro­bar cómo Slahi es tra­ta­do por sus guar­dia­nes a fin de obte­ner su con­fe­sión, uti­li­zan­do méto­dos abe­rran­tes de tor­tu­ra en el que es enca­de­na­do, some­ti­do a tem­pe­ra­tu­ras extre­mas, reci­bien­do bru­ta­les gol­pes y has­ta ser some­ti­do con los ojos ven­da­dos a un fal­so acto de eje­cu­ción. Así, en los con­ti­nua­dos via­jes que efec­túa Hollan­der a Guan­tá­na­mo con el pro­pó­si­to de actuar en su defen­sa, el des­gra­cia­do suje­to no pue­de menos que expre­sar su pesi­mis­mo, frus­tra­ción y su mani­fies­ta des­con­fian­za hacia ella. En tan­to que la abo­ga­da tra­ta de reu­nir y exa­mi­nar los lega­jos del acu­sa­do, por su par­te Stuart Couch (Bene­dict Cum­ber­batch) actuan­do como el pro­cu­ra­dor mili­tar del gobierno desea que el pro­ce­so adquie­ra el máxi­mo de trans­pa­ren­cia posi­ble don­de en todo momen­to las reglas de la ley sean apli­ca­das; sin embar­go cuan­do Couch com­prue­ba que eso no es posi­ble, renun­cia a su cargo.

Cuan­do final­men­te en 2010 el jui­cio tie­ne lugar con Slahi en la base naval ame­ri­ca­na y el juez Rober­tson (Andre Jacobs) en New Mexi­co, des­pués de haber oído los ale­ga­tos del caso el magis­tra­do otor­ga el habeas cor­pus mani­fes­tan­do que las aso­cia­cio­nes que man­tu­vo el incri­mi­na­do no ame­ri­tan legal­men­te su deten­ción. Tal como apa­re­ce en los cré­di­tos fina­les, el Depar­ta­men­to de Jus­ti­cia ape­ló la deci­sión y es así que Slahi recién obtu­vo su liber­tad en octu­bre de 2016, des­pués de 14 años y 2 meses de con­fi­na­mien­to; sin haber sido incul­pa­do de deli­to alguno ni el Depar­ta­men­to de Defen­sa, como tam­po­co nin­gu­na agen­cia guber­na­men­tal de Esta­dos Uni­dos reco­no­ció res­pon­sa­bi­li­dad algu­na por los abu­sos sufri­dos en Guantánamo.

A tra­vés de una sobria y clá­si­ca narra­ción Mac­Do­nald per­mi­te que este dra­ma sen­si­bi­li­ce al espec­ta­dor gra­cias en par­te al impe­ca­ble elen­co que ha logra­do reu­nir. Rahim efec­túa una mag­ní­fi­ca com­po­si­ción del sufrien­te pri­sio­ne­ro que en la sole­dad tra­sun­ta increí­ble huma­ni­dad, encuen­tra solaz en su fe reli­gio­sa e inclu­so la ins­pi­ra­ción para escri­bir en su encie­rro sus expe­rien­cias que serían vol­ca­das en su exi­to­so libro. No menos pon­de­ra­ble es la labor de Fos­ter quien des­cue­lla como la juris­ta de nota­ble inte­gri­dad moral que está deter­mi­na­da a toda cos­ta a que su defen­di­do logre ser juz­ga­do. En pape­les de apo­yo se des­ta­ca Cum­ber­batch com­po­nien­do al abne­ga­do fis­cal que aban­do­na el caso por car­go de con­cien­cia cuan­do des­cu­bre que las con­fe­sio­nes del acu­sa­do han sido obte­ni­das bajo coerción.

Al ter­mi­nar su pro­yec­ción no cabe menos que refle­xio­nar sobre las ano­ma­lías que sue­le pre­sen­tar el sis­te­ma judi­cial de Esta­dos Uni­dos y, sobre todo, que la cár­cel de Guan­tá­na­mo siga aún exis­tien­do. Jor­ge Gutman

El Abu­so Gene­ra­do en el Deporte

SLA­LOM. Fran­cia, 2020. Un film de Char­lè­ne Favier. 92 minutos

El títu­lo del film refe­ren­te al depor­te inver­nal de esquí alpino es el tema que la rea­li­za­do­ra Char­lè­ne Favier abor­da para refle­jar la rela­ción exis­ten­te entre una joven atle­ta y su instructor.

Jéré­mie Renier y Noée Abita

Noée Abi­ta quien impre­sio­nó gra­ta­men­te en Ava (2017) reafir­ma sus con­di­cio­nes artís­ti­cas brin­dan­do una remar­ca­ble carac­te­ri­za­ción de Lyz, una estu­dian­te de ense­ñan­za media en los Alpes de Fran­cia que mani­fies­ta una gran pasión hacia el esquí. Es así que logra ser acep­ta­da en un selec­ti­vo club cuyo pro­pó­si­to es el de entre­nar a tra­vés de la prác­ti­ca del sla­lom a futu­ros atle­tas. Es allí don­de es adies­tra­da por Fred (Jéré­mie Renier), un ex cam­peón al que una seve­ra heri­da lo obli­gó a salir del ruedo.

Más allá de las múl­ti­ples esce­nas depor­ti­vas, el guión de la rea­li­za­do­ra y Marie Talon se inter­na en la psi­co­lo­gía de sus dos pro­ta­go­nis­tas. Lyz es expues­ta como una joven que en su eta­pa ado­les­cen­te atra­vie­sa por una gama de sen­ti­mien­tos y con­tra­dic­cio­nes; en tal con­tex­to es fácil empa­ti­zar con su ambi­va­len­te con­duc­ta de que­rer supe­rar­se en la prác­ti­ca de un depor­te que exi­ge enor­me pre­ci­sión, habi­li­dad y velo­ci­dad, así como el tener que afron­tar el extre­ma­do esfuer­zo tan­to físi­co como emo­cio­nal. Por su par­te, Fred auto­ri­ta­ria­men­te explo­ta la vul­ne­ra­bi­li­dad de su alum­na para lograr que even­tual­men­te pue­da desem­pe­ñar un digno rol en las com­pe­ten­cias olím­pi­cas; pre­ci­sa­men­te, debi­do a su extre­ma­do nivel de exi­gen­cia que requie­re de su dis­cí­pu­la, se va crean­do entre ambos una rela­ción tóxi­ca teñi­da de con­si­de­ra­ble tensión.

Otro aspec­to impor­tan­te del rela­to está invo­lu­cra­do con el abu­so gene­ra­do en el cam­po depor­ti­vo entre ins­truc­to­res y alum­nos. En este caso la infa­tua­ción que ejer­ce en Lyz la per­so­na­li­dad de su men­tor quien la va domi­nan­do has­ta lími­tes extre­mos, con­du­ce a un inevi­ta­ble víncu­lo sexual.

En su pri­mer lar­go­me­tra­je de fic­ción Favier deno­ta nota­ble madu­rez a tra­vés de esta his­to­ria muy bien rela­ta­da así como sóli­da­men­te inter­pre­ta­da. Abi­ta estu­pen­da­men­te trans­mi­te la varia­da gama de emo­cio­nes que expe­ri­men­ta su per­so­na­je así como Renier igual­men­te se dis­tin­gue como el opre­si­vo ins­truc­tor sub­yu­gan­do a su inde­fen­sa alum­na. En los fac­to­res téc­ni­cos de pro­duc­ción la cáma­ra del direc­tor de foto­gra­fía Yann Mari­taud cap­ta en toda su mag­ni­tud el esplen­do­ro­so pai­sa­je mon­ta­ño­so de los Alpes como así tam­bién ofre­ce exce­len­tes secuen­cias de esquí sla­lom. En esen­cia, no se nece­si­ta ser esquia­dor para dis­fru­tar de este buen film. Jor­ge Gutman

Tea­tro Leí­do en el Segal Centre

BEHA­VIOUR

En la medi­da que las salas de tea­tro aún per­ma­ne­cen cerra­das para el públi­co, el Segal Cen­tre con­ti­núa con su noble pro­pó­si­to de per­ma­ne­cer en con­tac­to con la audien­cia a tra­vés de repre­sen­ta­cio­nes ofre­ci­das en línea.

Con­se­cuen­te­men­te en cola­bo­ra­ción con la orga­ni­za­ción Playw­rights’ Workshop Mon­treal brin­da­rá una lec­tu­ra tea­tral de la obra Beha­viour escri­ta por Darrah Tei­tel y diri­gi­da por Emma Tibaldo.

Su tema gira en torno de Mara, una mujer que pare­ce estar vivien­do un mun­do feliz. Ella resi­de en Otta­wa, tie­ne un buen pues­to de gobierno tra­ba­jan­do para un miem­bro del Par­la­men­to, ade­más de estar ena­mo­ra­da de un artis­ta que resis­te las nor­mas. Pero lo que ace­cha de mane­ra sub­ya­cen­te es devas­ta­dor dado que las apa­rien­cias engañan.

Con humor, pre­ci­sión y remar­ca­ble hones­ti­dad, la pie­za desa­fía la acep­ta­ción de las exis­ten­tes estruc­tu­ras. Explo­ran­do la inter­re­la­ción entre el poder y el atro­pe­llo que pue­den ejer­cer quie­nes lo deten­tan, la dra­ma­tur­ga refle­ja el mun­do don­de pro­nun­ciar­se en con­tra del abu­so sexual cons­ti­tu­ye un acto anor­mal. Beha­viour repre­sen­ta un inten­to de mani­fes­tar en alta voz lo que gene­ral­men­te per­ma­ne­ce en silen­cio; en tal sen­ti­do cons­ti­tu­ye un buen expo­nen­te de lo que pro­pug­na el movi­mien­to #MeToo.

En la lec­tu­ra de esta pie­za par­ti­ci­pan Ame­lia Sar­gis­son; Vic­tor Tre­lles, Erin Shields y Feli­cia Shul­man. La difu­sión en vivo des­de el Segal Cen­tral se rea­li­za­rá el 20 de mar­zo a las 17h y 20h y el 21 de mar­zo a las 16h.

El valor de las entra­das está suje­to al mon­to que el públi­co desee pagar y se pue­de obte­ner­las acu­dien­do a segalcentre.org o bien tele­fó­ni­ca­men­te en el 514 – 739-7944.