FAHRENHEIT 11/9. Estados Unidos, 2018. Un documental escrito y dirigido por Michael Moore
Con la pasión acostumbrada para expresar lo que acontece en su país, Michael Moore enfoca en Fahrenheit 11/9 los problemas de Estados Unidos comenzando por el título del mismo que se refiere al día después de las elecciones del 8 de noviembre de 2016.

Michael Moore
Aunque bien intencionado, el documental aborda muchos aspectos muy bien conocidos por el público en detrimento de otros que merecerían mayor observación.
En los primeros 20 minutos de su metraje pasa revista a lo vivido en las últimas horas del histórico día de la votación en donde los primeros escrutinios confirmaban la casi totalidad de los pronósticos de que Hilary Clinton sería la futura presidenta; como es sabido, gradualmente la situación va modificándose a favor de Donald Trump cuando a las 2.29 a.m. del 9 de noviembre queda confirmado que será el próximo Presidente de Estados Unidos. A pesar de que el documentalista era uno de los pocos que presagiaban la victoria de quien ocupaba el segundo lugar en las encuestas, analiza las razones que motivaron la elección del actual mandatario sin agregar nada nuevo al respecto.
De allí en más Moore pasa revista a los grandes males que azotan a la nación desviándose del tema central para dedicar especial atención a lo acontecido en Flint, su ciudad natal; el infatigable Moore denuncia la malevolencia de Rick Snyder, el gobernador republicano de Michigan, al haber cambiado el suministro de agua proveniente del Lago Huron por el del altamente polucionado río Flint debido a la construcción de una innecesaria tubería; ese hecho causó un enorme daño a la salud de la población, especialmente a los niños, al tener que beber un agua contaminada. Las entrevistas a varios de los afectados más la decisión ‑jocosa por cierto- de Moore acercándose a la oficina del gobernador para proceder a “arrestarlo” cívicamente constituyen uno de los mejores momentos del documental, aunque su delicado tema podría haberse prestado para otro film.
https://www.youtube.com/watch?v=O_dIzGZiHEA
Otros aspectos analizados aunque en forma epidérmica incluyen la desgracia ocasionada por la posesión indiscriminada de armas que condujo a la tragedia de Parkland High School con la gran marcha organizada por estudiantes en todo el país, las huelgas del sindicato de docentes de West Virginia por estar mal pagados y la Marcha de las Mujeres.
Volviendo al tema de Trump, el veterano realizador echa sus dardos críticos al sistema anacrónico del Colegio Electoral que no toma en cuenta el voto popular para elegir a la máxima autoridad del país, tal como ocurrió en estas elecciones.
En líneas generales, Moore afirma que la triste situación que experimenta el país es debido no solamente al partido republicano sino que igualmente es responsable el partido demócrata quien, a su juicio, manipuló la nominación de Hilary Clinton como candidata en desmedro de Bernie Sanders quien es el único político que le merece total respeto. Sus reproches a Obama están motivadas en su visita a Flint como presidente, donde trató de atenuar el escándalo producido por el agua infectada; así también lo critica por haber sido empleado de grandes corporaciones y en general por su inacción que motivó la desidia del 60 por ciento de electores que al no emitir sus votos allanaron el camino que culminó con la victoria de Trump.
Para finalizar con una nota impactante, Moore ilustra un discurso del presidente frente a su público adicto superponiéndolo con material de archivo donde se muestra a Hitler que llega al poder democráticamente elegido como canciller en 1933 con el apoyo de una población cultísima y que posteriormente habría de convertirse en un dictador totalitario; esa provocativa comparación tiene el propósito de indicar a sus compatriotas que aunque Trump no es el genocida nazi, su acción manipuladora frente a la apatía del pueblo americano puede conducir a males mayores. De allí que para Moore ha llegado el momento de dejar de lado la esperanza de que todo irá mejor para en cambio proceder a la acción a fin de evitar que la democracia estadounidense se desintegre.
Si este documento político pleno de ironía y mordacidad no hubiera estado demasiado picoteado y en parte deshilvanado, podría haber sido más trascendente agregando a su vez facetas inexploradas sobre el actual mandatario. Tal como está presentado el documental de ningún modo es desechable; sin embargo, en lugar de incorporar viñetas frívolas, como cuando por ejemplo se refiere a Trump frente al atractivo que despierta su hija Ivanka, habría sido mucho más interesante asistir a un análisis más profundo de lo que acontece con la actual administración que gobierna al país. Con todo, queda como corolario un mensaje de alerta bien contundente y en tal sentido se agradece el propósito del documentalista. Jorge Gutman