LA CHIMERA. Italia-Francia-Suiza, 2023. Un film escrito y dirigido por Alice Rohrwacher. 133 minutos
La directora y guionista italiana Alice Rohrwacher, después de haber realizado cuatro notables filmes, Corpo Celeste (2011), Le Meraviglie (2014), Lazzaro Felice (2018) y Futura (2021), vuelve a ofrecer en La Chimera otro trabajo que despierta interés mediante el distintivo estilo que suele emplear en su contenido donde generalmente se entremezcla la ensoñación con una moderna fábula imbuida de folclor.
La acción transcurre en la década del 80 y está ambientada en la región de Toscana; allí regresa Arthur (Josh O’Connor), un antiguo arqueólogo inglés de enigmática personalidad pero bien integrado a la cultura italiana; recientemente salido de la cárcel, habita en un cuchitril en un suburbio de Tuscia. De inmediato se relaciona con un grupo de compinches liderados por Pirro (Vincenzo Nemolato) quienes se dedican a profanar tumbas en busca de reliquias a fin de revenderlas clandestinamente en el mercado de arte. Como experto explorador y dotado de un don especial, con un palo bifurcado Arthur es capaz de detectar los sitios precisos para excavar las tumbas donde se hallan valiosos tesoros enterrados por la gente de la civilización etrusca, antes de haber sido asimilada por la Roma antigua.
Alternando su actividad arqueológica con su vida personal, Arthur visita a Flora (Isabella Rosselini) que vive en una aristocrática villa y es la madre de Benjamina (Yle Vianello) ya fallecida por quien él sintió una gran pasión; con todo en la medida que él la ubica en sus sueños, esa ilusión aparentemente irrealizable aspira concretarla reuniéndose con ella espiritualmente. Entre tanto Arthur establecerá un vínculo sentimental con Italia (Carol Duarte), una aspirante a sooprano que se desempeña como empleada doméstica de Flora y es madre de dos niños.
Además de lograr una muy buena interacción entre los distintos personajes, resulta atractivo vislumbrar cómo Rohrwacher ha sido capaz de ensamblar armoniosamente las dos historias; asomando vestigios del pasado con el presente y lo terrenal con lo sobrenatural, la cineasta nutre su relato con un tono surrealista y onírico no exento de ternura…
La fotografía de Helène Louvart captando las imágenes en 35 mm, Super 16 y 16 mm con diversos encuadres de pantalla se asocia muy bien a los diferentes climas emocionales que trasunta el relato. Finalmente a los méritos de la buena puesta escénica de Rohrwacher se agrega su magnífico elenco en el que además de los artistas ya mencionados también participan Giuliano Mantovani, Lou Roy Lecollinet, así como Alba Rohrrwacher, la hermana de la cineasta caracterizando un singular personaje.
Jorge Gutman