La oscarizada y renombrada estrella francesa Juliette Binoche presidirá el Jurado de la septuagésima octava edición del Festival de Cannes.
La actriz sucede en el prestigioso cargo a la directora de Barbie, Greta Gerwig, y supervisará al grupo de profesionales del cine que elegirán a la ganadora de la Palma de Oro de este año.
Juliette Binoche
Binoche debutó en Cannes hace exactamente 40 años, con el estreno de Rendez-vous, de André Téchiné, en 1985. Fue su primer gran papel en el cine y la convirtió en una relevante artista de la cinematografía internacional. «Nací en el Festival de Cannes»,diría más tarde.
Desde entonces, Binoche ha sido una habitual de Cannes retornando al Festival con largometrajes de algunos de los autores más aclamados del cine internacional, como Michael Haneke (Código desconocido, Caché), David Cronenberg (Cosmópolis), Krzysztof Kieślowski (Tres colores: Azul), Olivier Assayas (Clouds of Sils Maria), Claire Denis (Let the Sunshine In) y Anh Hung Tran (El sabor de las Cosas). Ganó el premio a la mejor actriz en Cannes 2010 por su papel de anticuaria en Copia certificada, de Abbas Kiarostami.
«En 1985, subí por primera vez la escalinata con el entusiasmo y la incertidumbre de una joven actriz; nunca imaginé que volvería cuatro décadas después en el papel honorífico de Presidenta del Jurado», dijo Binoche en un comunicado. «Aprecio el privilegio, la responsabilidad y la absoluta necesidad de humildad».
Junto con el honor de Cannes, Binoche es la única actriz que ha ganado el premio a la mejor actriz en los tres principales festivales europeos (Cannes, Venecia y Berlín), llevándose la Copa Volpi de Venecia en 1994 por Tres colores: Azul, de Kieślowski, y el Oso de Plata de Berlín por su interpretación de una enfermera de la Segunda Guerra Mundial en El paciente inglés, de Anthony Minghella, papel que también le valdría un BAFTA y un Oscar a la mejor actriz de reparto.
Más recientemente, Binoche ha interpretado a Coco Chanel en la serie de Todd A. Kessler para AppleTV+ The New Look y ha vuelto a formar equipo con su coprotagonista de El paciente inglés, Ralph Fiennes, para El regreso, la áspera versión de Uberto Pasolini de La Odisea de Homero. El año pasado sustituyó a la directora polaca Agnieszka Holland en la presidencia de la Academia de Cine Europeo.
La 78ª edición del Festival Internacional de Cine de Cannes se celebrará del 13 al 24 de mayo de 2025.
He aquí el comentario de tres películas exhibidas en Cinemania que concluye el 17 de noviembre.
Le Fil (Francia)
Daniel Auteuil dirige y actúa abordando un drama tribunalicio donde un hombre es sospechoso de haber cometido un feminicidio.
El guión del veterano actor compartido con Steven Mitz está basado en una serie de breves relatos escritos por el abogado penalista Jean-Yves Moyart, quien en un blog volcó sus experiencias acerca del sistema legal imperante en Francia.
La historia inspirada en un caso real transcurre en la ciudad francesa de Dragignan, comienza cuando Nicolas Milik (Grégory Gadebois), un hombre casado y padre de cinco hijos, es súbitamente arrestado por la policía por suponer que degolló a su alcohólica esposa. Milk, de noble apariencia y amante de su familia, clama ser inocente. A todo ello, el legista Jean Monier (Auteuil), quien en su previo trabajo acontecido ya hace varios años absolvió a un criminal reincidente decidió no aceptar más casos como abogado defensor; sin embargo cuando conoce a Milik está absolutamente convencido de su inocencia por lo que a fin de evitar que pueda existir un error judicial si acaso es condenado, cambia de actitud asumiendo su defensa.
En la parte central del relato, que no sigue un orden cronológico, se asiste a la audiencia judicial durante tres jornadas en donde a través de flashbacks se presentan los hechos que rodearon al crimen, apareciendo igualmente sospechoso Roger Marton (Gaston Roussel), el dueño del bar local y amigo de Milik a quien solía frecuentar.
La intriga del relato es saber si lo que se aprecia en las escenas retrospectivas es realmente auténtico pero en todo caso no conviene detallar lo que sobreviene después. Sin lograr la excelencia de Anatomy of a Fall y The Goldman Case, dos filmes juzgados el año pasado sobre un tema similar, este drama judicial nutrido de algunas vueltas de giro y una sorpresiva secuencia final consigue atrapar.
En su quinto trabajo como realizador Auteuil obtiene un film satisfactorio agraciado por su buena actuación y por la calidad del resto del elenco en donde se destaca el meritorio desempeño de Grégory Gadebois y en un rol de apoyo Sidse Babett Knudsen animando a la colega de Monier.
Maldoror (Bélgica-Francia).
Un gratificante thriller es lo que depara el realizador belga Fabrice Du Welz en este film considerando dramáticos crímenes acaecidos en Bélgica en la década del 90.
El relato de ficción basado en el guón del cineasta escrito con Domenica La Porta, centra su atención en Paul Chartier (Anthony Bajon), un joven idealista gendarme quien manifiesta su preocupación al constatar la desaparición de dos pequeñas niñas, a la que luego seguirían otras más, produciendo el desconcierto de las autoridades pertinentes y de la población. Con gran pasión Chartier integra la operación “Maldoror” dirigida por el funcionario Hinkel (Laurent Lucas) destinada a dar con el responsable de los graves incidentes, cuyo foco inicial recae en la sospecha de Marcel Dedieu (Sergi López), un peligroso criminal.
A medida que avanza en su gestión el idealista gendarme encuentra el obstáculo en las fuerzas del orden al tratar de seguir sus instrucciones; eso es debido a que el sistema policial de Bélgica de 1995 está integrado por la gendarmería, la policía de la comuna y la policía judicial que colisionan entre sí.
Con el tiempo avanzando y sin resolver el problema debido en gran parte a la inacción burocrática de las autoridades responsables, Chartier se obsesiona de tal manera que lo conduce a una completa alienación cercana a la locura. Su conducta lo va alejando de las personas que lo rodean y en especial repercute en su vida personal, quien casado con Gina (Alba Gaia Bellugi), una entrañable mujer que le brinda su apoyo, ella está muy inquieta por su estado emocional.
El cineasta mantiene un firme control en su narrativa permitiendo que a medida que el relato progresa genere un clima de alta tensión que repercute positivamente en el ánimo del espectador.
La remarcable dirección de Du Welz, la excelente interpretación de Bajon que consigue generar empatía con su personaje, la lograda fotografía de Manuel Dacosse y el eficiente montaje de Nico Leunen, configuran un thriller de calidad superior.
L’Attachement (Francia-Bélgica)
En su quinto film la realizadora Carine Tardieu indaga acerca de las circunstancias inesperadas que la vida suele deparar y cómo eso puede cambiar la actitud y visión de una persona.
Basado en la novela L’Intimité de Alice Ferney, el guión adaptado por Agnès Feuvre, Raphaële Moussafir y Tardieu presenta a Sandra (Valeria Bruni Tedeschi), una mujer cincuentenaria que es una aferrada feminista y asimismo dueña de una librería femenina; prefiriendo mantenerse independiente, no ha despertado en ella el instinto maternal.
Todo comienza cuando Sandra acepta cuidar por poco tiempo al pequeño Elliot (César Botti), el hijo de Cécile que vive con su pareja Alex (Pio Marmai) debido a que la mujer anticipadamente está por dar a luz. Lamentablemente la tragedia se produce cuando en el parto Cécile, después de haber alumbrado a una bebita, fallece dejando desconsolado a Alex y al niño huérfano de madre.
Impresionada por el dramático suceso, Sandra logra conmoverse al ser observadora de la pequeña familia ahora configurada por Alex que es el padre monoparental responsable del niño y de la recién nacida Lucille. El cariñoso lazo forjado con Alex, va despertando en esta mujer sentimientos que hasta entonces había desconocido.
A través de los dos años que prosiguen Sandra se encuentra plenamente involucrada en ese núcleo familiar, en donde aparecerá en escena el padre biológico de Elliot (Rapahël Quenard) y a su vez Alex encuentra un nuevo interés sentimental en Emilia (Vimala Pons).
Con la magnífica actuación de Bruni Tedeschi, acompañada por el sobrio desempeño de Marmai, la realizadora brinda un honesto y conmovedor drama resaltando la conexión humana, capaz de iluminar la existencia a través de la solidaridad, generosidad y un genuino amor.
A continuación se ofrece un breve comentario de tres películas que se presentan en Cinemania, festival que se desarrolla en Montreal hasta el 17 de noviembre.
Vingt Dieux (Francia)
Louise Courvoisier causa muy buena impresión en su ópera prima describiendo las vicisitudes de un adolescente que se encuentra con el enorme dilema acerca de cómo encarar su vida frente a un inesperado suceso.
El guión de la novel cineasta compartido con Theo Abadie presenta a Totone (Clément Faveau) un muchacho de 18 años que habita en la región rural de Jura, ubicada al sudeste de Francia. A dicha edad, su vida transcurre despreocupadamente saliendo con sus amigos de infancia Jean-Yves (Mathis Bernard) y Francis (Dimitri Baudry), soliendo concurrir a fiestas, disfrutar de tragos alcohólicos y tratar de abordar algunas chicas con quienes intimar. Él vive con Claire (Luna Garret), su hermanita de 7 años, y su padre quien es dueño de una pequeña manufactura de quesos. Inesperadamente su risueña existencia se descompagina cuando su progenitor muere accidentalmente y en consecuencia queda a la deriva, sin recursos pecuniarios y sabiendo que tiene la responsabilidad de cuidar de Claire.
Es así que para proveerse de un ingreso se encuentra obligado a vender las instalaciones agrícolas de su padre; con todo hay una oportunidad que se presenta cuando en la zona se organiza un concurso con un premio de 30.000 euros para quien elabore el mejor queso regional. En consecuencia, con la colaboración de sus amigos y el apoyo moral de Claire, Totone comienza a preparar dicho producto pero para ello deberá proveerse de leche de buena calidad que precisamente la produce la joven granjera Marie-Lise (Maiwene Barthelemy), con quien mantiene un vínculo romántico.
La joven directora que creció en una granja de Jura, logra un buen retrato de la vida rural a la vez que permite conocer detalles no muy conocidos sobre la elaboración de buenos quesos. En todo caso, lo más trascendente del relato es el proceso de maduración experimentado por Totone frente a las vicisitudes atravesadas.
Sin mayor pretensión, Courvoisier obtiene una sencilla comedia dramática que aunque predecible está convincentemente realizada, genuinamente actuada por intérpretes no profesionales y nutrida de un especial encanto que permite la fácil identificación con sus juveniles personajes.
Les Barbares (Francia)
La excelente actriz y remarcable directora Julie Delpy, vuelve a deleitar con una comedia escrita, dirigida y protagonizada por ella abordando las vicisitudes atravesadas por una familia de refugiados.
El film transcurre en Paimpont, un pequeño pueblo rural enclavado en la región de la Bretaña francesa. Organizado por Joëlle (Delpy) la progresista maestra de la región, se aguarda la llegada de un contingente de refugiados procedentes de Ucrania. Sin embargo debido a que otras comunidades cercanas ya han recibido a ucranianos, el alcalde del pueblo (Jean-Charles Clichet) comunica que los refugiados son sirios, a quienes se les dará la bienvenida. Se trata de la familia Fayad que escapó de la cruel guerra que por largos años azota a Siria. En consecuencia la apacible y tranquila vida de los aldeanos de Paimpont se ve alterada frente a esta sorpresa, provocando la negativa reacción de algunos fervientes racistas.
La recién llegada familia está integrada por el arquitecto Marwan (Ziad Bakri), su diseñadora gráfica esposa Louna (Dalia Naous), su hermana doctora Alma (Rita Hayek), su padre Hassan (Helou Fares) y los dos niños Dina (Ninar) y Wael (Adam) del matrimonio. Todos ellos vuelcan sus esfuerzos por integrarse al nuevo medio, aprendiendo el idioma, aceptando trabajos de baja remuneración y tratando de ser pacientes con los intolerantes del pueblo, entre ellos Hervé (Laurent Lafitte) que es el plomero del pueblo deseoso de evitar que los sirios permanezcan indefinidamente; la misma idea predomina en Philippe, el alcohólico marido (Mathieu Demy) de Julie (Sandrine Kiberlain), la gran amiga de Joëlle, quien sospecha de quienquiera pueda ser árabe o musulmán; simultáneamente hay quienes adoptan una actitud contemporizadora demostrando en última instancia un sentimiento solidario, como es el caso del granjero Yves (Albert Dellpy).
Dicho lo que precede, la directora logra una comedia nutrida de situaciones risueñas combinada con la seriedad del tema subyacente, efectuando una velada crítica de los prejuicios, racismo y xenofobia imperantes en la imaginaria población descripta pero que constituye un espejo de lo que acontece en Francia con refugiados musulmanes. Con un intachable elenco, sagaz guión nutrido de efectivos diálogos y una impecable puesta escénica, el cinéfilo disfruta de un muy buen film,
La Femme Cachée (Canadá)
Después de haber realizado Montréal La Blanche (2016), el dramaturgo Bachir Bensaddek retorna con un remarcable drama psicológico escrito por él junto con la gionista María Camila Arias.
La mujer oculta, aludiendo al título del film, es Halima (Nailia Harzoune) quien nacida en Francia de padres argelinos ha dejado a su familia varios años atrás para residir en Quebec. Las primeras imágenes muestran a una familia bien constituida con Halima felizmente casada con el quebequense Sylvain (Antoine Bertrand) y padres de la pequeña Léa (Athéna Henry). Cabe mencionar que Halima ocultó a su esposo, la existencia de sus familiares, haciéndole creer que creció viviendo en diferentes hogares de acogida.
Cuando Halima queda embarazada de un varón, es inmensa la alegría del noble marido y de la adorable Lea; sin embargo a partir de entonces ella comienza a estar perturbada por terribles pesadillas que la afectan tanto de noche como de día. Al ser observada por Silvain, ella le confiesa la existencia de sus familiares y al propio tiempo le manifiesta que le urge viajar a Francia para visitarlos, aunque su real intención es saldar cuentas pendientes del pasado; debido a su avanzada gestación, Sylvain la acompaña junto con Léa.
Al llegar a la casa de su infancia en Montpellier ‑sur de Francia‑, Halima es recibida por su madre (Fatma-Zohra Mimouni) y su padre (Rabah Bouberras), quienes conocen a su yerno y a la nietita. Durante esa estadía el relato va generando una atmósfera tóxica cuando ella reencuentra a sus hermanos y hermanas, en las que se revelan nefastos secretos que han motivado el trauma que la aqueja. Es entonces cuando Sylvain llega a comprender las razones por las que su esposa ha quedado gravemente perturbada.
No obstante que se trata de un relato de ficción, lo cierto es que lo expuesto demuestra cómo los daños infligidos durante la infancia repercuten traumáticamente en la vida adulta de una persona. Con delicadeza Bensaddek aborda este tema sin caer en lo escabroso ni en el sensacionalismo; mediante una elocuente indagación psicológica, el realizador se adentra acabadamente en la personalidad de la atormentada Halima, quien aguardando a su segundo hijo procura lograr una catarsis a fin de avizorar el futuro con optimismo al amparo de su propia familia . Dentro del calificado elenco, es excelente la caracterización de Harzune animando a su complejo personaje; elogios similares merece Bertrand quien impecablemente compone al entrañable marido, en tanto que merece elogios la versatilidad de la pequeña Athéna seduciendo con su espontaneidad y dulzura
El Festival de Films Cinemanía creado en 1995 con el propósito de destacar la importancia de la cinematografía francófona, iniciará su trigésima edición en Montreal el 6 de noviembre y se prolongará hasta el 17 de noviembre.
Para esta ocasión, la ecléctica programación incluye 120 largometrajes y 26 cortos, entre los cuales hay numerosos títulos que serán presentados en carácter de primicia internacional, norteamericana y canadiense.
BERGERS
El film de apertura del 6 de noviembre es Bergers, una coproducción de Canadá y Francia de Sophie Deraspe que fue premiada como el mejor film canadiense en el Festival de Toronto. Su trama gira en torno de Mathyas, un publicista de Montreal que abandona su vida canadiense para reinventarse a sí mismo como pastor de ovejas en los Alpes. La película guionizada por la cineasta está basada en el libro autobiográfico de Mathyas Lefébure publicado en 2006 y es protagonizada por Félix-Antoine Duval.
La muestra será clausurada con la proyección de Le Roman de Jim, film de Francia realizado por Jean-Marie y Arnaud Larrieu. La historia gira en torno de Jim (Karim Leklou) quien enamorado de Florence (Laetitia Dosch), cuida a su niño, antes del retorno algunos años después del padre biológico lo cual gravitará en sus vidas. Los cineastas y Karim Leklou estarán presentes para la exhibición del film.
Entre los filmes que generan gran expectativa figura Monsieur Aznavour dirigido por Grand Corps Malade y Mehdi Idir en el que se pasa revista a la vida del recordado ícono de la canción francesa. Para esta ocasión, su hija Katia Aznavour y el actor Tahar Rahim, protagonista del film, tendrán a su cargo la presentación del mismo.
El festival considera cuatro programas competitivos que tienen por misión resaltar los nuevos talentos del cine francófono. El programa “Rostros de la francofonía” está integrado por 10 filmes; “Filmes de Quebec” incluye 8 títulos, “Documentales” comprende 11 películas en tanto que “Corto metrajes de Quebec e internacionales” abarca 26 títulos.
Siguiendo la tradición anual de considerar la producción cinematográfica de un país de la francofonía, este año es Francia el país de honor en donde se exhibirán cortos, medianos y largometrajes de la región Grand Este y de Córcega.
Una lista completa de la programación con todas las secciones comprendidas, las salas de cine de exhibición, los horarios pertinentes, las numerosas actividades alusivas al festival, así como los artistas invitados, pueden obtenerse en el sitio festivalcinemania.com
A continuación se comenta dos filmes que se verán en el Festival.
Averroès & Rosa Parks (Francia)
El notable documentalista Nicolas Philbert, sigue manifestando su preocupación por gente afectada por problemas mentales. Así en su anterior documental On the Adamant, que obtuvo el máximo galardón en el Festival de Berlín de 2023; abordó a personas con problemas psicológicos que acuden al centro terapéutico de “Adamant”, un barco anclado en el Sena desde 2010, donde a través de diferentes actividades culturales y recreativas atenúan su trauma.
AVERROÈS&ROSAPARKS
En esta oportunidad Philibert enfoca su cámara en dos unidades psiquiátricas (Averroès y Rosa Parks) del hospital Esquirol ubicado en la localidad de Saint-Maurice próxima a París, que albergan a pacientes internados con diferentes desórdenes de salud mental, tratando de encontrar solución a sus problemas.
En ese devenir el documental permite salir al encuentro de variados residentes y uno de ellos que está próximo a ser dado de alta, en una conversación mantenida con dos facultativos expresa cierta inquietud al sentirse inseguro sobre lo que le puede acaecer al no tener a nadie del hospital que lo esté controlando; asimismo se halla un joven internado con dificultad de aprendizaje y que evidencia confusión acerca de sus relaciones familiares. El caso de mayor interés es el de un destacado profesor de filosofía con varios doctorados; no obstante su condición de notable intelectual y que se considera un “metafísico camaleón”, se encuentra desgastado psicológicamente con varios meses de permanencia en el hospital.
El film resalta el dinámico intercambio que se produce entre pacientes y los psiquiatras y el empeño de estos últimos brindándoles un trato humano en la relación establecida. Así, estos neurólogos no los consideran como simples enfermos sino que abordan con ellos otros tópicos como por ejemplo la visión que tienen de la realidad exterior y qué es lo que aguardan de sus vidas una vez que dejen el hospital.
Con ritmo pausado y sin ser obstructivo Philibert ofrece un fascinante documental permitiendo la posibilidad de adentrarse al universo tan especial del referido nosocomio. Aunque decididamente no ofrece soluciones fáciles, lo que queda resaltado es el esfuerzo que realizan los terapeutas para que los pacientes puedan reintegrarse a la vida normal.
Un Coup de dés (Francia)
Yvan Attal escribe, dirige e interpreta este film de suspenso, que partiendo de una premisa intrigante comienza a perder vuelo a mitad de camino.
UNCOUPDEDÉS
La historia basada en la pieza teatral de Eric Assous, comienza de manera violenta cuando se produce un atraco en el hogar parisino de Mathieu (Attal) que comparte con su querida esposa Juliette (Marie-Josée Croze); es allí cuando su amigo Vincent (Guillaume Canet) logra entrar a la casa de su amigo consiguiendo abatir al asaltante.
Varios años después, ahora residiendo en la Riviera francesa, los dos amigos trabajan juntos en bienes raíces, como asimismo Vincent que está casado con Delphine (Maiwenn), en función de pareja comparte salidas con Mathieu y su esposa. La normalidad se ve alterada cuando Mathieu comprueba que su amigo es infiel a Delphine teniendo como amante a Elsa (Alma Jodorowsky). Tratando de disuadir a Vincent de esa aventura, Mathieu entra en contacto con Elsa y al hacerlo cae en su seducción convirtiéndose a su vez en su amante. Si en principio Attal consigue crear una atmósfera de tensión, el relato cobra un giro forzado que lo vuelve escasamente convincente.
Aunque la dirección de Attal es competente, su guión no alcanza a insuflar al relato la emoción necesaria que posibilite al espectador compenetrarse de las varias relaciones románticas en que están involucrados sus personajes; en todo caso tanto Attal como actor y el resto de su elenco se desempeñen con solidez.
En general, sin ser exigente, se asiste a un film que sin llegar a impresionar resulta moderadamente entretenido.
He aquí cinco comentarios de filmes presentados en el Festival du Nouveau Cinéma (FNC) que prosigue en Montreal hasta el 20 de octubre
Tardes de Soledad (España-Francia-Portugal)
Considerado como uno de los más renombrados y heterodoxos cineastas de España, el catalán Albert Serra dispone una filmografía importante, incluyendo entre otros títulos La Mort de Louis XIV (2016), Liberté (2919) y Pacifiction (2022); con todo esta es la primera vez que encara un documental como el que se comenta por el que ha obtenido la Concha de Oro en el festival de San Sebastián de este año.
Andrés Roca Rey
El tema considerado es el de la tauromaquia, comúnmente conocido como “Corrida de Toros”, una tradición española que cuenta con innumerables adeptos como también con ardientes detractores. Lo cierto es que según una ley promulgada en noviembre de 2013 este deporte es considerado patrimonio cultural y digno de protección en todo el territorio español.
Lo pertinente del film es que Serra, sin duda alguna congraciado con la tauromaquia, ofrece cinematográficamente un film decididamente creativo con una puesta escénica deslumbrante que somete al espectador a un espectáculo visceral y perturbador a la vez.
Para lograr su cometido el director contó a su favor con Andrés Roca Rey, un torero peruano nacionalizado español de 27 años que es considerado como un superastro en el marco de este sangriento deporte. Sin que exista comentario alguno ni tampoco entrevistas a su protagonista, el documental en casi su totalidad lo enfoca en el ruedo frente a su presa.
Serra detrás de la cámara y con la valiosa colaboración del director de fotografía Artur Tort Pujol, mediante un remarcable encuadre con primeros planos permite que el público que contempla el film tenga la sensación de hallarse dentro del campo de combate, adquiriendo de este modo la inmersiva vivencia de lo que allí acontece.
Al comenzar la lidia resulta fascinante observar a Roca Rey enfrentando a la bestia con una mirada desafiante mientras realiza ciertos movimientos de pasos que podrían asimilarse a los de un perfecto bailarín. A continuación se aprecia la violencia empleada durante el duelo cuando la espada de Roca Rey produce la estocada en el animal provocando su caída con un baño de sangre que sale de sus entrañas para luego volver a introducir el arma hasta aniquilarlo por completo. Claro está que en algunos de los encuentros con otros toros, Roca Rey resulta corneado generándole parciales heridas sangrientas.
En los pocos momentos en que el documental se aparta del rodeo se observa al torero viajando en su coche privado en compañía de los integrantes de su cuadrilla que lo ensalzan con desmesurados elogios. Asimismo el documental ilustra los rituales referentes a la vestimenta del barroco y colorido traje que lo viste.
En esencia, mediante este documento Serra desnuda por completo los avatares de la tauromaquia filmando con majestuosa precisión las extendidas secuencias de lucha, sin que por ello implique que él sea partidario de la crueldad infligida a los toros. Si alguna observación merece este documental es que nada se sabe de la vida personal del torero aunque eso no desmerece su calidad.
Reas (Argentina-Alemania-Suiza)
Con el buen antecedente ofrecido en Teatro de Guerra (2018) enfocando las vicisitudes atravesadas por seis veteranos de la guerra de las Islas Malvinas enfrentando al bando británico, en este documental musical la remarcable realizadora Lola Arias centra su atención en un grupo de ex convictos.
El Elenco del film
Para realizar su propósito ella ubica el relato en una abandonada cárcel de Buenos Aires, obrando de verdadero centro correccional y es allí donde el verismo del relato se entremezcla con lo ficcional.
Todo comienza con la ex presidiaria Yoseli Arias, una joven de 25 años quien había purgado una sentencia de mas de 4 años por contrabando de estupefacientes. A modo de guía esta chica va introduciendo a mujeres que han estado presas por diferentes razones y que van relatando sus vidas que podrían ser reales o bien imaginadas, así cómo avizoran el futuro.
En ese heterogéneo conjunto humano que incluye a mujeres no binarias y transexuales, Yoseli entabla especial comunicación con Nacho (Ignacio Amador Rodríguez), un hombre transgénero que lidera una banda de rock integrada por Estefy Harcastle, Noelia Pérez y Paulita Asturayme, entre otras. En tal sentido la música cobre vida en el penal y a través de cantos y bailes, permitiendo a la directora ilustrar cómo la recreación artística puede atenuar la dureza del encierro. Asimismo, siempre dentro del estilo de docu-ficción, se ve a las reas entablar conversaciones con los guardias de la prisión o bien jugando al fútbol. Sin excluir algunas situaciones divertidas, lo más importante que emerge de esta historia es la dinámica interacción de sus personajes y sobre todo el sentimiento fraternal y solidario que anima a los mismos; en ese quehacer es ponderable la actuación de un elenco animado por no profesionales transmitiendo brío, energía e indudable autenticidad a lo que magníficamente expone la cineasta.
La remarcable puesta escénica de Arias unida a la lograda fotografía de Martín Benchimol, la acertada música de Ulises Conti y en especial la encomiable coreografía de Andrea Servera, contribuyen a valorizar este notable documental permitiendo la plena adhesión del espectador.
A Family (Francia).
La premiada novelista francesa Christine Angot trata de expurgar el drama que la ha perseguido desde su temprana adolescencia, cuando a los 13 años de edad fue violada por su padre Pierre. Este delicadísimo y urticante tema ya lo había tratado en su libro L’Inceste de 1999; es ahora que efectuando su debut como directora considera en este documenal el trauma vivido y aún persistente.
Christine Angot
El film se ubica en Estrasburgo donde su progenitor vivió y murió tiempo atrás. Allí retorna Christine, el lugar donde comenzó el abuso sexual, acompañada del equipo que filma el documental dirigido por la camarógrafa Caroline Champetier. En primer lugar ella se dirige al domicilio de Elizabeth Weber, la viuda de su padre, cuyo objetivo es el de que ella reconozca la monstruosidad cometida por él. Posteriormente, Angot sale al encuentro de su madre Rachel Schwartz, confrontándola por no haberla protegido en su propio hogar del monstruoso delito cometido por su padre. A través del relato la directora encuentra a otros miembros de su núcleo familiar, incluyendo su primer esposo Claude, su pareja Charly y finalmente su hija adulta Léonore, a quien mediante cintas caseras registradas en julio y agosto de 1993, se la ve cuando pequeña amparada por el amor brindado por Christine. Precisamente en el íntimo diálogo mantenido a la hora actual entre Angot con su hija, esa conversación ofrece a la escritora una catarsis emocional, dejando abierta la posibilidad de auscultar una luz al final del oscuro túnel del incesto sufrido.
No hay manera posible para poder comprender cómo un padre puede ocasionar un daño brutal a alguien de su propia sangre. De todos modos, mediante este documental bien realizado y sobriamente expuesto, cabe admirar la resiliencia y valentía de la novel directora en denunciar la acción criminal de su progenitor como asimismo quienes ocultaron el grave delito.
Cést pas moi (Francia)
Considerado como un radical y provocativo realizador del cine francés, en este cortometraje Leos Carax reflexiona acerca de su labor como cineasta. A través de 40 minutos de duración, el cineasta considera aspectos de la actual cinematografía, rápidas referencias sobre su vida personal, así como espectros de la situación política que ha vivido la humanidad en el pasado con algunos visos del momento actual.
Una escena del film
Mediante una narración alucinatoria, entre caótica y desenfrenada, Carax tributa homenaje a Jean Luc Godard, a quien mucho admira, dado que el corto adquiere el viso de un collage que se asemeja al que el desaparecido cineasta empleó en LeLibre d’image (2019).
Pasando rápida revista a algunos extractos de sus filmes y de otros autores así como valiéndose de viejas fotos, Carax ilustra imágenes referidas a Roman Polanski aduciendo al asesinato de su mujer, una escena de Vértigo de Alfred Hitckcock, así como enfatiza su vínculo artístico con el actor Denis Lavant. Una imagen de Hitler evoca la tragedia vivida en la Segunda Guerra así como otras remiten a políticos autoritarios como Putin y Trump entre otros. Evidenciando como realizador su crisis existencial, Carax cuestiona la forma que adquirió la evolución del cine, con especial referencia al abuso del empleo audiovisual en la medida que se apela a una super estimulación de la imagen combinada con el sonido, que a su modo de ver resulta alienante.
En este apreciable film de montaje nutrido de apreciados hallazgos visuales, Carax demuestra nuevamente su notable habilidad de deslumbrar a la audiencia con su indiscutible talento creativo.
The Seed of the Sacred Fig (Irán-Francia-Alemania)
Mohammad Rasoulof es un realizador iraní que ha experimentado una suerte similar al de otros cineastas de Irán que les ha sido prohibido salir del país por su activismo político. En este caso Rasoulof, que fue condenado a ocho años de prisión, logró escapar de Irán para presentar en el Festival de Cannes este duro film en el que al igual que en su anterior filmografía denuncia al régimen teocrático imperante en su país.
Misagh Zareh y Soheila Golestani
El guión del director presenta a Iman (Missagh Zareh) un funcionario estatal que ha sido promovido al cargo de investigador judicial en la corte revolucionaria de Irán; su función es la de refrendar con su firma y sin revisar los casos las sentencias de muerte pronunciadas por el tribunal islámico para quienes firmemente se han opuesto al gobierno. En principio dicho ascenso constituye para él un motivo de gran satisfacción y en tal sentido es apoyado por su sumisa y abnegada esposa Najmeh (Soheila Golestani) aunque esa euforia está lejos de ser compartida por sus hijas Rezva (Mahsa Rostami) de 20 años y la menor Sana (Setareh Maleki).
Mientras tanto, en las calles abundan las manifestaciones de protesta de las mujeres reclamando sus derechos, sobre todo después de que en septiembre de 2022 se produjo el arresto de la activista Mahsa Arrani de 22 años por no utilizar el velo femenino obligatorio y su posterior muerte durante la custodia policial. La armonía de la familia de Iman se va deteriorando cuando las hijas abiertamente se rebelan al no aprobar la conducta de su padre por el trabajo que realiza. Eso se intensifica cuando la universitaria Rezya ve lo acontecido con su amiga Sadat (Niousha Akhshi), quien al participar en una manifestación es herida por la policía y posteriormente detenida.
La situación tiende a complicarse cuando Iman no encuentra el revólver que le ha sido dado para proteger a su familia y en consecuencia culpa a su mujer e hijas de haberlo tomado aunque ellas lo niegan, produciéndose en consecuencia una fuerte tensión familiar.
Si bien hasta ese momento Rasoulof demuestra una vez más su talento al servicio de una rigurosa puesta escénica que crea un clima de convincente suspenso, la continuación de su relato parecería pertenecer a una película completamente distinta; así repentinamente el director adopta un tono diferente a su relato que además de estar nutrirlo de una inusitada y gratuita violencia, desconcierta por su falta de lógica. De todos modos, aunque la última parte del film desilusiona, la crítica social esbozada en su primera mitad y las excelentes actuaciones de los cuatro protagonistas ameritan la visión de este drama político. Cabe mencionar que esta película fue distinguida en Cannes con el Premio Especial del Jurado.