A Tra­vés de la Noche

QUIT­TER LA NUIT / THROUGH THE NIGHT. Bél­gi­ca-Cana­dá-Fran­cia, 2023. Un film escri­to y diri­gi­do por Delphi­ne Girard. 108 minutos

Des­pués de haber obte­ni­do el pre­mio del púbi­co en la Jor­na­da de Auto­res de la Mues­tra de Vene­cia de 2023 aho­ra lle­ga al públi­co de Cana­dá el pri­mer lar­go­me­tra­je de la cineas­ta bel­ga Delphi­ne Girard abor­dan­do el deli­ca­do tópi­co de la agre­sión sexual. Lo que resul­ta des­ta­ca­ble es que Quit­ter la Nuit se basa en su comien­zo en el cor­to­me­tra­je de fic­ción “Une Soeur” que en su cate­go­ría fue uno de los cin­co fil­mes nomi­na­dos al Oscar de 2020 y que ade­más de haber sido escri­to y diri­gi­do por Girard, aho­ra cuen­ta con los mis­mos protagonistas.

Sel­ma Alaoui

Los pri­me­ros 15 minu­tos cons­ti­tu­yen una repe­ti­ción del cor­to en don­de des­de un cen­tro de lla­ma­das la ope­ra­do­ra Anna (Vee­rie Bae­tens) duran­te la noche reci­be un lla­ma­do 911 de Aly (Sel­ma Alaoui) quien en prin­ci­pio pare­ce estar hablan­do tele­fó­ni­ca­men­te con su her­ma­na. Pron­to Anna cae en la cuen­ta de que esa mujer está via­jan­do en un coche a lo lar­go de una carre­te­ra de Bél­gi­ca, con­du­ci­do por Dary (Gui­llau­me Duhes­me) que apa­ren­te­men­te la man­tie­ne como rehén y ade­más pare­ce que la vio­ló. El cor­to fina­li­za posi­ti­va­men­te al inter­ve­nir la poli­cía de la ruta, sien­do Aly libe­ra­da y el hom­bre arrestado.

A con­ti­nua­ción la cineas­ta ana­li­za qué es lo que pos­te­rior­men­te ha acon­te­ci­do con la víc­ti­ma y su vic­ti­ma­rio. De Aly se sabe que es divor­cia­da y madre de una hiji­ta quien obser­va su esta­do trau­má­ti­co por el inci­den­te pro­du­ci­do. Cuan­do Aly brin­da su tes­ti­mo­nio a la poli­cía sobre la agre­sión reci­bi­da, ella no apor­ta los sufi­cien­tes deta­lles que pue­dan con­ven­cer a una audien­cia judi­cial y ade­más no se pres­ta a com­ple­tar la exa­mi­na­ción médi­ca per­ti­nen­te, por­que no está con­ven­ci­da que la len­ti­tud de la jus­ti­cia pue­da libe­rar­la de su trau­ma. Por su par­te Dary que es de pro­fe­sión bom­be­ro ‑y teó­ri­ca­men­te se pres­ta a sal­var vidas aje­nas atra­pa­das en un sinies­tro- se decla­ra ino­cen­te de la denun­cia efec­tua­da, sos­te­nien­do que el víncu­lo sexual man­te­ni­do con Aly ha sido consensual.

Entre tan­to, la tra­ma mues­tra el apo­yo que esta mujer reci­be de su her­ma­na Lulu (Adè­le Wis­mes) en tan­to que algo simi­lar acon­te­ce con Dary, un buen hijo que en cier­ta for­ma domi­na­do por su madre (Anne Dor­val), reci­be de ella su pro­tec­ción mien­tras aguar­da el vere­dic­to judi­cial que tie­ne lugar dos años des­pués. De todos modos, este indi­vi­duo repri­mi­do no pue­de ocul­tar un sen­ti­mien­to de cul­pa fren­te a lo que expe­ri­men­ta Aly. Por su par­te Anna ‑que sigue ope­ran­do en el cen­tro de lla­ma­das- no pue­de apar­tar de su men­te lo ocu­rri­do en esa fatí­di­ca vela­da que le tocó inter­ve­nir y es por ello que se acer­ca a Aly para demos­trar­le su solidaridad.

El dra­ma psi­co­ló­gi­co pro­pues­to por Girard es deci­di­da­men­te ambi­guo en la medi­da que los flash­backs expues­tos tra­tan de mos­trar qué es lo que acon­te­ció con Aly y Dary la noche del inci­den­te antes de que ambos subie­ran al vehícu­lo. Sin anti­ci­par cuál es la sen­ten­cia judi­cial, que­da la duda por saber si real­men­te Aly ha sido la víc­ti­ma o bien ha sido un fac­tor pro­ce­sa­do men­tal­men­te que la ha hecho creer que sí lo fue.

Dicho lo que pre­ce­de el film cons­ti­tu­ye un buen apor­te de la novel rea­li­za­do­ra per­mi­tien­do que esta his­to­ria man­ten­ga la intri­ga a lo lar­go de su desa­rro­llo; ade­más con­tó con los sóli­dos apor­tes acto­ra­les de Alaoui, Duhes­me y Bae­tens quie­nes con­vin­cen­te­men­te han sabi­do trans­mi­tir la gama de emo­cio­nes tra­sun­ta­das por sus res­pec­ti­vos per­so­na­jes. Jor­ge Gutman