GABOR. Canadá, 2021. Un documental de Joannie Lafrenière. 100 minutos
Un encuentro entre la novel directora Joannie Lafrenière y Gabor Szilazi que tuvo lugar en 2015 en un festival de fotografía de Gaspésie ha sido la génesis de este magnífico documental que centraliza la atención en este excepcional fotógrafo de Quebec.
A través de una magnífica simbiosis entre la realizadora que es también fotógrafa y Szilasi se sigue la trayectoria de una persona que con sus 93 años de edad está lejos de claudicar; es así que prosigue volcando su inmensa pasión por la fotografía tal como lo ha venido haciendo a lo largo de casi siete décadas.
Oriundo de Hungría, Szilasi era un estudiante de medicina en Budapest cuando surgió su interés por la fotografía con la compra de su primera cámara en 1952. El clima de antisemitismo reinante en su país natal lo impulsó a abandonarlo en 1951 pero fracasó en el intento siendo arrestado por varios meses, aunque finalmente pudo concretar su huida en 1957, un año después de la revolución húngara. Después de su primer destino en Viena posteriormente llega a Canadá para establecerse en Montreal en 1958, ajustándose a las nuevas condiciones de vida imperantes en Quebec, poco antes del movimiento que secularizó a la provincia en la década del 60. De allí en más logró desarrollar una brillante carrera profesional en la fotografía que lo consagró a nivel nacional e internacional.
Aunque algunos detalles técnicos de la labor de Szilasi son muy bien ilustrados, además de exponer su trabajo mediante fotos y material de archivo, de manera sencilla y efectiva la directora permite que se conozcan aspectos de su vida personal. Así el artista rememora el drama sufrido por su familia judía durante el nazismo y a pesar de ocultar su identidad mediante la conversión al protestantismo su madre fue asesinada en 1944. Muy agradable resulta saber cómo él y su querida esposa se conocieron, simpatizaron románticamente para finalmente concretar el lazo matrimonial y fundar una familia con la llegada de la hijita Andrea.
El documental ilustra el encuentro con vecinos que aprecian de que Szilasi los capte fotográficamente, así como también expone el festejo con amigos y miembros de la familia celebrando jubilosamente sus 90 años en 2018. Entre otros aspectos, la cámara de la realizadora se traslada a Budapest y a zonas rurales de la región en donde el fotógrafo reencuentra a un viejo amigo y compañero de estudios de su adolescencia; al intercambiar comentarios sobre lo que sus vidas han sido a través del tiempo, la melancolía se hace sentir cuando Szilasi le muestra fotografías captadas en ese entonces.
Siendo consciente de su mortalidad, un momento ciertamente conmovedor del film tiene lugar cuando el inmenso material fotográfico junto con los innumerables negativos son retirados de la residencia del artista para ser donados al Museo de Bellas Artes de Montreal.
Globalmente considerado Gabor es un documental remarcablemente filmado e irreprochablemente montado en donde las imágenes expresan más que las palabras; de este modo Lafrenière ofrece un cálido tributo a Gabor Szilasi, un hombre sereno, noble y humilde que valoriza el permanente apoyo que recibe de su entrañable compañera y querida hija y que considera al amor como lo más importante en su vida. Jorge Gutman