PROFESSIONDU PĖRE. Francia, 2021. Un film de Jean-Pierre Améris. 105 minutos.
No siempre una obra literaria encuentra feliz traslado al cine; eso es lo que acontece con Profession du père cuya adaptación efectuada por el realizador Jean-Pierre Améris de la novela homónima de Sorj Chalandon (2015) dista de satisfacer.
Jules Lefebvre y Benoît Poelvoorde
Si bien el autor se inspiró en episodios de su propia infancia lo que se observa en pantalla resulta difícilmente creíble. La historia se desarrolla en Lyon, en 1961 donde en la primera escena André Choulans (Benoît Poelvoorde) un veterano de la guerra de Argelia, viendo por televisión un discurso del presidente Charles de Gaulle despotrica furiosamente contra él porque tiene la intención de permitir la autodeterminación argelina; tanto su mujer (Audrey Dana) como su hijo Émile (Jules Lefebvre) de 12 años permanecen callados. Prontamente se puede inferir que este trastornado individuo no se encuentra en buen estado mental; dando rienda suelta a su imaginación se jacta haber sido paracaidista en la guerra, además de cantante, jugador de fútbol, espía y consejero personal del general de Gaulle.
El rebuscado relato alcanza total inverosimilitud cuando André induce a su hijo a participar en una peligrosa misión en representación de la Organización de la Armada Secreta (OAS), un organismo de extrema derecha cuya intención es la de derrocar al presidente. Émile que venera a su padre trata de satisfacerlo recibiendo de él el entrenamiento preciso a fin de cumplir con su deseo.
Hay varios aspectos que contribuyen a que resulte difícil comprender a los personajes que integran a dicho núcleo familiar. En primer lugar, es inexplicable que André pueda permanecer en el hogar sin ayuda psiquiátrica teniendo en cuenta sus reacciones violentas que peligran a su mujer y a Émile. A todo ello Denise, permanentemente humillada por su esposo, acepta pasivamente sus exabruptos e incluso no interviene para impedir que su marido en una escena de furia castigue a latigazos a su hijo: tampco es posible admitir que Émile por más que venere a su padre al que considera un héroe, sea incapaz de ver que es un peligroso psicópata que convierte a su hogar en un infierno.
En algunos casos un buen elenco puede mitigar una historia incongruente; pero en este caso, a pesar de las remarcables actuaciones de Poelvoorde y Lefebvre los personajes que caracterizan carecen de credibilidad impidiendo de este modo que exista una empatía con los mismos. Al malogrado guión debe agregarse el ritmo lento que Améris imprime al relato que se vuelve repetitivo y monótono afectando aún más el resultado de este fallido drama. Jorge Gutman
A los títulos previamente comentados se agregan los siguientes films:
La vraie famille (Francia)
Exponiendo la forma en que la separación de un hijo puede sensiblemente afectar a una familia, el realizador y guionista Fabien Gorgeart narra un potente drama basado en su propia experiencia que resulta imposible dejar indiferente a quien lo vea.
Mélanie Thierry
Gorgeart presenta a Anna (Mélanie Thierry) y Driss (Lyès Salem) un matrimonio muy bien avenido que disfruta de la presencia de sus tres hijos, Simon (Gabriel Pavie) de 6 años y los dos mayores Adrien (Idris Laurentin-Khelifi) y Jules (Basile Violette). No transcurre mucho para saber que Simon a los 18 meses ha sido ubicado en el hogar de esta familia de acogida al haber muerto su madre y en el que su padre biológico Eddie (Félix Moati) no estaba en condiciones de cuidarlo. Para Anna y su marido Simón es tratado como un hijo verdadero brindándole amor y protección al igual que con sus otros dos vástagos; además de la excelente relación fraternal guardada con sus hermanos, el niño siente un gran apego hacia sus padres.
El punto de quiebre se produce cuando la visitadora social (Florence Muller) comunica al matrimonio que Eddie desea progresivamente recuperar la guardia de su hijo, en un principio durante los fines de semana. Es allí donde se produce el primer conflicto para Simon dado que no guarda afinidad alguna con el padre que no llegó a conocer hasta ese momento. La situación se precipita cuando esa doble convivencia del menor se torna más dificultosa.
La cuidada realización de Gorgeart permite reflejar cómo el fallo de la jueza actuante (Dominique Blanc), disponiendo que definitivamente el niño conviva con otra familia sustituta y su padre, produce una profunda herida emocional tanto para el menor como para la familia de Driss y Anna. El conmovedor tema es tratado con suma delicadeza sin que en momento alguno desborde en un artificioso sentimentalismo; a ello se agrega la excelente interpretación de Thierry como la apasionada madre que ve arrebatado a su hijito así como merece especial distinción la actuación del niño Pavie quiee asombra por su completa identificación con su personaje al punto tal que él no actúa sino que es verdaderamente Simon.
La place d’une autre (Francia)
Un muy buen drama histórico es lo que se contempla en este film de Aurelia Georges en el que la usurpación de identidad constituye el tema central.
La realizadora con la co-guionista Maud Ameline han efectuado una remarcable adaptación de la novela “The New Magdalen” de Wilkie Collins, ubicando la acción en Francia en 1914 a comienzos de la Primera Guerra.
Lyna Khoudri y Sabine Acema
En la primera escena se observa a la humilde joven Nelie (Lyna Khoudri) que es injustamente despedida de su empleo de criada en un hogar de buena condición económica. Encontrándose repentinamente en la calle, recurre a la prostitución a fin de sobrevivir hasta el momento en que es reclutada para trabajar como enfermera para la Cruz Roja. En la zona de Vosges su ambulancia recoge a Rose Juillet (Maud Wyler), una chica suiza quien le dice que viaja a Nancy para trabajar como lectora para la acaudalada aristócrata Eléonore Lengwil (Sabina Azema), una viuda que ha sido amiga de su padre.
Cuando un ataque alemán presumiblemente ocasiona la muerte de Rose, Nelie adopta su identidad apropiándose de su documentación y se dirige a la mansión de Lengwill presentándose como Rose para ocupar el cargo que había sido previsto para la difunta. En su carácter de dama de compañía y lectora se va creando entre Nelie y la viuda un lazo de mutuo respeto y afecto, en el que la joven ha encontrado el lugar ideal de trabajo, confort y tranquilidad en materia de alojamiento y alimentación. Esa idílica situación se interrumpe cuando aparece en escena la auténtica Rose que logró salvar su vida y denuncia a quien adoptó su identidad como una descorazonada impostora, aunque la acusada rotundamente lo niega.
El doble conflicto moral de Nelie por haber defraudado la confianza depositda por Lengwil así como por haber descolocado a Rose, está muy bien planteado por Georges a través de una narración absorbente que mantiene permanente interés gracias al giro que va cobrando la intrigante trama. A la buena dirección se unen las magníficas interpretaciones de la joven Khoudri y de la veterana Azema asumiendo con total convicción sus respectivos roles. Aunque es posible no aguardar un final feliz, su ambiguo desenlace deja la puerta abierta para que lo sea pero lo más importante es el nivel de calidad de este film, capaz de satisfacer al público que asista a su visión.
L’Ennemi (Bélgica-Luxemburgo-Francia)
El realizador y guionista Stephan Streker recrea dramáticamente un caso policial que se basa en un hecho real acaecido en 2013 cuando el miembro del parlamento belga Bernard Wesphael fue arrestado por haber sido acusado de haber asesinado a su mujer.
Jérémie Renier
En la ficción el político es encarnado por Jérémie Renier bajo el nombre de Louis Durieux quien mantiene un apasionado vínculo de amor con su esposa Maeva (Alma Jodorowsky). Una noche, en ocasión de estar alojados en un lujoso hotel, Louis con rostro alarmado comunica a la recepción que encontró a su mujer sin vida en la habitación. Inmediatamente la policía se ocupa del crimen y a pesar de estar bien asesorado por su abogada (Emmanuelle Bercot) Durieux termina siendo detenido pasando un período en prisión por sospecha de asesinato.
A través de flashbacks se puede saber que ocurrió antes del crimen, lo que permite que el espectador se mantenga intrigado por saber si existió un motivo que haya impulsado a Louis a cometer el fatal acto. Streker efectúa un buen estudio caracterológico del protagonista a la vez que genera un clima de logrado suspenso frente a la incertidumbre que genera este caso acerca de la inocencia de Durieux. Si bien en el juicio al que es sometido, el acusado queda exento de culpabilidad basado en el criterio de que no puede culparse a alguien cuando existe una razonable duda, la incógnita permanece sobre lo que aconteció realmente.
Acarreando el mayor peso del relato Renier logra una magnífica caracterización al transmitir la gran pesadilla que atraviesa su personaje, sobre todo cuando el crimen adquiere amplia difusión pública.
En la vida real, después de haber quedado liberado Wesphael considerando que había sido encarcelado equivocadamente logró obtener en 2020 una compensación de 83.150 euros. A todo ello, los familiares de la víctima no están convencidos de su inocencia.
Madeleine Collins (Francia-Bélgica-Suiza)
La historia de una mujer que adopta una doble identidad es lo que considera el realizador Antoine Barraud en un drama psicológico que no alcanza a satisfacer plenamente.
Virginie Efira
La premisa inicial despierta interés contemplando a Judith (Virginie Efira) trabajando como traductora en Ginebra y viviendo con su compañero Abdel (Quim Gutiérrez) y la pequeña hija Ninon (Loïse Benguerel). Inmediatamente después se la ve trasladarse a París compartiendo el hogar con su marido Melvil Fauvet (Bruno Salomone) ‑un reputado director musical- y los dos hijos del matrimonio.
Teniendo en cuenta el prólogo del relato, esa doble vivencia quedará parcialmente justificada aunque no llegue a convencer plenamente. Si bien hay ciertos aspectos que remiten a algunas obras de Claude Chabrol y Alfred Hitchcock, los secretos y las mentiras de las que la protagonista se vale para para sostener esa doble existencia podrían cuajar si se tratara de una comedia o sátira, pero de modo alguno como drama realista. Lo que el guión del realizador escrito con Héléna Katz trata de transmitir es la crisis existencial de su protagonista que la conduce a un estado de confusión mental. Queda como resultado un film que se deja ver pero que resulta difícil empatizar con su antiheroína no obstante la actuación intensa de Efira, una actriz que cualesquiera sea el rol que se le asigne siempre impresiona gratamente.
Les jeunes amants (Francia).
Aunque no se trate de un amor juvenil sino decididamente otoñal, el emotivo film de Carine Tardieu demuestra que nunca es tarde para experimentar el sublime sentimiento que nutre de felicidad a una pareja.
La directora islandesa Sólveig Anspach había preparado un guión de un film que no llegó a concretarse debido a su muerte acaecida en 2015; su contenido estaba inspirado en su madre que a los 75 años había redescubierto el amor en una persona mucho más joven que ella. Ese proyecto finalmente se concretó cuando Tardieu decidió filmar esa historia y ciertamente logró un emotivo drama romántico.
Fanny Ardant y Melvil Poupaud
En la ficción, la veterana actriz Fanny Ardant anima a Shauna, una arquitecta viuda de 55 años que en Lyon visitando el hospital donde una gran amiga se halla gravemente internada conoce a Pierre (Melvin Poupaud), un médico de 31 años que atiende a la paciente; ese encuentro permite entrever que hay entre ambos cierta atracción no del todo definida.
Quince años después, Pierre ya está casado con Jeanne (Cécile de France), es padre de dos hijos y profesionalmente es un exitoso médico e investigador científico; quiere el azar que se produzca el reencuentro con Shauna, ya jubilada y con su rostro denotando el transcurso del tiempo. Es ahí donde surge un fuerte amor entre ambos.
Aunque resulte sorprendente que Pierre pueda llegar al extremo de dejar su hogar por su pasión hacia Shauna, lo cierto es que la narración de Tardieu permite que el relato adquiera plena verosimilitud; eso en gran medida se debe a la brillante caracterización de Ardant como la mujer que encuentra un nuevo sentido a su vida y a la convincente composición de Poupaud como el hombre capaz de brindarse por completo a la mujer que logra iluminar su existencia.
En una especial actuación la actriz canadiense de origen haitiano Maryline Chery presentará la pieza Afrodisiaque.
A través de un monólogo de la cual es autora, la comediante enfoca un tema raramente abordado en el que entremezcla el racismo con el feminismo.
Maryline Chery (Foto: marilynechery.com)
Fundamentalmente, la esencia de su conversación con la audiencia se centra en demostrar cómo la textura del cabello de la mujer negra, morena y mestiza es percibida y considerada en la sociedad actual.
La obra es interpretada en francés bajo la dirección de Lydie Dubuisson con un decorado concebido por Sandrina Sparagna y Darah Miah. El vestuario es de Sandrina Sparagna y el diseño de iluminación pertenece a Darah Miah. Alexis Garceau tiene a su cargo el diseño sonoro.
Las representaciones tienen lugar en la Sala Studio del Segal Centre el 25 de Noviembre (19h30), 26 de Noviembre (15h00 y 19h30) y el 28 de Noviembre (16h00). Para información adicional presione aquí
He aquí el comentario de 5 títulos vistos en el Festival
De Son Vivant (Francia)
La muerte como última etapa de la vida es decididamente ineluctable pero si hay algo que la convierte en menos temerosa es el que se ignora cuando acontecerá; sin embargo algo diferente acontece cuando alguien gravemente enfermo sabe que su fin es inminente. En base a lo que precede la actriz y realizadora Emmanuelle Bercot ofrece en De Son Vivant un drama lacerante que constituye una verdadera radiografía del viaje sin retorno.
Catherine Deneuve y Benoît Magimel
Con la colaboración de la guionista Marcia Romano, el relato introduce a Benjamin (Benoît Magimel), un hombre soltero de 39 años enfermo de cáncer de páncreas que al asistir a la consulta médica, el Dr. Eddé (Gabriel Sara) le comunica que estando en un estadio 4 del mal es imposible de ser curado y su muerte, estadísticamente considerada, puede producirse entre 6 meses y dos años a más tardar. Acompañado de Crystal (Catherine Deneuve), su posesiva madre, ambos escuchan aterrados el doloroso diagnóstico.
En la narrración efectuada a lo largo de un año, se asiste a la evolución de la enfermedad en su tramo final donde en un principio Benjamin puede desenvolverse sin estar hospitalizado. Es en ese período que él se dedica con denodado fervor a proseguir su actividad de profesor de teatro para alumnos que están preparando su ingreso al Conservatorio Nacional, aunque sin divulgarles el mal que le aqueja. Sin poder detener el paso del tiempo, llega el momento en que debe permanecer en el hospital con el consiguiente deterioro que va experimentando su organismo hasta exhalar el último suspiro..
Hay varios aspectos importantes de reseñar que realzan al drama de manera excelente. Sin saber exactamente cuál es el centro hospitalario en el que Benjamin es atendido, en primer lugar resalta la profunda humanidad emanada por el Dr. Eddé en donde no solo actúa como oncólogo sino también como terapeuta y guía espiritual del enfermo. Asimismo es completamente realista la relación de Crystal con su hijo, en el que ambos no pueden resignarse a aceptar lo que sobrevendrá; pero lo más importante es cómo esta mujer desea que su hijo le perdone debido a un acto de profundo egoísmo cometido cuando veinte años atrás.lo impulsó a que abandonara a la mujer australiana que embarazó y al bebé que llegó al mundo sin haberlo reconocido.
Bercot ha logrado de su elenco actuaciones supremas. Deneuve, la descollante diva del cine francés, conmueve profundamente como una madre que tiene que hacer denodados esfuerzos para poder aceptar la pérdida de su hijo. Magimel, sin duda en el papel más difícil y logrado de su carrera, sencillamente deslumbra en la metamorfosis que va experimentando su personaje. El tercer gran protagonista de este drama es Gabriel Sara quien en la vida real es un renombrado oncólogo americano; al haber aceptado el rol del Dr. Eddé, su actuación no puede resultar más genuina en el apoyo moral que le suministra a Benjamin y a su madre. Igualmente destacable. es la participación de Cécile De France como la abnegada enfermera que en cierta medida se extralimita en sus funciones para ofrecer sosiego, confort y amor a Benjamin. En papeles de apoyo se distinguen Lou Lampros como una de las estudiantes de teatro y Oscar Morgan como el ilegítimo hijo de Benjamin.
Con esta crónica de una muerte anunciada, Bercot logra su mejor trabajo como realizadora y a pesar de su inconfortable temática su visión es altamente recomendable
Rouge (Francia-Bélgica)
Con una muy buena narración el realizador Farid Bentoumi aborda un drama ecológico inspirado en eventos reales. Basado en el guión del realizador con la colaboración de Samuel Doux, el interés del relato descansa en la colisión que se produce entre una honesta mujer y la corrupción corporativa que enfrenta en su trabajo.
Zita Hanrot y Sami Bouajila
Al no haber logrado salvar la vida de un paciente que en estado de gravedad permanecía en la sala de emergencia de un centro hospitalario, la joven practicante Nour (Zita Hanrot) deja su puesto para aceptar la posición de enfermera residente en la planta química en que trabaja su padre Silmane (Sami Bouajia) donde además es el líder sindical defendiendo los derechos de los operarios.
A los pocos días de comenzar sus labores Nour observa que ciertas reglas sanitarias no se cumpliemtan en la empresa, tales como no reportar los accidentes de trabajo producidos, la ausencia de revisación médica de algunos empleados y la no consideración de los efectos de la polución producida. Esos reparos son manifestados a su padre de manera firme aunque él los desestima señalando que la fábrica suministra empleo a 200 personas, impulsando de este modo la economía local.
El nudo dramático del relato se produce cuando la enfermera se vincula con Emma (Céline Sallete), una periodista investigadora que le hace ver cómo los residuos tóxicos que genera la planta son vertidos de manera oculta en un lago próximo. Eso induce a Nour a realizar una operación arriesgada para la obtención de una prueba que evidencie el peligro generado por la negligencia asumida por el director de la empresa (Olivier Gourmet).
A través de una muy buena descripción de los personajes, el realizador plantea de manera concisa y efectiva el conflicto ético que se produce entre la integridad de Nour decidida a denunciar la realidad imperante y la actitud de su padre que siente la obligación de guardar silencio y mantener la lealtad con la empresa que le ha prodigado trabajo y sustento durante 30 años. Además de la acertada dirección de Bentoumi el film se valoriza por las remarcables interpretaciones de Hanrot y Bouajila.
Les Intranquilles (Bélgica)
La bipolaridad es el delicado tema que el director belga Joachim Lafosse considera en su reciente trabajo que obtuvo una positiva acogida por parte de los críticos en ocasión de su estreno mundial en Cannes.
Damien Bonnard y Leïla Bekhti
De manera meticulosa el realizador plantea el problema a partir de la primera secuencia que se desarrolla en una playa de la Costa Azul. Allí se encuentran el pintor artístico Damien (Damien Bonnard), su mujer Leïla (Leïla Bekhti) y el pequeño hijo Amine (Gabriel Merz Chammah). Cuando Damien sale a nadar y demora en regresar se presume que algo raro le acontece; eso se confirma en las subsiguientes escenas en donde su insomnio lo obliga a mitad de la noche a levantarse y de manera hiperactiva ponerse a arreglar una bicicleta o bien a pintar. De la narración de Lafosse queda claro que se contempla a un individuo bipolar con variaciones marcadas en su estado anímico; es así que su esposa hace lo posible para contener sus períodos de excitación e intensa actividad, tratando de que él ingiera los medicamentos prescriptos que suele eludir.
Cuando su paranoia alcanza situaciones extremas urge su hospitalización donde es sometido a un cóctel de drogas para aliviar su euforia; al regresar a su hogar la medicación suministrada logra tranquilizarlo pero a expensas de convertirlo en un ser pasivo, triste, deprimido e incapaz de experimentar emoción.
Sin sobreactuar Bonard y Bekhti ofrecen interpretaciones excepcionales. El actor realiza un increíble tour de force para caracterizar al torturado enfermo, en tanto que Bekhti no le va en zaga como la abnegada mujer que sintiendo un gran amor por Damien hace lo imposible para ayudarlo al comprender que él no es culpable del mal que lo aqueja; por su parte Merz Chammah actúa naturalmente como el hijo que es testigo de la enfermedad mental de su padre.
Sobriamente realizado, Lafosse se limita a exponer el problema sin ofrecer soluciones a esta grave afección aunque ilustrando cómo es posible la convivencia del núcleo familiar frente a las condiciones descriptas.. Como un espectador invisible uno empatiza plenamente con la suerte de sus personajes apreciando la notable calidad de este angustiante y doloroso relato.
Illusions Perdues (Francia-Bélgica)
El director Xavier Giannoli efectúa una relectura de Las Ilusiones Perdidas, la obra maestra de Honoré de Balzac escrita entre 1837 y 1843, enfocando el ascenso, triunfo y caída en desgracia de un lúcido poeta.
Benjamin Voisin
En la adaptación realizada por el cineasta y Jacques Fieschi, la acción se ubica en 1821 en la pequeña ciudad de Angoulème, al sudoeste de Francia. Allí vive Lucien Chardon (Benjamin Voisin), un joven e idealista poeta de humilde origen que para ganarse el sustento trabaja durante el día en un taller de imprenta. Sus poemas están dirigidos a su amada Louise (Cécile de France), una bella aristócrata que aprecia su talento y además retribuye su amor a pesar de estar casada. Cuando se destapa la noticia del adulterio, ambos huyen a París en donde él intentará con el apoyo de su amante abrirse camino como poeta y crítico literario.
Al poco tiempo Louise, fuertemente influida por su prima la Marquesa de Espard (Jeanne Balibar), decide separarse de Lucien al comprobar que la diferencia de clase constituye un serio obstáculo para continuar la relación. Sin la protección de su enamorada y con poco dinero en el bolsillo Lucien de manera circunstancial conoce a Louisteau (Vincent Lacoste), un articulista que apreciando cómo el poeta escribe lo introduce a un periódico liberal que se caracteriza por estar al servicio de una prensa libre e independiente. Gradualmente, las críticas sinceras y bien articuladas de Lucien, permiten que obtenga el merecimiento que aspiraba por largo tiempo hasta el momento en que su desmedida ambición y codicia van desintegrando sus profundas y honestas convicciones.
Con gran maestría Giannoli transmite el pensamiento crítico de Balzac demostrando cómo la prensa tratando de estar al servicio de los accionistas que la mantienen, manipula el contenido de las noticias y artículos que se publican; por analogía esa actitud se traduce igualmente a diferentes manifestaciones del arte donde un periodista criticando a su antojo puede con sus comentarios elevar o sabotear a un artista. Lo que claramente ilustra el relato es que la libertad de expresión de la prensa escrita es una utopía en la medida que el poder del dinero puede llegar a acallar, mentir y tergiversar la verdad. Aunque escrito hace más de siglo y medio el mensaje de su autor reflejado en esta excelente película adquiere vigencia con las “fake news” de la hora actual.
Liderando el elenco integrado por consagrados actores, Voisin transmite magníficamente la evolución del idealista poeta que termina autodestruyéndose con la pérdida de sus ilusiones. A su lado igualmente se destacan Lacoste, De France, Balibar y Salomé Dewaels como la compañera de Lucien. Mención especial merecen el actor y director Xavier Dolan caracterizando con solidez a Nathan, el novelista rival del poeta que en última instancia se convierte en su conciencia moral y Gérard Depardieu animando remarcablemente a un editor analfabeto.
Azor (Suiza-Francia-Argentina)
En un auspicioso debut el realizador suizo Andreas Fontana transporta al espectador a un dramático período de la historia argentina a través de un thriller político muy bien urdido.
Fabrizio Rongione
El eficaz guión del realizador ubica la trama en la ciudad de Buenos Aires en 1980, durante la ominosa dictadura que ensombreció al país. Proveniente de Suiza llega a la capital Yvan De Wiel (Fabrizio Rongione), un banquero privado de Ginebra, junto con su esposa Inés (Stéphanie Cléau). El objetivo es contactar a su socio René Keys quien es el representante de la institución financiera en Argentina.
Ambos visitantes que dominan el español son bien recibidos y acomodados en un lujoso hotel donde prontamente comienzan a percibir la atmósfera asfixiante reinante frente al número de desaparecidos que se va registrando en el país con la anuencia del gobierno militar.
A medida que la historia va progresando se podrá llegar a conocer algunos detalles sobre la ausencia de Keys a través de la versión que se tiene de él en los contactos mantenidos por De Wiel con algunos de los clientes del banco, en su visita al Círculo de Armas y en las reuniones sociales a las que acude con su esposa.
Para Yvan lo más importante es mantener a su clientela a pesar de la desaparición de su socio; en tal sentido el film expone la manera en que se produce el envío de las grandes sumas de dinero de los inversores argentinos mediante secretas negociaciones, evidenciando al mismo tiempo el rol ciertamente ambiguo de las instituciones financieras de Suiza.
Lo fascinante de Azor es la notable ilustración que efectúa Fontana de la alta burguesía argentina y su comportamiento durante ese nefasto período además de haber logrado un relato que genera un cautivante clima de intriga y misterio.
UNERÉVISION. Canadá, 2021. Un film de Catherine Therrien. 95 minutos
El eterno conflicto entre la fe religiosa y el racionalismo es expuesto en Une révision, un ambicioso relato de la realizadora canadiense Catherine Therrien en su primer largometraje.
La historia comienza en un Cegep de Montreal donde Étienne (Patrice Robitaille), un profesor de filosofía apreciado y respetado por sus alumnos, transmite las ideas filosóficas de Baruch Spinoza (1632 – 1677); este eximio filósofo judío, considerado como uno de los más importantes racionalistas del pensamiento fue excomulgado de su comunidad por haber cuestionado la autenticidad de la Biblia.
Nour Belkhiria
Resulta interesante observar la dinámica establecida entre el profesor y su alumnado estimulando el interés sobre el tópico; todo ello se desenvuelve normalmente hasta el momento en que Étienne entrega a sus alumnos los resultados de un trabajo que ellos tuvieron que realizar. Es ahí cuando Nacira (Nour Belkhiria), una brillante alumna musulmana, comprueba que su escrito recibió una baja calificación, hecho que podría peligrar su ingreso a la universidad. Al pedir su revisión el docente le aclara que ella había mencionado en uno de sus párrafos al Corán y que él había anticipado que rechazaría cualquier alusión a un texto religioso. De allí en más se produce una discusión entre la alumna y el educador quien al no ceder al pedido de Nacira, motiva a que ella solicite al consejo de administración escolar que tome cartas en el asunto para rever la mala nota discernida. A todo ello, resulta altamente impertinente la actuación de la directora de estudios del colegio (Édith Cochrane), quien para evitar que el conflicto trascienda exteriormente advierte a Étienne que podría ser despedido si no se amolda al nuevo reglamento escolar que en la práctica implica que él modifique su actitud con relación al problema surgido con Nacira.
El espinoso conflicto esbozado en el guión preparado por Louisa Godbout y Normand Corbeil ‑dos antiguos profesores de filosofía- permite que el tema adquiera considerable complejidad en la medida que el problema central del film permite que sea juzgado desde diferentes puntos de vista. Por un lado no cabe duda la integridad profesional de Étienne, un educador que como pragmático racionalista no admite que la religión se inmiscuya en su clase; pero a su vez, habiéndose leído en voz alta, el párrafo poético controvertido no ofrece real motivo para su objeción. Por otra parte resulta importante considerar que la objetividad de una exposición puede quedar afectada cuando la divinidad religiosa, en este caso el Corán como la palabra de Dios, puede influir en su resultado.
Indudablemente el espectador queda sumergido en el debate suscitado gracias a la naturaleza del complejo tema y especialmente a las remarcables actuaciones de Belkhiria y Robitaille componiendo con completa convicción a sus respectivos personajes; asimismo, en papeles de apoyo se distinguen Cochrane, Pierre Curzi y Rabah Aït Ouyahiaon. Con una buena puesta escénica de Therrien, esta ambiciosa comedia dramática considera ciertos tópicos relevantes que derivan del tema central, incluyendo la necesidad de permitir la libertad de expresión en la docencia asi como la inclusión y respeto que merecen las minorías étnicas en lo concerniente a la religión profesada.
La única objeción que merece el relato es que en su parte final introduce una vuelta de tuerca no del todo verosímil y decididamente prescindible. En todo caso eso no afecta mayormente el resultado de esta estimulante película que abre el terreno para su discusión al concluir su proyección. Jorge Gutman