Crónica de Jorge Gutman
Decision to Leave. (Corea del Sur)
Habiendo obtenido un merecido prestigio por notables trabajos realizados como lo fueron entre otros Sympathy for Mr. Vengeance (2002), Oldboy (2003), Lady Vengeance (2005) y especialmente The Handmaiden (2016), el cineasta surcoreano Park Chan-wook aborda un thriller policial que a través de su desarrollo deviene en un romántico melodrama.
Imprimiendo un tratamiento sobrio y contenido el realizador gratamente sorprende con su esmerada puesta escénica por la que obtuvo el premio a la mejor dirección en el último festival de Cannes. Con gran habilidad Park crea un especial clima atmosférico que permite adentrarse de inmediato en lo que narra.
El guión del realizador compartido con Chung Seo-kyung presenta a Hae-jun (Park Hae-il), el más joven detective policial de Busan quien se caracteriza por ser un metódico y y concienzudo investigador frente a los casos que se le presentan. El elemento que impulsa la acción se produce al descubrirse el cadáver de un alpinista coreano que murió al caer de la cima de una montaña. La autoridad policial debe determinar si eso se debió a un accidente, un suicidio o bien un atentado criminal.
Cuando Hae-joon se enfrenta con Seo-rae (Tang Wei), la viuda china del occiso, ella no demuestra pesar alguno por haber perdido a su marido; ese hecho intriga al policía quien comienza a sospechar de esta atractiva mujer. A partir de entonces, el minucioso detective mantiene un trato más directo con Seo-rae a fin de esclarecer el deceso de su marido. A medida que los encuentros prosiguen la investigación de Hae-joon se va lentamente disipando dada la atracción que ella ejerce en él; todo conduce a una relación erótica en donde resta saber si ese vínculo responde o no a un sincero amor.
Mediante unos giros sorpresivos del guión la historia se va complicando, despertando una convincente intriga acerca del comportamiento adoptado por Seo-rae. ¿Es ella realmente inocente o acaso es la mujer fatal que sabe cómo manipular al policía dado el obsesivo amor que él siente por ella?
Remitiendo en algunos aspectos a Vértigo (1958), la obra maestra de Hitchcock, Decision to Leave fascina gracias a la excelente reallización de Park y a la remarcable actuación de sus dos protagonistas en la caracterización de sus respectivos personajes.
El Agua (España-Suiza-Francia)
Después de haber realizado tres exitosos cortos, la directora española Elena López Riera efectúa su debut en este largometraje de ficción donde se entremezclan situaciones realistas con otras de naturaleza fantástica.
La historia transcurre en un pequeño pueblo del sudeste de España, cerca del río Segura, en donde Ana (Luna Pamies) de 18 años viviendo con su madre Isabella (Bárbara Lennie) y su abuela Ángela (Nieve De Medina) es una joven que comparte las vicisitudes propias de la adolescencia con sus amistades de edad similar. Cuestionando sus vidas, el sueño de todos ellos es el de dejar el lugar lo antes posible en procura de un mejor porvenir para no quedar estancados en donde viven. Con los impulsos propios de la edad Ana comienza un romance con José (Alberto Olmo), un muchacho tres años mayor que ella, que había estado ausente del pueblo diciendo que estuvo en Londres aunque en realidad nunca salió de España.
Dueña de un refinado estilo, la realizadora logra una fluida narración de esa juventud que trata de pasarla de la mejor manera posible pero sin un rumbo cierto acerca del futuro. El relato adquiere un matiz diferente cuando cunden en el pueblo y muy especialmente en la abuela y la madre de Ana, historias vinculadas con mujeres que han desaparecido a través de los siglos. Según la leyenda, oralmente transmitida de una generación a la siguiente, al producirse las riadas con las crecidas del río, el agua que inunda la zona se enamora de una mujer y si ella se resiste la arrastra llevándosela consigo. Ese mito ya sea ficticio o real crea en Ana un fuerte sentimiento de inseguridad motivando que su romancecon José se resquebraje.
Al alejarse de la pintura costumbrista para adentrarse en la fantasía el dinamismo del film se aletarga un poco, conduciendo a un desenlace que aunque poético no alcanza a lograr el mismo impacto que en su primera mitad. Con todo, esa mezcla de géneros aunque lograda parcialmente no menoscaba los méritos del film centrados en la muy buena dirección de López Riera y en la soberbia interpretación de Pamies en su debut actoral quien con gran sensibilidad expresa la vulnerabilidad y resquemores de una joven que teme ser poseída por la poderosa fuerza del agua.
Historias para no Contar (España)
Cesc Gay, el renombrado director de Truman (2016), retorna a Toronto presentando cinco historias de la vida cotidiana relatadas de la manera más sencilla posible con la ventaja que permite al espectador identificarse con cada una de las mismas.
El primer relato (Tengo Ganas de Verte) enfoca a Laura (Anna Castillo) y Alex (Chino Darin) quienes habitando en un mismo edificio de departamentos, sus encuentros se producen en el parque paseando a sus respectivos caninos. Aunque ambos demuestran algo más que una mutua simpatía, los dos son bien mesurados teniendo en cuenta que Laura vive en pareja con Raúl (Javier Rey); cuando él acompaña a la chica hasta su departamento para curar la patita de su perrito, se produce la llegada inesperada de Raúl lo que obliga a Alex a tener que esconderse; eso conducirá a un inesperado revés.
En el segundo episodio (Sandra) Luis (Alex Brendemúhl) efectúa una visita a sus amigos Carlos (Antonio de la Torre) y Ana (María León); el visitante se muestra un tanto deprimido y apenado poque su mujer lo abandonó; cuando circunstancialmente Luis conoce a Sandra (Eva Reyes), una actriz de teatro, la pareja amiga le aconseja a que la corteje para que así pueda calmar su tristeza. Aquí el guión introduce una sorpresa cuya intención es el de enfatizar que en la época en que vivimos no debe existir ningún prejuicio en materia de género sexual.
En el tercer segmento (Martes y Jueves a las 7:30) se asiste al encuentro de Carol (Alexandra Jiménez), Blanca (Maribel Verdú) y Ángela (Nora Navas), tres amigas que no se han visto después de cierto tiempo, en donde ellas se presentan a un casting para el rodaje de un film; esperando a que cada una de ellas sea llamada, el trío se engancha en una conversación en donde ellas recurren a mentiras blancas para ocultar sus verdaderas emociones.
La cuarta historia (Me has hecho feliz estos meses) retrata a Andrés (José Coronado) un escritor de mediana edad dispuesto a dejar a su mujer con el propósito de unirse a la joven Bárbara (Alejandra Onieva) que ha sido una de sus alumnas y con quien ha mantenido un placentero vínculo sexual. Cuando en el restaurante en que ambos se encuentran Andrés decide proponerle vivir juntos, una insospechada actitud de Bárbara lo motiva a cambiar de planes para no sentirse humillado.
El capítulo final (París) enfoca a Eduardo (Quim Gutiérrez), un hombre casado, quien preocupado muestra a su amigo Jota (Brays Efe) una fotografía de su esposa Sofía (Verónica Echegui) que había sido tomada en París en ocasión de su viaje de hace un año; en la misma ella aparece junto a Nicole, una periodista francesa con la que él mantuvo relaciones en ocasión de su visita a España. Es así que Eduardo sospecha que Sofía estuvo enterada de su affaire sin que se lo hubiera comentado. Siguiendo el consejo de Jota, Eduardo aborda a su mujer para contarle su adulterio pero al hacerlo llega a sorprenderse con la confesión que a su vez ella le hace.
Como bien dice el refrán que “lo bueno si breve dos veces bueno”, Gay lo aplica magníficamente en cada una de las historias de 20 minutos de duración; sin apelar al drama permite que a través de la comedia esta antología coral ilustre la vulnerabilidad, inseguridad y contradicciones que van emergiendo del comportamiento humano al enfrentar situaciones imprevistas. Además de la impecable dirección, el guión del realizador compartido con Tomas Aragay, está ingeniosamente escrito con muy buenas vueltas de giro. Finalmente cabe elogiar al elenco integrado por actores de remarcable nivel que han sabido expresar de manera auténtica la variedad de sentimientos que animan a sus respectivos personajes.