DOWNTON ABBEY: A NEW ERA. Gran Bretaña-Estados Unidos, 2022. Un film de Simon Curtis. 123 minutos
Esta película es una continuación de Downton Abbey realizada hace 3 años por Michael Engler y que ahora es dirigida por Simon Curtis, siempre basada en la exitosa serie de televisión concebida por Julian Fellowes (2010 – 2015).
Adoptando dos tramas paralelas que se desarrollan de manera simultánea el guión de Fellowes ubica la acción hacia finales de la década del 20; en el castillo campestre de Downton Abbey residen la viuda condesa Violet (Maggie Smith), su hijo Lord Robert Crawley (Hugh Boneville), su nuera Cora (Elizabeth McGovern) y su nieta Lady Mary (Michelle Dockery), además de los numerosos sirvientes que asisten a la familia.
La primera subtrama se origina cuando Mary advierte a su padre que la residencia requiere algunos arreglos urgentes al observar que los techos comienzan a gotear. Atravesando una situación financiera no muy holgada quiere la coincidencia que el director de cine Jack Barber (Hugh Dancy), se encuentre interesado en utilizar la mansión para la filmación de la película muda “The Gambler” a cambio de una suma monetaria muy tentadora y difícil de rechazar. Aunque a Robert no le cae bien tener en su casa todo un equipo de filmación, finalmente acepta la proposición.
La segunda historia se genera cuando la abuela Violet recibe la noticia que ha heredado una villa en la Costa Azul legada por el francés marqués de Montmirail que acaba de morir y con quien ella había mantenido una relación sentimental antes de haber contraído enlace con su marido. Respondiendo a la invitación del hijo del marqués (Jonathan Zaccai), Robert y Cora acompañados de algunos de sus sirvientes viajan a Francia donde son recibidos por el anfitrión y su madre (Nathalie Bayé); esa es la ocasión para que los viajeros se impongan de la verdadera naturaleza del lazo existente entre Violet y el difunto; al hacerlo, a Robert le asalta la duda por saber si su padre biológico era el que él suponía hasta ese entonces o si acaso fue fruto de la relación de su madre con su enamorado aristócrata.
En ausencia de sus padres Mary queda a cargo de la mansión, prestando especial atención a los pormenores de la filmación, en un momento dado el director del film mudo decide suspender el rodaje debido a que el cine sonoro comienza a tener vigencia. Para salvar el inconveniente, la solución estriba en que Guy Dexter (Dominic West) y la joven vedette Myrna Dalgleish (Laura Haddock), los protagonistas del film, puedan sincronizar sus voces con las escenas filmadas; como Myrna no logra la adecuada coordinación el director invita a Mary para que lo haga, tarea en la cual ella cumple exitosamente su cometido.
A las dos subtramas reseñadas se añade la atracción surgida entre Dexter y el mayordomo gay Thomas (Robert James-Collier), quien es invitado a viajar a Estados Unidos para ser su asistente. A su vez, el director del film se siente atraído por Mary quien aunque no es feliz en su matrimonio decide mantener una apropiada distancia.
Algunos diálogos jugosos y la buena interpretación del numeroso elenco en donde se destacan la veterana Smith, Dockery y Boneville, permiten en parte resaltar a este liviano relato sin que ofrezca mayores sorpresas ni alcance envergadura dramática, con excepción de su conmovedor desenlace. Con una dirección correcta de Curtis, el film impresiona visualmente con la estupenda fotografía de Andrew Dunn, el impecable vestuario diseñado por Anna Robins y el magnífico diseño de producción de Donal Woods. Todo ello conduce a que Downton Abbey: Una nueva era, sin agregar mucho más a lo que ya se ha visto en el film precedente, logre entretener y que se la contemple como un capítulo menor de la recordada serie televisiva. Jorge Gutman