Crónica de Jorge Gutman
Evaluación de Filmes de Fantasia
He aquí un breve comentario de otras 3 películas juzgadas en el Festival Fantasia que comenzó la semana pasada.
Femme (Gran Bretaña)
Un subversivo thriller psicológico es lo que se aprecia en este primer largometraje de los noveles realizadores Sam H. Freeman y Ng Choon Ping que fue muy bien acogido en la sección Panorama del festival de Berlín de este año.
En su comienzo el relato introduce a Jules (Nathan Stewart-Jarrett), quien como drag queen actúa con gran éxito en un club nocturno del este de Londres. Cuando al terminar el espectáculo se dirige a un negocio con el atuendo empleado en su show al salir del local Jules es asediado por un grupo de matones y atacado salvajemente por Preston (George MacKay), uno de ellos.
Después de tres meses en que Jules no ha vuelto a actuar como producto del trauma producido por el ataque sufrido, al asistir a un baño de sauna gay descubre que allí se encuentra Preston, quien realmente oculta su orientación sexual ante terceros. Entre ambos surge una eléctrica mirada y Preston que no ha reconocido a Jules, lo invita a su automóvil y de inmediato la atracción física queda consumada. Si bien Jules está guiado por su intención de vengarse de quien lo embistió ferozmente, se produce en él lo que podría considerarse como el síndrome de Estocolmo al quedar en principio sometido por la pasón sexual que Preston ejerce en él.
Lo destacable del relato es que a medida que el vínculo cobra intensidad gradualmente los roles se invierten en donde Jules es quien ahora tiene la sartén por el mango.
Valido de un remarcable guión los realizadores han logrado que su narrativa cobre la tensión que requiere un buen thriller. Para ello han contado con la magnífica interpretación de Stewart-Jarreet y MacKay quienes investidos por completo en sus roles han permitido que la trama adquiera notable autenticidad.
Raging Grace (Gran Bretaña)
En su debut como directora y guionista Paris Zarcilla sigue los pasos de Joy (Max Eingenmann), una madre soltera filipina que se encuentra por el momento ilegalmente en Londres y tratando de lograr el dinero suficiente para poder adquirir la visa que le permita seguir residiendo en Inglaterra. Es así que aparte de ocuparse de su traviesa hijita Grace (Jaeden Paige Boadilla), ella se ocupa de efectuar tareas de limpieza en diferentes hogares de buena posición económica. La suerte le sonríe cuando finalmente consigue un trabajo estable y a tiempo completo en la mansión del anciano Garret (David Hayman) quien postrado en la cama está enfermo de cáncer y al cuidado de su sobrina Katherine (Leanne Best). La primera parte del relato muestra la relación que mantiene Joy con su empleadora, ocultándole que tiene una hija y es por esa razón que la niña permanece la mayor parte del tiempo en la habitación que ella ocupa; hasta aquí, uno puede pasar por alto la circunstancia de que resulta difícil que la niña pase por completo desapercibida cuando en más de una ocasión Katherine podría haberla descubierto. El interés del espectador se incrementa cuando madre e hija van descubriendo que los medicamentos que Katherine suministra a su tío lo inducen a un casi estado comatoso.
Cuando Katherine debe ausentarse por unos días y deja a cargo de Joy la atención de Garret, mágicamente el anciano despierta de su sopor y mantiene una excelente relación con la niña así como con su madre.
La acción alcanza su climax en el último segmento del relato al producirse el regreso de Katherine y en donde van surgiendo algunos secretos de su familia en donde nadie es como parece ser. Es allí que Zarcilla introduce en su guión un conjunto de situaciones absolutamente disparatadas que tienen como propósito crear gratuitamente una atmósfera de pesadilla que está lejos de producir espanto.
La ópera prima de la cineasta cuenta con muy buenas actuaciones de su breve elenco pero lamentablemente el suspenso inicial se diluye; así su desenlace de terror que no cohesiona con lo visto previamente resulta desalentador. Asimismo aunque la intención de Zarcilla es la de efectuar una crítica social de la explotación a la que está sujeta la comunidad filipina de Inglaterra, la misma es esbozada de manera epidérmica.
What You Wish For (Estados Unidos)
En su doble condición de realizador y guionista Nicholas Tomnay sorprende gratamente con una historia transgresora que cautiva plenamente. Entre varios de los factores que valorizan al relato es la capacidad de sorprender a través de su desarrollo y sin que pueda anticiparse sobre lo que vendrá a continuación.
El protagonista es Ryan (Nick Stahl), un remarcable chef londinense que dada su tendencia al juego se ha endeudado y obligado a escapar y desplazarse a un país de América Latina ‑probablemente centroamericano- donde es recibido e invitado por su amigo Jack (Brian Groh) a quien no veía por más de una década, quien a su vez es también otro celebrado chef. Lo que más impresiona a Ryan es la fastuosa mansión en la que su amigo habita y la vida prácticamente de millonario que lleva acompañado de su amiga Alice (Penélope Mitchell).
El apacible comienzo del relato cobra un inesperado giro cuando Jack se suicida y Ryan asume su identidad valiéndose de falsa documentación. La situación se complica aún más cuando arriban a la mansión Imogene (Tamsin Topolski) y Maurice (Juan Carlos Messier); ellos pertenecen a una agencia encargada de suministrar sofisticadas comidas a gente de excelente situación económica capaces de pagar altas sumas de dinero por las mismas; es así que dirigiéndose a Ryan creyendo que es Jack, al que nunca habían visto anteriormente, le solicitan que prepare una cena de alto vuelo para unos clientes de gran fortuna que vendrán al día siguiente.
A partir de allí Tomnay imprime a su historia un tono decididamente macabro y perverso que sería indiscreto revelar salvo señalar que Ryan llegará a saber la razón por la que Jack pudo haber disfrutado de un estilo de vida al cual él siempre había aspirado.
Probablemente inspirado en las obras maestras de Hitchcock, el realizador ofrece un muy buen film de suspenso que desemboca en un impredecible desenlace. Palabras finales son para destacar al elenco liderado por la relevante actuación de Stahl así como por la eficiente participación de Topolski, Messier, Mitchell y Randy Vasquez animando a un detective policial.