Remar­ca­ble Reportero

THIS IS NOT A MOVIE. Cana­dá-Ale­ma­nia, 2019. Un film de Yung Chang. Dis­po­ni­ble en VOD en las pla­ta­for­mas de cinemaduparc.ca y/o cinemamoderne.com

Con el aus­pi­cio­so ante­ce­den­te de haber sido pre­mia­do en varios de sus pre­vios docu­men­ta­les, el direc­tor cana­dien­se Yung Chang retor­na con otro tra­ba­jo remar­ca­ble que adquie­re rele­van­cia en los tiem­pos que corren. Aquí enfo­ca su aten­ción en el perio­dis­ta y corres­pon­sal bri­tá­ni­co Robert Fisk quien a lo lar­go de medio siglo de carre­ra pro­fe­sio­nal ha repor­ta­do los más dra­má­ti­cos y vio­len­tos con­flic­tos que han y siguen afec­tan­do al mundo.

Robert Fisk

Aun­que ya han habi­do varios y muy bue­nos docu­men­ta­les refe­ri­dos a la acción de los repor­te­ros de gue­rra, lo que dis­tin­gue a This Is Not a Movie es el énfa­sis pues­to en la infor­ma­ción trans­mi­ti­da en for­ma direc­ta por quie­nes, como en el caso de Fisk, arries­gan su vida en las regio­nes con­flic­ti­vas a fin de dar a cono­cer lo que están presenciando.

Con­si­de­ra­do como uno de los más impor­tan­tes corres­pon­sa­les del mun­do, habien­do gana­do más de 20 tro­feos impor­tan­tes en su carre­ra, Robert Fisk comen­zó a des­ta­car­se en la déca­da del 70 don­de tra­ba­jan­do para el dia­rio The Times of Lon­don repor­tó des­de Bel­fast los suce­sos acae­ci­dos en ese enton­ces en esa tur­bu­len­ta región; cuan­do el perió­di­co fue adqui­ri­do por Rupert Mur­doch, su nue­vo pro­pie­ta­rio cues­tio­nó el rela­to de sus his­to­rias limi­tan­do la liber­tad de expre­sión en divul­gar los hechos tal como suce­dían; por esa razón Fisk deci­dió dejar su pues­to y en 1989 comen­zó a tra­ba­jar para The Inde­pen­dent. Entre varios de los hitos de su carre­ra se encuen­tran los repor­tes de la masa­cre de Sabra y Sha­ti­la de 1982 en El Líbano, la inva­sión sovié­ti­ca de Afga­nis­tán de 1979, los san­grien­tos acon­te­ci­mien­tos de la gue­rra civil de Siria así como la cri­sis de los refugiados.

La cáma­ra de Yung Chang sigue en 2018 al repor­te­ro en el cam­po de acción reco­rrien­do los deso­la­dos pano­ra­mas cau­sa­dos por la gue­rra y es en ese pro­ce­so don­de el docu­men­ta­lis­ta des­ta­ca la labor de Fisk en su come­ti­do de ver y trans­mi­tir de pri­me­ra mano lo que obser­va evi­tan­do cual­quier dis­tor­sión de la noti­cia. Es en tal sen­ti­do que su labor ha resul­ta­do con­tro­ver­ti­da por­que la esen­cia de la ver­dad lle­ga a enfu­re­cer a cier­tos polí­ti­cos que con­si­de­ran a los perio­dis­tas como enemi­gos del pueblo.

Tra­tan­do de man­te­ner la pru­den­cial dis­tan­cia para que su tes­ti­mo­nio resul­te lo más obje­ti­vo posi­ble, el repor­te­ro pro­si­gue su inva­lua­ble labor vol­can­do su pasión en lo que efec­túa tal como anhe­ló rea­li­zar­lo des­pués de haber vis­to la pelí­cu­la Foreign Corres­pon­dent (1940) de Alfred Hitch­cock que le sir­vió de ins­pi­ra­ción. Al revés de los films aquí no hay gana­dor alguno y es posi­ble que Fisk con su tra­ba­jo no lle­gue a cam­biar la rei­nan­te reali­dad; pero como él bien aco­ta “aun­que no se gane la par­ti­da es posi­ble per­der­la si uno no con­ti­núa luchan­do”. Es por ello que en la era de “fake news”, lo que Fisk rea­li­za adquie­re capi­tal tras­cen­den­cia dado que la noti­cia trans­mi­ti­da lle­ga a ser autén­ti­ca cuan­do su autor la obtie­ne en el esce­na­rio don­de trans­cu­rre y no recu­rre a You­Tu­be o a fuen­tes secun­da­rias de infor­ma­ción. Jor­ge Gutman