Reme­mo­ran­do un Trá­gi­co Evento

SEP­TEM­BER 5. Ale­ma­nia, 2024. Un film de Tim Fehl­baum. 90 minutos

Si bien el dra­ma de las Olim­pia­das de Múnich ya ha sido con­si­de­ra­do en el osca­ri­za­do docu­men­tal One Day in Sep­tem­ber (1999) de Kevin Mac­do­nald y en Munich (2005), el remar­ca­ble film de Ste­ven Spiel­berg, no des­es­ti­ma el méri­to de Sep­tem­ber 5 tra­ta­do por el direc­tor sui­zo Tim Fehl­baum como un docuficción..

Como es bien sabi­do, en el déci­mo día de los Jue­gos Olím­pi­cos de 1972 once atle­tas de la dele­ga­ción de Israel fue­ron secues­tra­dos por los terro­ris­tas del gru­po radi­cal Sep­tiem­bre Negro cuyo obje­ti­vo era lograr la libe­ra­ción de 234 pri­sio­ne­ros alo­ja­dos en las cár­ce­les israe­líes. Si bien ese horri­ble even­to es el telón de fon­do del film, Fehl­baum se preo­cu­pa de enfo­car el modo en que el diná­mi­co equi­po depor­ti­vo de la cade­na ABC ins­ta­la­do a cer­ca­na dis­tan­cia de la villa olím­pi­ca de Múnich da cuen­ta de los acon­te­ci­mien­tos que se van sucediendo.

Peter Sars­gaard y John Magaro

En la jor­na­da del 5 de sep­tiem­bre todo trans­cu­rre nor­mal­men­te en el cen­tro de con­trol de ABC trans­mi­tien­do la actua­ción de los atle­tas, don­de se obser­va al joven pro­duc­tor tele­vi­si­vo Geof­frey Mason (John Maga­ro), repor­tan­do al exce­len­te eje­cu­ti­vo Roo­ne Arled­ge (Peter Sars­gaard), así como a Marian­ne Gebhardt (Leo­nie Benesch), la tra­duc­to­ra ale­ma­na que cola­bo­ra con el equi­po. Cuan­do el dra­ma irrum­pe toman­do des­pre­ve­ni­dos a los perio­dis­tas, es allí don­de la pelí­cu­la ilus­tra la for­ma en que todos los inte­gran­tes del depar­ta­men­to de depor­te deben impro­vi­sar fren­te a lo impre­vis­to y el modo en que se debe actuar para que la cri­sis polí­ti­ca sea trans­mi­ti­da en direc­to por la tele­vi­sión. Cla­ro está, que se tra­ta de la épo­ca muy ante­rior a la era digi­tal y en don­de no exis­tían las redes socia­les para la divul­ga­ción ins­tan­tá­nea de las noticias.

Entre algu­nos aspec­tos rele­van­tes del dra­ma se des­ta­ca la con­no­ta­ción moral que se des­pren­de del mis­mo en lo que con­cier­ne a lo que es real­men­te nece­sa­rio enfo­car en la trans­mi­sión a la pan­ta­lla tele­vi­si­va. Otro aspec­to que el film con­si­de­ra es tener la pre­cau­ción de obte­ner la veri­fi­ca­ción de los hechos antes que valer­se de rumo­res sobre las gra­ves noti­cias que aún requie­ren pre­ci­sa con­fir­ma­ción. No menos tras­cen­den­te es el pro­ble­ma de com­pe­ten­cia que se pro­du­ce cuan­do la ABC de Esta­dos Uni­dos quie­re repor­tar los acon­te­ci­mien­tos en tan­to que Arled­ge ter­mi­nan­te­men­te rehú­sa a que así sea. La com­pe­ten­cia tam­bién resal­ta cuan­do la CBS que com­par­te el enla­ce de saté­li­te con ABC, igual­men­te tie­ne a su car­go la trans­mi­sión de los eventos.

Tan­to Sars­gaard como Maga­ro y Benesch trans­mi­ten com­ple­ta auten­ti­ci­dad a los reales per­so­na­jes: a ello se agre­ga la efi­cien­te par­ti­ci­pa­ción de Ben Cha­plin carac­te­ri­zan­do a Mar­vin Bader, el jefe de ope­ra­cio­nes, adop­tan­do una cau­ta acti­tud sobre el repor­te de la información.

Con una muy bue­na edi­ción de Hans­jorg Weiss­brich y el irre­pro­cha­ble dise­ño de pro­duc­ción de Julian R. Wag­ner, el direc­tor valién­do­se de su pro­pio guión com­par­ti­do con Mor­tiz Bin­der man­tie­ne un sos­te­ni­do sus­pen­so a pesar de saber­se la con­clu­sión de esta his­tó­ri­ca tra­ge­dia his­to­ria. Como obje­ción cabe men­cio­nar que los diá­lo­gos en ale­mán que man­tie­ne la tra­duc­to­ra Gebhardt no hayan sido sub­ti­tu­la­dos para quie­nes no domi­nan este idioma.

Esta pelí­cu­la adquie­re ple­na reso­nan­cia actual dado que la catás­tro­fe de Múnich se ha repe­ti­do el 7 de octu­bre de 2023 con la toma de 1200 rehe­nes en Israel por par­te de Hamas. Jor­ge Gutman

La Semi­lla de la Higue­ra Sagrada

THE SEED OF THE SACRED FIG. Irán-Fran­cia-Ale­ma­nia, 2024. Un film escri­to y diri­gi­do por Moham­mad Rasou­lof. 168 minutos

El emi­nen­te rea­li­za­dor ira­ní Moham­mad Rasou­lof ha expe­ri­men­ta­do igual suer­te que otros cineas­tas de Irán, sién­do­les prohi­bi­do salir del país por su acti­vis­mo polí­ti­co. En este caso el cineas­ta que fue con­de­na­do a ocho años de pri­sión„ en 2024 logró esca­par de Irán, lle­gan­do a Can­nes para pre­sen­tar The Seed of the Sacred Fig, que fue dis­tin­gui­do con el pre­mio espe­cial del jura­do. Este fuer­te y duro dra­ma social que fue fil­ma­do clan­des­ti­na­men­te denun­cia abier­ta­men­te al repre­si­vo gobierno impe­ran­te en dicha nación.

Misagh Zare

El guión del direc­tor pre­sen­ta a Iman (Mis­sagh Zareh) un fun­cio­na­rio esta­tal que ha sido pro­mo­vi­do al car­go de juez de ins­truc­ción con la misión de refren­dar con su fir­ma las sen­ten­cias de muer­te pro­nun­cia­das por el tri­bu­nal islá­mi­co para quie­nes polí­ti­ca­men­te se opo­nen al régi­men teo­crá­ti­co del país. En prin­ci­pio dicho ascen­so cons­ti­tu­ye para él un moti­vo de reco­no­ci­mien­to y de gran satis­fac­ción que de hecho es com­par­ti­da por su sumi­sa y obe­dien­te espo­sa Naj­meh (Sohei­la Goles­ta­ni); sin embar­go, la eufo­ria de sus padres está lejos de ser sen­ti­da por sus hijas ado­les­cen­tes Rez­van (Mah­sa Ros­ta­mi) y Sana (Seta­reh Maleki).

Mien­tras tan­to, en las calles abun­dan las mani­fes­ta­cio­nes de pro­tes­ta de las muje­res recla­man­do sus legí­ti­mos dere­chos, sobre todo des­pués de que en sep­tiem­bre de 2022 se pro­du­jo el arres­to de la acti­vis­ta Mah­sa Arra­ni de 22 años por no uti­li­zar el velo feme­nino obli­ga­to­rio y su pos­te­rior muer­te duran­te la cus­to­dia poli­cial. La armo­nía de la fami­lia de Iman se va dete­rio­ran­do cuan­do Rez­van y Sana abier­ta­men­te se rebe­lan al no apro­bar la con­duc­ta de su padre por el tra­ba­jo que rea­li­za; eso se inten­si­fi­ca cuan­do Rez­van ve lo acon­te­ci­do con su ami­ga Sadat (Niousha Akhshi), quien al par­ti­ci­par en una mani­fes­ta­ción es heri­da por la bru­tal poli­cía y pos­te­rior­men­te detenida.

La situa­ción tien­de a com­pli­car­se cuan­do Iman no encuen­tra el arma regla­men­ta­ria que le ha sido dada por sus supe­rio­res a fin de pro­te­ger a su fami­lia y ter­mi­na cul­pan­do a su mujer e hijas de haber­lo toma­do aun­que ellas lo nie­gan; eso va crean­do una fuer­te ten­sión fami­liar que se incre­men­ta a medi­da que Iman va alie­nán­do­se en el ejer­ci­cio de su labor.

Si bien has­ta ese momen­to Rasou­lof demues­tra una vez más su talen­to median­te una rigu­ro­sa pues­ta escé­ni­ca, la con­ti­nua­ción del guión por él con­ce­bi­do da la impre­sión de per­te­ne­cer a una pelí­cu­la com­ple­ta­men­te dis­tin­ta, lo que cier­ta­men­te des­con­cier­ta; eso es debi­do a que el rela­to ade­más de des­ni­ve­lar­se engen­dra un cli­ma de terror, impreg­na­do de una inusi­ta­da y gra­tui­ta vio­len­cia. De todos modos, si bien esta últi­ma par­te del film des­ilu­sio­na por su incon­gruen­cia, la crí­ti­ca social esbo­za­da en su pri­me­ra mitad refle­jan­do la deca­den­cia de la revo­lu­ción islá­mi­ca así como las exce­len­tes actua­cio­nes de los cua­tro pro­ta­go­nis­tas ame­ri­tan su visión. Jor­ge Gutman

Una Pal­pi­tan­te y Sen­si­ble Historia

QUAND VIENT L’AUTOMNE. Fran­cia, 2024. Un film de Fra­nçois Ozon. 102 minutos

El ver­sá­til cineas­ta Fra­nçois Ozon demues­tra una vez más su inge­nio­si­dad a tra­vés de una pal­pi­tan­te y sen­si­ble his­to­ria que sus­ci­ta legí­ti­ma emo­ción. Para ello ha con­ta­do con la par­ti­ci­pa­ción de Hélè­ne Vin­cent en el rol pro­ta­gó­ni­co quien con su excep­cio­nal actua­ción cons­ti­tu­ye el alma de Quand Vient l’Automne.

Hélè­ne Vincent

La acción está ambien­ta­da en Auxe­rre ubi­ca­da en la región fran­ce­sa de Bor­go­ña„ don­de resi­de la jubi­la­da ancia­na Miche­lle (Vin­cent) des­pués de haber vivi­do en París duran­te su edad acti­va. Su apa­ci­ble exis­ten­cia con­sis­te en acu­dir a las misas de la igle­sia local, efec­tuar algu­nos paseos en el bos­que cer­cano a su vivien­da, así como com­par­tir momen­tos gra­tos con Marie-Clau­de (Josia­ne Balas­co), su lon­ge­va ami­ga de lar­ga data que vive muy cer­ca de ella.

La gran ilu­sión de Miche­lle es aguar­dar la visi­ta de su hija Valé­rie (Ludi­vi­ne Sag­nier) y de su peque­ño nie­to Lucas (Gar­lan Erlos) quie­nes vivien­do en París ven­drán a pasar con ella un par de sema­nas antes de que el niño comien­ce un nue­vo año esco­lar. Para ello se dis­po­ne a pre­pa­rar el almuer­zo que habrá de ofre­cer­les don­de entre otros pla­tos se encuen­tra una comi­da en base de hon­gos que ella ha reco­gi­do en una cami­na­ta por el bos­que jun­to con Marie-Claude.

Cuan­do al día siguien­te madre e hijo arri­ban al hogar de Miche­lle, es cla­ra­men­te noto­rio la apren­sión y acti­tud des­de­ño­sa de Valé­rie hacia su pro­ge­ni­to­ra a quien pro­fun­da­men­te resien­te. Des­afor­tu­na­da­men­te el pla­to de hon­gos al que sola­men­te ingie­re Valé­rie, le pro­du­ce una fuer­te into­xi­ca­ción debi­do a que esos cham­pi­ño­nes resul­ta­ron vene­no­sos; des­pués de una bre­ve hos­pi­ta­li­za­ción en don­de Valé­rie se reco­bra, ella deci­de par­tir de inme­dia­to con Lucas dejan­do a Miche­lle con una gran pesa­dum­bre, sobre todo por­que su hija no le per­mi­ti­rá seguir vien­do a su que­ri­do nie­to. Cier­ta­men­te Marie-Clau­de se soli­da­ri­za con su ami­ga tra­tan­do de con­so­lar­la al pro­pio tiem­po que ella tam­bién ha teni­do difi­cul­ta­des en las rela­cio­nes con su adul­to hijo Vin­cent (Pie­rre Lot­tin) quien aca­ba de salir de la cár­cel por haber come­ti­do un deli­to no especificado.

En los días que pro­si­guen y en la muy bue­na rela­ción que Miche­lle man­tie­ne con Vin­cent, a fin de per­mi­tir­le rein­te­grar­se a la vida social, ella le ofre­ce rea­li­zar tra­ba­jos en su vivien­da como pos­te­rior­men­te le faci­li­ta una suma de dine­ro para que pue­da abrir un bar local al que él aspi­ra. Vin­cent que a pesar de su pasa­do delic­ti­vo demues­tra poseer con­si­de­ra­ble empa­tía con la gran pena de Miche­lle por la dura situa­ción fami­liar que atra­vie­sa, sin que ella lo sepa inten­ta ayu­dar­la a fin de recom­po­ner el víncu­lo materno filial.

A par­tir de aquí, el guión de Ozon y Phiiip­pe Piaz­zo, adop­ta un vuel­co ines­pe­ra­do don­de por lamen­ta­ble desig­nio del des­tino irrum­pe la tra­ge­dia gene­ran­do en el rela­to una intri­ga apro­pia­da de un thriller.

Con un rit­mo flui­do el direc­tor ofre­ce una con­mo­ve­do­ra his­to­ria don­de la come­dia y el dra­ma coexis­ten mag­ní­fi­ca­men­te, abor­dan­do en su desa­rro­llo temas tan deli­ca­dos como la com­ple­ji­dad emer­gen­te de las rela­cio­nes huma­nas; así, aquí se demues­tra cómo el víncu­lo de amor mater­nal pue­de mani­fes­tar­se sin la exis­ten­cia de un lazo bio­ló­gi­co, tal como se cons­ta­ta en la recí­pro­ca evo­lu­ción entra­ña­ble entre Miche­lle y Vincent.

Como es habi­tual en su fil­mo­gra­fía, el rea­li­za­dor siem­pre con­vo­ca a un elen­co capaz de carac­te­ri­zar efi­cien­te­men­te a sus per­so­na­jes y este caso no es la excep­ción. Tal como se men­cio­nó pre­via­men­te, Vin­cent ofre­ce una labor mag­né­ti­ca com­po­nien­do a una mujer que habien­do tra­ta­do de ofre­cer el mejor con­fort a su hija no pue­de ocul­tar su pena fren­te a la des­pre­cia­ble acti­tud que reci­be de ella; a su vez no menos tierno resul­ta el víncu­lo con su nie­to, así como con Marie-Clau­de y su hijo. Igual­men­te satis­fa­cen Balas­ko como la mag­ná­ni­ma ami­ga de Miche­lle, Lot­tin ani­man­do al bien inten­cio­na­do Vin­cent y Sag­nier quien en un bre­ve papel brin­da ple­na con­vic­ción a la des­agra­da­ble Valérie.

En resu­men, ésta es una peque­ña joya de Ozon don­de sin gran pre­ten­sión ni gran­di­lo­cuen­cia logra que la audien­cia se iden­ti­fi­que con sus per­so­na­jes y en espe­cial con la melan­co­lía que des­ti­la a tra­vés de la eta­pa cre­pus­cu­lar tran­si­ta­da por las dos ancia­nas de esta huma­na his­to­ria. Jor­ge Gutman

Un Monu­men­tal Proyecto

THE BRU­TA­LIST. Esta­dos Uni­dos-Gran Bre­ta­ña, 2024. Un film de Brady Cor­bet. 215 minutos.

Un film ambi­cio­so, com­pro­me­ti­do y cier­ta­men­te monu­men­tal es lo que se apre­cia en The Bru­ta­list del rea­li­za­dor Brady Cor­bet. Si bien el cineas­ta pro­bó ser un buen actor en varios fil­mes, su vuel­co detrás de la cáma­ra comen­zó satis­fac­to­ria­men­te con The Childhood of a Lea­der (2015) y pro­si­guió con Vox Lux (2018); en esta opor­tu­ni­dad demues­tra que no se ame­dren­ta en con­si­de­rar varios temas tras­cen­den­tes que emer­gen del relato.

Adrien Brody

La his­to­ria urdi­da por Cor­bet en cola­bo­ra­ción con Mona Fast­vold pre­sen­ta a Lász­ló Tóth (Adrien Brody), un remar­ca­ble arqui­tec­to judío de ori­gen hún­ga­ro for­ma­do en la escue­la Bauhaus que tras haber sobre­vi­vi­do la Segun­da Gue­rra Mun­dial lle­ga a los Esta­dos Uni­dos en 1947 en tan­to que su espo­sa Erz­sé­bet (Feli­city Jones) y su sobri­na Zsó­fia (Raf­fey Cas­sidy) que­da­ron en Hun­gría. Des­pués de su arri­bo a New York de inme­dia­to se tras­la­da a Fila­del­fia don­de lo aguar­da su pri­mo Atti­la (Ales­san­dro Nivo­la), due­ño de una mue­ble­ría, quien calu­ro­sa­men­te lo alber­ga en su hogar jun­to con su espo­sa Audrey (Emma Laird).

Su pri­me­ra opor­tu­ni­dad de tra­ba­jo la obtie­ne cuan­do Atti­la reci­be el pedi­do de Harry Lee (Joe Alwyn) para remo­de­lar la biblio­te­ca de su pode­ro­so padre empre­sa­rio Harri­son Lee Van Buren (Guy Pear­ce); es así que dies­tra­men­te Lász­ló efec­túa su tra­ba­jo apli­can­do su con­cep­ción artís­ti­ca y toman­do como ayu­dan­te a Gor­don (Isaach De Ban­ko­lé), un padre mono­pa­ren­tal. Cuan­do Harri­son regre­sa a su man­sión vuel­ca su furia ensu hijo por haber enco­men­da­do esa tarea y ade­más des­pi­de al arqui­tec­to. Eso moti­va­rá a que Atti­la expul­se a Lász­ló de su casa, lo que lo obli­ga a vivir en un hogar de refugiados.

La suer­te del con­su­ma­do pro­fe­sio­nal cam­bia cuan­do Harri­son lo ubi­ca, pidién­do­le dis­cul­pas, pagán­do­le lo que le debía por su tra­ba­jo y en honor a su recien­te­men­te falle­ci­da madre, lo con­tra­ta para dise­ñar un enor­me cen­tro comu­ni­ta­rio en las amplias coli­nas colin­dan­tes, que inclui­rá una igle­sia, un gim­na­sio, una biblio­te­ca y un gran salón de even­tos. Ade­más de una impor­tan­te remu­ne­ra­ción por tal ser­vi­cio, Harri­son le brin­da alo­ja­mien­to en la casa de hués­pe­des de su inmen­sa man­sión, lo vin­cu­la con gen­te de la alta socie­dad con la que alter­na, ade­más de brin­dar­le el con­tac­to con un abo­ga­do para que lo ayu­de a tra­mi­tar el tras­la­do de su espo­sa y sobri­na a Esta­dos Unidos.

Des­pués de 15 minu­tos de inter­me­dio que inte­gran el metra­je del film, comien­za la segun­da par­te del mis­mo en 1953 don­de Lász­ló se reen­cuen­tra con su ama­da espo­sa que se halla en silla de rue­das por haber sufri­do de osteo­po­ro­sis en el cam­po de con­cen­tra­ción y de su sobri­na prác­ti­ca­men­te muda por los trau­má­ti­cos efec­tos de la gue­rra. A par­tir de aquí, sin entrar a deta­llar los por­me­no­res que atra­vie­sa la monu­men­tal tarea a su car­go, el rela­to realís­ti­ca­men­te demues­tra has­ta qué pun­to el finan­cis­ta del gigan­tes­co pro­yec­to some­te al arqui­tec­to a su com­ple­ta volun­tad median­te un víncu­lo per­ver­so que trans­gre­de la moralidad.

El film fas­ci­na por los diver­sos temas con­si­de­ra­dos. Entre ellos se des­ta­ca el alto pre­cio incu­rri­do en el pro­ce­so de la crea­ción artís­ti­ca, la des­mi­ti­fi­ca­ción del sue­ño ame­ri­cano, el poder del dine­ro que todo lo pue­de, como así tam­bién cómo man­te­ner la iden­ti­dad judía den­tro de las cir­cuns­tan­cias atra­ve­sa­das por el pro­ta­go­nis­ta de esta historia.

La obje­ción que mere­ce The Bru­ta­list es debi­da a su exce­si­va dura­ción en la medi­da que su pro­pó­si­to podría haber sido igual­men­te logra­do con una hora menos de metra­je, eli­mi­nan­do secuen­cias inne­ce­sa­rias a la tra­ma desa­rro­lla­da. De todos modos es impor­tan­te resal­tar los ele­men­tos favo­ra­bles de este dra­ma don­de en pri­mer tér­mino se des­ta­ca la esme­ra­da pues­ta escé­ni­ca de Cor­bet que en el Fes­ti­val de Vene­cia don­de el film fue pre­sen­ta­do obtu­vo el pre­mio a la mejor direc­ción. Igual­men­te pon­de­ra­ble es la remar­ca­ble actua­ción de su elen­co en el que indu­da­ble­men­te se des­ta­can Adrien Brody trans­mi­tien­do la expre­si­vi­dad con la emo­ción vivi­da por su per­so­na­je así como Pear­ce cap­tu­ran­do la esen­cia del millo­na­rio y supues­to bene­fac­tor. En los ren­glo­nes téc­ni­cos de pro­duc­ción es enco­mia­ble la exce­len­te foto­gra­fía de Lol Craw­ley cap­tan­do el esti­lo arqui­tec­tó­ni­co del bru­ta­lis­mo con sus gran­des edi­fi­cios sin cur­vas basa­dos en el empleo de mate­ria­les bru­tos. Jor­ge Gutman

Peri­pe­cias de un Hipopótamo

PEPE. Repú­bli­ca Domi­ni­ca­na-Ale­ma­nia-Fran­cia-Nami­bia, 2024. Un film escri­to y diri­gi­do por Nel­son Car­lo de los San­tos Arias. 122 minu­tos. Dis­po­ni­ble en la pla­ta­for­ma MUBI

El des­ta­ca­do direc­tor domi­ni­cano Nel­son Car­lo de los San­tos Arias cuyo pre­vio film Coyo­te (2017) fue muy elo­gia­do, retor­na aho­ra con Pepe, una pelí­cu­la radi­cal y sin duda trans­gre­so­ra que por su ori­gi­na­li­dad y esme­ra­da pues­ta escé­ni­ca, fue dis­tin­gui­da con el pre­mio a la mejor direc­ción en el fes­ti­val de Ber­lín de 2024.

El Hipo­pó­ta­mo PEPE

Basa­do en su pro­pio e inge­nio­so guión ins­pi­ra­do en un hecho que real­men­te acon­te­ció San­tos Arias rela­ta la curio­sa his­to­ria de Pepe, un hipo­pó­ta­mo que des­de el comien­zo se sabe que fue aba­ti­do en Colom­bia aun­que eso no impi­de para que la bes­tia recuen­te la vida de sus ances­tros así cómo trans­cu­rrió la suya ape­lan­do a diver­sos idio­mas (con las voces de Jhon Nar­váez, Fareed Mat­ji­la, Har­mony Ahal­wa y Shi­fa­fu­re Faustinus).

Todo pare­ce­ría indi­car que Pepe ha sido uno de los muchos ani­ma­les que abun­da­ron en el zoo­ló­gi­co pri­va­do que poseía Pablo Esco­bar, el pode­ro­so tra­fi­can­te de dro­gas. En base a ello la fan­ta­sio­sa tra­ma abar­ca dos par­tes que aun­que dife­ren­cia­das que­dan bien inte­gra­das. En la pri­me­ra de las mis­mas, se obser­va a un gru­po de turis­tas ale­ma­nes que hacien­do safa­ri en Nami­bia, un guía les va rela­tan­do las cos­tum­bres y com­por­ta­mien­tos de los ani­ma­les que allí habitan.

En su segun­da mitad se sabe que varios de esos hipo­pó­ta­mos fue­ron trans­por­ta­dos a Colom­bia y que cua­tro de ellos fue­ron colo­ca­dos en un camión para su tras­la­do a la enor­me hacien­da de Esco­bar y su pos­te­rior ubi­ca­ción en la región del río Mag­da­le­na, pró­xi­ma a Mede­llín; es allí don­de Pepe nació. El pro­ble­ma sur­ge cuan­do Can­de­la­rio (Jor­ge Pun­ti­llón Gar­cía), un pes­ca­dor de la región, se topa con el ani­mal en el río y de inme­dia­to aler­ta a las auto­ri­da­des loca­les del peli­gro que pue­de oca­sio­nar. De allí en más, el rela­to refle­ja a modo de viñe­tas anec­dó­ti­cas sobre lo que acae­ce con los habi­tan­tes de la zona, inclu­yen­do entre otras secuen­cias las que­re­llas de Can­de­la­rio con su mujer Beta­nia (Sor María Ríos), así como la orga­ni­za­ción de un con­cur­so de belle­za con cin­co chi­cas compitiendo..

La pre­sen­cia del paqui­der­mo, a quien se con­si­de­ra maligno, moti­va­rá su des­tino final, sien­do el pri­me­ro y úni­co ejem­plar de su espe­cie liqui­da­do en el con­ti­nen­te americano.

En esen­cia, el espec­ta­dor asis­te a un cine de ima­gi­na­ción, nada con­ven­cio­nal que tran­si­tan­do entre el docu­men­to y la fic­ción está muy bien cons­trui­do y satis­fac­to­ria­men­te edi­ta­do por San­tos Arias. Si bien la ori­gi­nal his­to­ria se pres­ta a la dis­cu­sión des­pués de su pro­yec­ción, lo cier­to es que per­mi­te refle­xio­nar sobre lo que acon­te­ce cuan­do los ani­ma­les son sepa­ra­dos de su hábi­tat natu­ral y suje­tos a gen­te que des­co­no­cien­do sus cos­tum­bres los eli­mi­nan, gene­ran­do un nega­ti­vo impac­to eco­ló­gi­co. Jor­ge Gutman