Crónica de Jorge Gutman
The Gravedigger’s Wife (Finlandia-Alemania-Francia)
Después de haber realizado varios cortos éste es el primer largometraje del director y guionista Khadar Ayderus Ahmed en el que con sólida madurez ofrece un emotivo relato que transcurre al este de África.
La trama introduce a Guled (Omar Abdi) de 45 años de edad que vive en uno de los sectores más desfavorecidos de la ciudad de Djibouti en compañía de su adorada y animada esposa Nasra (Yasmin Warsame) y su adolescente hijo Mahad (Kadar Abdoul-Aziz Ibrahim), que aunque un tanto rebelde ama a sus padres. Sin saber leer ni escribir se desempeña como uno de los sepultureros de la zona y, aunque resulte macabro, diariamente aguarda en la puerta del hospital local la muerte de algunos de los pacientes allí internados para poder cavar sus fosas, enterrarlos y posteriormente obtener la humilde remuneración por el trabajo efectuado.
En una de las contadas notas de humor del relato se puede observar la forma en que la avispada Nasra de manera ingeniosa consigue ingresar con su marido a una fiesta de casamiento sin haber sido invitados.
A pesar de la precariedad en que vive esta familia, la felicidad reina en el hogar hasta el momento en que Nasra comienza a experimentar dolencias provenientes de un riñón seriamente infectado; si bien al principio ella es tratada con medicamentos de alto costo que Guled debe afrontar, su estado empeora y la única salida es que sea operada urgentemente para no poner en riesgo su vida. El gran problema es cómo obtener los cinco mil dólares requeridos para la cirugía cuando no existe ayuda alguna por parte de los familiares de la pareja y el tiempo apremia.
Sin recurrir a golpes bajos el realizador logra emocionar narrando de manera sencilla pero efectiva la poética historia de amor de este matrimonio a la vez que resalta el valor de la familia en este relato de supervivencia. A la excelente interpretación de actores no profesionales que ofrecen completa autenticidad a sus personajes se añade la sublime fotografía del camarógrafo Arttu Peltomaa quien sin pintoresquismo alguno capta y contrasta la parte moderna de la ciudad con los sectores más humildes reflejando la vida cotidiana de su gente.
Oscar Peterson: Black + White (Canadá)
Este notable documental dirigido por Barry Avrich constituye un merecido tributo a Oscar Peterson, el gigante del jazz fallecido en 2007 cuya actuación profesional es comparada con la de otras renombradas leyendas tales como Nat King Cole, Ella Fitzgerald, Duke Ellington y John Coltrane. Peterson se ha distinguido por la intensidad volcada en sus interpretaciones, su apreciado estilo musical con sus mágicos dedos recorriendo el teclado del piano y por su carismática personalidad.
El documental pasa revista a sus siete décadas de carrera profesional, desde sus primeros días como un niño prodigio que dejó de tocar la trompeta por razones de salud para volcarse al piano, hasta sus grandes triunfos manifestados a través de sus éxitos discográficos y jubilosas actuaciones alrededor del mundo como solista, con su trío y con las participaciones de grandes artistas del jazz.
El film también aborda el detestable racismo y segregación racial que experimentó como afro-canadiense mientras estaba recorriendo Estados Unidos; su devoción por la justicia social lo inspiró a componer Hymn to Freedom; esta creación concebida por su autor como un acto de resistencia y un homenaje a la venerada figura de Martin Luther King ha sido ejecutada en la ceremonia de inauguración de la presidencia de Obama en enero de 2009.
Barry Avrich presenta un vasto archivo con entrevistas a Peterson, varios músicos que han tenido la oportunidad de colaborar con él, el crítico neoyorkino de jazz Giovanni Russonello, la académica y veterana periodista Kitti Olivier, la historiadora Rosemary Sadlier y su querida y abnegada esposa Kelly Peterson. Asimismo la película aporta una serie de actuaciones en vivo con una variedad de artistas interpretando su música: entre otras destacadas figuras se encuentran Billy Joel, Jon Batiste, Quincy Jones, Ramsey Lewis, Dave Young, Herbie Hancock, Branford Marsalis, Jackie Richardson, Measha Brueggergosman, Joe Sealy y Robi Botos que ha sido un protegido de Peterson.
El film permite disfrutar la música de Peterson donde además de Hymn to Freedom se encuentran entre otras composiciones Place St. Henri ‑creada por el artista en homenaje a su querida ciudad natal de Montreal- Hallelujah Time, A Lovely Way to Spend an Evening, Blues for Big Scotia y Sweet Lady.
Con un excelente montaje de Nicolas Kleiman, el realizador brinda un documental en el que no se requiere ser un amante del jazz para poder gozarlo.
The Other Tom (México-Estados Unidos)
El gran esfuerzo de una madre lidiando con la enfermedad de su hijo y sus derivaciones es lo que abordan los directores y guionistas uruguayos Rodrigo Plá y Laura Santullo en este film. El cuidadoso tratamiento del tema considerado genera considerable interés permitiendo que no resulte difícil involucrarse en su problemática.
Elena es una madre monoparental viviendo con su hijo Tom de nueve años en Estados Unidos y poron la baja remuneración obtenida en su trabajo ella logra ayuda de los servicios sociales. Su gran problema es que el chico padece lo que se conoce con el nombre de “trastorno por déficit de atención e hiperactividad” (TDAH) que es un síndrome neurológico caracterizado precisamente por hiperactividad, impulsividad y escasa capacidad de atención. Esa afección motiva a que la relación entre ambos resulte dificultosa y que además el chico sea estigmatizado en la escuela debido a su particular condición.
Cuando Elena percibe que los medicamentos prescriptos al niño en su tratamiento psiquiátrico le producen serios efectos secundarios, ella decide suspenderlos; como consecuencia de su actitud los servicios sociales le advierten que podrán retirarle la custodia de Tom para ubicarlo en un hogar sustituto.
Plá y Santullo han logrado un film que lúcidamente resalta algunos discutibles diagnósticos médicos y la prescripción de remedios sin tener en cuenta cómo pueden obrar en los pacientes; al propio tiempo el relato refleja la manera en que pueden mitigarse los obstáculos producidos por el TDAH.
Este humano film se valoriza por la muy convincente actuación de Julia Chávez como la abnegada madre tratando de ofrecer la máxima ternura a su hijito y la extraordinaria interpretación de Rodríguez Bertorelli dando la impresión que no actúa sino que realmente es un niño discapacitado.