DEAR EVAN HANSEN. Estados Unidos, 2021. Un film de Stephen Chbosky. 137mins.
Esta comedia musical que en 2015 se estrenó exitosamente en Broadway y fue recompensada con seis premios Tony, incluido al del mejor musical, en su traslado al cine no logra el mismo impacto; eso es debido a la endeble dirección de Stephen Chbosky y a una discutible adaptación de Steven Levenson, autor de la obra original.
El relato se centra en Evan Hansen (Ben Platt), un estudiante de enseñanza media que padece un desorden de ansiedad social y que recientemente tiene uno de sus brazos enyesados por haber caído de un árbol. Su extraña conducta lo margina de sus compañeros e incluso Connor Murphy (Cotton Ryan), uno de ellos, lo desprecia maliciosamente. Protegido y bien amado por su monoparental madre Heidi (Julianne Moore), este muchacho sigue los consejos de su psiquiatra quien le recomendó que diariamente escriba cartas dirigidas a sí mismo comenzando con “Estimado Evan Hansen” en el que llegue a valorizarse para aumentar su autoestima. El conflicto inicial de la trama se produce cuando en uno de los corredores de la escuela, una de las cartas de Evan cae al suelo y es recogida por Connor quien nuevamente lo agrede sin intención de devolvérsela a pesar de que previamente escribe su nombre -Connor- en el brazo enyesado.
Sin progresión dramática alguna, la historia refleja que Connor se suicidó sin que se sepa la causa y cuando sus padres ‑Cynthia (Amy Adams) y Larry Murphy (Danny Pino)- encuentran la carta de Evan, creen que fue Connor quien la escribió y es allí que descubren los nobles sentimientos del suicida. Es así que ellos de inmediato contactan a Evan agradeciéndole la hermosa amistad mantenida con Connor; con el propósito de aproximarse a Zoe (Kaitlyn Dever), la hermana de Connor de quien se siente atraído, Evan decide continuar la charada donde con su amigo Jared (Nik Dodani) comienzan a crear falsos e‑mails reflejando todos los gratos momentos que el ansioso Evan compartió con el “amigo” difunto.
No obstante el gran suceso obtenido en Broadway ‑teniendo en cuenta que quien esto comenta no ha visto la pieza teatral- es posible que la narración de esta historia haya sido completamente diferente a lo que aquí se contempla. Uno de los grandes problemas reside en la intercalación de canciones que en ningún momento se vinculan con lo que realmente está ocurriendo y en donde la música de modo alguno impulsa la progresión del relato.
Otra objeción reside en que los personajes esquemáticamente descriptos carecen de real carnadura, con la única excepción de la madre de Evan que realmente se manifiesta creíble; a eso se agrega la deficiente puesta escénica que manipula emocionalmente al espectador con secuencias poco afortunadas.
Además de la muy convincente actuación de Moore, cabe destacar a Platt quien también interpretó a Hansen en Broadway por el que fue premiado con un Tony; sin embargo debido al malogrado guión su Evan luchando con la salud mental no llega a cobrar vuelo.
Dicho lo que antecede, Dear Evan Hansen es un fallido melodrama musical que a pesar de sus buenos valores de producción carece de inspiración. Jorge Gutman