La Ópe­ra Bufa de Rossini

IL BAR­BIE­RE DI SIVIGLIA

La actual tem­po­ra­da de trans­mi­sio­nes de ópe­ras en direc­to des­de el Metro­po­li­tan Ope­ra (Met) con­clu­ye con El Bar­be­ro de Sevi­lla.

Una esce­na (Foto: Met Opera)

Esta efer­ves­cen­te crea­ción líri­ca de Gioa­chino Ros­sini y con libre­to en ita­liano de Cesa­re Ster­bin está basa­da en la come­dia del mis­mo nom­bre de Pie­rre-Augus­tin Caron de Beau­mar­chais sien­do la ópe­ra más popu­lar del cele­brado com­po­si­tor. Nadie ima­gi­nó que des­pués del gran fias­co de su pri­me­ra repre­sen­ta­ción en el Tea­tro Argen­tina de Roma en febre­ro de 1816 lle­ga­ría a ser una de las más que­ri­das del públi­co. Fue una de las pri­me­ras de ori­gen ita­liano que se repre­sentó en Esta­dos Uni­dos y para muchos crí­ti­cos es una obra maes­tra del géne­ro de la come­dia y sin duda algu­na la gran ópe­ra bufa. Hoy día a poco más de 200 años de su pri­mera repre­sen­ta­ción sigue gozan­do de inmen­sa popu­la­ri­dad debi­do a sus melo­días con­ta­gio­sas, rit­mo vibran­te y por sus situa­cio­nes humo­rís­ti­cas. Su bien cono­cida ober­tura se sue­le tocar con gran fre­cuen­cia como pie­za de con­cierto inde­pen­diente ade­más de ser difun­dida en emi­so­ras espe­cia­li­za­das en músi­ca clásica.

Aigul Akh­metshi­na y Peter Kál­mán. (Foto: Jonathan Tichler-Met Opera)

La chis­peante tra­ma argu­men­tal ambien­ta­da en Sevi­lla se cen­tra en el vie­jo Bar­tolo que inten­ta des­po­sar a la joven Rosi­na que es su pro­te­gida. Sin embar­go tie­ne un serio com­pe­ti­dor en la figu­ra del joven y buen apues­to con­de Alma­viva quien está obse­sio­nado con la bella dama. Con la ayu­da del bar­bero Fíga­ro el con­de la invi­ta a huir con él. Por su par­te, Bar­tolo en un esta­do de gran inquie­tud tra­ta de orga­ni­zar su casa­miento con Rosi­na lo más rápi­do posi­ble. Natu­ral­mente, todas las pre­cau­cio­nes adop­ta­das se reve­la­rán inútiles.

Jack Swan­son y Andrey Zhi­likhovsky. (Foto: Jonathan Tichler- Met Opera)

Con la exce­len­te pues­ta escé­ni­ca de Bartlett Sher el repar­to de esta pro­duc­ción inclu­ye impor­tan­tes figu­ras de la esce­na líri­ca. En los roles prin­ci­pa­les par­ti­ci­pan el barí­tono de Mol­do­via Andrey Zhi­likhovsky ani­mando al inimi­ta­ble y bien conec­tado bar­bero Fíga­ro, la remar­ca­ble mez­­zo-soprano rusa Aigul Akh­metshi­na con su exqui­si­ta musi­ca­li­dad da vida a la atrac­tiva Rosi­na, el tenor ame­ri­cano Jack Swan­son efec­tuan­do su debut para el Met, carac­te­ri­za al román­tico joven Alma­viva deter­mi­nado a con­quis­tar el cora­zón de Rosi­na, el bajo barí­tono hún­ga­ro Peter Kál­mán  es Bar­to­lo, el tutor de Ros­si­na y el can­tan­te ruso Ale­xan­der Vino­gra­dov inter­pre­ta a Don Basi­lio, el maes­tro de músi­ca de Rosina.

La pro­duc­ción per­te­nece al direc­tor cali­for­niano Bartlett Sher que ya la mon­tó con gran éxi­to en 2006 en tan­to que la direc­ción musi­cal está a car­go del maes­tro ita­liano Gia­co­mo Sagripanti.

La ópe­ra es difun­dida en direc­to y en alta defi­ni­ción en su idio­ma ori­gi­nal ita­liano con sub­tí­tu­los en inglés el 31 de mayo de 2025 en selec­tas salas de Cine­plex y será retrans­mi­ti­da el 14 y 16 de junio de 2025.

Una Adver­ten­cia Importante

OCEAN WITH DAVID ATTENBOROUGH

En pocos días más se podrá apre­ciar un impor­tan­te docu­men­tal de Natio­nal Geo­graphic que cen­tra su aten­ción en la adver­ten­cia for­mu­la­da por el remar­ca­ble y fer­vien­te defen­sor ambien­tal David Attenborough.

En esta pelí­cu­la bri­tá­ni­ca diri­gi­da por Colin But­field, Toby Now­lan y Keith Scho­ley, el lúci­do narra­dor de 99 años que siem­pre ha abo­ga­do por sal­var a la natu­ra­le­za de los pre­da­do­res huma­nos des­ta­ca que en esta eta­pa de su vida com­pren­de que el lugar más impor­tan­te del pla­ne­ta no resi­de en la super­fi­cie terres­tre sino en el mar.

La prin­ci­pal argu­men­ta­ción de este emi­nen­te bió­lo­go es que las gran­des flo­tas indus­tria­les con su sobre­pes­ca están des­tru­yen­do las rique­zas mari­nas en la medi­da que con el empleo de sus redes van ero­sio­nan­do el lecho marino. Para­dó­ji­ca­men­te más del 75% de las espe­cies atra­pa­das se des­car­tan con el con­si­guien­te nega­ti­vo impac­to climático.

David Atten­bo­rough

No obs­tan­te este pano­ra­ma som­brío, el natu­ra­lis­ta mani­fies­ta que exis­te espe­ran­za de que el pro­ble­ma pue­da solu­cio­nar­se median­te zonas de pro­tec­ción mari­na con san­tua­rios en cier­tas áreas de las aguas oceá­ni­cas; en con­se­cuen­cia, un océano salu­da­ble per­mi­te la esta­bi­li­dad y flo­re­ci­mien­to del planeta.

Según se anti­ci­pa en las notas de pren­sa el docu­men­tal ilus­tra secuen­cias espec­ta­cu­la­res des­ta­can­do arre­ci­fes de coral así como bos­ques de algas habi­tan­do en el océano abierto..

El film asi­mis­mo inclu­ye “A Dee­per Dive with David Atten­bo­rough” ofre­cien­do una exclu­si­va mira­da sobre la fil­ma­ción de este docu­men­tal así como clips de detrás de la esce­na y tes­ti­mo­nios de Atten­bo­rough y del direc­tor de foto­gra­fía sub­ma­ri­na Doug Anderson.

El film será exhi­bi­do en selec­tas salas de Cine­plex el 24 y 28 de mayo de 2025.

Home­na­je a una Madre

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

FOR THE PLEA­SU­RE OF SEEING HER AGAINAutor: Michel Trem­blay. Tra­duc­ción: Lin­da Gabo­riau. Direc­ción: Ali­ce Ron­fard. Elen­co: Ellen David, Emma­nuel Sch­wartz. Dura­ción: 1 hora y 45 minu­tos sin entre­ac­to. Repre­sen­ta­cio­nes: has­ta el 1 de Junio de 2025 en el Cen­taur Theatre

Esta obra que ha sido repre­sen­ta­da por el Cen­taur Thea­tre en 1998 y exi­to­sa­men­te actua­da en Cana­dá y Esta­dos Uni­dos, cobra nue­va vida en la mag­ní­fi­ca pro­duc­ción ofre­ci­da por la direc­to­ra Ali­ce Ron­fard. La pie­za cuyo títu­lo ori­gi­nal es “Enco­re une fois, si vous per­met­tez” ha sido muy bien tra­du­ci­da al inglés por Lin­da Gabo­riau guar­dan­do el espí­ri­tu impreg­na­do por el céle­bre dra­ma­tur­go cana­dien­se Michel Trem­blay.

Ellen David y Emma­nuel Sch­wartz (Foto: Cen­taur THeatre)

En esta pie­za ambien­ta­da en Mon­treal en la déca­da del 50 y prin­ci­pios de la siguien­te se asis­te al enco­mia­ble tri­bu­to que su autor ofre­ce a su devo­ta madre Nana a tra­vés del narra­dor (Emma­nuel Sch­wartz) ‑léa­se Trem­blay- quien pasa revis­ta al víncu­lo man­te­ni­do con su pro­ge­ni­to­ra Nana (Ellen David) des­de su tem­pra­na edad has­ta .su ado­les­cen­cia; en la mis­ma resal­ta la valio­sa guía que ella le brin­dó y que habría de con­ver­tir­lo en un afa­ma­do autor teatral.

Ellen David y Emma­nuel Sch­wartz (Foto: Cen­taur Theatre)

Estruc­tu­ra­da a base de viñe­tas muy bien logra­das, en esta serie de encuen­tros entre madre e hijo se asis­te a algu­nos epi­so­dios que ella le trans­mi­te sobre sus parien­tes pró­xi­mos así como rela­tán­do­le his­to­rias para com­pen­sar la edu­ca­ción for­mal que no pudo adqui­rir, como asi­mis­mo su afi­ción por la lite­ra­tu­ra.. Cier­tas esce­nas de enverg­ta­du­ra dra­má­ti­ca están bien sazo­na­das con un aus­pi­cio­so humor.

Ron­fard en su pri­mer tra­ba­jo para el Cen­taur Thea­ter ha logra­do una pues­ta escé­ni­ca impe­ca­ble per­mi­tien­do que sus dos artis­tas pro­ta­gó­ni­cos expre­sen de la mejor for­ma el con­te­ni­do de la pie­za. Para ello la direc­to­ra se ha vis­to favo­re­ci­da con el bri­llan­te desem­pe­ño de Ellen David y Emma­nuel Sch­wartz. Habién­do­se invo­lu­cra­do en cuer­po y alma con su per­so­na­je la actriz ofre­ce una carac­te­ri­za­ción difí­cil de supe­rar, expre­san­do con abso­lu­ta auten­ti­ci­dad las dife­ren­tes expre­sio­nes ges­tua­les e infle­xión de su voz en que Nana se mues­tra exas­pe­ra­da como asi­mis­mo en la muy con­mo­ve­do­ra esce­na en que ve que su vida se aba­te por el cán­cer que la afli­ge; en suma, su actua­ción es impac­tan­te. Por su par­te Sch­wartz ofre­ce una pon­de­ra­ble per­for­man­ce como el hijo siem­pre aten­to a las lec­cio­nes vita­les de su devo­ta pro­ge­ni­to­ra que a pesar de las recri­mi­na­cio­nes que reci­be de ella no hay duda del gran amor que le ofrece.

La esce­no­gra­fía de Gabriel Tsam­pa­lie­ros que abar­ca una mesa con dos sillas es cier­ta­men­te mini­ma­lis­ta pero no se requie­re más dado que los diá­lo­gos repre­sen­tan el foco cen­tral de la obra; con todo resul­ta remar­ca­ble cómo la mis­ma luce mara­vi­llo­sa­men­te en la esce­na cul­mi­nan­te del rela­to. En otros aspec­tos téc­ni­cos cabe dis­tin­guir la ilu­mi­na­ción de Julie Bas­se, el dise­ño sono­ro de Joris Rey y el ves­tua­rio de Cynthia St-Delais

Con esta emo­ti­va y enter­ne­ce­do­ra pie­za de Trem­blay rese­ña­da a tra­vés de sus recuer­dos y febril ima­gi­na­ción, la com­pa­ñía del Cen­taur con­clu­ye exi­to­sa­men­te la actual tem­po­ra­da habien­do una vez más rati­fi­ca­do su pro­pó­si­to de ofre­cer un tea­tro de alta cali­dad que enal­te­ce el pano­ra­ma cul­tu­ral de Mon­treal bajo la con­duc­ción de la direc­to­ra artís­ti­ca Eda Hol­mes.

Un Roman­ce Turbulento

LES REINES DU DRA­ME / QUEENS OF DRA­MA. Fran­cia-Bél­gi­ca, 2024. Un film de Ale­xis Lan­glo­is. 112 minutos

Des­pués de Les Démons de Dorothy, su aplau­di­do cor­to pre­mia­do en el Fes­ti­val de Locarno de 2021, el direc­tor Ale­xis Lan­glo­is rea­li­za Les Reines du Dra­me, su pri­mer lar­go­me­tra­je enfo­can­do la his­to­ria de un tur­bu­len­to amor queer.

Loui­za Aura

El rela­to basa­do en el guión del novel cineas­ta jun­to con Car­lot­ta Coco y Tho­mas Coli­neau comien­za en 2055 con el video blo­gue­ro Steevyshady (Bilal Has­sa­ni) rela­tan­do a su audien­cia lo que acon­te­ció 50 años antes con la joven Mimi Mada­mour (Loui­za Aura) y Billie Koh­ler (Gio Ven­tu­ra). En 2005 Mimi es una joven estu­dian­te de con­ser­va­to­rio, aspi­ran­te a triun­far como can­tan­te pop, que se pre­sen­ta en un con­cur­so tele­vi­si­vo de can­to; es allí don­de cono­ce a la tem­pe­ra­men­tal les­bia­na Billie que tam­bién se some­te a prue­ba con el mis­mo pro­pó­si­to. Si bien Mimi logra pasar a una segun­da eta­pa, Billie que­da eli­mi­na­da y ade­más es expul­sa­da por gri­tar al jura­do por su des­apro­ba­ción. No obs­tan­te ser com­ple­ta­men­te dife­ren­tes en per­so­na­li­dad sur­ge entre ellas un fuer­te lazo sen­ti­men­tal. En tan­to que Mimi logra con­ver­tir­se en una super estre­lla de la músi­ca pop, Billie cre­ce a su som­bra pero ambas se com­ple­men­tan en la com­po­si­ción de can­cio­nes. Como a veces sue­le ocu­rrir, el gran éxi­to de Mimi comien­za a sepa­rar­la de la punk Billie lle­gan­do a un esta­do de encono entre ambas amantes.

La músi­ca es un ingre­dien­te esen­cial en el rela­to de este frac­tu­ra­do roman­ce don­de excep­to algu­na que otra can­ción, los núme­ros musi­ca­les de Pie­rre Des­prats, Mona Soyoc, Yet­te y Rebe­ka Warrior no lle­gan a tras­cen­der y más aún en gran par­te resul­tan estri­den­tes. Fun­da­men­tal­men­te lo que media­na­men­te con­cen­tra la aten­ción del rela­to son los giros que adop­ta el amor lés­bi­co nutri­do de peleas físi­cas y los gri­tos de una hacia la otra gene­ran­do la rup­tu­ra por espa­cio de una déca­da. Pos­te­rior­men­te la caí­da en des­gra­cia de Mimi des­de la fama has­ta el olvi­do debi­do al amor homo­se­xual que había man­te­ni­do en secre­to, resul­ta poco convincente.

Narra­ti­va­men­te la pelí­cu­la nutri­da de cier­tas trans­gre­so­ras secuen­cias y algu­nos exce­sos no adquie­re un rit­mo lo sufi­cien­te­men­te diná­mi­co para con­cen­trar la aten­ción que mere­ce. Asi­mis­mo, Lan­glo­is no logra des­cri­bir ade­cua­da­men­te la psi­co­lo­gía de sus dos per­so­na­jes pro­ta­gó­ni­cos en sus viven­cias emo­cio­na­les, como asi­mis­mo Aura ni Ven­tu­ra reúnen los sufi­cien­tes atri­bu­tos voca­les que pue­dan impre­sio­nar aun­que en cam­bio tras­cien­den como actri­ces; a ello pue­de agre­gar­se de cier­to inte­rés los cameos de Alma Jodo­rowsky y Asia Argento.

En suma, la ópe­ra pri­ma de Lan­glo­is aun­que ambi­cio­sa en inten­ción, no lle­ga a impac­tar. Jor­ge Gutman

Cur­va Peligrosa

SHARP COR­NER. Cana­dá-Irlan­da, 2024. Un film escri­to y diri­gi­do por Jason Bux­ton. 110 minutos

Tras su logra­da ópe­ra pri­ma Black­bird (2012), el rea­li­za­dor cana­dien­se Jason Bur­ton retor­na con un dra­ma psi­co­ló­gi­co que refle­ja has­ta dón­de una incon­tro­la­ble obse­sión pue­de des­es­ta­bi­li­zar a una per­so­na norma.

Ben Fos­ter

En un acer­ta­do guión basa­do en el cuen­to homó­ni­mo de Rus­sell Wan­gersky el cineas­ta pre­sen­ta en Sharp Cor­ner a una fami­lia muy bien cons­ti­tui­da inte­gra­da por Josh (Ben Fos­ter), su espo­sa Rachel (Cobie Smul­ders) y su hijo Max (Will Koso­vic) de 6 años. En la pri­me­ra esce­na se obser­va el cli­ma de ale­gría que ani­ma a este trío quien habien­do deci­di­do ale­jar­se de la ciu­dad de Hali­fax ha adqui­ri­do una pro­pie­dad cam­pes­tre en un apa­ci­ble lugar un tan­to ais­la­do cuya ubi­ca­ción está pró­xi­ma a una ruta pro­vis­ta de una estre­cha cur­va por la que es nece­sa­rio tener la pre­cau­ción nece­sa­ria por quien mane­ja un auto­mó­vil El pri­mer día trans­cu­rre nor­mal­men­te has­ta que al ano­che­cer en el momen­to en que el niño ya está dur­mien­do y el feliz matri­mo­nio con­su­ma su amor, repen­ti­na­men­te ocu­rre la coli­sión de un auto­mó­vil con­tra un árbol del exte­rior de la vivien­da; ese acci­den­te moti­va que un neu­má­ti­co des­pren­di­do del vehícu­lo tras haber roto una ven­ta­na del living se intro­duz­ca vio­len­ta­men­te al mis­mo, ade­más de oca­sio­nar la muer­te de su con­duc­tor. Pron­ta­men­te van pro­du­cién­do­se nue­vos acci­den­tes de trá­fi­co, debi­do a la des­aten­ción de sus con­duc­to­res en la peli­gro­sa cur­va de la ruta.

Esas suce­si­vas coli­sio­nes, cons­ti­tu­ye el comien­zo para que Josh comien­ce a obse­sio­nar­se con las víc­ti­mas, asis­tien­do a sus fune­ra­les ade­más de tomar cla­ses de reani­ma­ción de cri­sis car­día­cas. Esa extra­ña acti­tud con­lle­va a que deje de cum­plir con sus obli­ga­cio­nes labo­ra­les y que asi­mis­mo ten­ga reper­cu­sión en su fami­lia. En tal sen­ti­do, su hiji­to sien­te inse­gu­ri­dad fren­te a lo que está ocu­rrien­do y en los jugue­tes que posee repro­du­ce los cho­ques pro­du­ci­dos; por su par­te su mujer le rue­ga ven­der la pro­pie­dad a lo que Josh se opo­ne. De nada sir­ven las sesio­nes tera­péu­ti­cas del matri­mo­nio y a la pos­tre cuan­do su espo­sa pos­te­rior­men­te se ente­ra de que él ha sido des­pe­di­do de su tra­ba­jo uni­do al hecho de que sabo­tea la ven­ta de la casa, ella se mar­char con su hiji­to del hogar y soli­ci­ta el divorcio.

Bux­ton efec­túa un buen estu­dio carac­te­ro­ló­gi­co de un hom­bre com­ple­ta­men­te alie­na­do a tra­vés de una narra­ción que a medi­da que pro­gre­sa va adqui­rien­do con­si­de­ra­ble ten­sión. En esa mag­ní­fi­ca des­crip­ción el direc­tor es favo­re­ci­do por la estu­pen­da com­po­si­ción que Fos­ter brin­da en el rol pro­ta­gó­ni­co, sin duda el mejor tra­ba­jo de su carre­ra; el actor cabal­men­te trans­mi­te la ansie­dad de un indi­vi­duo que pro­gre­si­va­men­te se va desin­te­gran­do dada su alie­na­ción moti­va­da por su fija­ción de la peli­gro­sa cur­va del camino y su deseo de sal­var a las víc­ti­mas. Si a pri­me­ra ins­tan­cia resul­ta difí­cil de acep­tar cómo un hecho for­tui­to pudo haber cau­sa­do el dete­rio­ro psí­qui­co de Josh, el caso plan­tea­do des­plie­ga la com­ple­ji­dad del ser humano don­de cier­tos com­por­ta­mien­tos resul­tan difí­ci­les de com­pren­der. En un rol subal­terno es asi­mis­mo elo­gia­ble la actua­ción de Smul­ders como la abne­ga­da y aman­te mujer que a tra­vés de esfuer­zos por sal­var su matri­mo­nio final­men­te adop­ta la deci­sión de sepa­rar­se de su espo­so al no poder acep­tar su des­va­río mental.

Agra­cia­do por la nota­ble foto­gra­fía de Guy God­free y la fun­cio­nal par­ti­ción musi­cal del com­po­si­tor Stephen McKeon, Bux­ton obtie­ne un efi­caz thri­ller capaz de man­te­ner la aten­ción de la audien­cia a lo lar­go de su desa­rro­llo. Jor­ge Gutman