Una Sim­pá­ti­ca Come­dia Familiar

ALE­XAN­DER AND THE TERRI­BLE, HORRI­BLE, NO GOOD, VERY BAD DAY. Esta­dos Uni­dos, 2014. Un film de Miguel Arteta

No siem­pre la adap­ta­ción de libros popu­la­res alcan­za a trans­mi­tir satis­fac­to­ria­men­te su con­te­ni­do en su tras­la­do al cine; afor­tu­na­da­men­te ese no es el caso del libro de Judith Viorst que dedi­ca­do al públi­co infan­til logró inmen­sa reper­cu­sión popu­lar des­de su apa­ri­ción en 1972 con varios millo­nes de copias ven­di­das. Aho­ra, tan­to el sec­tor al cual va diri­gi­do como así tam­bién los adul­tos pue­den dis­fru­tar de una pelí­cu­la que, aun­que abso­lu­ta­men­te ino­fen­si­va, sim­ple y direc­ta, cum­ple su obje­ti­vo de entretener.

Tenien­do en cuen­ta que el cuen­to no con­tie­ne más que 32 pági­nas, el film podría aco­mo­dar­se a un cor­to­me­tra­je, sin embar­go la adap­ta­ción rea­li­za­da por el guio­nis­ta Rob Lie­ber ha per­mi­ti­do que su metra­je se haya exten­di­do razo­na­ble­men­te a 80 minutos.

 Steve Carell

Ste­ve Carell

El rela­to se desa­rro­lla en el trans­cur­so de dos días don­de en el pri­me­ro de ellos Ale­xan­der (Ed Oxen­bould), el ter­ce­ro de los 4 hijos de la fami­lia inte­gra­da por su padre Ben (Ste­ve Carell), madre Kelly (Jen­ni­fer Gar­ner), sus dos her­ma­nos ado­les­cen­tes Anthony (Dylan Min­net­te), Emily (Kerris Dor­sey) y el bebe Tre­vor de esca­sos meses, se sien­te un poco de lado al ver que a los suyos todo les sale bien, cosa que no ocu­rre con él; eso se debe en par­te por­que un com­pa­ñe­ro de la escue­la está por rea­li­zar una fies­ta jus­to en el mis­mo día en que pen­sa­ba reu­nir a sus ami­gui­tos para cele­brar su duo­dé­ci­mo cumpleaños.

En todo caso, el terri­ble, horri­ble y no muy buen día acon­te­ce al día siguien­te des­de el pre­ci­so momen­to en que se des­pier­ta y una suce­sión de peque­ños acci­den­tes le acon­te­cen. Sin embar­go, eso no solo le ocu­rre a él sino a todos los miem­bros de la fami­lia. Así su madre se apre­su­ra para lle­gar a su tra­ba­jo en una impor­tan­te edi­to­rial en la cual debe super­vi­sar un even­to en el que las cosas no resul­tan de acuer­do a lo pla­nea­do por un error come­ti­do en la edi­ción de un cuen­to infan­til; su padre, que es un inge­nie­ro des­em­plea­do, acu­de con su bebé a cues­tas a una entre­vis­ta de tra­ba­jo para un pues­to de dise­ña­dor de video jue­gos don­de en prin­ci­pio los resul­ta­dos de la mis­ma son poco pro­me­te­do­ras para con­se­guir el empleo bus­ca­do; Anthony fra­ca­sa en el examen para lograr su licen­cia de con­du­cir a fin de poder lle­var en coche a su engreí­da ami­ga (Bella Thor­ne) a la cere­mo­nia de gra­dua­dos; por su par­te, Emily debe­rá supe­rar su res­frío para par­ti­ci­par en la obra Peter Pan lle­va­da a cabo en su escue­la. A pesar de las cala­mi­da­des y desas­tres que se suce­den en este día atroz, se sabe de ante­mano que todos los pro­ble­mas ten­drán una posi­ti­va solu­ción y es así que no cau­sa sor­pre­sa algu­na com­pro­bar que Ale­xan­dre pue­da cele­brar su cum­plea­ños en com­pa­ñía de sus ami­gui­tos en un cli­ma de radian­te felicidad.

Par­te de lo que se pre­sen­cia resul­ta poco plau­si­ble des­de una visión rea­lis­ta, pero el rela­to es en esen­cia una fábu­la inge­nua don­de los acon­te­ci­mien­tos “dra­má­ti­cos” pre­sen­ta­dos son indo­lo­ros evi­tan­do crear preo­cu­pa­ción a los padres sobre los que sus hiji­tos obser­van en la pan­ta­lla. Juz­ga­do bajo esa ópti­ca que­da como balan­ce un cuen­to ino­cen­te don­de el direc­tor Miguel Arte­ta ha sabi­do impri­mir­le la ener­gía y flui­dez nece­sa­ria para que su visión resul­te amena.

El film cuen­ta con un elen­co homo­gé­neo que sin des­ple­gar his­trio­nis­mo alguno cada uno de los acto­res cum­ple satis­fac­to­ria­men­te con los roles asig­na­dos. Como sor­pre­sa, se apre­cia la par­ti­ci­pa­ción del vete­rano come­dian­te Dick Van Dyke en una de las esce­nas del rela­to inter­pre­tán­do­se a sí mis­mo; eso trae una dosis de nos­tal­gia para el públi­co que tuvo opor­tu­ni­dad de apre­ciar­lo en su épo­ca de auge, sobre todo en la come­dia musi­cal Mary Pop­pins.(1964)

Con­clu­sión: Un apa­ci­ble entre­te­ni­mien­to fami­liar. Jor­ge Gutman