Encan­ta­do­res Coristas

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

LES CHO­RIS­TES. Libro Ori­gi­nal : Chris­tophe Barra­tier y Phi­lip­pe Lopez Cur­val — Adap­ta­ción: Mary­se Ward y Ser­ge Denon­co­urt — Direc­ción: Ser­ge Denon­co­urt – Elen­co: Fra­nçois L’Écuyer, Hen­ri Chas­sé, Gary Bou­drealt, Loui­se Car­di­nal, Michel-Oli­vier Girard, Sacha Bol­duc, Les Petits Chan­te­urs du Mont Royal y Les Petits Chan­te­urs de Laval — . Esce­no­gra­fía: Gui­llau­me Lord – Ves­tua­rio: Pie­rre-Guy Lapoin­te – Ilu­mi­na­ción Erwann Ber­nard – Músi­ca Ori­gi­nal: Bruno Coulais y Chris­tophe Barra­tier – Video: Silent Part­ner – Dura­ción: 100 minu­tos sin entre­ac­to – Repre­sen­ta­cio­nes: Has­ta el 19 de enero en el Tea­tro Monu­ment National. 

Cele­bran­do el perío­do fes­ti­val y un nue­vo año, más que bien­ve­ni­da resul­ta la repo­si­ción rea­li­za­da por el Gru­po Jus­te pour Rire de Les Cho­ris­tes que logró un cla­mo­ro­so éxi­to en opor­tu­ni­dad de su pre­sen­ta­ción en Mon­treal en 2018.

Si bien esta come­dia musi­cal está basa­da en el libre­to ori­gi­nal de Chris­tophe Barra­tier y Phi­lip­pe Lopez Cur­val cuya acción trans­cu­rre en Fran­cia, en la adap­ta­ción rea­li­za­da por Mary­se War­da y Ser­ge Denoun­court el rela­to se desa­rro­lla en Que­bec. De todos modos, el espec­tácu­lo res­pe­ta el men­sa­je de la pelí­cu­la homó­ni­ma de 2004 diri­gi­da por Barra­tier quien a su vez se basó en el film La Cage Aux Ros­sig­nols de 1947.

Fra­nçois L’Ecuyer. (Foto: Marie-Andrée Lemire)

Esta pro­duc­ción ape­la a la tra­di­cio­nal con­sig­na de que un maes­tro pue­de ser­vir de ins­pi­ra­ción a sus alum­nos ayu­dán­do­los a supe­rar los obs­tácu­los que se inter­pon­gan en sus cami­nos para triun­far en la vida. En este caso el edu­ca­dor es Clé­ment Mathieu (Fra­nçois L’Écuyer), un músi­co des­em­plea­do quien lle­ga a La Beau­ce en 1949 don­de es con­tra­ta­do para desem­pe­ñar­se como super­vi­sor en el inter­na­do Le fond de l’étang que alber­ga a chi­cos rebel­des e inadap­ta­dos. Lo pri­me­ro que apre­cia es la auto­ri­dad des­pó­ti­ca que ejer­ce el direc­tor Rachin (Hen­ri Chas­sé) en un ambien­te de abso­lu­to rigor. Es así que por con­tras­te, Clé­ment con su carác­ter afa­ble y bene­vo­len­te tra­ta de con­gra­ciar­se con los estu­dian­tes; para ello y como gran aman­te de la músi­ca intro­du­ce la magia del can­to con la for­ma­ción de un gru­po coral. El méto­do didác­ti­co, el cari­ño y la pasión por la músi­ca incul­ca­dos por el edu­ca­dor duran­te sus cla­ses con­tri­bu­ye a ganar­se el res­pe­to y afec­to de sus nova­tos coris­tas, a la vez que éstos van des­cu­brien­do con­di­cio­nes artís­ti­cas en sus per­so­na­li­da­des que los moti­van a mirar el futu­ro con más opti­mis­mo. Cla­ro está que el esfuer­zo logra­do por Clé­ment ins­ti­ga­rá ganar­se la anti­pa­tía del male­vo­len­te direc­tor; pero eso no ate­nua­rá los esfuer­zos del ins­truc­tor que a su vez con­ta­rá con la cola­bo­ra­ción del sim­pá­ti­co pro­fe­sor Lan­glo­is (Michel-Oli­vier Girard).

Hen­ri Chas­sé. (Foto: Marie Andrée Lemire)

Dicho lo que ante­ce­de, el espec­tácu­lo cobra vida con las can­cio­nes ento­na­das por los agra­cia­dos alum­nos en don­de espe­cial­men­te se des­ta­ca el joven Pie­rre Morhan­ge (Oli­vier Leduc) dota­do de un espe­cial talen­to vocal y que a su vez es el orgu­llo de su madre mono­pa­ren­tal Vio­let­te (Loui­se Cardinal).

Entre los valo­res de esta pie­za musi­cal debe dis­tin­guir­se la muy bue­na pues­ta escé­ni­ca de Ser­ge Denon­co­urt quien impri­me un cli­ma nos­tál­gi­co a esta his­to­ria ade­más de haber logra­do un muy buen desem­pe­ño de su elen­co adul­to lide­ra­do por las bue­nas carac­te­ri­za­cio­nes rea­li­za­das por L’Écuyer, Chas­sé con la cola­bo­ra­ción de Girard, Car­di­nal y en roles de apo­yo Sacha Bol­duc y Gary Bou­drealt. En gran medi­da la soli­dez de Les Cho­ris­tes se debe a la remar­ca­ble par­ti­ci­pa­ción de una quin­ce­na de jóve­nes pro­ve­nien­tes de los orga­nis­mos cora­les Petit Chan­te­urs de Mont-Roi­yal y Petits Chan­te­urs de Laval; el entu­sias­mo brin­da­do y sus mag­ní­fi­cas voces cons­ti­tu­yen el alma de este espec­tácu­lo que asi­mis­mo ofre­ce algu­nos momen­tos emo­ti­vos, como la tier­na esce­na en que el ino­cen­te huer­fa­ni­to Pépi­not (Loren­zo Hébert-Iwa­mo­to) es pro­te­gi­do por Clé­ment. Final­men­te cabe des­ta­car la flui­da esce­no­gra­fía de Gui­llau­me Lord que median­te pane­les move­di­zos per­mi­te con suma rapi­dez ofre­cer los dis­tin­tos ambien­tes en que se desa­rro­lla la acción.

En esen­cia, el públi­co que asis­ta a la repre­sen­ta­ción de este musi­cal en el Tea­tro Monu­ment Natio­nal que­da­rá amplia­men­te gra­ti­fi­ca­do y bien toni­fi­ca­do para el comien­zo de 2023.

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