UNE HISTOIRE À SOI / A STORY OF ONE’S OWN. Francia-Bélgica, 2021. Un documental escrito y dirigido por Amandine Gay. 100 minutos.
Teniendo en consideración que la realizadora afrofrancesa Amandine Gay ha sido una persona adoptada, eso la impulsó a abordar el tema de la adopción. Para ello recabó la opinión de cinco adultos provenientes de diferentes países que han sido adoptados durante su infancia y que ahora viven en Francia, con el propósito de que expresen lo que piensan al respecto.
Estas personas que fluctúan entre los 25 y 52 años de edad son la surcoreana Justine, el brasileño Mathieu Anne Charlotte de Australia, Niyhongira de Ruanda y Célne nacida en Sri Lanka. Además de tener en común el haber sido criados por padres adoptivos, todos desean conocer sus orígenes; con todo, cada uno guarda una historia diferente que revela la diversidad de sentimientos que les va envolviendo y los obstáculos atravesados al no poder conciliar acabadamente la identidad francesa con la del país en que han nacido.
En este tema que va reflejando el impacto emocional y psicológico de los entrevistados son diferentes las razones por las que sus padres biológicos cedieron en adopción a sus hijos; así se encuentra el estigma de una madre soltera, el deseo de querer evitar que un vástago pueda quedar librado a la pobreza en el país que ha nacido, o bien que el genocidio vivido en Ruanda no llegue a malograr el destino de un hijo.
En base a un montaje de fotografías, videos caseros y comentarios de los entrevistados que van narrando sus experiencias a través de sus voces, la directora ofrece un vívido documental en el que surgen opiniones controvertidas sobre este tema. Así queda flotando la pregunta si el acogimiento de una criatura abandonada a través de la adopción internacional constituye un acto humanitario o una suerte de forzada deportación.
Entre algunos de los casos dignos de citar es el de Justine quien no obstante disfrutar de una familia que la quiere siente que su tez surcoreana la discrimina; sin embargo al visitar Corea del Sur comprueba que su rostro oriental es similar a la de la población del país aunque sus raíces no se encuentren allí.
De interés es la situación de Mathieu quien al visitar Brasil su familia biológica le ofrece una cálida recepción; no obstante surge la duda si ese cariño es realmente sincero o en cambio se debe a la ayuda financiera que les brinda. Con todo, a la postre experimenta gran satisfacción cuando sus padres adoptivos viajan sin él a Brasil al haber sido invitados por su hermana biológica a visitar la favela en la que habita; en el grato encuentro que se produce también acuden sus tíos y abuelo para conocerlos. A partir de ese entonces cada vez que Mathieu se comunica telefónicamente con sus familiares de Brasil, ellos le preguntan cómo están sus padres; es así que ahora ese joven puede afirmar que la adopción ha quedado completada.
La realizadora logra con este sobrio documental una buena exposición de estas íntimas historias acerca de los aspectos políticos, económicos, culturales y raciales que involucra la adopción internacional, así como las dilficultades que pueden surgir en el proceso de construcción de la dentidad de quienes han sido adoptados. Jorge Gutman