Un Film Ori­gi­nal e Impredecible

VIC + FLO ONT VU UN OURS. Cana­da, 2013. Direc­ción por Denis Côté. Dis­tri­bu­ción Fun Film (2014).

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Más de una vez el inge­nio­so cineas­ta Denis Côté mani­fes­tó que en sus tra­ba­jos sue­le pri­vi­le­giar la pues­ta en esce­na antes que la exis­ten­cia de una tra­ma for­mu­la­da de mane­ra tra­di­cio­nal; de allí que a lo lar­go de su fil­mo­gra­fía la his­to­ria ocu­pa un segun­do lugar. Sin embar­go, en Vic + Flo Ont vu un ours se asis­te a un rela­to más permea­ble que en sus fil­mes pre­ce­den­tes; de todos modos, la narra­ción emplea­da sub­vier­te la expec­ta­ti­va del espec­ta­dor por­que a medi­da que el film pro­gre­sa, el guión aña­de infor­ma­cio­nes fal­tan­tes que obli­gan a que uno ten­ga que reubi­car­se men­tal­men­te para poder intro­du­cir­se en la piel de sus personajes.

Pierrette Robitaille y Romane Bohringer

Pie­rret­te Robi­tai­lle y Roma­ne Bohringer

Difí­cil de cata­lo­gar la his­to­ria de este film den­tro de un géne­ro pre­ci­so. Su pró­lo­go de apa­ren­te come­dia luná­ti­ca que­da inme­dia­ta­men­te des­men­ti­do al comen­zar el rela­to. Vic­to­ria o Vic (Pie­rret­te Robi­tai­lle), una mujer de 61 años, lle­ga a una caba­ña ubi­ca­da en algún para­je bos­co­so de la pro­vin­cia de Que­bec, per­te­ne­cien­te a su tío Emi­le (Geor­ges Mol­nar), un anciano mudo y suje­to a una silla de rue­das que nece­si­ta de asis­ten­cia y que has­ta ese momen­to esta­ba al cui­da­do de un joven vecino (Pier-Luc Funk ). Al poco tiem­po se pro­du­ce la visi­ta de Gui­llau­me (Marc-André Gron­din) al lugar impo­nién­do­le a Vic algu­nas nor­mas de com­por­ta­mien­to que debe cum­plir; es allí que uno se ente­ra de que ella se encuen­tra en liber­tad con­di­cio­nal y que Gui­llau­me es el fun­cio­na­rio encar­ga­do de vigi­lar­la; el hecho de que no se sepa cuál ha sido el deli­to come­ti­do por el que estu­vo en pri­sión no tie­ne rele­van­cia. Un nue­vo per­so­na­je se agre­ga en la esce­na siguien­te cuan­do Vic se encuen­tra en la cama, inti­man­do con una mujer; se tra­ta de Flo­ren­ce o Flo (Roma­ne Boh­rin­ger), más joven que Vic y que tam­bién estu­vo en la cár­cel don­de ambas se cono­cie­ron para lue­go con­ver­tir­se en amantes.

De lo que ante­ce­de uno cree­ría asis­tir a un con­ven­cio­nal rela­to de amor homo­se­xual. Pero Côté no per­mi­te que el espec­ta­dor se anti­ci­pe a lo que pien­sa expre­sar agre­gan­do ingre­dien­tes, y es así que el desa­rro­llo de la tra­ma va crean­do un cli­ma de ten­sión dra­má­ti­ca debi­do a diver­sos fac­to­res con­cu­rren­tes. En pri­mer lugar, la rela­ción entre ambas muje­res va adqui­rien­do face­tas con­flic­ti­vas en la medi­da que Vic, sen­si­ble­men­te vul­ne­ra­ble y depen­dien­te de Flo, teme per­der­la dado que su aman­te res­pon­de a una per­so­na­li­dad más inde­pen­dien­te ade­más de gus­tar tam­bién del sexo opues­to. No menos impor­tan­te es la apa­ri­ción de Mari­na (Marie Bras­sard), otro per­so­na­je que afec­ta­rá aún más el víncu­lo de la pare­ja. Final­men­te, hay un nue­vo ele­men­to que hace que el rela­to adop­te la for­ma de una ven­gan­za per­ver­sa, ori­gi­nan­do un des­en­la­ce dra­má­ti­co inesperado.

Con varia­das vuel­tas de giro, se asis­te a un film ori­gi­nal, fres­co, ocu­rren­te, bien rela­ta­do y con carac­te­res logra­da­men­te des­crip­tos. En el aspec­to for­mal, Côté hace gala de una ele­gan­cia esti­lís­ti­ca ade­más de lograr apre­cia­bles com­po­si­cio­nes visua­les que valo­ri­zan a su relato.

El DVD es pre­sen­ta­do en su ver­sión ori­gi­nal fran­ce­sa con sub­tí­tu­los opta­ti­vos en inglés.

Un Retra­to Rea­lis­ta Sobre la Segre­ga­ción Femenina

WADJ­DA. Ara­bia Sau­di­ta-Ale­ma­nia, 2012. Direc­ción: Hai­faa Al Man­sour. Dis­tri­bu­ción: Sony Pic­tu­res Home Enter­tain­ment (2013) 

La apa­ri­ción en video de Wadj­da cons­ti­tu­ye una muy bue­na opor­tu­ni­dad para vol­ver a apre­ciar un film exce­len­te­men­te escri­to y diri­gi­do por Hai­faa Al Man­sour, una mujer de Ara­bia Sau­di­ta que refle­ja las cos­tum­bres pre­va­le­cien­tes en cuan­to al tra­to dis­pen­sa­do al sexo feme­nino en su país.

Waad Mohammed

Waad Moham­med

Adop­tan­do una narra­ción sen­ci­lla a la vez que sóli­da, la rea­li­za­do­ra nos pre­sen­ta a Wadj­da (Waad Moham­med), una niña de 12 años, quien toda­vía goza de cier­tas liber­ta­des que des­apa­re­ce­rán cuan­do en poco tiem­po más se con­vier­ta en mujer. Habi­tan­do en un barrio de Riad, la capi­tal de Ara­bia Sau­di­ta, vive con sus padres que bien la quie­ren y tie­ne como ami­gui­to a un chi­co vecino (Abdull­rah­man Al Goha­ni) que posee una bici­cle­ta y que ella tam­bién le gus­ta­ría tener; pero hay un gran incon­ve­nien­te por­que de acuer­do a las nor­mas impe­ran­tes en ese país con­ser­va­dor y musul­mán, las chi­cas no pue­den mon­tar en bici­cle­ta por­que con su uso podrían rom­per su vir­gi­nal himen. Empe­ci­na­da en tener una bici­cle­ta, Wadj­da recu­rre a dife­ren­tes medios para afron­tar su cos­to des­pués de ver una que se encuen­tra expues­ta en un nego­cio cer­cano; la gran opor­tu­ni­dad se le pre­sen­ta cuan­do la escue­la rea­li­za un con­cur­so que con­sis­te en inter­pre­tar y reci­tar de memo­ria extrac­tos del Corán, don­de el pre­mio con­sis­te en una suma de dine­ro que le per­mi­ti­rá lograr su pro­pó­si­to si ella resul­ta ganadora.

El sim­ple pero bien urdi­do guión recrea a tra­vés de la fic­ción un exce­len­te retra­to de la reali­dad en cuan­to a los dere­chos que asis­ten a las muje­res de Ara­bia Sau­di­ta, uti­li­zan­do como mode­lo a nues­tra heroí­na, alguien que es muy cons­cien­te del medio en que se des­en­vuel­ve pero que al mis­mo tiem­po tra­ta de rebe­lar­se con­tra las adver­si­da­des que le impo­ne ese entorno social lide­ra­do por hombres.

Uti­li­zan­do como excu­sa la adqui­si­ción de un bici­clo, el rela­to expo­ne cla­ra­men­te varias situa­cio­nes que tes­ti­mo­nian las mar­ca­das dife­ren­cias entre el hom­bre y la mujer, don­de el sexo feme­nino no tie­ne dere­cho a con­du­cir un auto y debe man­te­ner su ros­tro com­ple­ta­men­te cubier­to en su apa­ri­ción públi­ca. Más espe­cí­fi­ca­men­te, se obser­va a los padres de Wadj­da, don­de su madre (Reem Abdu­llah) per­ci­be que su mari­do está abu­rri­do de ella por­que no le ha pro­vis­to de un hijo varón y de allí que inten­te encon­trar una segun­da espo­sa; natu­ral­men­te ella no tie­ne dere­cho a pro­tes­ta algu­na. No menos ilus­tra­ti­vo resul­ta la acti­tud de la direc­to­ra de la escue­la (Ahd) a la que asis­te Wadj­da, opri­mien­do a sus alum­nas con tal de apli­car con fir­me­za la ley de la cha­ria. En una esce­na se obser­va la acti­tud de varias niñas esco­la­res que sien­do divi­sa­das a una gran dis­tan­cia por hom­bres tra­ba­ja­do­res, deben ocul­tar­se para no ser vis­tas públi­ca­men­te; de algún modo, eso refle­ja el redu­ci­do espa­cio al que la mujer está con­fi­na­da cuan­do se encuen­tra fue­ra de su casa don­de siem­pre debe estar acom­pa­ña­da por un hom­bre de su familia.

Con efi­cien­tes movi­mien­tos de cáma­ra y un apro­pia­do mon­ta­je, Hai­faa al-Man­sour ofre­ce un poé­ti­co rela­to don­de evi­ta juz­gar lo que expo­ne para que el públi­co lo haga por sí mis­mo. Si bien ella es la prin­ci­pal res­pon­sa­ble de este nota­ble film deno­tan­do la sumi­sión de la mujer, cabe seña­lar que gran par­te del méri­to resi­de en su elen­co, sobre todo en la extra­or­di­na­ria com­po­si­ción que Waad Moham­med rea­li­za de una niña madu­ra que es due­ña de una inna­ta liber­tad inter­na para asu­mir los desa­fíos que su medio le impone.

El mate­rial adi­cio­nal que se pue­de apre­ciar tan­to en el for­ma­to Blu-Ray como en el DVD inclu­ye, entre otros, un intere­san­tí­si­mo repor­ta­je efec­tua­do por Vic­to­ria Hoch­berg ‑del Sin­di­ca­to de Direc­to­res de Esta­dos Uni­dos- a la direc­to­ra, segui­do de un perío­do de pre­gun­tas y res­pues­tas con el públi­co asis­ten­te. Las decla­ra­cio­nes de la rea­li­za­do­ra con­tri­bu­yen a que el espec­ta­dor se fami­lia­ri­ce aún más con los aspec­tos cul­tu­ra­les vigen­tes en Ara­bia Sau­di­ta, a tra­vés de las pecu­lia­res carac­te­rís­ti­cas expe­ri­men­ta­das antes y duran­te el roda­je del film.

Audio: Ver­sión ori­gi­nal ará­bi­ca o dobla­da al fran­cés con sub­tí­tu­los opta­ti­vos en inglés y fran­cés. Jor­ge Gutman

Magis­tral Inter­pre­ta­ción de Cate Blanchett

BLUE JAS­MI­NE. Esta­dos Uni­dos, 2013. Direc­ción: Woody Allen. Dis­tri­bu­ción: Sony Pic­tu­res Home Enter­tain­ment (2014)

Cate Blanchett

Cate Blan­chett

La edi­ción en video de este film escri­to y diri­gi­do por Woody Allen rati­fi­ca la exce­len­te impre­sión que se tuvo del mis­mo en opor­tu­ni­dad de su estreno en sala don­de Cate Blan­chett magis­tral­men­te carac­te­ri­za a una mujer afec­ta­da de una pro­fun­da cri­sis emo­cio­nal cuyo pro­gre­si­vo esta­do de deli­rio y la com­ple­ta vul­ne­ra­bi­li­dad que la envuel­ve la trans­for­ma en un ser inde­fen­so y des­pro­vis­to de razón para con­tem­plar la cru­da reali­dad que enfrenta. 

Com­pe­ne­trán­do­se ple­na­men­te en el per­so­na­je que con­ci­bió, Allen des­cri­be mara­vi­llo­sa­men­te a Jas­mi­ne en los dos pri­me­ros minu­tos del film al ver­la con­ver­sar com­pul­si­va­men­te con una pasa­je­ra del avión que la con­du­ce de Nue­va York a San Fran­cis­co. En un esta­do de ner­vio­sis­mo neu­ró­ti­co esta mujer de dis­tin­gui­da y ele­gan­te pre­sen­cia lle­ga al peque­ño depar­ta­men­to de su her­ma­na Gin­ger (Sally Haw­kins) para resi­dir tem­po­ral­men­te con ella y con sus dos hijos pre­ado­les­cen­tes. Jas­mi­ne, quien has­ta hace poco había goza­do de los lujos y el con­fort del jet set en su esplen­do­ro­so piso neo­yor­kino de Park Ave­nue, se encuen­tra aho­ra sola y sepa­ra­da de su mari­do Hal (Alec Bald­win) quien está en pri­sión al haber­se des­cu­bier­to los enor­mes frau­des finan­cie­ros come­ti­dos per­ju­di­can­do a ino­cen­tes inversionistas. 

Como pocas veces lo ha hecho, Allen enfo­ca aquí el con­tras­te de cla­ses socia­les exis­ten­tes al mos­trar el esti­lo de vida de Gin­ger, deci­di­da­men­te muy infe­rior al que solía adop­tar Jas­mi­ne, así como en lo que hace a un com­por­ta­mien­to mucho menos dis­tin­gui­do y deci­di­da­men­te más sim­ple y llano que el de su her­ma­na. Pron­ta­men­te se lle­ga­rá a saber que Gin­ger al igual que su ex mari­do Augie (Andrew Dice Clay) han sufri­do per­so­nal­men­te las esta­fas de su cuña­do al haber­le con­fia­do dos­cien­tos mil dóla­res gana­dos en una lote­ría. Lo impor­tan­te es que no pudien­do des­pren­der­se de una reali­dad que ya no le per­te­ne­ce, Jas­mi­ne no pue­de ver con bue­nos ojos a Chi­li (Bobby Can­na­va­le), el nue­vo ami­go de su her­ma­na que al igual que Augie res­pon­de a moda­les no muy finos o refi­na­dos, aun­que indu­da­ble­men­te estos expo­nen­tes de la cla­se tra­ba­ja­do­ra de meno­res ingre­sos gozan de una ine­quí­vo­ca hon­ra­dez e inte­gri­dad éti­ca de las que Hal carece. 

Si bien, en prin­ci­pio uno qui­sie­ra ver en el rela­to el reen­cuen­tro entre dos her­ma­nas per­te­ne­cien­tes a dife­ren­tes medios socia­les, el foco del film des­can­sa fun­da­men­tal­men­te en el esfuer­zo que rea­li­za Jas­mi­ne por inte­grar­se a un tra­ba­jo que le pro­duz­ca un modes­to ingre­so así como en la difi­cul­tad que enfren­ta al no poder olvi­dar o des­pren­der­se del ambien­te de sofis­ti­ca­ción y con­fort que su mari­do le sumi­nis­tró duran­te gran par­te de su exis­ten­cia. Sin ser capaz de con­ci­liar entre su pasa­do y el pre­sen­te, en la medi­da que su fan­ta­sía colap­sa con el mun­do real, don­de el reco­no­ci­mien­to social de la vida pri­vi­le­gia­da a la que esta­ba acos­tum­bra­da ya no exis­te más, ella va cayen­do en una cri­sis exis­ten­cial sin vía de esca­pe. Cuan­do for­tui­ta­men­te está a pun­to de cam­biar satis­fac­to­ria­men­te el rum­bo de su vida al encon­trar a un sen­si­ble diplo­má­ti­co (Peter Sars­gaard) que gus­ta de ella, su acti­tud de auto­en­ga­ño para dis­fra­zar la reali­dad lo echa todo a perder. 

Aun­que el film dis­te de ser gra­cio­so, Allen siem­pre acos­tum­bra a ofre­cer algu­na nota de humor por más lace­ran­te o dolo­ro­sa que pue­da ser. En tal sen­ti­do, una de las varias esce­nas exce­len­te­men­te logra­das es cuan­do Jas­mi­ne se encuen­tra sola con sus dos sobri­ni­tos y les da cier­tas expli­ca­cio­nes inopor­tu­nas que gra­cio­sa­men­te reve­lan su esta­do de ines­ta­bi­li­dad emocional. 

Todos los per­so­na­jes secun­da­rios están exce­len­te­men­te deli­nea­dos per­mi­tien­do que los acto­res lo apro­ve­chen a su favor con gran luci­mien­to. Pero con todo, el alma del film es Blan­chett don­de a cada ins­tan­te trans­mi­te mara­vi­llo­sa­men­te la bipo­la­ri­dad de su com­ple­jo per­so­na­je. Sin reve­lar el des­en­la­ce, cabe anti­ci­par que la últi­ma esce­na del film enfo­can­do la inde­fen­sa y paté­ti­ca expre­sión de Jas­mi­ne en un momen­to deci­si­vo de su vida es anto­ló­gi­ca don­de ella hip­no­ti­za a la audien­cia con su interpretación. 

Cabe des­ta­car que mere­ci­da­men­te Blan­chett ha sido nomi­na­da al Oscar como mejor actriz de 2013; tam­bién Allen ha reci­bi­do una nomi­na­ción en el rubro de mejor guión ori­gi­nal así como Sally Haw­kins es una de las cin­co nomi­na­das como mejor actriz de reparto. 

La edi­ción rea­li­za­da en los for­ma­tos DVD y Blu-Ray con­tie­ne dos suple­men­tos, entre ellos el de una con­fe­ren­cia de pren­sa don­de par­ti­ci­pan Cate Blan­chett, Andrew Dice Clay y Peter Sars­gaard quie­nes se refie­ren a sus res­pec­ti­vos per­so­na­jes en el film y la exce­len­te rela­ción de tra­ba­jo man­te­ni­da con el realizador. 

Audio: Ver­sión ori­gi­nal ingle­sa o dobla­da al fran­cés, con sub­tí­tu­los opta­ti­vos en ambos idio­mas. Jor­ge Gutman

Encan­ta­do­ra Come­dia Musical

MARY POP­PINS. Esta­dos Uni­dos, 1964. Direc­ción: Robert Ste­ven­son. Dis­tri­bu­ción: Dis­ney (2013) 

Dick Van Dyke, Julie Andrews, Karen Dotrice y Matthew Garber

Dick Van Dyke, Julie Andrews, Karen Dotri­ce y Matthew Garber

Aun­que varias veces ya edi­ta­da en video, la inol­vi­da­ble pelí­cu­la Mary Pop­pins apa­re­ce por pri­me­ra vez en for­ma­to Blu-Ray en una edi­ción espe­cial que cele­bra anti­ci­pa­da­men­te el medio siglo de vida. La pre­sen­ta­ción es a tra­vés de un paque­te que inclu­ye dos dis­cos: uno en Blu-Ray y el otro en DVD, así como tam­bién la copia digi­tal a tra­vés de un códi­go de acce­so en la red. 

Ver una vez más este film es sumer­gir­se nue­va­men­te en el mági­co rei­no de Walt Dis­ney; a pesar del tiem­po trans­cu­rri­do uno no deja de mara­vi­llar­se del modo cómo la his­to­ria de Mary Pop­pins con­ce­bi­da median­te un serie de libros escri­tos des­de 1934 por Pame­la Lyn­don Tra­vers ha sido tras­la­da­da a la pan­ta­lla con un film don­de algu­nas esce­nas de ani­ma­ción han sido inte­gra­das exce­len­te­men­te a la acción viva del rela­to, en momen­tos en que fal­ta­ban aún un par de déca­das para que las imá­ge­nes logra­das por la compu­tado­ra cum­plie­ran su misión.

Para quie­nes no estén aún al tan­to sobre lo que cuen­ta el film se pue­de men­cio­nar que los tra­vie­sos Jane y Michael Banks enlo­que­cen con sus tra­ve­su­ras a las dife­ren­tes niñe­ras que van rotan­do en el hogar lon­di­nen­se del matri­mo­nio Banks, has­ta el momen­to que des­cien­de de las nubes Mary Pop­pins pro­vis­ta de un para­guas y una peque­ña male­ta. En lugar de ape­lar al tra­di­cio­nal cri­te­rio de la estric­ta dis­ci­pli­na impues­ta por las nanas bri­tá­ni­cas, ella sabrá ganar­se de inme­dia­to el cora­zón de los niños; así, valién­do­se de su sim­pa­tía y afec­to al pasear con ellos con la com­pa­ñía de un afec­tuo­so des­ho­lli­na­dor, can­tan­do, bai­lan­do y ponien­do a prue­ba sus pode­res mági­cos, los niños que­dan des­lum­bra­dos al pro­pio tiem­po que le habrán de retri­buir el cari­ño bien gana­do. Con su lle­ga­da y su par­ti­da final, la encan­ta­do­ra Mary Pop­pins habrá logra­do que la fami­lia soli­di­fi­que sus lazos y que los padres resul­ten menos rígi­dos y mucho más huma­ni­za­dos dedi­cán­do­les una mayor aten­ción a sus pequeños. 

Si en pala­bras la his­to­ria pue­de resul­tar un tan­to livia­na o ende­ble, lo que ha hecho que este film se con­vier­ta en un clá­si­co son las can­cio­nes de Richard y Robert B. Scher­man don­de temas como por ejem­plo Chim Chi­me­nea (Chim chim che­ree), Super­ca­li­fra­gi­lis­ti­cex­pia­li­do­cious, Una Cucha­ra­da de Azú­car (A spoon­ful of sugar) o Remon­te­mos un Barri­le­te (Let’s go fly a kite), resul­tan sen­ci­lla­men­te memo­ra­bles. Lo que ante­ce­de no menos­pre­cia en modo alguno el guión de Don DaGra­di y Bill Walsh al tener la habi­li­dad de con­ver­tir las aven­tu­ras anec­dó­ti­cas de los libros de Tra­vers en un com­pen­dio muy bien cohe­sio­na­do. Si la músi­ca ejer­ce un rol impor­tan­te en el film, poco se habría logra­do de no haber con­ta­do con la estu­pen­da actua­ción y el dul­ce tim­bre vocal de Julie Andrews que le valió un Oscar por este film. A su lado Dick van Dyke se luce como un muy buen come­dian­te y bai­la­rín. Natu­ral­men­te, ade­más de la par­ti­ci­pa­ción de un homo­gé­neo elen­co don­de se des­ta­can los niños de enton­ces Karen Dotri­ce y Matthew Gar­ber, la direc­ción de Robert Ste­ven­son, la par­ti­ci­pa­ción de un dis­ci­pli­na­do cuer­po de bai­la­ri­nes y la mara­vi­lla de sus efec­tos visua­les se encuen­tra el genio del tío Walt como el Alma Mater de este exce­len­te proyecto. 

Ver este video y sobre todo en Blu-Ray es revi­vir la expe­rien­cia con­tem­pla­da en la pan­ta­lla debi­do a la trans­po­si­ción cla­ra y cris­ta­li­na de sus imá­ge­nes y sus vívi­dos colo­res. En lo que con­cier­ne al mate­rial extra, cabe seña­lar que el mis­mo es abun­dan­te; en lo estric­ta­men­te nove­do­so aquí se ha incor­po­ra­do el deno­mi­na­do cor­to All New Beco­ming Mr. Sher­man don­de el legen­da­rio com­po­si­tor Richard Sher­man man­tie­ne una intere­san­te con­ver­sa­ción con el actor Jason Sch­war­tz­man quien aca­ba de inter­pre­tar­lo en la pelí­cu­la Saving Mr. Banks, de inmi­nen­te estreno en Cana­dá, que tra­ta sobre la géne­sis de este film. Tam­bién como nove­dad se encuen­tra un cor­to con las can­cio­nes can­ta­das en con­jun­to. Entre el mate­rial adi­cio­nal que ya se había inclui­do en ante­rio­res edi­cio­nes de video figu­ran comen­ta­rios rea­li­za­dos por Julie Andrews, Dick Van Dyke, Karen Dotri­ce y Richard Sher­man sobre los recuer­dos que guar­dan del roda­je del film; así tam­bién es de gran inte­rés el docu­men­tal The Making of Mary Pop­pins que minu­cio­sa­men­te rese­ña dife­ren­tes aspec­tos de la fil­ma­ción, así como el deno­mi­na­do From Page to Sta­ge don­de se pasa revis­ta a todo el pro­ce­so de pro­duc­ción a que dio lugar la adap­ta­ción del film para con­ver­tir­se en una obra musi­cal que tuvo su estreno mun­dial en el West End de Lon­dres a fines de 2004 para lue­go triun­far en Broad­way dos años más tarde.

El audio de Mary Pop­pins es en inglés, fran­cés y espa­ñol con sub­tí­tu­los opta­ti­vos en los 3 idiomas. 

Con­clu­sión: Una exce­len­te edi­ción en Blu-Ray con toda una nue­va res­tau­ra­ción digi­tal y con el impor­tan­te valor incor­po­ra­do por el mate­rial adi­cio­nal que segu­ra­men­te los ciné­fi­los sabrán apre­ciar.  Jor­ge Gut­man 

Un Moderno Cuen­to de Hadas

MATIL­DA. Esta­dos Uni­dos, 1996. Direc­ción: Danny DeVi­to. Dis­tri­bu­ción: Sony Pic­tu­res Home Enter­tain­ment (2013) 

Cró­ni­ca de Jor­ge Gut­man 

Esta espe­cial edi­ción que aca­ba de apa­re­cer en el mer­ca­do tan­to en Blu-ray como en el for­ma­to DVD per­mi­te que nue­vas audien­cias pue­dan tener acce­so al film basa­do en el popu­lar libro de Roald Dahl y diri­gi­do por Danny DeVi­to. A pesar de los 17 años que sepa­ran des­de la fecha de su estreno, Matil­da sigue con­ser­van­do toda la espon­ta­nei­dad y fres­cu­ra que su inte­li­gen­te pro­ta­go­nis­ta infan­til transmite.Matilda-matilda-31436674-1024-768

La enton­ces niña Mara Wil­son per­so­ni­fi­ca a la extra­or­di­na­ria­men­te dota­da Matil­da que habien­do naci­do en un hogar muy poco aco­ge­dor debe recu­rrir a sus ins­tin­tos de auto­de­fen­sa para poder con­vi­vir con su fami­lia direc­ta, encon­tran­do un fuer­te alia­do en la lec­tu­ra. Su papá (Danny DeVi­to) es un ven­de­dor de coches usa­dos, desa­pren­si­vo, igno­ran­te y enemi­go de todo aque­llo que dé moti­vo para pen­sar seria­men­te; su mamá (Rhea Perl­man) es una mujer hue­ca que se ajus­ta per­fec­ta­men­te al esca­so nivel inte­lec­tual de su mari­do; final­men­te, su her­mano mayor es un ton­to que pare­ce seguir el camino de sus padres en cuan­to a su esca­sa ima­gi­na­ción y con quien la niña no tie­ne nin­gu­na posi­bi­li­dad de comu­ni­ca­ción. Para echar más leña al fue­go, Matil­da se encuen­tra con que la direc­to­ra (Pam Ferris) de la escue­la a la que acu­de es prác­ti­ca­men­te un ogro que tra­ta a los alum­nos como si fue­ran ani­ma­les. El con­sue­lo de la chi­qui­ta es la pre­sen­cia de una devo­ta maes­tra (Embeth Davidtz) quien le brin­da su cari­ño al des­cu­brir en ella un alma noble caren­te de afec­to; ade­más como arma de defen­sa Matil­da se vale de sus pode­res de tele­ki­ne­sia para con­tro­lar y rever­tir a su favor deter­mi­na­das situaciones. 

Si des­de la mira­da de un adul­to la his­to­ria rela­ta­da per­mi­ti­ría aven­tu­rar que uno se encuen­tra fren­te a un film deci­di­da­men­te dra­má­ti­co don­de se mani­fies­ta la for­ma cómo una niña es abu­sa­da y aban­do­na­da por sus padres, la inten­ción de esta come­dia fami­liar –aun­que no tra­di­cio­nal- es bien otra por­que que­da en cla­ro que la mayo­ría de sus per­so­na­jes son cari­ca­tu­res­cos ofre­cien­do amplio cam­po al entre­te­ni­mien­to con una efec­ti­va comi­ci­dad oscu­ra; al pro­pio tiem­po el públi­co se rego­ci­ja con un per­so­na­je caris­má­ti­co, de inte­li­gen­cia supe­rior y deci­di­da­men­te enter­ne­ce­dor como lo es Matil­da; eso es pre­ci­sa­men­te lo que apre­cia la audien­cia infan­til al con­tem­plar este film. Si bien todo el elen­co actúa impe­ca­ble­men­te, Mara Wil­son se des­ta­ca mara­vi­llo­sa­men­te brin­dan­do todo el sen­ti­mien­to, noble­za y abso­lu­ta natu­ra­li­dad que su per­so­na­je pro­ta­gó­ni­co requiere. 

Cabe des­ta­car que esta edi­ción se encuen­tra remas­te­ri­za­da en alta defi­ni­ción y su nivel de visión diá­fano y cris­ta­lino per­mi­te dis­fru­tar­lo amplia­men­te. Como mate­rial adi­cio­nal, el for­ma­to Blu-Ray es el úni­co que pre­sen­ta el cor­to “After­noon Tea: A very Magi­cal Matil­da Reunion” don­de los acto­res del film apa­re­cen reu­ni­dos en 2013 toman­do el té –como su títu­lo lo indi­ca- y revi­vien­do en sus memo­rias las agra­da­bles aven­tu­ras expe­ri­men­ta­das en la fil­ma­ción. Al pro­pio tiem­po tam­bién se pue­de com­pro­bar cómo el pasa­je del tiem­po ha ido modi­fi­can­do len­ta­men­te el sem­blan­te de los artis­tas; eso se des­ta­ca aún más en la trans­for­ma­ción de los niños esco­la­res de 1996 en adul­tos, inclu­yen­do la de la ado­ra­ble Mara Wil­son en toda una joven adul­ta de hoy día que reme­mo­ra los años feli­ces de su infan­cia cuan­do par­ti­ci­pó en este film. 

Los otros extras que apa­re­cen tan­to en Blu-ray como en el dis­co DVD, inclu­yen cor­tos que ya fue­ron cono­ci­dos en la edi­ción espe­cial de 2005. 

Audio: Inglés con sub­tí­tu­los opta­ti­vos en nada menos que 22 idio­mas inclu­yen­do el español.