VIVIR ES FÁCIL CON LOS OJOS CERRADOS. España, 2013. Un film escrito y dirigido por David Trueba
Un inmortal escritor y un inolvidable músico se vinculan maravillosamente en el original y humano film de David Trueba Vivir es fácil con los ojos cerrados.
Para su realización, Trueba se inspiró en un noble docente madrileño que introdujo un sistema inusual para que sus clases de inglés no resultaran monótonas. Juan Carrión, hoy día octogenario, había sido profesor de inglés en la Universidad de Cartagena en la década de los 60 y concibió un método original a la vez que pragmático para que sus alumnos disfrutaran con sus clases; por medio de la audición se valió de la discografía de los Beatles para que al compás de sus maravillosas canciones y la lectura de sus palabras los estudiantes pudieran aprender su significado de manera amena e instructiva. Además, por una afortunada circunstancia logró conocer y estar con John Lennon, uno de los integrantes del célebre conjunto a quien el catedrático poco menos que idolatraba.
En base a lo dicho Trueba elaboró un ingenioso guión para trasladar a la pantalla las experiencias del profesor Carrión. Para ello contó con un gran actor como lo es Javier Cámara a fin de que el relato cobrase máxima vivencia y convicción. La acción se ubica en España, en 1966, donde Cámara anima a Antonio, un abnegado docente y un apasionado fanático de los Beatles que enseña a sus alumnos la lengua de Shakespeare recurriendo a las canciones del extraordinario grupo, utilizando entre otras las palabras de Help. Satisfecho con el resultado que obtiene, a este buen hombre se le presenta la oportunidad de poder llegar a conocer personalmente a John Lennon al saber que en esos momentos está filmando en la región de Almería la cinta de Richard Lester How I Won The War (1967). Sin dudar un instante, este buen hombre decide emprender un viaje hacia ese destino con su desvencijado coche.
Tratando de humanizar el contenido de su relato, Trueba introduce en el guión a dos personajes interesantes que Antonio recoge en el camino. Se trata de Belén, (Natalia de Molina), una chica embarazada sin mayor opción futura, y Juanjo (Francesc Colomer), un adolescente introvertido que ha huido de su casa porque su padre le obligaba a cortarse el pelo. Durante ese periplo se pondrán en evidencia los mejores valores de la condición humana como la generosidad y solidaridad que se establece entre los viajeros. Sin agregar más sobre el contenido del relato, cabe señalar que el realizador narra con sutilidad una historia emotiva desprovista de sentimentalismo artificial, dotada de un humor punzante y donde además brinda referencias acerca del clima político vivido durante los últimos años de la dinastía franquista; así, se puede apreciar el autoritarismo imperante, la intolerancia asumida por la religión, como también la pobreza de un país que en ese entonces aún vivía en el subdesarrollo con relación a otros de Europa.
Conclusión: Con una sencilla y tierna historia, un buen guión, una dirección fluida y un eficiente elenco prestigiado por la excelente interpretación de Cámara, se ha logrado un bello film que perdura en el recuerdo del espectador mucho después de haberlo visto. Jorge Gutman