LE MEILLEUR RESTE À VENIR. Francia, 2019. Un film escrito y dirigido por Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patellière
A pesar de contar con dos buenos comediantes Le meilleur reste à venir es una comedia fallida como consecuencia de un guión que parte de una premisa irrealista y que a medida que avanza el metraje resulta aún más difícil de sostener. Los realizadores Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patellière ubican su historia en París enfocando a dos amigos en la cincuentena de su existencia cuyas personalidades no pueden ser más desparejas. Uno de ellos es César (Patrick Bruel), un individuo simpático y mujeriego pero notablemente superficial; el otro es Arthur (Fabrice Luchini), un investigador del Instituto Pasteur, más serio y responsable aunque ansioso por naturaleza.
Cuando como consecuencia de una fuerte caída desde el balcón de su departamento César sufre un considerable dolor de espalda, Arthur le lleva a un hospital a fin de sacarle una radiografía; debido a que el accidentado no porta consigo la tarjeta médica, él se apropia de la de Arthur adoptando por lo tanto una falsa identidad. Al día siguiente Arthur es llamado por el médico del hospital comunicándolo que las placas radiográficas han detectado un cáncer pulmonar incurable con la consecuencia de que solamente le queda algunos meses de vida. El resto del relato descansa en este malentendido donde Arthur trata en varias oportunidades de confesarle la verdad a su amigo pero siempre se producen interferencias artificiosas que lo impiden.
Si bien la intención de los realizadores es resaltar el valor de la amistad entre dos individuos tan dispares en el contexto de una comedia farsesca con trasfondo dramático, el guión se nutre con situaciones absurdas que generan un total desinterés; más aún, acudiendo a descomunales clisés, la historia se transforma en un falso melodrama con un chabacano desenlace.
A nivel de interpretación Luchini así como Bruel realizan esfuerzos para atenuar la debilidad del libreto pero los esfuerzos son vanos dado que sus personajes distan de ser creíbles; con todo, uno de los aspectos positivos del malogrado relato es la participación de Zineb Triki quien en un papel secundario es muy convincente como una noble mujer que habiendo sufrido de cáncer destina su tiempo para ayudar a personas que padecen esa cruel enfermedad. Jorge Gutman