JE VERRAI TOUJOURS VOS VISAGES. Francia, 2023. Un film escrito y dirigido por Jeanne Herry. 118 minutos
Así como en Pupille (2018) la directora Jeanne Herrry demostró su talento considerando el tema de la adopción, con Je verrai toujours vos visages encara otro tema atrapante aunque de diferente naturaleza. Ella se ha inspirado en la justicia restaurativa, un mecanismo legal implantado en Francia en 2014 en donde víctimas y victimarios de delitos cometidos pueden enfrentarse a fin de vislumbrar la reconciliación.
Dentro del marco de un relato coral que aunque de ficción adopta las características típicas de un documental hay dos historias que emergen del guión de Herry.
En una de las mismas Fanny (Suliane Brahim) y Michel (Jean-Pierre Darrousin), dos expertos profesionales se preparan para supervisar junto con los trabajadores voluntarios Cyril (Pascal Sangla) e Yvette (Anne Benoît) una terapia de grupo durante varias sesiones donde participarán tres víctimas de la violencia y tres agresores sentenciados por la justicia. Reunidos en un entorno circular se sale al encuentro de la septuagenaria Sabine (Miou-Miou) quien años atrás caminando en la calle su bolso le fue violentamente arrebatado por un ladrón y desde entonces teme salir de su casa; otra víctima ha sido Grégoire (Gilles Lellouche) quien no puede olvidar el trauma causado cuando estando en su hogar junto con su hija fue atacado por desconocidos encapuchados ; por su parte Nawelle (Leila Bekhti), cajera de un supermercado, cinco años atrás había sido robada mientras trabajaba y aún no ha podido recobrarse de ese delito. Frente a ellos están los perpetradores Issa (Birane Ba), Nassim (Dali Benssalah) y Thomas (Fred Testot). Si bien en los primeros encuentros entre ambas partes existe el resentimiento de las víctimas que se traduce en un clima de tensión, a medida que las sesiones progresan sus integrantes van volcando sus emociones donde las tres personas afectadas tratarán de encontrar las facetas humanas de sus malhechores.
Paralelamente en la segunda historia la profesional Judith (Élodie Bouchez) tiene a su cargo ayudar a Chloé (Adèle Exarchopoulos) para localizar a su hermano quien la había violado en su infancia; el propósito es que él se disculpe ante ella por el daño provocado.
Sin protagonismo absoluto, cada uno de los personajes dispone del tiempo necesario para expresarse y transmitir las emociones que les embargan; en tal sentido, además de los muy buenos diálogos que trascienden del guión, igualmente es destacable la absoluta naturalidad en que los integrantes del elenco transmiten los sentimientos de sus caracteres.
Con gran habilidad y sutileza Herry explora el tema propuesto tratando de indagar psicológicamente en los agredidos y sus atacantes a fin de encontrar aspectos en común que sean capaces de lograr la comunicación entre las partes involucradas.
Más allá del interés que suscita este buen film, el mismo deja abierta la discusión sobre si realmente es factible la reconciliación y humana identificación entre las víctimas y sus victimarios al margen del sistema judicial imperante. Jorge Gutman