El Espí­ri­tu de Supera­ción Humana

BREATHE. Gran Bre­ta­ña, 2017. Un film de Andy Serkis

El actor Andy Ser­kis debu­ta como rea­li­za­dor abor­dan­do una his­to­ria real de carac­te­rís­ti­cas melo­dra­má­ti­cas pero cui­dan­do de no mani­pu­lar al espec­ta­dor con fal­sas emociones.

Clai­re Foy y Andrew Garfield

El rela­to enfo­ca la vida del bri­tá­ni­co Robin Caven­dish (Andrew Gar­field) quien vivió poco más de la mitad de su exis­ten­cia auxi­lia­do por un res­pi­ra­dor mecá­ni­co. La his­to­ria comien­za en 1957 cuan­do el joven de 27 años cono­ce en Lon­dres a la joven Dia­na (Clai­re Foy) con quien ini­cia un víncu­lo román­ti­co. Un via­je de nego­cios dedi­ca­do a impor­tar té de Kenia moti­va su tras­la­do a Nai­ro­bi don­de su novia habrá de acompañarle.

La feli­ci­dad de la pare­ja es de cor­to alcan­ce por­que pocos meses des­pués Robin se con­ta­gia de polio­mie­li­tis y pron­to que­da inmo­vi­li­za­do des­de la nuca has­ta abar­car el res­to de su cuer­po; inca­paz de poder sobre­vi­vir sin la asis­ten­cia de un res­pi­ra­dor mecá­ni­co, el diag­nós­ti­co de sus médi­cos es que no sobre­pa­sa­rá los tres meses de vida.

Su espo­sa, en esta­do de emba­ra­zo, rea­li­za las ges­tio­nes nece­sa­rias para que lo trans­por­ten a Ingla­te­rra; a su lle­ga­da es inme­dia­ta­men­te ubi­ca­do en un hos­pi­tal en don­de se encuen­tran otros pacien­tes que pade­cen de sín­to­mas simi­la­res. La per­sis­ten­cia y deter­mi­na­ción de Clai­re hacen que no se resig­ne a que Robin esté con­de­na­do a per­ma­ne­cer pos­tra­do en una cama hos­pi­ta­la­ria sin acce­so al mun­do exte­rior. Des­pués de un año de hos­pi­ta­li­za­ción y sor­pren­dien­do por com­ple­to a los médi­cos en la medi­da que la vida de Robin se pro­lon­ga, la abne­ga­da mujer logra sacar­lo del sana­to­rio para tras­la­dar­lo a su hogar. Gra­cias a Teddy Hall (Hugh Bon­ne­vi­lle), un poli­má­ti­co pro­fe­sor de Oxford, quien inven­ta un res­pi­ra­dor por­ta­ble ado­sa­do a su silla de rue­das, Robin pue­de sobre­lle­var una vida más dig­na y con­for­ta­ble den­tro de las limi­ta­cio­nes impues­tas como dis­ca­pa­ci­ta­do. De este modo, siem­pre apo­ya­do por el res­pi­ra­dor mecá­ni­co vivió has­ta los 64 años superan­do amplia­men­te los pro­nós­ti­cos de la medicina.

Si bien el film se cen­tra en ilus­trar las con­di­cio­nes de vida de un para­plé­ji­co y los alti­ba­jos emo­cio­na­les que se pro­du­cen en tal reco­rri­do, que­dan en cla­ro dos aspec­tos fun­da­men­ta­les. Por un lado, el rela­to enfa­ti­za el amor y dedi­ca­ción que duran­te más de tres déca­das Dia­na dis­pen­só a su espo­so y que es ésa una de las razo­nes que lo man­tu­vo vivo. Ade­más, el guión de William Nichol­son des­ta­ca el incan­sa­ble esfuer­zo desem­pe­ña­do por Robin al abo­gar en su país por la cau­sa de los dis­ca­pa­ci­ta­dos; su pro­pó­si­to es fomen­tar el empleo del men­cio­na­do res­pi­ra­dor para que las per­so­nas afec­ta­das no que­den con­fi­na­das en las camas de los cen­tros hos­pi­ta­la­rios y pue­dan con­du­cir­se con mayor inde­pen­den­cia en sus hogares.

La actua­ción es muy bue­na don­de fun­da­men­tal­men­te sobre­sa­le Foy quien con nota­ble expre­si­vi­dad en los veri­cue­tos emo­cio­na­les que atra­vie­sa su per­so­na­je insu­fla con­si­de­ra­ble enver­ga­du­ra dra­má­ti­ca. Por su par­te, Gar­field ofre­ce una con­vin­cen­te carac­te­ri­za­ción ges­tual de su per­so­na­je tenien­do en con­si­de­ra­ción que debe per­ma­ne­cer inmo­vi­li­za­do duran­te casi todo el desa­rro­llo del metraje.

Ser­kis ha logra­do una pelí­cu­la que sin lle­gar a un nivel de excep­ción se des­ta­ca por su auten­ti­ci­dad refle­jan­do el espí­ri­tu de supera­ción huma­na. Como nota al mar­gen cabe agre­gar que este film ha sido pro­du­ci­do por Jonathan Caven­dish, el hijo de Robin y Dia­na, cons­ti­tu­yen­do así un con­mo­ve­dor home­na­je tri­bu­ta­do a sus padres. Jor­ge Gutman