La Migra­ción al Desnudo

IO CAPI­TANO. Ita­lia-Bél­gi­ca, 2023. Un film de Mat­teo Garro­ne. 121 minutos

El cineas­ta ita­liano Mat­teo Garro­ne, res­pon­sa­ble de algu­nos meri­to­rios fil­mes como lo fue­ron entre otros Gomo­rra (2008, Reality (2012) y Dog­man (2018) aho­ra retor­na con Io Capi­tano; a todas luces, este lúci­do dra­ma es capaz de lle­gar a todo tipo de públi­co en la medi­da que refle­ja uno de los gra­ves pro­ble­mas que afec­ta a la humanidad.

Sey­dou Sarr

En un humil­de subur­bio de Dakar, Sene­gal, habi­ta Sey­dou (Sey­dou Sarr) de 16 años de edad con su madre viu­da (Khady Sy) y varias peque­ñas her­ma­nas en una casa de úni­ca habi­ta­ción. El mucha­cho man­tie­ne un víncu­lo amis­to­so con su pri­mo Mous­sa (Mous­tapha Fali) de igual edad quien lo inci­ta a rea­li­zar un via­je jun­tos con des­tino a Euro­pa con la espe­ran­za de lograr un por­ve­nir más pro­mi­so­rio y ade­más poder des­de allí ayu­dar finan­cie­ra­men­te a sus fami­lias. Aun­que al prin­ci­pio Sey­dou es un poco reluc­tan­te a la idea, sobre todo por la drás­ti­ca opo­si­ción de su madre que avi­zo­ra los peli­gros que engen­dra ese via­je, final­men­te con la apro­ba­ción del cha­man local, él y Mous­sa empren­den la gran aven­tu­ra con el dine­ro que han podi­do ahorrar.

El via­je comien­za en auto­bús des­de Dakar con des­tino a Mali y Nige­ria para obte­ner sus fal­sos pasa­por­tes por los que des­em­bol­san un con­si­de­ra­ble mon­to de dine­ro y don­de ade­más deben afron­tar a corrup­tos fun­cio­na­rios de adua­na. Una pos­te­rior tra­ve­sía a tra­vés de las are­nas del desier­to de Saha­ra se reve­la arries­ga­da al ser trans­por­ta­dos en un camión ati­bo­rra­do de via­je­ros per­si­guien­do el mis­mo pro­pó­si­to. Como par­te del tra­yec­to en el desier­to debe ser hecho a pie, una de las esce­nas con­mo­ve­do­ras del film se pre­sen­ta cuan­do una ancia­na mujer (Bea­tri­ce Gnon­ko) que se encuen­tra exte­nua­da tie­ne difi­cul­tad de hacer­lo, Sey­dou rea­li­za lo impo­si­ble por ayu­dar­la aun­que final­men­te no lo logra.

Lo peor acon­te­ce cuan­do el gru­po lle­ga a la ciu­dad de Sabha en Libia y se enfren­ta con mafio­sos del lugar; como con­se­cuen­cia, Mous­sa con nume­ro­sos migran­tes son alo­ja­dos en una tétri­ca pri­sión y vil­men­te tor­tu­ra­dos. Como Sey­dou no ha sido dete­ni­do, él deci­de no pro­se­guir el via­je has­ta ubi­car a su pri­mo; final­men­te lo encuen­tra des­pués que esca­pó de la pri­sión, pero en su huí­da Mous­sa ha sido balea­do que­dan­do heri­do con una pier­na infec­ta­da que requie­re urgen­te asis­ten­cia hos­pi­ta­la­ria y que no habrá de lograr­lo en Libia. Es así que en la últi­ma par­te del film Sey­dou no obs­tan­te su inex­pe­rien­cia es for­za­do a asu­mir la res­pon­sa­bi­li­dad de con­du­cir un inse­gu­ro navío ates­ta­do de via­je­ros clan­des­ti­nos para que a tra­vés de las revuel­tas aguas del Medi­te­rrá­neo todos pue­dan arri­bar sanos y sal­vos a tie­rra fir­me de Europa.

Ilus­tran­do realís­ti­ca­men­te la situa­ción de menes­te­ro­sos migran­tes pro­cu­ran­do alcan­zar mejo­res con­di­cio­nes de vida, Garro­ne brin­da un paté­ti­co dra­ma estu­pen­da­men­te rea­li­za­do y que sin con­des­cen­den­cia algu­na resal­ta la supera­ción del espí­ri­tu humano a pesar de las adver­si­da­des afron­ta­das. Ade­más del impe­ca­ble guión por él escri­to con Mas­si­mo Cec­che­ri­ni, Mas­si­mo Gau­dio­so y Andrea Taglia­fe­rri, Garro­ne reu­nió un magis­tral elen­co de acto­res no pro­fe­sio­na­les, enca­be­za­do por la fabu­lo­sa inter­pre­ta­ción de Sey­dou Sarr. En los rubros téc­ni­cos men­ción espe­cial mere­ce la fabu­lo­sa foto­gra­fía de Pao­lo Came­ra, cap­tan­do los esce­na­rios en que trans­cu­rre la acción, sobre todo en lo que res­pec­ta a las indo­ma­bles regio­nes are­no­sas del Saha­ra, así como la del navío en su aza­ro­sa travesía.

Cabe men­cio­nar que este exce­len­te film ha sido dis­tin­gui­do con el Pre­mio al Mejor Direc­tor en el fes­ti­val de Vene­cia de 2023 y que asi­mis­mo es uno de los cin­co fil­mes que com­pi­ten por el Oscar a la mejor pelí­cu­la inter­na­cio­nal del año.  Jor­ge Gutman

Un Buen Dra­ma Escandinavo

THE PRO­MI­SED LAND. Dina­mar­ca-Ale­ma­nia-Sue­cia, 2023. Un film de Niko­laj Arcel. 127 minutos.

Un épi­co wes­tern ambien­ta­do en el siglo XVIII es lo que se apre­cia en The Pro­mi­sed Land del rea­li­za­dor Niko­laj Arcel. El film basa­do en la nove­la El Capi­tán y Ann Bar­ba­ra de la escri­to­ra dane­sa Ida Jes­sen publi­ca­da en 2020 .ha sido muy bien adap­ta­da en el guión del cineas­ta y Anders Tho­mas Jensen.

Mads Mik­kel­sen

El pro­ta­go­nis­ta de este his­to­ria es Lud­wig Kah­len (Mads Mik­kel­sen), un jubi­la­do mili­tar que habien­do esta­do al ser­vi­cio del ejér­ci­to ale­mán duran­te 25 años, retor­na en 1755 a Dina­mar­ca, su tie­rra natal, con el pro­pó­si­to de colo­ni­zar y cul­ti­var un vas­to y ári­do pára­mo de la penín­su­la de Jutlan­dia. Has­ta ese enton­ces, la pobre­za del sue­lo impi­dió que ese lugar pudie­ra pros­pe­rar. No obs­tan­te, Kah­len está con­ven­ci­do que él podrá lograr­lo y para ello desea obte­ner la auto­ri­za­ción del monar­ca Fede­ri­co V. Sien­do aten­di­do por el can­ci­ller del rey (Seren Malling), la peti­ción es en prin­ci­pio recha­za­da; sin embar­go cuan­do el capi­tán mani­fies­ta que el pro­yec­to será finan­cia­do por él con el dine­ro de su pen­sión y que lo úni­co que requie­re a cam­bio es adqui­rir un títu­lo de noble­za con casa seño­rial y sir­vien­tes, con­si­gue que su pro­yec­to sea aceptado.

Cuan­do comien­za a imple­men­tar su tra­ba­jo se encuen­tra con que enfren­ta un obs­tácu­lo por par­te de Fre­de­rik De Schin­kel (Simon Ben­neb­jerg), un pode­ro­so terra­te­nien­te de la zona, quien tra­ta a sus emplea­dos como si fue­ran sus escla­vos; ade­más con­si­de­ra a Kah­len como un laten­te anta­go­nis­ta que en caso de tener éxi­to en su misión, él podrá per­der los pri­vi­le­gios que dis­fru­ta has­ta el presente.

A pesar de ello Lud­wig no se inmu­ta ya que está habi­tua­do a lidiar con las adver­si­da­des que enfren­ta tenien­do en cuen­ta que él ha sido un bas­tar­do naci­do de una humil­de madre que fue vio­la­da por un hom­bre que la aban­do­nó, pero eso no le impi­dió seguir una exi­to­sa carre­ra mili­tar. Es así que aho­ra con el apo­yo del clé­ri­go de la región (Gus­tav Lindh), logra tomar a su ser­vi­cio a Ann Bar­ba­ra (Aman­da Collin) y su mari­do Johan­nes Erik­sen (Mor­ten Hee Ander­sen) quie­nes habien­do tra­ba­ja­do para Shin­kel logra­ron huir de él; asi­mis­mo cuen­ta con la ayu­da de la niña gita­na Anmai Mus (Meli­na Hag­berg) a quien pro­te­ge como si fue­ra su hija al haber sido mar­gi­na­li­za­da por su tez oscu­ra. Lamen­ta­ble­men­te, al poco tiem­po Erik­sen logra ser des­cu­bier­to y cap­tu­ra­do por los secua­ces del sádi­co villano quien ter­mi­na ase­si­nán­do­lo brutalmente.

Cuan­do Lud­wig con su equi­po logra cons­truir una casa en esa tie­rra bal­día y ade­más comien­za a brin­dar sus pri­me­ros fru­tos con la cose­cha de papas envia­das a la cor­te real, el enfren­ta­mien­to del mili­tar con el psi­có­pa­ta lati­fun­dis­ta es total, sobre todo cuan­do De Schin­kel se vale de sus cri­mi­na­les secua­ces para ate­rro­ri­zar a quie­nes cola­bo­ran con Kahlen.

Con mano fir­me Arcel obtie­ne un rela­to vibran­te que den­tro de la temá­ti­ca cen­tral esbo­za varios aspec­tos pre­do­mi­nan­tes de la cul­tu­ra escan­di­na­va de la épo­ca, tales como las dife­ren­cias de cla­ses exis­ten­tes, el racis­mo de los colo­nos ale­ma­nes que lle­gan a la zona, como asi­mis­mo el abu­so sexual y en gene­ral la miso­gi­nia prevaleciente.

El elen­co es nada menos que exce­len­te comen­zan­do con Mik­kel­sen quien habien­do ya tra­ba­ja­do con el cineas­ta en A Royal Affair (2012), se apre­cia la com­pli­ci­dad que man­tie­ne con el rea­li­za­dor; aquí Arcel con­si­gue que el efi­cien­te actor trans­mi­ta en su per­so­na­je la amplia gama de sen­ti­mien­tos que lo envuel­ven, sobre todo en su rela­ción román­ti­ca que lle­ga a esta­ble­cer con Ann Bar­ba­ra y el cari­ño que como padre sus­ti­tu­to vuel­ca a Anmai Mus. Igual­men­te cau­ti­va Aman­da Collin ani­man­do a la deso­la­da viu­da que ade­más de encon­trar solaz y com­par­tir su sole­dad con Lud­wig logra­rá ejer­cer su ven­gan­za con­tra el dia­bó­li­co De Schin­kel por haber­la some­ti­do sexual­men­te y por la sádi­ca muer­te infli­gi­da a su espo­so; por su par­te, Hag­berg trans­mi­te dul­zu­ra como la niña. En otros pape­les, sobre­sa­len Ben­neb­jerg como el villano lati­fun­dis­ta así como Kris­ti­ne Jujath Thoirp ani­man­do a Edel Hele­ne, la pro­me­ti­da pri­ma de De Schinkel.

En suma, el ciné­fi­lo asis­te a un escan­di­na­vo dra­ma de épo­ca muy bien rea­li­za­do y actua­do. Jor­ge Gutman

Dis­fru­tan­do una Vida Sencilla

PER­FECT DAYS. Japón-Ale­ma­nia, 2023. Un film de Wim Wen­ders. 123 minu­tos

El vete­rano direc­tor, escri­tor y autor ger­mano Wim Wen­ders efec­túa un triun­fal retorno con Per­fect Days, una remar­ca­ble pelí­cu­la mini­ma­lis­ta que cons­ti­tu­ye una bella car­ta de amor a Japón. Des­pués de su expe­rien­cia en el país del sol nacien­te en la déca­da del 80 con bue­nos docu­men­ta­les como lo fue­ron Tok­yo-Ga (1985) y Note­book on Cities and Clothes (1989) aho­ra abor­da un rela­to de fic­ción que trans­cu­rre en la capi­tal de Japón.

Ari­sa Nakano y Koji Yakusho

En su guión com­par­ti­do con Taku­ma Taka­sa­ki, el cineas­ta intro­du­ce a Hira­ya­ma (Koji Yakusho), un apo­sa­do hom­bre de media­na edad que vive solo en un peque­ño depar­ta­men­to de la ciu­dad. De mane­ra ruti­na­ria y pre­ci­sa, por las maña­nas al des­per­tar­se se ocu­pa de poner su vivien­da en orden y des­pués de los aseos per­ti­nen­tes, ves­ti­do con su uni­for­me labo­ral uti­li­za su mini­ván con des­tino hacia su lugar de tra­ba­jo; el mis­mo con­sis­te en la impe­ca­ble lim­pie­za efec­tua­da en los baños públi­cos de un sec­tor de Tokio en don­de cuen­ta con la cola­bo­ra­ción de su errá­ti­co ayu­dan­te Takashi (Tokio Emo­to). Todo hace pre­su­mir que él es un hom­bre feliz de la vida; así se lo ve dis­fru­tan­do de la bue­na lec­tu­ra, escu­chan­do casets con temas musi­ca­les de Lou Reed, Van Morri­son, Otis Red­ding y Nina Simo­ne mien­tras apa­ci­ble­men­te va con­du­cien­do su van, con­cu­rrien­do a un bar local regen­tea­do por su due­ña (Sayu­ri Ishi­ka­wa), toman­do fotos con su cáma­ra de 35 milí­me­tros en los par­ques de la ciu­dad y sola­zán­do­se con algu­nas vis­tas de la arqui­tec­tó­ni­ca urbe.

Aun­que sin diá­lo­gos duran­te la pri­me­ra de sus dos horas de metra­je, la acer­ta­da for­ma en que Wen­ders expo­ne a su per­so­na­je impi­de que el rela­to pue­da abu­rrir. Pos­te­rior­men­te se escu­cha­rá su voz en su encuen­tro con un hom­bre divor­cia­do (Tomo­ka­zu Miu­ra) y en oca­sión de la visi­ta que reci­be de su sobri­na Niko (Ari­sa Nakano), en don­de aso­ma­rán algu­nos leves indi­cios de su pasa­do y las razo­nes que lo con­du­je­ron a lle­var ese dis­tin­ti­vo esti­lo de vida.

Con una estu­pen­da pues­ta escé­ni­ca Wen­ders per­mi­te que resul­te natu­ral empa­ti­zar con Hira­ya­ma quien com­ple­ta­men­te ale­ja­do del mun­do tec­no­ló­gi­co actual es un indi­vi­duo que rego­ci­ja con las cosas sim­ples de la vida. Con­tan­do con la extra­or­di­na­ria actua­ción de Yakusho que mere­ci­da­men­te le valió el pre­mio al mejor actor en el fes­ti­val de Can­nes de 2023, el direc­tor brin­da un lumi­no­so film silen­cio­so, medi­ta­ti­vo e impreg­na­do de poe­sía, que den­tro de su pon­de­ra­ble sen­ci­llez sedu­ce al espectador.

Por sus indis­cu­ti­bles méri­tos, este film ha sido selec­cio­na­do como uno de los cin­co nomi­na­dos al Oscar de la Mejor Pelí­cu­la Inter­na­cio­nal del año. Jor­ge Gutman

El Rey de la Músi­ca Reggae

BOB MAR­LEY: ONE LOVE. Esta­dos Uni­dos, 2024. Un film de Rei­nal­do Mar­cus Green

Con una con­si­de­ra­ble pro­mo­ción de por medio, creó expec­ta­ti­va el estreno de Bob Mar­ley: One Love, cen­tra­do en el emble­má­ti­co com­po­si­tor, gui­ta­rris­ta y can­tan­te de la músi­ca reg­gae. No obs­tan­te que Mar­ley ha sido un revo­lu­cio­na­rio en tal géne­ro, el film de Rei­nal­do Mar­cus Green dis­ta de ser­lo en la medi­da que enfo­can­do un bre­ve perío­do de su vida, su sim­plis­ta rea­li­za­ción no lle­ga a conformar.

Kings­ley Ben-Adir

El rela­to basa­do en el guión del rea­li­za­dor con Teren­ce Win­ter, Frank E. Flo­wers y Zach Bay­lin comien­za en Jamai­ca en 1976, poco más de una déca­da des­de que el país logró su inde­pen­den­cia; no obs­tan­te en ese año las inmi­nen­tes elec­cio­nes inten­si­fi­can la agre­si­vi­dad de los par­ti­dos polí­ti­cos anta­gó­ni­cos crean­do una cli­ma de vio­len­cia inusi­ta­da. Es asi que Mar­ley (Kings­ley Ben-Adir) de 31 años de edad, imbui­do de un gran amor a su tie­rra natal y ya con­si­de­ra­do allí como un céle­bre artis­ta, deci­de ofre­cer un con­cier­to en Kings­ton que per­mi­ta a tra­vés de su arte unir al país; sin embar­go, pocos días antes del pla­nea­do even­to Smi­le Jamai­ca él y su espo­sa Rita (Lasha­na Lynch) son obje­to de un inten­to de ase­si­na­to que los dejan heri­dos; es así que Mar­ley deci­de exi­lar­se de Jamai­ca y enfi­lar hacia Lon­dres, envian­do a su seño­ra e hijos a Esta­dos Uni­dos has­ta que los ten­sos dis­tur­bios de su país se atenúen.

Ya en la capi­tal ingle­sa, habien­do sido ins­pi­ra­do por la músi­ca de Ernest Gold del film Exodus (1960) el artis­ta lide­ran­do su ban­da musi­cal The Wai­lers comien­za los pre­pa­ra­ti­vos de su álbum Exodus, cier­ta­men­te el más famo­so de todos los regis­tros edi­ta­dos, que lo con­sa­gra a nivel inter­na­cio­nal, a su vez rati­fi­ca­do en los con­cier­tos ofre­ci­dos duran­te su gira euro­pea. En 1978 vuel­ve a Jamai­ca para ofre­cer con su ban­da el céle­bre con­cier­to One Love Pea­ce que per­mi­tió pro­mo­ver la recon­ci­lia­ción nacional.

Lo expues­to por el rea­li­za­dor es narra­do de mane­ra frag­men­ta­ria sin que sus­ci­te mayor emo­ción; así, por ejem­plo, el cán­cer a la piel que comen­zó afec­tar a Mar­ley en 1977 y que pos­te­rior­men­te se inten­si­fi­có es mos­tra­do pero sin lle­gar a con­mo­ver como debiera.

El film ofre­ce una sem­blan­za muy lige­ra del emble­má­ti­co artis­ta don­de; en fuga­ces flash­backs se sabe que su padre era blan­co, con quien no tuvo mucho con­tac­to, y que su madre era afro-jamai­ca­na; pero no exis­te expli­ca­ción algu­na de cómo sur­gió su pasión por la música.

De su vida per­so­nal poco es lo que se mues­tra acer­ca de los pro­ble­mas que lo afec­tan; en tal sen­ti­do el film ilus­tra la abne­ga­ción de Rita por su espo­so aun­que a su vez ella se irri­ta fren­te a los affai­res don­jua­nes­cos de Bob y por las con­se­cuen­cias que aca­rrea su cele­bri­dad. Tam­po­co hay mayor alu­sión a la rela­ción man­te­ni­da con sus nume­ro­sos hijos como asi­mis­mo a su for­ma­ción espiritual.

A su favor, el film se bene­fi­cia por brin­dar extrac­tos de algu­nos de los temas más céle­bres del com­po­si­tor, tales como Three Little Birds, One Love, Redem­ption Song, No Woman No Cry, entre otros. Igual­men­te es des­ta­ca­ble la carac­te­ri­za­ción logra­da por Ben-Adir de la emble­má­ti­ca per­so­na­li­dad de Mar­ley, como asi­mis­mo Lynch ofre­ce com­ple­ta con­vic­ción dan­do vida a su espo­sa, a pesar de que su per­so­na­je no está sufi­cien­te­men­te desa­rro­lla­do. Entre el elen­co de apo­yo se des­ta­ca James Nor­ton ani­man­do a Chris Black­well, el fun­da­dor de Island Records que edi­tó el icó­ni­co álbum Exodus.

Que­da como balan­ce una des­tem­pla­da rese­ña del talen­to­so Mar­ley, quien sin duda es mere­ce­dor de un film más ambi­cio­so que el pre­sen­te. Jor­ge Gutman

Un clá­si­co de Elia Kazán

ON THE WATERFRONT

Una tras­cen­den­tal pelí­cu­la de la cine­ma­to­gra­fía esta­dou­ni­den­se es On the Water­front de Elia Kazán, uno de los más gran­des rea­li­za­do­res del siglo pasa­do. Este remar­ca­ble dra­ma será repues­to por Cine­plex, en el mar­co de su serie Clas­sic Films..

Eva Marie Saint y Mar­lon Brando

El film que cuen­ta con un libre­to pre­pa­ra­do por Bull Schu­berg se estre­nó en 1954 logran­do un gran éxi­to de públi­co y de crí­ti­ca por su vis­ce­ral des­crip­ción de las mafias sin­di­ca­les y la vio­len­cia gene­ra­da. En una bre­ve sinop­sis se pue­de ade­lan­tar que Mar­lon Bran­do en el papel pro­ta­gó­ni­co encar­na a Terry, un joven ame­ri­cano que al no poder con­cre­tar sus sue­ños en el cam­po del boxeo se ve obli­ga­do a desem­pe­ñar­se como esti­ba­dor en un puer­to de Nue­va York en los comien­zos de los años 50. En un cli­ma de tra­ba­jo sór­di­do en el que debe sobre­vi­vir Terry se pres­ta a actuar como un dela­tor al ser­vi­cio de sin­di­ca­lis­tas ham­po­nes y corrup­tos al pro­pio tiem­po que pos­te­rior­men­te lo hará como infor­man­te de la justicia.

Rod Stei­ger y Mar­lon Brando

La pelí­cu­la fil­ma­da en blan­co y negro cap­ta mag­ní­fi­ca­men­te el ambien­te de los bajos fon­dos del lugar don­de trans­cu­rre la acción a tra­vés de la impe­ca­ble foto­gra­fía de Boris Kauf­ma. Para otor­gar­le mayor auten­ti­ci­dad al rela­to, Kazán con­tó con la par­ti­ci­pa­ción de tra­ba­ja­do­res ver­da­de­ros que se desem­pe­ñan en los muelles.

Bran­do que ya había mos­tra­do su extra­or­di­na­ria ver­sa­ti­li­dad en A Street­car named Desire (1951) bajo las órde­nes de Kazán, vuel­ve a ofre­cer una anto­ló­gi­ca carac­te­ri­za­ción como el des­car­ga­dor de bar­cos que a tra­vés del amor pro­cu­ra redi­mir­se moral­men­te de las fecho­rías come­ti­das tra­ba­jan­do para un impla­ca­ble mafio­so. En otros pape­les par­ti­ci­pan Rod Stei­ger, como el her­mano de Terry, Eva Marie Saint ‑hacien­do su debut cine­ma­to­grá­fi­co- como el inte­rés román­ti­co de Terry, Lee J. Cobb inter­pre­tan­do al des­pre­cia­ble jefe del sin­di­ca­to por­tua­rio y Karl Mal­den carac­te­ri­zan­do a un capellán.

Elmer Berns­tein, es el autor de la ban­da sono­ra de la pelí­cu­la que se inter­ca­la ade­cua­da­men­te en la his­to­ria del film, en tan­to que Gene Mil­ford se ocu­pó de rea­li­zar un remar­ca­ble montaje.

Por sus indis­cu­ti­bles méri­tos On the Water­front obtu­vo 8 Oscar de la Aca­de­mia de Holly­wood inclu­yen­do entre otros al del mejor film, mejor rea­li­za­dor, mejor actor, mejor actriz de repar­to y mejor guión original.

El film podrá ver­se a par­tir del 16 de febre­ro de 2024 en las salas de Cine­plex