Del Pasa­do al Presente

COMING HOME: PAR-DELÀ UNE NUIT SANS LUNE. Cana­dá, 2020. Un film de Marie-Hélè­ne Panis­set. 92 minutos

Tenien­do en cuen­ta que el docu­men­tal es un géne­ro que fun­da­men­tal debe ser­vir como tes­ti­mo­nio y no mera­men­te como recuen­to perio­dís­ti­co, la direc­to­ra Marie-Hélè­ne Paris­set lo tie­ne en cuen­ta en su enfo­que de Coming Home: Par-Delà Une Nuit Sans Lune. 

Una esce­na de COMING HOME: PAR-DELÀ UNE SANS LUNE

El film se cen­tra en la bús­que­da de la iden­ti­dad que efec­túa Thi Be Ngu­yen, una cana­dien­se de ori­gen viet­na­mi­ta naci­da en Laos, quien lle­gó a Cana­dá como refu­gia­da hace 4 déca­das al haber hui­do de la gue­rra que ensom­bre­ció a esa región del mun­do. Es así que en un guión que le per­te­ne­ce se asis­te a su retorno a Viet­nam para visi­tar a sus fami­lia­res con los que había per­di­do con­tac­to, en un via­je de redes­cu­bri­mien­to; ese peri­plo asi­mis­mo inclu­ye los paí­ses veci­nos de Cam­bo­ya y Laos que inte­gra­ban Indo­chi­na bajo la colo­ni­za­ción fran­ce­sa que se exten­dió has­ta media­dos del siglo pasado.

Panis­set, en su con­di­ción de narra­do­ra y cama­ró­gra­fa y guia­da por Ngu­yen, entre­vis­ta a varias per­so­nas; entre las mis­mas figu­ra una ancia­na tía de Ngu­yen quien a los 14 años había par­ti­ci­pa­do como rebel­de con­tes­ta­ta­ria en la gue­rra de Indo­chi­na, una filán­tro­pa sui­za que adop­ta la ciu­da­da­nía viet­na­mi­ta y una mujer de Dina­mar­ca feliz de haber adop­ta­do a un niño viet­na­mi­ta. En su paso por Cam­bo­ya, resul­ta de inte­rés la entre­vis­ta con un joven cam­bo­yano quien como infan­te jun­to a sus padres aban­do­na­ron el país para esca­par del régi­men de terror ins­tau­ra­do por los Khmers Rou­ges en 1974; des­pués de haber vivi­do en Cana­dá duran­te vein­te años sus raí­ces de iden­ti­fi­ca­ción con su tie­rra natal per­sis­tie­ron e impul­sa­ron su retorno.

En todo caso, lo más impac­tan­te y dolo­ro­so del docu­men­tal es el recuen­to de uno de los sobre­vi­vien­tes del “agen­te naran­ja”; ese tér­mino alu­de al agen­te defo­lian­te quí­mi­co uti­li­za­do por la fuer­za aérea ame­ri­ca­na entre 1962 y 1971 para des­cu­brir los escon­di­tes y las rutas del Viet­cong y al pro­pio tiem­po como fumi­ga­dor de las tie­rras de cul­ti­vo con el fin de pri­var de ali­men­ta­ción al enemi­go. Ese cruel ins­tru­men­to de bata­lla moti­vó que 3 millo­nes de viet­na­mi­tas, inclu­yen­do 150 mil infan­tes así como bebés recién naci­dos hayan sufri­do gra­ves defor­ma­cio­nes físicas.

Valién­do­se de videos de archi­vo, el docu­men­tal tras­lu­ce cómo la des­co­lo­ni­za­ción fran­ce­sa reper­cu­tió en los paí­ses de Indo­chi­na, sobre todo con los acuer­dos de Gine­bra de 1954 que deter­mi­na­ron la divi­sión de Viet­nam en dos esta­dos ideo­ló­gi­ca­men­te opues­tos lo que con­du­ci­ría a la nefas­ta gue­rra. Pero el rever­so de la meda­lla es posi­ti­vo; así en un mag­ní­fi­co tra­yec­to des­de el sur has­ta el nor­te de Viet­nam, con­tan­do con la auto­ri­za­ción del gobierno de Viet­nam, la cáma­ra de Panis­set per­mi­te apre­ciar la trans­for­ma­ción de uno de los paí­ses más pobres del mun­do en otro carac­te­ri­za­do por la vita­li­dad de su eco­no­mía; según se infor­ma en los cré­di­tos fina­les, la cla­se media emer­gen­te repre­sen­ta el 13% de la pobla­ción y con la con­ti­nua­ción de las refor­mas eco­nó­mi­cas debe­ría alcan­zar el 20% para 2026.

En esen­cia, en un tra­yec­to del pasa­do has­ta el pre­sen­te el dúo Panis­set-Ngu­yen ofre­ce un docu­men­tal de nota­ble auten­ti­ci­dad y pro­fun­da­men­te humano. Jor­ge Gutman