Crónica de Jorge Gutman
SEXUAL MISCONDUCT OF THE MIDDLE CLASSES. Autora: Hannah Moscovitch — Dirección: Eda Holmes — Elenco: Marcel Jeannin e Inès Defossé.- Escenografía y Diseño de Vestuario: James Lavoie – Diseño de Iluminación: Sonoyo Nishikawa – Entrenamiento de Escenas Íntimas: Luciana Burcheri — Musica:: Sarah Neufeld — Asistente de Dirección: Chelsea Dab – Duración: 80 minutos sin entreacto – Representaciones: Hasta el 27 de noviembre en el Centaur Theatre
Inspirada por los acontecimientos de los últimos años en que a raíz del publicitado caso del productor Harvey Weinstein, responsable de innumerables abusos sexuales, salió a la luz la situación de mujeres que fueron forzadas o violadas sexualmente, la remarcable dramaturga Hanna Moscovitch apela a algo diferente aunque decididamente fascinante.
La obra estrenada en 2020 y ganadora del premio del Gobernador General en literatura está estructurada de manera ciertamente original. Jon (Marcel Jeannin) es un profesor universitario e importante escritor de mediana edad quien en 2016 informa al público facetas de su vida personal y profesional. Hablando en tercera persona manifiesta que se separó de su tercera mujer y además por encontrarse bloqueado como escritor y sin mucho aliciente de seguir escribiendo, se encuentra un tanto perdido.
Todo cambia para el catedrático al conocer a Annie (Inès Defossé, su alumna de 19 años que cursa el primer año de la facultad. Desde el primer momento ella le expresa la gran admiración que siente por él , en tanto que Jon con tal declaración se encuentra un tanto turbado, llamando su atención el abrigo rojo que ella porta. A través de varios encuentros que Annie fuerza para que se produzcan, con su apariencia inocente trata de conquistar a su profesor. Si bien Jon evita involucrarse en un affaire, no solo debido a la diferencia de años que los separa sino porque quebranta las normas éticas de profesor-estudiante, llega un momento en que la tensión se agudiza y él no puede resistir su seducción, generando una conducta sexual inapropiada. La obra cobra un giro inesperado cuando la acción se traslada cuatro años después en donde ya existe el movimiento #metoo; en todo caso como esta historia es analizada desde la óptica masculina, la posición de la mujer retomando control de su propia sexualidad no llega a trascender. Sería indiscreto revelar el ingenioso desenlace de este singular affaire.
A diferencia de otras producciones que se han hecho de esta obra, en la presente es importante destacar la labor de Luciana Burcheri como entrenadora de las escenas íntimas, permitiendo que las entabladas entre los dos personajes sean efectuadas con suma delicadeza, primando el asentimiento y respeto en la abierta comunicación.
La directora Eda Holmes capta muy bien el atractivo texto de Moscovitch dejando a la audiencia que considere hasta dónde el consentimiento sexual puede justificar o no el comportamiento de Jon; naturalmente todo depende de la percepción de cada espectador. Además de los valores intrínsecos de la pieza nutrida de interesantes diálogos, esta producción se valoriza por la muy buena caracterización de los dos únicos personajes lograda por Jeannin y Defossé. El actor transmite de manera impecable la turbulencia emocional del confundido y vulnerable profesor en tanto que Defossé demuestra su gran talento reflejando excelentemente a la bella joven provocativa y manipuladora en el arte de la seducción.