Crónica de Jorge Gutman
He aquí el comentario de tres películas exhibidas en Cinemania que concluye el 17 de noviembre.
Le Fil (Francia)
Daniel Auteuil dirige y actúa abordando un drama tribunalicio donde un hombre es sospechoso de haber cometido un feminicidio.
El guión del veterano actor compartido con Steven Mitz está basado en una serie de breves relatos escritos por el abogado penalista Jean-Yves Moyart, quien en un blog volcó sus experiencias acerca del sistema legal imperante en Francia.
La historia inspirada en un caso real transcurre en la ciudad francesa de Dragignan, comienza cuando Nicolas Milik (Grégory Gadebois), un hombre casado y padre de cinco hijos, es súbitamente arrestado por la policía por suponer que degolló a su alcohólica esposa. Milk, de noble apariencia y amante de su familia, clama ser inocente. A todo ello, el legista Jean Monier (Auteuil), quien en su previo trabajo acontecido ya hace varios años absolvió a un criminal reincidente decidió no aceptar más casos como abogado defensor; sin embargo cuando conoce a Milik está absolutamente convencido de su inocencia por lo que a fin de evitar que pueda existir un error judicial si acaso es condenado, cambia de actitud asumiendo su defensa.
En la parte central del relato, que no sigue un orden cronológico, se asiste a la audiencia judicial durante tres jornadas en donde a través de flashbacks se presentan los hechos que rodearon al crimen, apareciendo igualmente sospechoso Roger Marton (Gaston Roussel), el dueño del bar local y amigo de Milik a quien solía frecuentar.
La intriga del relato es saber si lo que se aprecia en las escenas retrospectivas es realmente auténtico pero en todo caso no conviene detallar lo que sobreviene después. Sin lograr la excelencia de Anatomy of a Fall y The Goldman Case, dos filmes juzgados el año pasado sobre un tema similar, este drama judicial nutrido de algunas vueltas de giro y una sorpresiva secuencia final consigue atrapar.
En su quinto trabajo como realizador Auteuil obtiene un film satisfactorio agraciado por su buena actuación y por la calidad del resto del elenco en donde se destaca el meritorio desempeño de Grégory Gadebois y en un rol de apoyo Sidse Babett Knudsen animando a la colega de Monier.
Maldoror (Bélgica-Francia).
Un gratificante thriller es lo que depara el realizador belga Fabrice Du Welz en este film considerando dramáticos crímenes acaecidos en Bélgica en la década del 90.
El relato de ficción basado en el guón del cineasta escrito con Domenica La Porta, centra su atención en Paul Chartier (Anthony Bajon), un joven idealista gendarme quien manifiesta su preocupación al constatar la desaparición de dos pequeñas niñas, a la que luego seguirían otras más, produciendo el desconcierto de las autoridades pertinentes y de la población. Con gran pasión Chartier integra la operación “Maldoror” dirigida por el funcionario Hinkel (Laurent Lucas) destinada a dar con el responsable de los graves incidentes, cuyo foco inicial recae en la sospecha de Marcel Dedieu (Sergi López), un peligroso criminal.
A medida que avanza en su gestión el idealista gendarme encuentra el obstáculo en las fuerzas del orden al tratar de seguir sus instrucciones; eso es debido a que el sistema policial de Bélgica de 1995 está integrado por la gendarmería, la policía de la comuna y la policía judicial que colisionan entre sí.
Con el tiempo avanzando y sin resolver el problema debido en gran parte a la inacción burocrática de las autoridades responsables, Chartier se obsesiona de tal manera que lo conduce a una completa alienación cercana a la locura. Su conducta lo va alejando de las personas que lo rodean y en especial repercute en su vida personal, quien casado con Gina (Alba Gaia Bellugi), una entrañable mujer que le brinda su apoyo, ella está muy inquieta por su estado emocional.
El cineasta mantiene un firme control en su narrativa permitiendo que a medida que el relato progresa genere un clima de alta tensión que repercute positivamente en el ánimo del espectador.
La remarcable dirección de Du Welz, la excelente interpretación de Bajon que consigue generar empatía con su personaje, la lograda fotografía de Manuel Dacosse y el eficiente montaje de Nico Leunen, configuran un thriller de calidad superior.
L’Attachement (Francia-Bélgica)
En su quinto film la realizadora Carine Tardieu indaga acerca de las circunstancias inesperadas que la vida suele deparar y cómo eso puede cambiar la actitud y visión de una persona.
Basado en la novela L’Intimité de Alice Ferney, el guión adaptado por Agnès Feuvre, Raphaële Moussafir y Tardieu presenta a Sandra (Valeria Bruni Tedeschi), una mujer cincuentenaria que es una aferrada feminista y asimismo dueña de una librería femenina; prefiriendo mantenerse independiente, no ha despertado en ella el instinto maternal.
Todo comienza cuando Sandra acepta cuidar por poco tiempo al pequeño Elliot (César Botti), el hijo de Cécile que vive con su pareja Alex (Pio Marmai) debido a que la mujer anticipadamente está por dar a luz. Lamentablemente la tragedia se produce cuando en el parto Cécile, después de haber alumbrado a una bebita, fallece dejando desconsolado a Alex y al niño huérfano de madre.
Impresionada por el dramático suceso, Sandra logra conmoverse al ser observadora de la pequeña familia ahora configurada por Alex que es el padre monoparental responsable del niño y de la recién nacida Lucille. El cariñoso lazo forjado con Alex, va despertando en esta mujer sentimientos que hasta entonces había desconocido.
A través de los dos años que prosiguen Sandra se encuentra plenamente involucrada en ese núcleo familiar, en donde aparecerá en escena el padre biológico de Elliot (Rapahël Quenard) y a su vez Alex encuentra un nuevo interés sentimental en Emilia (Vimala Pons).
Con la magnífica actuación de Bruni Tedeschi, acompañada por el sobrio desempeño de Marmai, la realizadora brinda un honesto y conmovedor drama resaltando la conexión humana, capaz de iluminar la existencia a través de la solidaridad, generosidad y un genuino amor.